No soy muy aficionado a esta serie, pero soy un verdadero fanático de los fics. Un amigo me hizo un comentario sobre la posibilidad de que Cameron y Cuddy tuvieran una relación más personal... bueno esas no fueron exactamente sus palabras, pero tampoco es cuestión de ponerse soez. Busqué fics sobre ellas dos pero apenas encontré nada, asi que me puse a ello. Espero que le guste a alguien, aunque se que la demanda de esta pareja es escasa. Saludos.
SOFOCOS
Cuddy llevaba una mañana bastante ajetreada, entre cubrir las vacantes del día, controlar la contabilidad y los dolores de cabeza que le proporcionaban los médicos desobedientes, mejor dicho, un médico desobediente, no daba a basto.
El teléfono sonó, lo cogió con miedo, esperando que no tuviera que enfrentarse a ningún problema más.
"¿diga?"
"Haz que Julie se vaya" dijo Cameron al otro lado de la línea.
"¿Por que quieres que…?"
"Tu hazlo" no la dejó terminar y seguidamente colgó.
Cuddy se quedó unos segundos pensando en la excusa necesaria para deshacerse de su secretaria, la llamó y le pidió que entrara en su despacho.
"Julie, necesito que hagas algo por mi que se escapa de tus funciones" la muchacha la miró extrañada y asintió "tienes que seguir a House, lo haría yo pero estoy hasta arriba de trabajo, no puedo dejarlo por ponerme a vigilarle. Solo durante un rato, media hora a lo sumo, te lo pagaré como horas extras"
Julie abandonó el despacho y también su mesa. Cameron expiaba desde lejos lo que sucedía, y cuando estuvo segura de que no había moros en la costa entró en el despacho de la dirección sin siquiera preguntar.
"¿Por qué me has pedido que echara a Julie?" Cuddy estaba sumamente intrigada por las razones de la inmunóloga.
"Porque no quería que nadie nos interrumpiera mientras te devuelvo todo lo que te debo." Cameron se acercó, balanceando sus caderas con paso seductor.
"¿Lo que me debes?" Cuddy empezó a comprender, sobretodo al entrever una sonrisa traviesa en la más joven.
"Anoche… ¿recuerdas?" Las mejillas de la morena cogieron al instante un color rojizo.
"No me debes nada"
"Falso, lo de anoche fue…" Cameron elevó los ojos un instante recordando, con una sonrisa de oreja a oreja, luego miró a Cuddy intensamente, rodeó la mesa pasando sus dedos por ella, y cuando estuvo lo suficientemente cerca la rodeó por la cintura en una suave caricia atrayéndola y acercó su boca a su oido.
"Siéntate" con una leve presión en el hombro logró que se sentara, no le fue muy complicado ya que el susurro cadencioso de Cameron fue suficiente para que las piernas de Cuddy flaqueasen, sintiendo que no podía tenerse en pie.
Cameron se inclinó sobre ella y paseó su boca por su mejilla, descendió lentamente por su cuello mientras con su mano acariciaba el pecho de la directora, masajeándolo.
Poco a poco fue descendiendo más hasta quedarse de rodillas, se metió bajo el escritorio a gachas, y cuando ya estuvo dentro agarró las patas de la silla, que para su alegría llevaba unas pequeñas ruedas, y la acercó a ella.
Cuddy sintió como una mano se deslizaba por su pierna en dirección a su muslo y se metió bajo su falda, lo que la tensó completamente.
"Cameron, que haces?" los nervios de Cuddy aumentaban considerablemente.
"Shhh… tu solo disfruta" expresó autoritaria.
Cuddy se sobresaltó cuando notó la mano de Cameron en sus bragas y como con la otra la obligaba a abrir las piernas.
Introdujo uno de sus dedos bajo su ropa interior y acarició su sexo, escuchando a Cuddy suspirar, la cual echó la cabeza hacia atrás y cerró los ojos, sabía que aquello era una locura, pero poco le importaba, en esos instantes se veía incapaz de detener nada.
Un gemido involuntario escapó de su boca cuando la rubia comenzó a acariciar su clítoris. Cerró los labios en una especie de intento por sellarlos, "me voy a controlar" se dijo a si misma.
Pero no tenía muy claro que algo estuviera bajo su control cuando su ropa interior desapareció.
Cameron, sin previo aviso, le había quitado las bragas y ahora hacía un recorrido por toda la extensión de su piernas, lamiéndolas, besándolas e incluso mordiéndolas.
Las piernas de Cuddy temblaron ante su contacto, y ante la excitación que le producía preveer los próximos movimientos de su empleada.
La forzó a abrir las piernas todo lo que le era posible, con sus manos abrió los pliegues de su vagina, acercó su boca dándole un primer lametazo, consiguiendo que Cuddy se removiera en su asiento.
"Tranquila, aún no he empezado" le dijo Cameron desde la oscuridad del escritorio. Cuddy asintió con los ojos cerrados y la cabeza hacia atrás, respirando profundamente.
Cameron llevó sus manos a la cintura de la más mayor para intentar inmovilizarla de alguna manera, cuando le dio un segundo lametazo.
A ese le siguió otro y después otro, pero decidió jugar un poco más profundo. Introdujo su lengua en su vagina y comenzó a moverla con agilidad, la metía y la sacaba constantemente, haciendo pequeños círculos cuando la tenía dentro.
Los espasmos de Cuddy y la humedad que sentía eran más que evidentes. Tuvo que llevarse la mano a la boca para tapársela y evitar que todo el hospital supiera lo que estaba pasando allí.
"Mmmmmh" salió del interior de su garganta, provocando una sonrisa en la rubia que agilizó los movimientos, verla excitada la excitaba a ella misma, lo disfrutaba como si se lo estuvieran haciendo a ella.
Deslizó sus dedos hacia su clítoris y comenzó a masajearlo a la vez que seguía trabajando con su lengua dentro de ella. Metió su mano por dentro de sus propios pantalones, y comenzó a tocarse aumentando su excitación, notando como cada vez estaba más húmeda.
Pero alguien detuvo ese momento de intimidad irrumpiendo en el despacho…
