CAPÍTULO 1

-Katie, va, si no te levantas ahora mismo llegarás tarde. –Le gritó su madre desde el salón. Kate lo único que hizo fue perderse más entre las sabanas calientes y acogedoras.

-Dios mío Kate, cada día la misma historia… - Su madre ya más cabreada la destapó mientras seguía sermoneándola con que le parecía increíble que tuvieran que vivir esa escena, mañana tras mañana. La chica perezosa y con cara de futura asesina se incorporó. Vale, sí, era bastante tarde, muy tarde, estaba batiendo récords.

Se levantó rápidamente y concentró toda su energía en elegir algo de ropa. Difícil, realmente difícil. El tiempo era cálido, de principios de primavera, pero en esa época nadie puede asegurar que sea estable, así que optó para ponerse una falda estilo colegiala, con esa camisa amarilla blanquecina de manga larga que sólo se la ponía cuando no quería pensar. Le gustaba, era bonita, pero simple, una especie de comodín que usaba cuando tenía prisa. El pelo, su pelo, que desastre, pensó al verse. Apresuradamente se hizo una trenza mal hecha y dejó sueltos unos juguetones mechones. Nada de maquillaje, no tenía tiempo.

Mientras tomaba su vaso de leche diario su madre la acompañaba con su café matutino.

-¿Katie, no era hoy que venía ese escritor para leeros un fragmento de su libro? –Preguntó Johanna.

-Oh, ¡es verdad! Ya ni me acordaba… -Respondió pensativa Beckett.

-¿Y aun no sabéis quién vendrá?

-No, ni idea… Seguro que es uno de esos que no los conoce nadie, ya veremos.

Y dicho esto Beckett le dio un breve beso a su madre y salió corriendo.

Llegaba tarde, ya eran las ocho y cinco y aun no había llegado al instituto. No estaba muy lejos, 5 minutos caminando, 3 corriendo. Corrió. Menos mal que no he cogido la chaqueta, pensó mientras aspiraba ese aire asfixiante. Hacía calor, más de la que se imaginaba. No pudo evitar sonreír al pensar que el verano cada vez estaba más cerca, dios, como lo necesitaba. Rápidamente volvió a la realidad, ya llegaba, ya podía ver el edificio.

Llegaba nueve minutos tarde, diez, cuando entró en el hall ya eran diez. Tenía que ir a una clase doble, más grande, dónde estarían todos los de segundo, junto con el misterioso escritor.

Ya estaba ahí, delante de la puerta, pero no entraba. -Qué vergüenza, yo no entro. –Pensaba mientras se componía la ropa y se fijaba la trenza. Pero tenía que hacerlo, así que Kate, con su aparente seguridad dio unos secos golpes a la madera y abrió la puerta. Todo el mundo se giró, todos, alumnos y profesores, observándola como si fuera una intrusa. De acuerdo, no pasa nada, ahora ve y siéntate, naturalidad Kate, se repetía en su interior. Pero de golpe alzó su vista y oh dios mío, el escritor. Se paralizó, se quedó en blanco y sus ojos se posaron en él. No podía ser, no era posible. El escritor no era un don nadie, no, no era real, era él, el escritor, su escritor. Richard Castle la observaba, la acogía con su mirada, tierna y penetrante. Kate empezó a temblar, sus piernas le flojeaban y su vista se nubló. Era su ídolo, ese que cada noche la mantenía despierta, quien le animó en esos momentos tristes y estresantes de una adolescente, quien hizo que ella quisiera ser policía, una gran policía, como la inspectora Nikki Heat, la protagonista de tantas historias, la que podía con todo, salvar a la gente, dar paz, encontrar respuestas, y a la vez ser extremadamente sensual y enamorar a quien se cruzara en su camino. Estaba ahí, Castle, el escritor, su héroe. Ella seguía de pie, al lado de la puerta. Reaccionó de golpe y buscó a Jess, esa chica dulce y sencilla con la que se llevaba genial. Finalmente se sentó. Temblaba, y no precisamente de frío, no, ardía. Podía imaginar su cara, roja, encendida. Intentó regular su respiración y adoptar una postura fija, seria, aunque era complicado centrarse con ese hombre, con ese chico, justo ahí.

Respiró hondo, tomó aire y lo echó, controladamente. Su cuerpo estaba respondiendo a su cerebro, bien pensó, ya podía pensar con claridad. Ahora, ya un poco más relajada, lo único que podía hacer era prestar atención al escritor y disfrutar. Estaba segura de que sería una lectura realmente interesante.

Por favor, me gustaría saber vuestra opinión sobre el fic, review :)