Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son de Stehpenie Meyer obviamente. La trama sí es mía, salió todo de mi capocha (?)

Summary: Edward y Bella son separados de pequeños y el destino pone en sus manos reencontrarse, pero.. ¿Qué pasa si el amor de tu vida resulta ser el actor más conocido? ¿Qué pasa si realmente no es un humano?. Bella&Edward, casi todos humanos.

Bueno sí, después de tanta espera por fin logré subir el primer capítulo de mi primer fic, ojalá les guste. Después se pone más copado, así que no se aburran ¿Dale que sí? :D


Cinco años antes.

Lo amaba, con mis doce años estaba completamente enamorada de Edward Cullen. Amaba todo en él, sus ojos dorados como el oro, su cabello castaño y cobrizo (totalmente desalineado y revuelto, he de aclarar), su sonrisa. ¡Oh por Dios, esa perfecta sonrisa! Me derretía, lo veía y me derretía. No tenía palabras para explicar todo lo que sentía por él y.. tampoco me animaba.

Edward era mayor que yo, tres años exactamente, tenía 15. Era mi amigo desde hace ya un año y desde la primera vez que lo vi me enamoré, fue el destino, lo sabía. Estábamos juntos en el taller de teatro del instituto, él porque amaba la actuación, en cambio yo por obligación de mi madre, ella decía que la actuación ayudaba a las personas tímidas como yo.

¿Y quién lo iba a decir? Ahora estábamos los dos juntos, caminando de la mano hacia quien sabe donde. No sabía muy bien lo que él sentía, tal vez en su corazón sólo había un cartel de amigos, pero si hay algo que aprendí en mis cortos años de existencia es que en la vida hay que jugarse por lo que uno desea, al fin y al cabo ¿Qué puedo perder? No creo que confesarle mis sentimientos a un amigo se merezca la pena de muerte. Lo que más me dolería sería que tal vez él no sentiría lo mismo, pero aún así, creo yo, podríamos seguir siendo amigos.

- Dime de una vez por todas donde estamos yendo, Edward –le dije, ya cansada de caminar.

- No, es una sorpresa.

- Sabes que no me gustan las sorpresas, dímelo de una buena vez –le ordené.

- Si te lo digo no habrá sorpresa. Y sólo para que lo sepas Bella, –frenamos la caminata y dio media vuelta hasta quedamos enfrentados- a mí si me gustan las sorpresas.

- ¿Y qué? –protesté. No quería que se diera cuenta de que su presencia tan cerca de mí realmente me alteraba como para respirar un poco entrecortado. Ojalá no lo escuchara.

- ¿Te sientes bien? Estás respirando un poco fuera de lo normal.

Agh, tarde. ¿Por qué mi mejor amigo tenía que ser hijo de un doctor? Así siempre se daba cuenta cuando mi respiración se sobreelevaba o cuando mi corazón latía descontroladamente, era injusto. Yo sólo tenía un padre policía y una madre con alma de adolescente para sacar mis provechos con él, y para lo único que me servía era para recordarle el poder de la autoridad, y seamos sinceros, no servía de mucho con un muchacho de 15 años.

- No, estoy bien, sólo estoy un poco agitada, eso es todo. – logré contestarle.

- ¿Estás segura? ¿Quieres regresar?

- ¿Me estás tomando el pelo? ¿Después de horas de caminata me dices de regresar? ¡Ni en tus sueños! No caminé hasta aquí para no saber, principalmente, donde vamos.

- Y no lo sabrás hasta más tarde. –me recordó con una sonrisa angelical, una de las que más me gustaban.

- Tonto. –protesté.

- Gracias.

Caminamos por unos cuantos minutos más hasta llegar a una especie de playa escondida, un lugar totalmente hermoso y mágico. Podría jurar que el mar resplandecía como un cristal a la luz del sol, y las flores sencillamente eran hermosas. ¿Cómo nadie había encontrado este lugar antes? Era precioso.

- Es hermoso, Edward. No lo conocía.

- Casi nadie lo conoce, siéntete privilegiada de estar pisando esta arena.

- Es hermoso, en serio. –repetí.

- ¿La caminata valió la pena?

- Algo así, si te hace feliz, sí.

El río ante mi respuesta y juntos (siempre tomados de la mano) caminamos por este lugar de ensueño ¡Era todo tan mágico! Ni en mis sueños más locos imaginé que podría llegar a estar caminando tomada de la mano junto a la persona que amaba por una playa llena de luz y tranquilidad, todo era demasiado perfecto.

- Bella, quiero hablar contigo de algo muy importante –me dijo cuando nos sentamos sobre la arena a observar las gaviotas posarse en el agua.

- Dime, lo que quieras.

- Es algo importante, préstame atención –dicho esto me tomó de las manos y me miró fijamente a los ojos.

Oh, por Dios ¿Qué me quería decir? Mi corazón empezó a latir cien veces más rápido de lo normal, cosa que me avergonzaba un poco pero no tanto para dejar de observar sus preciosos ojos mientras me hablaba.

- Voy a dejar pasar la parte en la que te digo que tu corazón está totalmente fuera de control, Bella. –obviamente, esto hizo que me ruborice- Sólo quiero que sepas que yo te quiero, y mucho..

- Yo también Edward, -logré soltar las palabras como pude- eres mi mejor amigo.

- No, no entiendes. –me tomó la cara entre sus manos y me miró fijamente a los ojos- Yo te amo, Bella. Desde que te conozco estoy enamorado de ti, me fascinas. Todavía no sé como tengo el coraje para decirte esto, pero es la pura verdad. No te veo como una amiga porque te amo, inmensamente.

Mi corazón que ya latía desesperado, prácticamente saltó de mi pecho. Edward, mi mejor amigo, el muchacho a quien yo amaba, mi amor secreto, mi todo. Él me amaba como yo lo amaba a él, no lo podía creer. La felicidad que sentía no cabía en mi cuerpo, era demasiada para mí, ahora desprenderme de el me iba a causar un inmenso dolor.

- Yo también te amo, -solté de repente, sentí como si toda vergüenza ahora ya no existiese, él ya me había confesado su amor, no había nada más que ocultar- estoy enamorada de ti desde que te vi entrar al salón de teatro. No sabes cuanto he esperado este momento, no me animaba a decirte esto.. Sé que algún día lo haría, o eso creo, pero es que no lo sé Edward. Nunca me imaginé esto, eres tan hermoso, tan bueno conmigo, siento que.. –de repente y sin previo aviso Edward estampó sus labios contra los míos dulcemente, haciéndome callar.

- Ya lo sé, no necesitas hablar tanto. –me dijo dulcemente con su rostro a escasos centímetros del mío.

- Te amo. –dije, y luego fui yo la que se acercó para besarlo.


Bueno bueno bueno, al fin lo terminé. ¿Qué les pareció el primer capítulo? ¿Les gustó? ¿Les pareció un asco? Déjenme sus reviews opinando, contandome sobre ustedes y si escribieron historias también sobre ellas, también pueden decirme lo que les gustaría que pase en el fic. En conclusión, siéntanse libres de opinar. Hace mucho que quería hacer este fic, así que espero les haya gustado. Ahora sí, me retiro y nos leemos en el próximo capítulo chiculas :)

► Pau.