Bueno, aquí llego con mi segundo fic de Twilight. Esta vez, estará centrado en todos los personajes (teniendo por protagonistas a Bella y a Edward) y si todo marcha bien, tengo previsto que sea un fic bastante largo.

Espero que os guste.

Los personajes de Twilight no me pertenecen, solo la historia es mía.


1. El Colmillo Negro



Una vez más, las fuertes pisadas de los caballos se escuchaban en el silencio de la noche, provocando un gran estruendo.

— ¡Rápido! ¡Atrapadlos, que no escapen!

El grupo de bandoleros atravesaba la pequeña aldea rápidamente, sin pausas, mientras que eran perseguidos por un grupo de soldados a caballo, que se esforzaban en no dejarles huir.

Los gritos de los jinetes y el sonido del metal de las espadas habían logrado despertar a todo el pueblo, aunque nadie se atrevía a salir de sus hogares, por temor a que el grupo de bandidos más conocido de los últimos meses pudiera hacerles algo.

— ¡Maldita sea! ¡No les dejéis huir!—volvió a gritar el que parecía ser el líder del pelotón de soldados.

Pero todas esas órdenes no parecieron tener demasiado efecto cuando los bandidos se adentraron en el bosque, dejando atrás a sus perseguidores y llevándose con ellos parte de los bienes de los nobles más ricos de la zona.

— ¡Malditos bandidos! ¡Os atraparemos Colmillo Negro!

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El sol salió más fuerte que nunca, incitando a los viajantes a continuar con su travesía a través del bosque.

Habían descansado algunas horas durante la noche, pero habían reanudado su marcha al amanecer, para llegar lo antes posible a su guarida.

— ¡Ya vuelven!—gritó un chico que estaba subido en un árbol, haciendo la labor de vigía.

El grupo de bandidos a caballo se adentró en un pequeño campamento, formado por multitud de pequeñas tiendas de campaña echas con telas y palos y una gran hoguera en el centro.

De entre todas las tiendas destacaba una en especial por ser más grande que las demás, por lo que probablemente debía pertenecer al líder del grupo.

Dos de los jinetes a caballo bajaron de sus monturas, aún con el rostro cubierto por un pañuelo de tela que solo dejaba a la vista los ojos.

— ¡Emmett! —Gritó uno de los bandidos— ¿Es que no piensas salir a recibirnos?

Y acto seguido, un hombre salió de la tienda de campaña más grande.

Era un hombre joven, de unos veinte años aproximadamente, alto y muy musculoso, con el pelo corto y negro, al igual que sus ojos, y con una pequeña sonrisa burlona en el rostro.

—Como no iba a salir a recibir a mis hermanas favoritas—contestó el muchacho.

Los dos bandidos se quitaron los pañuelos de la cara, dejando ver a dos preciosas mujeres.

La primera, que era la que había hablado, era pequeña y menuda, con el pelo negro muy corto y los ojos grises.

La segunda, que aún permanecía en silencio, era algo más alta y tenía el pelo por la mitad de la espalda, de un color marrón chocolate bastante similar al de sus ojos.

Emmett se acercó rápidamente hasta las dos muchachas, abrazándolas fuertemente a ambas una vez que estuvo a su lado.

—Las he echado de menos chicas—dijo él—Han tardado más de lo habitual en regresar.

—Tuvimos algunos problemas con los soldados de uno de los nobles—contestó la más pequeña—Pero la tardanza a merecido la pena, ¿a que sí Bella?

La otra muchacha asintió con una gran sonrisa en su rostro.

—Conseguimos infiltrarnos en el interior de la mansión—prosiguió Bella—y mientras que los muchachos y yo distraíamos a la guardia, Alice consiguió desvalijar la caja fuerte.

Emmett emitió una sonora carcajada mientras que le revolvía el pelo a la más pequeña de las dos hermanas, Alice.

— ¿Habéis tenido alguna baja o algún herido?—preguntó de nuevo Emmett, con una mueca visible de preocupación en su rostro.

—No—contestó Bella—Ha sido una misión brillante, digna del Colmillo Negro.

—En ese caso, creo que todos los nuestros se merecen una recompensa—dijo Emmett— ¡Colmillos! —Gritó para que todos en el campamento pudieran escucharle— ¡Esta noche realizaremos un gran banquete de celebración!

Y el campamento de los bandidos se inundó de gritos y alaridos de júbilo, muchos de ellos, aclamando a su líder, que en esos momentos se retiraba de nuevo a su tienda de campaña.

