Estimados lectoras/es, soy una autora antigua en esta plataforma, pero completamente nueva en lo de escribir fics DRAMIONE. Si todo va bien y les llama la atención esta primera entrega, la continuaré con gusto. Los dejo con el primer capítulo.
El Espejo de Eros
Capítulo 1: Tu reflejo y el mío
—No lo se Dumbledore —Le respondió dudosa la profesora Mcgonagall— …Es un prototipo, recién lo probarían aquí, quiero decir ¿…es seguro?—.
—Lo es… Los de Relaciones Públicas del Ministerio lo aseguraron —Comentó con voz chillona el profesor Flitwick— …Es solo para que los alumnos se distraigan, no creo que vayan a tomárselo realmente enserio—.
—Te aseguro que van a distraerse, pero también traerá un montón de problemas —Agregó la profesora Sprout que albergaba las mismas dudas que Minerva—.
—Ah, pero de eso se trata —Argumentó con tranquilidad el Director— …Siempre habrán complicaciones en cuestiones del corazón ¿…Qué me dices tú Severus?—.
Snape entornó los ojos y se llevó una mano al mentón, aparentemente molesto porque Dumbledore le pidiera su opinión en cuestiones del corazón. Respondió de mala gana.
—No tengo ningún deseo de escuchar las penas y desventuras de los estudiantes, y si esto se lleva acabo, me temo que los escucharé… —Dijo con tono aburrido y chascando la lengua— No sé si se olvidarán de lo que sucede fuera, pero ciertamente tendrán su atención dentro del colegio—.
Dumbledore le dio una sonrisita que puso de malhumor a Snape, Minerva apretó más sus labios.
—Severus, bien sabes que el amor puede hacer cosas maravillosas en las personas, —Le respondió Dumbledore guiñándole un ojo, sin hacer caso de su enfado— y no es solo para que olviden las atrocidades que perpetúa Lord Voldemort y sus mortífagos. ¡Los estudiantes necesitan unión! ¿y qué mejor que el amor para eso?—.
—¿Está decidido entonces? ¿Traerá ese artefacto? —Preguntó con tono reprobatorio la profesora Mcgonagall—.
—Mi querida Minerva, no tiene de qué preocuparse. Estoy seguro de que ese Espejo servirá a más de una causa —Dumbledore le sonrió enigmático—.
.°.°.°.°.°.
Durante el almuerzo, el profesor Dumbledore les había dado la noticia de que el Ministerio dejaría uno de sus más recientes inventos en el Colegio, un invento que trataba sobre las relaciones amorosas. Las chicas habían comenzado a cuchichear entre ellas con risitas nerviosas y los chicos tratando de parecer indiferentes, solo tosían e intercambiaban miradas cómplices entre ellos. Pero interesados, escépticos o burlones, todos apuraron sus platos para irse en bandada al pasillo del 4° piso, en el que el Espejo de Eros esperaba por ser utilizado.
En el cuarto piso, un montón de alumnos se apiñaba alrededor del Espejo, pero ninguno se atrevía a dar el paso, más que mal, los resultados podrían verlo todos los presentes. Solo una jovencita, que cursaba sexto curso, no se veía entusiasmada por la idea, es más, se veía escandalizada.
—Que tontería. Francamente, no sé como pueden creerlo —Dijo Hermione exaltada, tratando de hacerse oír sobre el bullicio— ¿Cómo un espejo te va a decir quién es tu pareja ideal y quién no? ¿no les parece? —Le preguntó a Ron y Harry que esperaba en vano a que le encontrasen la razón—.
Pero ambos amigos se veían tan interesados como el resto de sus compañeros. Ron le dio una mirada de exasperación antes de responder.
—¿Qué mal podría hacer utilizarlo, Hermione?—.
—¿No te da ni un poco de curiosidad? —Le preguntó Harry con tono elocuente—.
—También dice con quién harías una terrible pareja —Explicó Ginny que escuchó toda la discusión y se acercó al trío—.
