La gente muere diariamente, y entonces,

Sus ojos pierden el brillo,

Ese brillo que emanaba al ver a la persona amada,

Al recibir una buena noticia,

O al ver las cosas más bonitas de este mundo.

Y sus bocas, sus bocas se secan,

No dan más besos,

No dan consejos, y ya no pueden decir "gracias", "perdón"...

Ya no dicen más palabras ni de odio, ni de amor,

Ya no hay sentimientos en ellos...

Sus corazones ya no palpitan,

No se aceleran y no sienten el corazón casi salirse del pecho,

Sus manos, sus manos ya no acarician,

Y tampoco se unen ante el rezo de una oración,

Sus pies no corren más,

Ni en otoño para pisar las hojas secas,

Ni en invierno, para hundirse en la nieve...

Sus oídos, dejan de escuchar,

Ya no escuchan canciones que los hacían vibrar,

O música que los hiciera llorar,

Su nariz ya no detecta el aroma de las flores, ni de la comida,

Su lengua, no reconoce sabores, ni siquiera lo intenta,

Ya no hay hambre, tampoco frío...

Ya no existen, solamente, en el recuerdo,

Y van dejando vacíos, que nos hacen saber,

Mediante el dolor y el llanto,

A los que nos quedamos,

Que seguimos vivos,

Tal vez, sin desearlo...

Emily 