Los personajes no me pertenecen, pertenecen al Dios David Shore solo hago esto porque me divierte y bla bla.
Nota de la autora (?)
Primero, si les gusta dejen reviews!, me gusta que me dejen opiniones, criticas, ideas, sugerencias, escribo porque me divierte, pero también escribo para ustedes, sino nisiquiera subiria lo que escribo, asique como a todos los que escribimos y subimos aca nuestras historias me gustaria una devolución! =)
Bueno, hace una semana vi no se que película y se me ocurrió escribir algo "sobrenatural", busque respecto de esto aca en fanfiction pq sabía que alguien tenía que haber escrito algo asíque busqué y encontré un fic de House que planteaba básicamente lo mismo que a mi se me había ocurrido en ingles, el cual leí en un día de resaca que no podía levantarme de la cama jajaajajaja, encontré en esta historia muchas ideas similares a las que ya me había formado para cuando comenzase a escribir esto y demás, el punto es que quería escribir algo yo misma y a pesar de no disponer de todo el tiempo del mundo por tener unos 500 libros que estoy leyendo y al mismo tiempo tener unos quinientos fics en progreso acá voy a empezar uno más, algunos me van a querer matar por tardar en actualizar otros fics pero bueno, cuando algo se me mete en la cabeza es imposible quitármelo hasta no volcarlo por escrito.
Acá va el comienzo de un fic que creo que va a gustar y que va a ser muy ficticio, intento de cómico y por sobre todas las cosas TIERNO, algo distinto. El nombre del fic que finalmente me impulsó a escribir esto es "Forced Parenthood" y aquél que lo lea encontrará seguramente muchas cosas parecidas o casi iguales si ha leído este otro en ingles, pero eso es inevitable ya que lo que sentí al leerlo fue mucho de lo que ya había pensado y me divertí bastante debo admitirlo, asique bueno, habrá cosas parecidas pero también irán mis ideas volcadas acá, con mis simples modos de escribir y mi propia originalidad (?).
Toda esta ridícula historia comenzó con un día normal en PPTH, o sea, lo normal en este hospital que era mi segunda casa, era encontrar en el mismo, a House persiguiéndome en cada rato libre (suyo por supuesto). Perseguirme era exigirme que le compre comida, que lo escuche, que lo acompañe a ver programas ridículos de televisión en la sala de juegos o a jugar al metegol, el punto es que mi persona a diferencia de la de House trabajaba y trabajaba como es debido en sociedades demasiado occidentales, aún más capitalistas, con gente mas o menos normal….algo así, aquella mañana yo me encontraba trabajando, o sea cumpliendo mi horario de trabajo y haciendo aquello que exigía mi trabajo para tener mi recompensa individual, un buen salario que me permitía vivir con comodidad mes a mes; House, también tenía esta obligación claro, era un adulto, y claro que trabajaba, pero su forma de trabajar era extraña, y mientras no diagnosticaba digámoslo así, tenía la imperiosa necesidad de fastidiarme a mí, parte del tiempo sus gracias me divertían, pero la gran mayoría del mismo podía volverse muy muy pesado. Ese día una enfermera jóven bastante nueva en el ala de oncología me relató ofendidísima su encuentro con mi mejor amigo antes de que éste entrase al consultorio 2, un hecho que en adelante cambiaría de manera drástica su vida, la mía y la de todos aquellos que lo conocíamos.
-Donde se encuentra el Dr. James Wilson?- preguntó como siempre bruscamente a la susceptible enfermera que comenzaba su trayectoria en PPTH
-En el consultorio 2 Dr. House, estoy esperando a que salga para informarle sobre un paciente nuevo que comenzó su trata…-la joven comenzó a sacarle charla gentilmente al idiota de mi amigo (ERROR) pero este, como siempre lo hacía cuando alguien que no le interesaba le dirigía la palabra, la cortó en seco.
-Ok ok, dejemos el "chat" para más tarde, no me interesa- dijo antes de comenzar a caminar hacia el consultorio número 2 donde este amable oncólogo que relata la presente historia estaba revisando a una anciana de unos 75 años con un extraño aspecto….debo decir, bastante excéntrico, su pelo largo completamente negro, sin una cana, cubría parte del delgado torso de la mujer y su espalda , llevaba un extraño vestido del mismo color que casi se fundía con su pelo exageradamente lacio y sobre sus hombros usaba una chalina negra que decoraba su espalda con una infinidad de repeticiones de un bizarro símbolo blanco con bordes dorados. Sí, yo pensé lo mismo que House, esta mujer parecía una bruja, o algo así, digamos algo relacionado con la magia, o los hechizos o lo que sea, pero hay una gran diferencia entre pensar y decir, la diferencia básicamente es que no todo lo que se piensa se dice, los adultos "bien educados" tenemos algo llamado "diques de la moral" que nos permiten filtrar más o menos todos nuestros pensamientos que se dirigen hacía un polo motriz y por ende a la palabra hablada, para decir básicamente cosas que están más o menos aceptadas socialmente sin dejar de respetar al otro, al menos esto, cuando estamos frente a gente que desconocemos y por ende con la cual no tenemos confianza. Pero como todos sabemos esos diques eran inexistentes en House, y él por lo menos no se cansaba nunca de ser un desubicado sin límite alguno entre lo que pensaba y decía, algo así como un niño que habla sin importarle nada, pero solo porque aún está aprendiendo a vivir en sociedad, esta era la diferencia, se supone que un adulto, o más bien se espera que un adulto ya sepa vivir en sociedad, bueno, evidentemente House no había aprendido muy bien eso, o si, pero no le interesaba respetar los límites que dicho aprendizaje exigía a los buenos ciudadanos y básicamente decía todo lo que se le pasaba por su retorcida mente.