—¿Tú también Ginny? —La miró sorprendida Hermione, dándole a entender que ella no necesitaba en ningún sentido ese Espejo. La pelirroja se encogió de hombros—.
—Creo que puede ser divertido—.
—¡Admite que si te da curiosidad Hermione!, quizás esto nos diga quién es la indicada sin tanto embrollo —Agregó Ron esperanzado, hablando más por él mismo que refiriéndose a los demás— …Nadie te obliga a utilizarlo —Se apresuró a decir ante la mala mirada que le dio Hermione—.
—Entonces ve, si tú no sabes quién es la indicada seguro ese espejo si —Le respondió malhumorada, solo para esconder lo dolida que la hicieron sentir sus palabras—.
Ron se sonrojó y fue a sonreír cómo si no lo dijera enserio, pero todos los del círculo lo miraban expectantes. Nadie se había atrevido hasta el momento a utilizar el espejo y parecían creer que Ron sería perfecto como conejillo de indias.
—¿Por qué yo? ¿Por qué no vas tú? —Se defendió Ron, olvidando de pronto que él mismo había dicho que nadie la obligaba a utilizarlo— Me pregunto quién saldrá si te miras en el Espejo—.
Hermione enrojeció. Sabía que se lo decía para ganar tiempo y no ser él el primero en utilizarla. Ella jamás utilizaría ese espejo, menos frente a Ron, porque si el Espejo era efectivo en algún sentido, ella sabía muy bien quién se reflejaría.
—Francamente esto es una estupidez. El profesor Dumbledore ya lo dijo. El Espejo solo reflejará a los alumnos del colegio, nadie fuera de él, por eso creo que es absurdo creer que…—.
Pero Ron entrecerró sus ojos y la miró ceñudo. Hermione se calló alarmada.
—Así que por eso no quieres mirarte en el Espejo, por que no saldría Viktor Krum ¿no? Claro, ¡él no es del colegio!—.
Todos los alumnos que estaban alrededor del círculo observaban la escena de ambos como si presenciaran un partido de tenis. Pero eso no frenó a Hermione, mucho menos lo que había dicho Ron.
—Estás diciendo eso solo para no mirarte en el Espejo. ¿Qué pasa? ¿ya no quieres saber quién es la indicada? ¿temes que sea Milter la llorona?—.
Ron, rojo como un tomate, apretó los puños y frunció el ceño mirando a Hermione. Sin mediar palabra con nadie fue a ponerse frente al espejo. El Espejo tenía un gran círculo ovalado en medio y dos pequeños debajo. En el centro se reflejaba quién consultaba, y en los círculos pequeños la pareja indicada y no indicada.
Ron tomó aire, se veía muy nervioso. Hermione por su parte, tenía el corazón tomado. Hace mucho que sabía que Ron le gustaba y esperaba de verdad verse aparecer en uno de los círculos pequeños, aunque pensara que era una tontería.
Una niña ahogó un grito cuando una chica aparecía en el espejo y Ron con los ojos como platos se giraba a ver a Hermione. Era su imagen la que había aparecido primero. Hermione, a quién la había tomado por sorpresa aquello, quedó tan pasmada como Ron.
—¡Miren, está apareciendo otra chica! —Gritó un chico de Ravenclaw—.
—Mira Lavender, ¡eres tú! —Gritó una niña un poco más allá de Hermione—.
Ron había dejado de mirar a Hermione, estaba muy sorprendido con las revelaciones del Espejo, pero esperaba el resultado final y Hermione también. Sobre las dos chicas apareció un gran corazón rojo.
—Pero qué… —Exclamó Ron confundido— ohhh—.
Algo acababa de suceder. Sobre la imagen de Hermione el corazón se había partido, en cambio el corazón de Lavender aparecía atravesado por una flecha. Todos los alumnos —ajenos a las repercusiones emocionales de ese resultado— exclamaron exaltados que ahora sería su turno, nadie se dio cuenta de que Hermione se había dado la media vuelta para dirigirse a la escalera, muy lejos de ahí.
