Porque no siempre perder es el final, tal vez solo es el inicio de algo nuevo, una nueva vida, una nueva oportunidad de encontrar la felicidad, esa felicidad que le fue arrebatada desde el momento de su nacimiento, al fin podría ser libre.
Naruto le pertenece a su respectiva autora, la historia es completamente de mía. Es de temática Yaoi.
Prologo
Ese fue el comienzo del fin que cambiaría su vida y su destino de manera vertiginosa. En un principio cuando se vio abandonado en ese frío bosque, no negaría que se sintió dolido, triste e incluso enojado con sus amigos por dejarlo a su suerte, a merced de los animales salvajes del bosque los cuales podrían atacarle. La única manera que encontró para soportar el dolor de su maltratado cuerpo y alma fue llorar, sacar todo el dolor que tenía guardado desde hace un tiempo y que se tragó por orgullo, por no demostrar lo vulnerable, lo solo, y sobre todo lo decepcionado que se sentía, lloro hasta el cansancio, también lloro de enojo, lloro de todas las maneras posibles, incluso ese llanto que conlleva gritos, lloro hasta que se cansó de hacerlo, solo de esa manera se sintió en paz, y decidió comenzar una nueva vida lejos, si no se dieron cuenta que le habían dejado atrás mucho menos se darían cuenta de su desaparición o eso era lo que esperaba en el fondo de su corazón.
Después de que ciegamente creyó que era aceptado por todos, sus esperanzas se vinieron abajo en un solo segundo, volvieron a rechazarle sin ninguna justificación, no sabía la razón del cambio repentino, el único aliado y amigo que aún seguía a su lado en realidad todo este tiempo estuvo fingiendo interés en él, solo porque se le había ordenado vigilar de su persona y encontrar pruebas en su contra del crimen que se le estaba adjudicando, como podría defenderse y encontrar pruebas si el desconocía la razón del rechazo de todos, que idiota se sintió el día en que lo descubrió y el que en los últimos dos meses le trasmitió todo lo que sentía y que intuía que sus amigos ya no le querían, que lo trataban de manera fría e incluso le evitaban, y el creyó de nuevo en el que todo mejoraría que sus amigos estarían de nuevo a su lado, que solo estaban ocupados.
Desde que tenía memoria se había sentido rechazado por todos, se encontraba perdido, ellos a quienes consideró su familia y amigos le habían traicionado, que más podía hacer ellos le habían abandonado como un vil sucio trapo, pero ese joven aun sin conocerlo luchado por él, el dio su vida por él, de alguna manera le había salvado no sabía exactamente como pero de algo estaba seguro siempre lo recordaría en su memoria, él ahora era parte de su ser, él le había dado su vida y de alguna manera también le daba la suya, él le dio una nueva oportunidad de vivir, una nueva razón para existir.
Él era la luz de esa aldea y ahora la habían perdido por su culpa, pero ellos no le culpaban, había sido su decisión salvarlo y ellos lo comprendían, al verlo con vida le veían con vida a él, al verle sonreír el que sonreía era él, por esa razón se juró que a pesar de todo que les protegería a costa de su vida.
Todo era tan pacifico hasta que ellos volvieron a aparecer en su vida, porque tenían que arruinar su tranquilidad, lo que lo mantenía tranquilo en esos momentos es que no lo reconocieron, había cambiado mucho, aun y cuando sus cabellos seguían siendo del mismo color ahora eran un tono más claro, y estaba más largo, sus ojos y complexión también habían cambiado, así como su manera de pensar y actuar, esperaba que ellos nunca le reconocieran.
¿Te preguntó tu darías tu vida por alguien a quien no conoces?