-Que quieres?, estoy con una paciente, por si no te has dado cuenta…-dije al escuchar el portazo que siguió a la entrada del misántropo nefrólogo al consultorio mientras anotaba algo en la ficha de la anciana.
-Recetando laxantes para un buen lavado de estómago e intestinos luego de un importante empacho con dulces en Halloween?- comenzó a decir House mientras yo y la anciana lo mirábamos levantando una ceja con sorpresa- a no esperen, Halloween es en Octubre verdad?….estamos en Diciembre no, que extraño, esto no tiene sentido.
-Puedes cerrar la boca y largarte de aquí?, eres un irrespetuoso- le dije con mi rostro enrojecido por la vergüenza ajena mientras hacía efusivos gestos con los brazos.
-No se preocupe Dr. Wilson, no me ofenden los comentarios de niños de cinco años- me dijo la anciana con su rostro sereno mientras yo me tapaba la cara y House permanecía parado al lado de la puerta con una importante sonrisa de idiota, divertido con la presencia de la anciana y sus estúpidos comentarios desubicados.
-Que quieres? Puedes retirarte?- insistí.
-Mi amigo Gumpy, el conserje me dijo que buscase la escoba que ha desaparecido mágicamente y tu sabes, me gusta ayudar a la gente y como estaba aburrido salí a buscarla….viendo a esta señora supongo que debe estar por aquí- dijo mientras se hacía el que buscaba la escoba de "la bruja", yo rodé los ojos y me acerqué hacia él furioso, con el rostro cada vez más rojo por la vergüenza- hey Wilson es hora de almorzar…podemos irnos de una vez?
-No! Estoy ocupado, FUERA!- le grité extendiendo mi brazo derecho.
-Mooooooooooooooom- contestó el idiota haciendo su típica cara de puchero antes de que la anciana tomase la palabra nuevamente.
-Es extraño que alguien como usted trabaje en un hospital, supongo que no le han hecho los tests necesarios para poder conseguir este trabajo, sino estoy segura que estos habrían revelado una importante inmadurez mental que le impedirían trabajar con adultos….Dr. House- dijo ella remarcando su nombre, ambos nos miramos sorprendidos preguntándonos como lo sabía, no recordaba haberlo llamado así desde que había ingresado al consultorio.
-Es extraño que una anciana supersticiosa busque ayuda en la ciencia….pero al menos yo no soy tan prejuicioso….por cierto, como sabe mi nombre?
-Eso importa?- preguntó ella con una media sonrisa mientras arqueaba su ceja izquierda.
-No, en realidad no, "trucos"….no me interesan…..bueno Wilson, termina de una vez con esto así comemos, te espero en la cafetería- me dijo House antes de dar otro portazo pero esta vez por fortuna para retirarse.
-Disculpé Sra. Brandoff….mi amigo puede ser un cretino cuando quiere….o sea básicamente…todo el tiempo- le dije indignado mientras escribía unas recetas.
-No se preocupe Dr. Wilson, no es su culpa que el alma de un niño este atrapada en el cuerpo de un adulto, estoy casi segura de que no es fácil para él vivir en ese cuerpo….-me respondió ella poniéndose de pie y acomodándose la chalina que colgaba de sus hombros y cubría su espalda.
-Emmmmm, si, tal vez….-respondí alcanzándole las recetas.
-No se preocupe, me voy a encargar de que alma y cuerpo coincidan…hasta pronto Dr. Wilson, estoy segura de que tendré noticias de usted mañana por la noche- me informó la vieja moviendo la cabeza mientras tomaba las recetas con su mano derecha y caminaba hacia la puerta para retirarse sin decir nada más, yo quedé ahí parado procesando sus últimas palabras que en su conjunto formaron una oración bastante bizarra, me imaginé a la señora haciendo hechizos raros sobre House, no es que me haya asustado o algo así en realidad tampoco pensé mucho respecto de sus palabras, a las cuales no di crédito, resulta ser que el hilo de mis pensamientos fue interrumpido por el rugir de mi estómago, definitivamente me estaba muriendo de hambre, a paso rápido caminé hacia la cafetería para encontrarme al misántropo de mi mejor amigo. No fue hasta el día siguiente que todo cambió.
