¡Hola! ya deben estar acostumbrados a mis minis One-Shot's raros, y esta vez salió este, disfruten…o solo no me odien.

29 Octubre 13

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Rojo.

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Parecía que en el lugar se encontraba una sola persona, todo el piso se encontraba cubierto de ese líquido tan preciado color rojo. Tan rojo como el de sus labios y su gran moño.

-Fue un accidente—murmuró para sí misma sin creer aun lo que acaba de pasar.

"Un accidente" Repitió un eco en su cabeza.

Era mentira. Una vil mentira y muy en el fondo lo sabía. Le producía cierto placer el ver a su 'perfecta' amiga estar inmóvil en el piso, sus ojos rosas y brillantes que ahora estaban sin vida, mirándola directamente.

"¿Esto era lo que querías?" Preguntó una voz (La cual quería negar era la suya) en su cabeza.

-No—respondió.

"¿Porqué mientes? Puedes mentirle a todos menos a ti misma, admite que lo deseabas."

-¡NO ES ASÍ—gritó –Ella me obligó…yo solo…yo…¡Fue un accidente!—dijo con los ojos llenos de lágrimas, pero sin soltar ninguna.

"Uno por el cual tú te morías que pasara, ¿No es así?"

-¡NO!—gritó una vez más.

-¿Ahora porqué tanto escá…-entró Miyako abruptamente a la cocina, y se detuvo al ver Kaoru con ese gran cuchillo en la mano, y a su amiga Momoko sobre un charco enorme de sangre.

-¿Qué…qué hiciste?-dijo sin moverse, estaba paralizada.-¿Tanto la odiabas?-Dijo consiente ante los anteriores desprecios y peleas de la pelirroja y la pelinegra, los cuales fueron aumentando los últimos días.

Kaoru sin más bajó la mirada unos instantes.

-Sí.—dijo mirando el cuerpo inerte en el lugar. –Ahora ayúdame a esconderla antes de que el profesor y Ken lleguen, ¿Si?—terminó de hablar con una sonrisa, la más sincera que Miyako jamás le había visto a Kaoru.