Es un dulce.

Adrien es tan dulce que Marinette ya estaba empezando a creer que él está hecho de caramelo, que tiene chocolate en sus venas y esta bañado de azúcar.

Es muy dulce. Demasiado dulce que ocasionaba que aunque Marinette no es diabética se preguntaba si seguía estando a su lado lo iba a llegar a ser.

¿Cómo era posible que existieran hombres así?

No.

¿Cómo era posible que ese hombre sea su novio?

Con un solo gesto o acción o palabra. Provocaba que su corazón palpitara como una locomotora. Su cuerpo se calentara como una pava donde humo sale de sus orejas y sus piernas flaquearan como gelatina.

Hasta la hacía sentir que ella estaba hecha de chocolate. Con solo ver sus ojos verdes sentía que ahí mismo, estaba comenzando a derretirse.

Pero, Adrien no solo era dulce. Era también sexy, de tal forma. Que cada vez que Marinette lo miraba, ella, se mordía los labios con deseo. Pues claro, quería probar a ese bombón que es su novio.

Y cuando se lo comía.

¡Oh!

Pero cuando se comía ese bombón de ojos verdes, sentía que muy pronto lo iba a ser.