Nota de la autora: Terminado de escribir en 1998, HERENCIA, mi primer fanfic de DBZ (inspirada en Love Affairs de Nyaar, el cual aún pueden encontrarlo en la red) cumple 17 años de existencia y en esta oportunidad tengo el placer de volver a compartirla en f f . n e t luego que geocities decidiera cerrar, mi página web dejó de existir.

Además, debido a las normas de , el formato de la historia será cambiado de script (como fue escrita inicialmente) al normal. A parte, algunas partes serán reescritas, pero en esencia el fanfic seguirá siendo el mismo.

Sin más que añadir, doy paso a la historia… y recuerden… "Mientras uno sienta deseos de seguir soñando, las palabras nunca morirán"... que lo disfruten

Ja ne ^^

Herencia


Capítulo 1: "Un peludo legado"

Era una mañana como cualquier otra en la capital del oeste. Se respira un ambiente tranquilo y la gran mayoría de los habitantes están empezando a despertarse, a excepción de algunos que ya están despiertos desde muy temprano, como en la Capsule Corp., donde en la cámara de gravedad Vegeta ya ha empezado su entrenamiento matutino, con grandes golpes y patadas, siempre tratando de alcanzar su meta que es ser más fuerte que Son Goku, su mayor rival.

Bulma ya se ha despertado y prepara el desayuno de sus hijos Trunks y Bra. Ya han pasado casi 20 años desde el enfrentamiento con Majin Buu y ahora ambos ya cuentan con 28 y 15 años, respectivamente. Trunks acaba de terminar sus estudios universitarios y Bra está bastante crecida; el parecido que guarda la adolescente con su madre es asombroso, además de ser igual de hermosa, como lo era Bulma a la edad de su hija. Hace un buen tiempo que, animada por su amiga Pan, Bra empezó a practicar artes marciales igual que su padre y hermano, y demostró ser muy buena, aunque aún no puede vencer a Pan en un combate, pero ella tiene mucho carácter y no es de las que se rinden fácilmente.

- Ajumm... que cansada me siento... ¡Qué rabia, aún tengo sueño! – dijo Bra despertándose con desgano, porque el día anterior había practicado con Pan hasta tarde y le dolían todos los músculos. Luego de tallar sus ojos un poco miró por la ventana y sonrió – Parece que hoy será un día soleado...

Ya estaba a punto de levantarse, pero cuando se sentó sintió algo extraño detrás de ella, como si le estuvieran oprimiendo. Rápidamente se dio vuelta y sus ojos se abrieron como platos...

La tranquilidad de la mañana fue rota por el espantoso grito que se escuchó y que casi parecía que cualquier habitante de las afueras lo escucharía. Todos subieron alarmados a la segunda planta, Bulma seguida de Trunks y se encontraron con Vegeta, que había llegado disparado, rompiendo una ventana...

- ¡BRA! ¡BRAAAA! ¡ABRE INMEDIATAMENTE! – gritó Vegeta exaltado– ¡SI NO ABRES, ROMPO LA PUERTA!

- ¡Vegeta, por favor cálmate! – dijo Bulma tratando de calmar a su esposo para luego acercarse a la puerta - Bra, ¿puedes escucharme?... Soy yo, mamá.

- ¿Mamá? – preguntó la aludida en voz muy baja desde el otro lado de la puerta.

- Sí, cariño, todos estamos aquí afuera muy preocupados, ¿qué te ha ocurrido? – volvió a preguntar su madre sin dejar su tono de voz calmado.

- ¿Podrías pasar tú sola un momento, por favor? – pidió Bra a su madre.

- ¡¿Qué?! ¡Bra, ¿qué es lo que estás ocultando?! ¡Te ordeno que abras inmediatamente! – volvió a grita el príncipe de los saiyajins molesto.

- ¡SOLO MAMÁ! – su hija le devolvió el grito a lo que Vegeta retrocedió confundido.

Al parecer era obvio que algo le había pasado a Bra y no quería que nadie más que su madre lo supiera. Todos estaban muy tensos, especialmente Vegeta, que adora a su hija y esto de que estuviera nervioso no era para menos.

