Muchísimas gracias por avisarme del error al publicarlo.
PROLOGO
El rechazo era duro debía admitir, me miraron con sorpresa en sus caras, mientras mi labio sangraba demasiado, Robin respiraba agitado, me había golpeado, según por unas rosas que yo deje en la entrada de la casa de Regina Mills, con una dedicatoria romántica, de nuevo.
Pero toda historia tiene un comienzo y eso se los contare ahora, por medio de este blog.
LA ESCLAVITUD DE UN AMOR NO CORRESPONDIDO
Estábamos bebiendo en el patio de Regina, unas cervezas frías, celebrábamos el nuevo trabajo de Robin como sheriff, a mi me habían dejado sin trabajo y no replique ni nada de eso, al final terminamos adentro riendo, yo estaba ida, suspire y me pare, todos me miraron
-Emma, cariño ¿qué sucede?*mirándome*
-tengo algo que decirles*seria*
-dinos, Emma*serio*
Odiaba que Henry me dijera Emma, pero ahora tenia un papa nuevo y me desplazaba, me sentía decepcionada, para mis padres robin era el hijo que quería, casi perfecto, honorable e intachable, según sus creencias. Suspire sonoramente y me arme de valor.
-espero que lo que diga, no moleste a nadie, solo es algo que quiero decir y llevo clavado desde un tiempo*mirándonos*
-pues dilo Emma*sonriendo*
-primero, Robin, perdona por lo que diré*mirándolo*
-¿Emma?*mirándome*
-Regina, lo siento, pero desde hace mucho tiempo queriendo decirte esto, Te Amo, me gustas mucho desde que te conocí*sonrojándome*
-Emma, gracias, pero no te puedo corresponder, como sabes, mi amor esta dirigido hacia robin, pero gracias, me alagas*sonriendo forzadamente*
-no importa, solo quería que lo supieras*sonriendo*
Me acerco a la mesita y dejo la cerveza ahí, salgo de la casa y a nadie le importa, así que me voy a mi casa, a mi nueva casa, cerré esa reja, muchos pensarían que por dentro es como los gustos de Snow, pero no, es minimalista moderna, decorada por mi misma, entre a uno de mis cuartos, donde tenia unas pesas, caminadora, bueno…varios aparatos de ejercicio, tome unos guantes y los puse en una maleta, en esa misma metí una camiseta de lycra pegada al cuerpo y un short tipo playero, la cerré y tome las llaves de mi coche para ir a la pelea.
Llegue al lugar, uno muy escondido en el bosque, donde todos los hombres verdes disfrutaban de la violencia que les faltaba, pase a los baños públicos y me cambie, cuando aparece Gold y me sonríe.
-espero que gane las peleas Miss Swan, porque aposte casi todas por usted*sonriendo*
Le sonreí y salí, entre al ring y comenzó la pelea.
Gane las peleas prometidas de Gold y me lleve una buena suma de dinero, claro que me quede a emborrachar a los demás.
Cuando llegue a Granny me senté en la barra para tomar mi café, había dejado el chocolate caliente, cuando de repente siento que alguien me voltea y me da un golpe que caigo al suelo, veo a Robin furioso y agitado.
-¿qué rayos te pasa?*molesta*
-dijiste que solo lo dirías, no que tratarías de conquistarla*gritándome*
-¡no se de que rayos hablas!*gritándole*
-hoy en la mañana aparecieron unas rosas rojas con una dedicatoria en la puerta de nuestra casa*tratando de calmarse*
Me pare y lo mire desafiante.
-jamás mande esas rosas*limpiándome la sangre*
Mire atrás y ahí estaban los que eran supuestamente mis padres y los Mills apoyándolo como nunca, el me regreso la mirada de desafío y escupí sangre.
