ALWAYS


JAJAJA siempre subo nuevas historias y ni siquiera termino las otras JAJAJA #HAILSORA y como me voy a desvelar escribiendo estas historia ya tengo preparado mi café y mis galletitas3 Este también es un AU/UA [Universo Alterno/ Universe Altern] de los hermanos incestuoso Kagamine uwu les juro que mañana actualizo todos mis historias lo juro por mi dignidad y estas deliciosas galletas de coco*-* Bueno ya, empecemos antes de que se me acabe el café :'v [TODO EL FIC SERÁ EN POV RIN]

VOCALOID NO ME PERTENECE

Canción recomendada: Can't nobody – 2NE1


Incluso tú, un completo desconocido

Llegaste a conocerme más de lo que yo sabía

Sobre mí.


Desperté lanzándole maldiciones a mi IPhone por no haber sonada, ahora gracias a él llegaré tarde a la oficina y tendría que escuchar los sermones de ese estúpido. Perfecto. Susurré con sarcasmo para mí misma apresurándome en guardar todo en mi bolso Carolina Herrera mientras me colocaba la colonia Nina L'elixir y me disponía a salir a toda velocidad de mi departamento, subí a mi automóvil rojo conduciendo hasta la agencia de autos 'YAMAHA' siendo yo la jefe de flota, no puedo quejarme de mi trabajo; lo único son los estúpidos y arrogantes de mis compañeros, yo nunca tuve la menor intención de acercármeles. La única relación que tenía con ellos era el compañerismo de estar en el mismo departamento, siendo yo la jefe tiendo a ser consultada por muchos trabajadores, pero de allí nada más, ni salidas a bares ni a karaokes, ni siquiera para por lo menos pasar un almuerzo juntos, nada. A mis veintiséis años recién cumplidos me sentía orgullosa de mi misma, todos esos años de estudio incansable dieron frutos y lo agradecía, ya no tenía esa pinta nerd que tenía en mis años de secundaria; ahora era una mujer de estatura media, cabello hasta los hombros y ya no utilizaba ese gran moño blanco, pechos pequeños pero notables, cintura y cadera marcada junto a unas larga y hermosas piernas blancas, no, definitivamente ya no era la de antes. Llevó tres años en mi trabajo, especializada en administración de empresas, gracias a mi empeño en mis estudios pude ganarme una beca a Harvard estudiando Leyes, gracias al tiempo que viví en Estados Unidos pude aprender el inglés que ahora hablo con fluidez.

Dejando a un lado mis logros académicos también tengo que contar que tampoco soy una antisocial, tengo a mis tres mejores amigas: Meiko, Luka y Gumi. Y a él… de quién tengo mucho por hablar…

.

Ese mismo día cuando estaba por subir el elevador me encontré con un compañero de departamento; Mikuo Hatsune, quién me sonrió pícaramente y me guiñó el ojo, yo sólo le sonreí nerviosa lo cual él notó. Maldita la hora en que no decidí subir por las escaleras, ahora tendré que aguantar a este idiota y sus estúpidos coqueteos.

-¿No te gustaría ir a tomar una copa y luego ir a mi departamento?- Me susurró pícaramente al oído.

-No, gracias.- Espeté. No volteé a verlo ni un segundo.

-¿No te gustaría sentir lo que es un verdadero hombre?- Musito acercándose peligrosamente a mí, aun así no hice nada.

-¿Un verdadero hombre es el que se acuesta con otras chicas teniendo una prometida?- Di en el orgullo y la dignidad de ese hombre –No me hagas reír, primero dale el lugar que se merece Neru -Las puertas del elevador se abrieron y yo había dejado el orgullo de ese peli azul por los suelos, es verdad que tiene prometida y todos ya saben los amoríos que tiene con las chicas del trabajo, aún más con la recepcionista; Miku.

Me encamine hasta mi oficina saludando amablemente a mi secretaria Teto Kasane, me entrego unos cuantos papeles para la gestión de flota, suspiré, cansada y me dispuse a llenarlos. Cuando llegó la hora del almuerzo Teto fue a comprar ensalada mientras que yo solo compré un poco de café para seguir llenando los papeles y en eso llega mi 'queridísimo' supervisor.

-Kagamine-san- Me llamó –Excelente el día de hoy, ¿no crees?- Sabia que escondía algo, rodé los ojos y respondí.

-¿Tan lindo día y ya está jodiendo gente?- Le dijo sonriente lo cual cambio su humor.

-Sólo te quiero avisar que no te excedas con los requisitos del cliente- Avisó con una mirada seria –Eres la jefe de flota y tu trabajo administrar y optimizar los vehículos- Agregó como si no supiera en que consiste mi trabajo.

-¿Y entonces ya se va?- Le dijo apuntando con mi bolígrafo la puerta, él bufó y salió.