- Esperen aquí un momento, veré qué le pasa – dijo finalmente Bulma mientras se acercaba a la puerta y trataba de encontrar alguna explicación. Era algo extraño que Bra estuviera así y que le pasara algo que solo quisiera que se enterara su madre... no, pensó unos momentos, no creía que fuera por lo que les pasa por primera vez a las jovencitas ya que a ella ya le ocurrió y en ningún momento se puso nerviosa… a menos claro que se tratara de otra cosa...

Bulma entró a la habitación de su hija, que estaba a oscuras y la encontró sentada en la cama cubierta con una manta. Se le acercó y suavemente acarició su cabeza...

- Cariño..., ¿qué te pasa? ¿Por qué gritaste de esa manera? ¿Acaso te lastimaste? – preguntó la inventora cariñosamente mientras sentía el temblor del cuerpo de su hija.

- ... – Bra trató de decir algo, pero de sus labios no salió ni una sola sílaba. Sólo agitó la cabeza negativamente y miró a su madre con sus ojos asustados.

- ¿Qué es lo que te asusta? Por favor, dímelo... – volvió a preguntar Bulma sosteniéndole la mirada.

Bra no respondió, sin embargo se levantó de donde estaba sentada y se puso en frente de su madre. Tenía puesto un camisón de dormir pero pudo dejar al descubierto lo que estaba ocultando...

Bulma estuvo a punto de soltar una exclamación pero se cubrió la boca con las manos y miró sorprendida...

- ¿Qué demonios estarán haciendo? ¡Saben de sobra que detesto esperar! – Vegeta decía nervioso ante la mirada de Trunks, que no había dicho nada hasta ese momento.

- Vamos, papá, no te preocupes, seguro que son una de esas cosas de mujeres que creen que no entendemos y te apuesto que es finalmente una tontería... – dijo de manera tranquila acercándose a su padre.

- ¡¿TONTERÍA?! ¡¿Acaso gritarías así por una tontería, mocoso?! ¡¿Sólo para fastidiar y sacarnos corriendo a todos los idiotas, eh?! – contestó en príncipe aún más irritado.

- Bueno, era sólo un comentario... – contestó Trunks levantando las manos en son de paz.

- Mejor cállate y veamos qué pasa – no había terminado de hablar cuando en ese momento Bulma asomó la cabeza por la puerta de la habitación y llamó a su marido.

- Vegeta... ¿puedes venir un momento? – preguntó algo nerviosa.

- ¿Y ahora qué? ¡¿Qué diablos tiene esa niña que no puede salir?! – volvió a preguntar ya perdiendo la poca paciencia que le quedaba.

- ¡SÓLO PASA! – gritó la inventora.

- "Como sea una tontería, esta mocosa se va a enterar" – pensó Vegeta para sí, mientras entraba al cuarto.

Trunks se quedó afuera algo confundido, pero no pudo dejar de oír la exclamación de asombro que su padre lanzó, y ya harto de tanto misterio, entró junto con ellos a la habitación de su hermana. Los vio a los dos con los ojos muy abiertos, mirando a Bra que estaba de pie.

- ¡Oigan, ¿pueden decirme qué rayos están...?! ¡POR KAMISAMA! –gritó al ver la peluda cola que mostraba su hermana y que ondeaba rítmicamente de arriba a abajo...

- ¡Perfecto! ¡Ahora casi toda la familia está enterada! ¡Sólo falta que vengan los abuelos, la familia de Pan y el resto de la ciudad! – dijo Bra fastidiada.

Bulma miró interrogante a su marido, pero él no supo qué decir, sólo que no podía dejar de salir de su asombro al ver la cola de su hija. Vegeta sabía que la presencia de una cola en la jovencita demostraba su sangre de saiyajin y al igual que él la tuvo una vez, cualquiera de sus hijos también la tendrían, pero Bra ya había pasado la edad en que tendría que tenerla, porque solamente les crecen cuando son niños y Bra ya era una adolescente. Simplemente no encontraba una explicación, a menos que tuviera que ver algo la cruza con los humanos y los cambios genéticos que podría provocar ello. Bulma lo sacó de sus pensamientos de una pequeña sacudida y el saiya vio que su hija estaba frente a él...

- Papá... ¿por qué me ha salido una cola? – preguntó Bra con sus ojos llenos de lágrimas.