°.°.°.°.°.°
Hermione, tras haber derramado unas cuántas lágrimas, se dijo que no podía darle tanta importancia al resultado del Espejo, eso realmente no significaba nada. Que dijera que ella era la peor pareja para Ron, no aseguraba que así lo fuera… ¿no? Se dio unos cuántos paseos por la habitación tratando de despejar su mente, pero no podía. ¿A quién quería engañar? Ella misma quería corroborar si a ella le saldría Ron como la peor pareja, pero si nadie se enteraba de aquello, no había humillación. Salió a la sala común decidida, esperando encontrar a Harry.
—Que bueno que te encuentro —Le dijo apenas lo encontró, estaba solo mirando el fuego en la chimenea— ¿...Qué te ocurre?—.
—Nada, no es nada —Le respondió evadiendo la mirada de Hermione—.
—Es ese Espejo ¿no? —Le preguntó escrutadora—.
—No, claro que no —Le respondió Harry, pero Hermione no estaba para nada convencida— ¿querías preguntarme algo?—.
—¿Me prestarías la capa? —Harry la miró sorprendido, Hermione imaginaba que ya la había descubierto— ...Si no me preguntas, yo no te seguiré preguntando lo que te pasa... —Harry asintió con una sonrisa— Te la devolveré enseguida—.
A penas le entregó la capa, Hermione no perdió el tiempo. Era tarde y los pasillos estaban oscuros, solo iluminados por la luz de la luna que se colaba de las ventanas; le costaba creer lo que estaba a punto de hacer, se avergonzaba de ello, lo bueno es que solo ella debería vivir con esa vergüenza. Tan absorta como estaba en sus pensamientos, no se fijó hasta que estuvo frente al Espejo, de que no estaba sola.
Draco Malfoy observaba con mucha atención su reflejo en el Espejo. Hermione se quedó inmóvil sin hacer ningún ruido. No podía creer que Malfoy estuviera viendo quién era su indicada, pero luego recordó que ella estaba en la misma situación y no tenía derecho a juzgar.
Se acercó a su espalda cuánto se atrevió, quería ver el resultado, aunque estaba segura de cuál sería; pensó en que Pansy Parkinson aparecería como su indicada. Y no se equivocó, rápidamente apareció la imagen de la susodicha en el Espejo y Malfoy dio una risita socarrona. Hermione entornó los ojos con molestia y esperó a que saliera la otra imagen, después de ello Malfoy se iría y podría ocupar el espejo. Y no tendría que esperar mucho, ya que otra imagen aparecía y era… era… ¿era ella?
Hermione trató de calmarse, aún faltaba el resultado final, que ella ya se imaginaba cuál sería, no tenía de qué preocuparse. Ambas imágenes presentaron un corazón, pero quién tenía la flecha no era el de Pansy, si no el de ella.
Hermione se llevó ambas manos a la boca para ahogar un gritito. La conmoción también alcanzó a Malfoy porque sin previo aviso dio unos pasos hacia atrás negando con la cabeza y chocó contra Hermione, que fue demasiado lenta para hacerse a un lado. La capa se le había resbalado.
—Oh cielos...—.
Dijo Hermione con un hilo de voz, dejó escapar un jadeo y Malfoy le clavó sus ojos grises horrorizado.
Solo quiero decirles que de seguir el fic, los capítulos serán así de concisos. Llevo tiempo escribiendo fics y capítulos largos, y la verdad es que es agotador. Pero tengo esperanzas de que a pesar de lo corto, les agrade de todas formas la historia... ¿cómo podrían negarse a este especie de Tinder mágico? No se contengan de dejarme review, críticas y apreciaciones, es lo que más necesito en este terreno inexplorado, y también saber que me leen para continuar. un beso enorme.
C o r Ne L ia E s c i p I ó N