-buenos días, ¿por qué tan tensos?*sonriendo*
-nada que le importe*furioso*
-por cierto, Emma, querida, ya averiguaste donde quedaron las rosas que envié por error con magia*mirándome*
-si Gold, aparecieron en la casa de la alcaldesa*mirándolo*
-oh que mal, tenia esperanza de que Belle las encontrara para ella, bueno, ahora hablemos de negocios querida*sonriendo*
Mire a Robin y el seguía mirándome furioso.
-claro, por cierto me puede decir como es que llegue a mi casa, la borrachera de anoche fue tremenda*riendo*
-oh si, uno de los hombres alegres la llevo cargando*riendo*
Cuando iba a salir David me agarro del brazo pero yo me solté bruscamente y seguí a Gold, hacia un lugar mas solo.
-bien, mire, Emma, quiero patrocinarla en sus peleas, usted tiene algo que no tiene los demás, ganas peleas y vamos, mitad y mitad*sonriéndome*
-me parece bien, salvo que quiero que incluyas clases de magia*sonriendo*
Cerramos el trato con un ligero apretón de manos.
Llegue a casa y vi un carro familiar, no le tome importancia, entre a mi casa, me puse a prepara las cosas, mientras en mi ipad analizaba mis rivales, Paul McAllen , hombre alegre, alto y musculoso, escucho alguien que entra y se pone frente a mi.
-podemos hablar*mirándome*
-te escucho*mirando mi pantalla*
-lo sentimos, creí que habías sido tu la que me dejo ese detalle*nerviosa*
La mire, tan tranquila o eso aparentaba.
-si envié rosas*mirándola*
Todos se tensaron de inmediato
-pero no fueron para ti*sonriendo burlonamente*
Ella tenso la mandíbula y me aleje de inmediato de ahí, camine a mi refrigerador tome un vaso y me serví un poco de jugo.
-¿no nos invitas?*tratando de sonreír*
-no, ustedes entraron sin invitación*seria*
Se fueron sin decir nada y me prepare para poner mi maleta lo necesario, tenia que ganarlas todas las peleas, como siempre me dirigía a mi lugar favorito, comenzando a cambiarme.
Regina
No se como las palabras salieron de mi boca para decirle eso, me sentía incomoda y a la vez molesta, creí que solo seriamos amigas, pero ella paso la raya, la vi irse y me sentí mal por ella.
Robin me abrazo y beso.
-continuemos con la celebración*sonriéndome*
Asentí y seguimos en la reunión, cuando desperté, abrí la puerta y me tope con un hermoso ramo de rosas rojas, sonreí, creyendo que eran de Robin, tome la tarjeta que traía.
"Para la mujer mas bella y hermosa, cuyos ojos son los mas puros"
Sonreí ante las palabras y camino a la cocina, cuando veo que robin bajo lo agarro de la camisa y le doy un profundo beso.
-gracias, que tierno*mordiéndome el labio*
-¿por qué?*sonriendo*
-por el detalle*señalando las rosas*
El se acerco a las rosas y las miro molesto
-esto es obra de Emma*molesto*
-¿no fuiste tu?*sorprendida*
-no, esto es cosa de Emma*arrojando las rosas a la basura*
Para calmar la situación decidí invitarlos a todos a desayunar a granny, cuando llegamos, el se tenso de inmediato, mire lo que había visto, era Emma ingresando al dinner, rápidamente entro, todos entramos detrás de el, lo que vi fue algo rápido, Robin golpeo a Emma tirándola al suelo.
Permanecí callada mientras los veía discutir, cada vez mas fuerte, pude notar que Emma evitaba lastimar a robin y eso me sorprendió mucho, cuando miro de reojo que entra Gold
-buenos días, ¿por qué tan tensos?*sonriendo*
-nada que le importe*furioso*
Me sorprendió el tono de voz de Robin y el duende solo sonrió mas
-por cierto, Emma, querida, ya averiguaste donde quedaron las rosas que envié por error con magia*mirándome*
Mi sorpresa apareció y no solo la mía la de todos.