-Cabrón…- Susurré cuando él ya había salido.

El día paso rápido, a eso de las cinco salí del trabajo dirigiéndome a mi departamento felizmente y de repente sonó el ringtone de mi IPhone -¿Diga?- Contesté.

-¿Rin? ¿Quieres venir a mi casa?- Era Luka invitándome a su casa, bastante tenía con lo de hoy para que me jodiera el momento.

-¿Para qué? Luka estoy cansada- Respondí de mala gana.

-Coño Rin, hoy es mi cumpleaños número veintiocho y tú mandándome a la mierda- Me dijo con indignación.

-¿Enserio?- Dije con emoción, había olvidado su cumpleaños –Esta bien, iré sólo que llegaré en una hora- Agregué.

-Más te vale…-Colgó.

Camine deprisa y entre a una joyería, le compraría algo pues no quería llegar con las manos vacías, mire unos cuantos collares que venían con una esclava y aretes. Encontré uno muy bonito que consistía en un collar con una gran piedra con tonalidades en azul, un anillo con la misma piedra y unos aretes iguales, sin duda los compré –Que esas mierdas costaron más que mi IPhone- sabía que a Luka le encantaría. Llegué a mi departamento y me di una ducha rápida, al salir me puse un vestido largo de color rosa palo escotado y con un fajo hecho en trenza blanco, el vestido dejaba ver una de mis piernas haciéndome ver hermosa, me coloque unos tacones color crema y me coloque un poco de maquillaje. Tome mi bolso de mano Chanel del mismo color del vestido con unos toques amarillos.

Guarde mi teléfono y dinero en mi bolso tomé la cajita del regalo y salí de mi departamento, subí a mi automóvil y conduje hasta la casa de mi mejor amiga. Cuando llegué el ambiente no era como lo esperaba; había mucha gente con pinta elegante pero la mayoría de ellos estaban bebiendo y otros estaban tirados por tanta bebida, entré algo nerviosa hasta que vi a mi amiga que en cuanto la vi la abracé y le di su regalo.

-Felicidades Luka- La felicite mientras la abrazaba.

-Muchas gracias, Rinny- Agradeció.

-Aquí tienes tu regalo, disfrútalo- Le entregué la cajita.

-Rinny… no debiste…- Abrió la cajita y sus ojos se quedaron en un asombro enseguida volteó a mirar y me abrazo.

-Ambas sabemos que sí- Dije como si fuera lo más normal del mundo.

Me llevó hasta su mini bar y me sirvió una copa y conversábamos, había mucha gente muy agradable y graciosa lo que me hizo arrepentirme de estos años haber solo tenido pocos amigos cuando en realidad habían montones de gente amable y amistosa. La única persona que no se nos unía era un rubio quien estaba fumando en el sofá, llevaba una coleta mal hecha en el cabello, una camiseta a cuadros rojos abierta dejando ver su camisa de tirantes blanca, unos jeans azules gastados y botas cafés. Lo miré y él también lo hizo, mirándonos por segundo hasta que una persona se posó enfrente de mí bloqueando mi mirada del rubio, se levantó y tomó una cerveza del six que había a un lado de mí, dejándome oler su fragancia de colonia, cigarrillo y cerveza… una fragancia embriagante y masculina. Unas horas después me sentí cansada de la música y las conversaciones así que subí al balcón con unas cuantas cervezas, ahora sé porque no me acercaba a la gente… suspiré y comencé a hablar conmigo misma.

-Quizá ya deba irme… bueno no hay de qué preocuparse, Rin. Mañana es sábado así que puedes gritar tanto como quieras por esta resaca- Suspiré hablando conmigo misma mientras bebía la tercera cerveza.

-Aburrido… ¿no?- Pronunció aquel rubio al que miraba recargando sus brazos en el balcón.

-¿Eh?- Pregunté confundida, después me sonrojo pensando que me había escuchado hablar sola.

-La fiesta, ya me duele la cabeza de tanto karaoke- Bufó molesto mientras sacaba un cigarrillo dejando ver unos tatuajes que tenía en el brazo como en el cuello.

-¿Fumas?- Pregunte asqueada.

-Sí, ¿quieres hacerlo?- Me ofreció un cigarrillo que yo negué con las manos y con la cabeza.

-No, ¿sabes los daños que te hace tan sólo prenderlo? Activa más de doscientas toxinas- Le dije como la sabelotodo que soy.

-Me dejaste sin palabras…-Dijo en tono sarcástico –Soy Len Yamamoto, por cierto- Se presentó.

-Rin Kagamine- Extendí la mano –Un placer- él tomó mi mano y la beso por lo cual yo removí mi mano sonrojada.

-El placer es mío, querida- Guiñó el ojo y después rio.

-¿Cuál es tu edad?- Pregunte por mera curiosidad.

