"Perfecto avecillas busquen donde posarse", dijo el señor Smith mientras tomábamos asiento. "Desciendan eso es, estamos listos", junto a él se encontraba un chico rubio, altísimo, con tipo de matón y camisa a cuadros sin mangas. "Ahora escuchen. No suele haber noticias emocionantes el ultimo día del año escolar pero un alumno nuevo se nos une hoy: Braden Higgins", dijo el señor Smith señalando al chico. "Veo un asiento libre por allá. Porque no vas y te acomodas".
El chico fijó su dura mirada en mí y comenzó a caminar en mi dirección.
"O ve para allá viejo, elige tu sendero", dijo el señor Smith.
Cuando llegó a mi lugar se detuvo y repentinamente volteó a ver al chico al lado mío.
El chico le ofreció su cartera.
"No", dijo Braden, "Quiero tu asiento".
El chico de inmediato dejó libre su lugar. Braden se sentó ignorándome. Tal vez había sido mi imaginación.
"¿Tu padre es Marcus Higgins?", pregunte al ver el gran parecido con su padre.
"Sí, lo conozco desde bebé. Es muy gracioso.", dijo Andre.
"Un gran, gran hombre", dije.
"El mejor", agregó Andre.
"Quiero aplastarle la cara", dijo con frialdad Braden.
"Si también yo", dijo con miedo Andre.
"Lo detesto", dije igual de temeroso.
"Que se pudra", concluyó Andre.
Tanto Andre como yo giramos nuestras cabezas hacia enfrente temerosos de aquel chico. Sin embargo tuve la sensación de que Braden no me quitaba los ojos de encima.
La clase del señor Smith continuó pero la sensación de ser observado por Braden no desapareció. Sentí que su mirada escaneaba cada parte de mi cuerpo. Pasaron varios minutos de aguantar esa sensación hasta que decidí voltear para comprobar mi sentir. Me llevé una gran sorpresa. Efectivamente Braden me estaba viendo. Asustado volví mi rostro al enfrente.
De pronto sentí los dedos de Braden tocando mi hombro para llamar mi atención, temeroso voltee a verlo.
"¿Cómo te llamas?", me preguntó Braden con su voz de chico rudo sin importarle la clase del Profesor Smith.
"Greg", dije con miedo.
"¿Quieres salir conmigo?", preguntó Braden
Todos los del salón nos voltearon a ver, incluso el profesor Smith..
No sabía qué contestar ¿estaba hablando enserio? Andre comenzó a reír pensando que era una broma, nervioso yo me uní a sus risas.
"¿De qué te ríes?", me gruñó Braden poniéndose de pie, sin poner atención a alguien que no fuera yo. Andre dejó de reír.
Estaba enojado. No podía estar hablando en serio. ¿Yo le gustaba? Y lo más importante: ¿Él era gay?
"¿No es un abroma?", pregunte asustado.
"No".
"¿Estás hablando en serio?", dije susurrando, esperando que nadie escuchara.
"Sí" contestó sin dudar, como si no hubiera nadie al rededor.
El resto del salón no dejaba de vernos. No sabía que contestar y comencé a temblar. No podía negarme porque temí que aquel gigante me matara ahí mismo. Pero si aceptaba sería la burla de toda la escuela.
"No", contesté con mi garganta seca.
"¿Por qué?", preguntó Braden apretando los puños.
"No soy gay", es lo único que pude decir, esperando que fuera la mejor respuesta.
"¿Enserio?", preguntó sorprendido Braden,
"Sí… pero demos ser amigos", dije rápidamente esperando que eso ayudara un poco.
"Ah. Está bien", dijo el gigante para luego regresar a su asiento ya tranquilo.
Nadie del salón se atrevió a decir palabra alguna, fingieron que nada había pasado. El señor Y, sin saber que hacer prefirió continuó con su clase.
