Entre sombras
Summary: Harry Potter es gemelo de Johan "el niño-que-vivió" luego de años de maltrato por parte de James y Lily Potter estos deciden mandarlo a un internado muggle donde conoce a alguien "especial"…
Disclaimer: Aunque me encantaria que Harry Potter fuera mio no lo es; es propiedad de J.K Rowling yo solo los he jugado un poco con los nombres :)
Advertencias: Este fic contiene un ligero Slash (relacion hombre/hombre) y posible Mpreg (embarazo masculino) si no les gusta pueden retirarse :)
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Capítulo 1
El comienzo
Quizá algún día me valores… No lloraras por mi ausencia… Y si sangro sangrare sabiendo que no te importa…
Missing- Evanescence
Todos reían, escuchaba las risas de cada uno hasta su habitación, ellos… la familia perfecta, la que tenía poder, dinero, amigos y amor… pero no para todos, sólo para aquellos a los que creían dignos… eran basura eso era lo que eran, cada uno de los cinco reunidos en la sala de estar de la Mansión Potter...
James Potter, el padre y autor perfecto, era alto, atractivo, musculoso, su cabello castaño siempre despeinado, unos ojos color avellana y una moral "intachable"...
Lily Potter, la pelirroja y atractiva madre, con sus ojos verdes y un ingenio desarrollado, amorosa y perfecta, "sin prejuicios ni desprecios"...
Sirius Black, el guapo y simpático padrino, el bromista de la "familia", el segundo mejor auror, con sus ojos grises brillando traviesamente y una sonrisa encantadora, el que "hacía feliz a todos con sus bromas, el que no despreciaba a nadie por su trágico pasado"...
Remus Lupin, el buen licántropo, el inteligente y tierno licántropo, el que "daba amor y ternura a todos por su difícil infancia" el inteligente hombre aficionado a los chocolates que siempre "tenía una sonrisa para ti"...
Y por supuesto Johan Potter, el niño-que-vivió, la perfecta copia de su padre, ojos avellana, cabello castaño, bromista, "amable y simpático" el "perfecto hijo se viera por donde se viera"...
Pero por supuesto las cosas no eran como las pintaban, aquello no era una familia perfecta, era la familia más hipócrita y con doble moral que se conociera, se decían amar a todos y no tener prejuicios, eran del lado de la luz después de todo, pero, ¿Dónde quedaba el?. Pocos sabían de mi y de mi existencia… el gemelo del niño-que-vivió...
Mi nombre es Harry, tengo siete años, con una inteligencia que sobrepasa mi edad aunque eso no era del todo mi culpa, era del que "No debe ser nombrado", porque aunque todo el mundo pensaba que Johan lo había "derrotado" no había sido así, Voldemort había intentado matarme a mí aquella noche, provocando la cicatriz en forma de rayo que descansaba en mi frente, transfiriéndome memorias, habilidades entre otras cosas. Mi "gemelo" había adquirido el título por una marca en su pecho con la forma de una V, la cual fue hecha por parte del techo que había caído encima nuestro tras la explosión que causó el Señor Oscuro cuando su cuerpo se desintegró.
Albus Dumbledore que junto a los Potter habían llegado momentos después de aquella explosión encontraron a Johan sangrado profusamente con toda su ropa ensangrentada y llorando descontroladamente, mientras yo miraba todo atentamente un poco atontado por toda aquella información en mi mente, mientras un mechón de mi cabello cubría la suave cicatriz en mi frente… en ese momento todo cambió, ni siquiera habían verificado que estuviera bien… Dumbledore lo proclamó como el niño-que-vivió, desde ese momento toda la atención era para Johan, todo el amor, la dulzura, todo era para él, mientras se iban olvidando cada vez más de mi...