-si Gold, aparecieron en la casa de la alcaldesa*mirándolo*
-oh que mal, tenia esperanza de que Belle las encontrara para ella, bueno, ahora hablemos de negocios querida*sonriendo*
Emma se fue con el, dejándonos a todos tensos.
-la salvo, pero juro que…*molesto*
-de hecho es verdad Hood*apareciendo*
Mire al hombre alegre, salir del pasillo y tomar asiento.
-estábamos bebiendo junto a Emma y a rumple, cuando se nos ocurrió ver si Gold era capaz de enviar unas rosas a distancia, las primeras terminaron quemadas, las segunda en la nariz de alguien y las ultimas, bueno pues ya sabes donde*riendo*
-¿desde cuando se reúnen sin mi?*serio*
-bueno, desde que estas con la reina, te olvidas de tu gente*sonriendo*
-creo que debemos pedirle una disculpa a Emma, Regina*suspirando*
Asentí y nos sentamos a desayunar, mientras comíamos, nos dimos cuenta que Emma ya no vivía con sus padres desde hace poco, así como desconocían su nueva dirección, afortunadamente le llame a mi secretaria y me dio la nueva dirección registrada de Emma, el cual fuimos a ver, la vimos salir de un sendero y la empezamos a seguir, estaba algo retirada de mi casa, entro en una casa azul.
-al parecer alguien heredo los malos gustos que tu Mary Margaret*seria*
-eso veo*sonriendo*
Nos estacionamos y entramos, estaba en la barra de su moderna cocina y me puse enfrente de ella.
-podemos hablar*mirándola*
-te escucho*mirando una pantalla*
-lo sentimos, creí que habías sido tu la que me dejo ese detalle*nerviosa*
La mire, tan tranquila como podía, pero en el fondo estaba tan nerviosa.
-si envié rosas*mirándola*
Todos nos tensamos de inmediato, mas robin y yo.
-pero no fueron para ti*sonriendo burlonamente*
Tense mi mandíbula, ese golpe no me lo esperaba, por alguna razón me dolía y me aleje de inmediato de ahí, sentándome aun lado de Robin, camino al refrigerador tomo un vaso y se sirvió un poco de jugo.
-¿no nos invitas?*tratando de sonreír*
-no, ustedes entraron sin invitación*seria*
Suspire y los invite a retirarnos, la mire por una ultima vez y salí, cuando llegamos a casa, lo hicimos entre besos, terminamos desnudos y en mi cama, gemía cada vez que sentía a Robin invadirme de nuevo.
Al amanecer me levante y me aliste para empezar un día de trabajo, cuando salí de mi casa, decidí irme caminando y veo como Emma sale de un sendero, con su maleta negra, podía ver que traía algunos tragos de mas, me llamo la atención que la camiseta traía sangre, apresure mi paso, para mi desgracia tink se interpuso.
-buenos días Regina*sonriendo*
-buenos días tink*apurada*
-¿qué tal va el nido de amor?*sonriendo pícaramente*
-bien, aun buscando un método para darle a robin un bebe*riendo*
-oh, me alegro*riendo*
-bueno, me voy*despidiéndome*
-si, luego quedamos*agitando la mano*
Cuando fui tras Emma, esta ya no estaba, suspire y apresure mi paso para ir a la alcaldía, durante el día, revise papeles y folios, decido tomarme un descanso y ver por mi ventana, sonreí al ver a Emma mas compuesta y la vi con un ramo de rosas rojas, idénticas a las que me llegaron, mire a Robin también, se tenso, mire a Emma de nuevo y se las entrego a una mujer, que le sonrió, le dio un beso en la mejilla y se fue, la mujer misteriosa quedo pasmada.
Cuando me di cuenta.
-viste eso*molesto*
-¿quién es?*mirándolo*
-una maestra de kínder, creo*encogiéndose los hombros*
Tense mi mandíbula y me enfurecí un poco, al mismo tiempo me decepciones, no sabia porque me sentía asi.
