Notas del autor: Sobre el poema, trata de la idealización de una persona y el sufrimiento que le causamos a alguien. Como cuando nos imaginamos a esa persona especial tan superior que, a nuestro lado, nos veríamos menudos e intimidados por su sola presencia. El escrito también retrata a los que alguna vez hemos hecho sufrir y eso nos hace sentir mal al respecto, nos hace sentir asquerosos, como si no los mereciéramos. Todo eso en un solo escrito. Sin más por decir, ¡a leer!


Cuando te veo pasar frente de mí,

Y no puedo siquiera tocarte, ni una caricia

Me gusta imaginarme en una ridícula escena,

De que soy la razón por ser tú tan ajeno.

La razón por cual tus labios humedecen

Y el cielo de tus ojos brilla incesante sobre mí.

También me imagino sonriente

Que piensas en mí cuando no estoy cerca

Y también preguntas dónde encontrarme,

Porque los segundos no pueden retenerte lejos

Aunque yo ya no esté en ninguna parte.

Te pasas de lado al lado, taciturno

Buscando ayuda en la falsa esperanza

Y, en cuanto más la cura no avanza,

Te entregas por completo a la ira

Al verme en una camilla tendido

Cuando ninguna palabra pueda regalarte.

Tú eres tan especial, tan perfecto

No concibo la belleza sino lleva tu nombre

Yo soy asqueroso, tan asqueroso

Que me ultraja mi apariencia,

Un brazo menos y un ojo muerto

Cicatrizados como raíces en el suelo

Se me escapa una lágrima al verte consternado

De dejarme allí y no hacer nada por evitar

Lo que en primera instancia fue mi error

Entonces tus ojos se empañan tristes

Y la melancolía se cuela en tu alma

En un burbujeo constante y ardiente

Sobre un pasado nada distante

Donde mi silueta se hunde en el mar.

El mar abraza las heridas abiertas

El pensamiento se enfría deliberante

Y en él muere la alegría de observar

El hombre más perfecto del mundo.

Y yo soy asqueroso, tan asqueroso.

Mi impulsividad me repugna

Culpo a ella por tus silencios

Donde derramas un río en mi ausencia

Cuando te alcanzan tus recuerdos.

Corazón se estruja por tus lágrimas

Derraman la vivacidad de tus ojos

Y, aunque ni por antojo,

Puedas volver el tiempo atrás

Donde te veía feliz y era eso

Lo magnífico de estar a tu lado.

Las palabras quedan en el olvido

Junto a una pequeña lápida con mi nombre

Ya no hay más nada por decir

Yo sólo era un soldado más

Un soldado asqueroso, tan asqueroso.


¡Buenas y santas!

Espero que les haya gustado este poema (es el primero que subo. He escrito otros, pero eran sólo poemas muy cortos y sencillos) y, para ser sincero, a mí me gustó mucho cómo quedó tras escuchar «Creep» de Radiohead.

¡Saludos a todos!

Ronald B. Knox