Realmente ella no lo sabía y que estuviera asustada no era de extrañarse. Sus padres nunca le habían contado todo sobre las características de su raza y sobre todo de la presencia de cola, aunque si sabía que su padre es un Saiyajin porque puede transformarse en SSJ, al igual que lo podía hacer su hermano. Pero fuera de eso, no sabía de dónde provenía la raza de los saiyajin, el planeta de origen… y sobre todo de su vida pasada… es decir, mercenario, conquistador de planetas… asesino… ¡NO!, Bra nunca debía de enterarse de eso, sería muy triste para ella. Pero Vegeta tendría que contarle parte de la historia para aclarar sus dudas… al menos por el momento.

- ¿Podrían dejarnos solos un momento? – dijo el guerrero sin voltear a ver a su mujer e hijo – Tengo que hablar con ella.

- Pero... ¿por qué no podemos escuchar? – preguntó Trunks, pero inmediatamente retrocedió unos pasos ante la mirada que su padre le dirigió que pareció atravesarlo.

- Ven hijo, has caso a tu padre – dijo Bulma tirando del brazo del muchacho y en unos instantes ambos salieron de la habitación.

Vegeta se sentó al lado de su hija, que estaba en el borde de la cama derramando lágrimas. Hacía mucho tiempo que no se sentaba a hablar con ella desde que era una niña y le parecía increíble que hubiera crecido tanto, pero aunque no lo demuestre abiertamente, para él siempre sería su pequeña. Bra estaba con la cabeza baja y con la cola a un lado para no aplastarla… realmente estaba asustada sin entender aún lo que le había pasado...

- Bra, no tienes por qué asustarte, lo que te ha pasado no es nada malo... – empezó a decir Vegeta tratando de calmarla.

- ¡¿NADA MALO?! ¡MÍRAME, PAPÁ! ¡PAREZCO UN FENÓMENO! ¡UN ANIMAL! – gritó la chica muy alterada a la vez que se ponía de pie delante de su padre – ¡Y SI PRETENDES QUE ME QUEDE TRANQUILA CON ESO QUE ME HA PASADO ESTÁS TOTALMENTE LOCO!

- ¡NO ME HABLES EN ESE TONO, JOVENCITA! – Vegeta se levantó gritando molesto, pero sus palabras sólo ayudaron para que la muchacha estallara en llanto. Trató de serenarse, tenía que ponerse en su lugar e intentar comprenderla – Bra... escúchame, no quería hacerte llorar… demonios, realmente yo no soy bueno para estas cosas… - tomó aire y continuó - Trata de escuchar lo que te voy a contar...

Vegeta comenzó con su historia, sobre planeta Vegeta, de la raza de los saiyajin, le contó cómo perdió su cola, y que no era la única a la que le había pasado eso, porque al hijo de Kakarotto, Gohan, también le había salido una cola en su momento.

- Finalmente y que es lo que no entiendo es por qué te ha salido a tu edad… es muy extraño… – dijo casi para sí que para su hija.

Bra había escuchado todo atentamente y le parecía increíble, pero al mismo tiempo sentía desagrado por su cola a pesar de ser vestigio de su herencia como saiyajin.

Mientras tanto, en el piso de abajo, para ser más exactos en la cocina, Bulma y su hijo esperaban el resultado de la conversación. La inventora estaba terminando de poner la mesa para el desayuno casi mecánicamente ya que seguía muy preocupada por su hija y de lo que le estaría contando su padre. Tenía miedo de cómo lo fuese a tomar Bra, especialmente conociendo el carácter de su querido esposo, pero tenía la confianza que él sería cuidadoso con ella. Trunks estaba sentado en la mesa mirando al vacío, pensando en lo que había pasado…

- Mamá, ¿por qué a mí no me salió cola como a Gohan?... – preguntó de momento haciendo referencia al hijo de Goku… más que nada porque ni a él ni a Goten les había salido cola ni de pequeños ni ahora que eran adultos.

- La verdad no lo sé, hijo... tal vez podría deberse a la mezcla de la raza saiyajin con la humana, pero no estoy segura. Pobre de tu hermana, espero que se lo esté tomando bien – dijo Bulma preocupada.