Con el tiempo aprendí a ignorar aquel dolor de ser rechazado por mi propia familia, a ser relegado a una habitación son mucho lujo, a ser olvidado cada segundo más, me obligue a ser independiente, tenía que sobrevivir…
Gracias al Lord Oscuro sabía leer y escribir así que tomaba libros de la biblioteca Potter, que aunque era una familia de luz había libros un poco oscuros también, tenía la parte "teórica" de la magia, así que empecé a desarrollarla, mi magia accidental pronto fue magia sin varita y luego en magia elemental, le había costado mucho, aunque tenía ciertos poderes del señor tenebroso aún era muy pequeño, pero conforme fue creciendo se fue haciendo cada vez más fácil y cinco años después dominaba casi todo a la perfección…
— ¡Harry! — Grito Johan antes de entrar a la pequeña habitación que no tenía ninguna decoración y por supuesto nada de juguetes—
Harry estaba leyendo un libro de hechizos a base de sacrificios, así que lo ignoro siguiendo la lectura pues había una parte interesante ahí, se podía salvar la vida de alguien a cambio de una parte del cuerpo de la persona que quisiera salvar a la otra persona. Los ojos del castaño brillaban de furia al verse ignorado a favor de un estúpido libro.
— ¡PAPÁ! ¡MAMÁ! — Grito el "elegido" haciendo que Harry levantará la vista con curiosidad, pues no sabía por qué había gritado a sus padres que tardaron pocos segundos en llegar—.
— ¿Qué pasa amor? — Preguntó Lily mirando con el ceño fruncido a su otro hijo —.
— Harry me estaba enseñando cosas feas de su libro — Respondió haciendo un puchero como si fuese a llorar —.
El patriarca Potter arrancó el libro de las manos de Harry violentamente leyendo el título "Rituales de Sacrificio"
— ¿Que haces con esto Harry? — Miró furioso a su hijo menor quien sólo lo miraba fijamente pues el chico jamás había hablado a su familia aunque sabía hacerlo — ¡Contesta maldita sea! — Al no recibir una rápida respuesta estrelló la palma de su mano en la mejilla del chico —.
Harry lo miraba fijamente aguantando sus ganas de llorar y acariciar su mejilla que ahora tenía la marca de la palma de su padre, no era la primera vez que lo golpeaba y estaba seguro que no sería la última.
— ¡No permitiré que ningún hijo mío se convierta en un arremedo de mortifago! ¡Empaca tus cosas irás a un internado Muggle! ¡Tienes diez minutos! — Gritaba James enojado mientras salía de la habitación con su esposa e hijo —.
El pequeño Johan sonreía contento pues por fin su gemelo se iría y esperaba que no volviera, él era el único importante, sus padres no debían prestar atención a nadie más que a él.
Mientras tanto Harry empacaba sus pocas pertenencias en dos mochilas como su mejor ropa que aun siendo la mejor que tenía se notaba muy desgastada y unos pocos libros que sabía no serían extrañados. Cuando terminó bajó las escaleras lentamente.
— Lo llevaré a un internado Muggle, espero que ahí lo puedan controlar — Le contaba James a Albus Dumbledore que asentía con lentitud —.
Realmente a él no le interesaba el destino de aquel niño que no tenía nada de especial excepto ser el hermano gemelo del elegido. Cuando escucho unos pechos pasos acercándose volteo fijando sus ojos azules en aquel pequeño niño de alborotado pelo negro, delgado y más pálido que un pergamino.
— Harry es un gusto verte de nuevo — Saludó Dumbledore amablemente mirando a Harry recibiendo un asentimiento de cabeza de parte de este —.
— No te molestes Albus, el chico no habla con nadie — Le dijo Lily mientras abrazaba protectoramente a Johan —.
— Vámonos ya — Ordenó James jalandolo del brazo bruscamente —.
— Hasta luego Harry — Sonrió fingidamente el director despidiéndose sin esperar contestación —.
— Hasta luego Albus Dumbledore — Contestó sorprendiendo a todos los presentes por el tono de su voz, pues sus progenitores jamás lo habían escuchado hablar y su tono era frío y sin sentimientos mientras era jaloneado hasta la salida por su aún sorprendido padre —.