-Veintisiete, pero para ti querida, dieciocho- Respondió.

-No quiero que me acusen de abuso infantil, yo tengo veintiséis- Reí levemente, por alguna razón él me hacia reír como nadie nunca.

-No tengo otra cosa que hacer, así que platícame de ti, querida- Confesó fumando de su cigarrillo.

-Pues… trabajo en una agencia de autos, tengo dos carreras, sé dominar el inglés, coreano, francés y alemán- Le conté –Soy un poco arrogante y malhumorada… ahora tú- agregué.

-Pues yo tengo mi propio centro de tatuajes y piercings- Me dijo enseñando su lengua en la cual había un piercing como en sus orejas- Tengo cinco perforaciones en mis orejas y me haré uno en la nariz, quizá pienses que soy una persona rebelde y salvaje pero soy todo lo contrario- Comenzó a reír levemente con su comentario y después me sonrió.

-Me gustan tus piercings- Sonreí mirando sus perforaciones.

-Te haré una si quieres- Me guiñó el ojo.

-Me encantaría pero no me lo permitirían en mi oficio- Dije con un tono triste, él lanzó la colilla del cigarro y yo le ofrecí de mi cerveza por alguna rara razón él no dudó en tomarla.

-Mmm… ya veo…- Le dio un sorbo a la cerveza y me la regresó.

-¿Eres amigo de Luka?- Le pregunte bebiendo la cerveza.

-Pues soy amigo de su novio Gakupo, yo le hice un tatuaje en la espalda desde allí nos conocemos y pues ella me invitó- Contó, me quede pensativa pues no sabía que Gakupo se había tatuado.

-Vaya, no lo sabía- Le hice un ademan con la mano para que se sentara junto a mí en la banca que había. Pasaron las horas y después de unas cervezas ambos estábamos ebrios y reíamos de cada estupidez que decíamos, sin que yo quisiera mis pies se posaron sobre sus piernas.

-Rinny~ tus tacones me hacen daño…- Canturreó.

-Entonces quítamelos~ Hihihi~- Reí estúpidamente moviendo de arriba hacia abajo mis pies.

-N-No los muevas…- Avisó ebriamente mientras torpemente me quitaba los tacones lanzándolos al piso – ¿Sabes que más me molesta?- Me pregunto mirándome sonrojado por la bebida.

-¿Qué cosa? Lenny~- Canturreé tiernamente.

-Este molesto vestido…- Respondió acercándose a mí.

-¡Entonces puedes quitármelo! ~ Nadie nos vera~- Canturreé sexymente alocando su cabello.

-¡Rawwr! ~- Rugió.


Al amanecer sentí un gran dolor punzante en mi cabeza y algo pesado sobre mí, cuando miré mis ojos se abrieron por la sorpresa y me sonroje al ver a aquel rubio posado sobre mi sin camiseta dejando ver sus múltiples tatuajes, instintivamente me fije que yo tuviera todo en su lugar para respirar aliviada, sólo no tenía mis tacones. Quería apartar a ese rubio de mi… pero se veía tan lindo durmiendo y más en mi pecho, toque mi nariz para verificar que no hubiera algún sangrado nasal por lo que estaba viendo.

-Ehh… Rinny~- Canturreó despertando lentamente.

-No me llames así- Me levante cuando se quitó de encima y tomé mi tacones –No me hiciste nada mientras dormía, ¿cierto?- Pregunte furiosa.

-Sólo te toque los pechos pero no más- Eso me sobresalto y comencé a golpearlo -¡E-Espera! ¡E-Era broma!- Reía mientras lo golpeaba.

-Que broma de mal gusto- Rodé los ojos molesta –Si me disculpas tengo otras cosas más importantes que hacer- Estaba por irme pero él me detuvo.

-¿No quieres ir a tomar algo?- Me pregunto nervioso tomándome del brazo, de un jalón yo me solté.

-No, gracias- Me volteé.

-Por lo menos… ¿me podría dar tu número?- Rodé los ojos molesta y le di mi número.

Subí a mi automóvil preocupaba de que algún accidente ocurriera en mi estado de ebriedad, gracias a Dios no pasó nada y entre a mi departamento y me di una ducha bien fría, cuando salí me puse una blusa azul cobalto junto a un short blanco y unos zapatos altos cobalto. Estaba por llamar a Luka pero no respondía, dos, tres, cuatro veces llamé y nada, opté por llamar de nuevo y Len contestó.

-Hola…- Contestó el rubio.

-¿Por qué tienes tú el celular de Luka?- Respondí molesta.

-Pues ella…-


Espero que les haya gustado y me voy porque son las 2 AM JAJAJAJAJA y eso que empecé a escribir desde las 10 :C

Nos vemos en el próximo capítulo de esta historia de amor y drama… hagan sus sugerencias que responderé a todo bebes 7u7

-LovelySora.