Entre tanto, en el segundo piso, la conversación seguía entre padre e hija. Vegeta ya había terminado con su relato y ahora aguardaba en silencio, esperando que Bra asimilara todo, lo que estaba seguro que no iba a ser fácil para ella. La chica no había dicho una sola palabra pero observaba su cola… ya no con miedo, sino esta vez con curiosidad…

- No te sientas mal, papá… - dijo Bra haciendo que Vegeta saliera de sus pensamientos - La verdad creo que yo exageré y discúlpame por haberte gritado antes... es sólo que... esta cola me hace sentir rara, como si fuera una especie de mono...

Estas últimas palabras golpearon en el cerebro de Vegeta como agua fría. Recordó las consecuencias de tener cola, el poder convertirse en ohzaru, un mono gigantesco y destructor cuando veía la luna llena. ¡Maldición! sería terrible, pero debía hacer algo para proteger a su hija... afortunadamente en estos días era luna nueva y no habría problema, pero mejor esperaría a ver qué sucede más adelante. Aún no debía contarle eso ni de la terrible transformación que podría sufrir… sería demasiado para Bra y en el estado en que ella estaba ya no quería asustarla más…

- Hooolaaaaa... Tierra llamando a papá... ¿me recibes? – preguntó Bra, agitando su mano delante de los ojos de Vegeta.

- Ah... ¿Qué? – dijo mirando a su hija como si hubiese salido de un trance.

- Vaya, parecía que estabas en el hiperespacio, ¿por qué estabas tan pensativo? – preguntó la chica al notar un destello de preocupación en la mirada de su padre.

- No es nada, Bra... – negó restándole importancia al asunto – Y no te preocupes por tu cola, ya veremos qué hacer en los próximos días. Ahora vístete, que vas a llegar tarde a la escuela... – dijo Vegeta a la vez que se dirigía a la puerta de la habitación.

- ¿A LA ESCUELA? ¡¿Con este rabo?! ¡Ni de broma, no pienso hacer el ridículo ni dejar que se burlen de mí! ¡Mejor me quedo aquí tranquila! – se sentó cruzándose de brazos.

- ¡Escúchame bien, porque sólo lo diré una vez! – dijo Vegeta en voz alta asustando a la chica - Lo que piensas hacer sería muestra de cobardía, dejarte vencer por algo que no tiene mucha importancia. Bra, entiende que no es el fin del mundo y recuerda que perteneces a una raza de poderosos guerreros que nunca se han dejado vencer. ¡Esta es una oportunidad para demostrar de qué estás hecha, no sólo a mí, sino a todos los que estamos contigo!

Era la primera vez que le hablaba así a su hija, como si fuera una adulta. Ella no podía comportarse así a pesar de lo fastidiada que se encontrara.

- Pero... la cola... – preguntó Bra temerosa.

- ¡No te hagas problemas por ella! ¡Simplemente enróscala en tu cintura, y si te preguntan, di que es un cinturón y se acabó! – dijo Vegeta fastidiado. De pronto, los ojos de la chiquilla comenzaron a brillar y cambió su expresión mientras enroscaba su cola como había dicho su padre.

- Oye... no es mala idea, ya me imagino las caras de envidiosas que pondrán mis compañeras cuando lo vean... ¡Esto va a ser genial!

- Sólo ten cuidado y por un descuido termines mostrándola delante de todos… - dijo Vegeta en un tono que más parecía una advertencia. Si ya era bastante que su hija tuviera una cola, ya sería el colmo que más gente se enterara fuera de la familia… sería demasiado molesto.

Vegeta ya estaba saliendo del cuarto y de pronto sintió a su hija que se colgaba de su cuello al mismo tiempo que el beso que ella le daba en la mejilla

- Gracias, papá, tú siempre sabes cómo hacerme sentir bien... te quiero mucho – dijo sin soltar a su padre.

- Yo también, pequeña – dijo algo avergonzado, después de todo, sólo a ella le aguantaba sus arrumacos – Ahora date prisa o llegarás tarde.

- Bajo en un instante – dijo Bra mientras cerraba la puerta de su cuarto.

Vegeta esbozó una pequeña sonrisa mientras bajaba a la planta baja a reunirse con su familia.