Albus miró como el niño salía de la casa, aquel tono de voz, era espeluznante, estaba seguro que si los muertos hablaran ese sería el tono de su voz, ni siquiera Tom Riddle logró hablar así, pero no solo su voz lo sorprendió si no sus ojos… aquellos ojos verde esmeralda que tenían el tono exacto de la maldición asesina… tal vez era sólo una coincidencia, el niño jamás mostró poder alguno, estaba casi seguro de que era un squib…
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Mientras tanto Harry miraba el internado donde su padre lo dejaría, se habían aparecido y no le gustaba aquella sensación, pero ver el edificio era incluso peor, todo era gris y opaco, la encargada hablaba con James con una falsa sonrisa mientras este le daba todos los papeles y algo de dinero para luego darse la vuelta e irse sin siquiera despedirse.
La encargada que se presentó como Julieth de una forma bastante brusca lo tomó del hombro jalandolo sin dejarle ver mucho de aquel lugar, mientras se dirigía a donde suponía tendría que dormir.
Julieth odiaba su trabajo, pero era lo único que la mantenía, no le gustaban los niños y por lo que le había mencionado el padre del niño este sería uno muy problemático, así que lo pondría con el otro niño problema en la planta superior donde no darían problemas. En esa ala se les daba comida aparte y no tenían permiso para salir al patio hasta después de dos meses, sólo tenían su mutua compañía. Abrió la puerta de la habitación y dejó al mocoso ahí para luego cerrar la puerta con llave.
Harry observaba la habitación con sólo dos camas de lo más sencillas y desgastadas, todo era color gris menos las cosas de otro chico que se asomaban ligeramente. Dejó caer sus cosas y lentamente las lágrimas salieron de sus ojos, le dolía, dolía saber que su familia no lo quería, que lo habían abandonado en un lugar tan deprimente y solitario, le dolía saber que no era suficiente para ellos, el sólo deseaba una familia, sólo deseaba ser feliz, pero sabía que no sería así, no tenía razones para vivir ni nadie que lo extrañaba si moria…
Conjuro una daga y se hizo el primer corte profundo en su brazo izquierdo a la altura de su muñeca notando como la sangre salía a borbotones, el merecía ser querido y en esta vida no lo sería, no le importaba morir… ya no más… tomó la daga con la otra mano para hacer un corte similar en su otra muñeca cuando escuchó un grito.
— ¿Pero qué haces? ¡Idiota! — Gritaba un niño rubio que salió debajo de la cama sorprendiendo a Harry que soltó la daga —.
El niño tomó su muñeca sangrante mientras cerraba los ojos y sintió magia… el niño lo estaba curando con magia accidental...
— ¿Qu… que… ha...haces? — Le preguntó Harry curioso, nadie jamás lo había curado y no sabía por qué aquel niño lo hacía, no lo conocía y lo confundía —.
— Detener tu idiotez, eres un mago, no un vulgar Muggle para suicidarte, ¿Que es lo que te pasa? ¿Estas loco? Eso no es digno para un mago aunque fueras un sangre sucia — El pequeño rubio lo miraba furioso mientras hablaba, tenía unos grises que brillaban y unos mechones de cabello rubio platinado se movían cada vez que movía sus manos regañandolo —.
— ¿Pe...pero...por... por...que? — Tartamudeo aún impresionado —.
— Por que tu idiota sin cerebro, vales más que cien Muggle juntos…
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Muy bien, esta historia ya la había subido, pero estaba mal estructurada y escrita, así que decidí editarla y bueno estaré subiendo capítulos de esta historia y de la traducción de Darkest Before Dawn, me dedicaré una semana a Entre Sombras y otra semana a Darkest, espero les guste más esta versión editada y mejorada aunque aún hay uno que otro error ortográfico por qué mi Beta está perdida y no tengo quien revise bien el documento pero si es mejor que la primera versión, así que espero review's y que les haya gustado.
Bella H.