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Alice se dejó caer sobre su cama, suspirando sonoramente, mientras que Bella se sentó a su lado, mirándola con cierta preocupación.

—Alice—la llamó—Prométeme que en la próxima misión te arriesgarás menos…

La más pequeña se incorporó en la cama, quedando sentada frente a su hermana.

—Bella, no deberías de preocuparte tanto, no ha pasado nada.

—No ha pasado nada esta vez, pero podría pasar en la próxima si no tienes más cuidado—Bella la cogió de las manos—Hazlo por Emmett. Sabes que él no se lo perdonaría si nos pasara algo…

— ¡Pero no nos va a pasar nada Bells! ¡Somos Colmillos Negros! ¡Los bandidos que roban a los ricos para dárselo a los pobres! ¡Somos la esperanza del pueblo!

—Ya lo se—respondió Bella—Solo te pido que la próxima vez tengas más cuidado.

—Está bien…—murmuró Alice—Lo prometo.

Ambas hermanas se quedaron en silencio durante algunos segundos, mirándose fijamente, hasta que sin venir a cuento de nada, se echaron a reír escandalosamente.

— ¿Viste que cara de estúpido puso el ricachón ese?—dijo Alice entre carcajadas—Me dieron ganas de patearle el trasero mientras que nos estábamos llevando su dinero.

Bella solo se limitó a asentir con la cabeza, mientras que seguía riéndose histéricamente.

— ¿Qué les causa tanta risa?—preguntó Emmett mientras que entraba en la tienda.

— ¡Emmett!—chilló Alice mientras que se lanzaba sobre su hermano— ¡Guerra de cosquillas!

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La fiesta se estaba desarrollando satisfactoriamente. Todo el mundo comía y bebía, mientras que un grupo de personas tocaban algo de música en un corro cerca de la hoguera.

Emmett bailaba con diferentes muchachas, reservando una canción para cada una de ellas, mientras que Alice y Bella permanecían sentadas cerca de la improvisada orquesta.

—Emmett no cambiará nunca—dijo Bella, emitiendo un leve suspiro mientras que veía como su hermano coqueteaba con diferentes chicas.

—Tu dale tiempo—dijo Alice—Algún día encontrará la mujer que le meta en vereda…

—Si tú lo dices…

Ambas hermanas siguieron conversando animadamente, hasta que de repente, Alice dio un pequeño gritito, dando por acabada la conversación.

Bella, sobresaltada, trató de girar la cabeza para mirar a su alrededor y comprobar que era lo que había asustado a su hermana, pero Alice le impidió el movimiento sujetándole la cara con la mano.

— ¡No te gires Bella!—exclamó en un susurro.

— ¿¡Se puede saber que diablos te pasa!?

—No estoy segura… pero creo que ese chico de ahí te está mirando…—contestó Alice, señalando discretamente con la cabeza.

— ¿Cuál?—murmuró Bella mientras que trataba de girar la cabeza de nuevo.

— ¡No mires! ¡Si se da cuenta puede que deje de mirarte!

— ¿Y eso a mi que me importa?—musitó Bella, que empezaba a cansarse de los jueguecitos de su hermana.

—Es que no es un chico cualquiera…es Edward Masen…

— ¿Quién?

—Vamos Bella… estás demasiado ocupada en tu tiempo libre con esos libros estúpidos absorbe cerebros… ¿de verdad no sabes quién es Edward?

— ¿Es que acaso debería saberlo?—preguntó Bella con cierta ironía. Alice solo resopló.

—Edward Masen es el nuevo hombre de confianza de Emmett. Lleva poco tiempo en el Colmillo Negro, pero ya se ha ganado muy buena fama dentro de los bandidos—Bella se quedó observando fijamente a su hermana— ¿De verdad que nunca has oído hablar de él?

—No…—contestó la mayor mientras que negaba con la cabeza.

—Bueno, está bien… Ve girándote muy despacito—murmuró Alice mientras que Bella iba girando lentamente la cabeza y su cuerpo, para quedar frente al chico misterioso, que la observaba a unos metros de distancia.

—Alice, me siento estúpida haciendo esto…

—No te quejes y disimula.

Bella refunfuñó un par de veces, pero cuando sus ojos se encontraron con los de Edward, todas sus quejas quedaron relegadas a un segundo plano.

Por unos minutos, parecía como si se hubiera trasladado a una dimensión paralela, donde solo estaban ella y Edward, que le dirigía fugaces miradas de cuando en cuando.

El chico tenía el aspecto típico de un bandido, con un vestuario bastante similar al de Emmett. Su pelo era de color bronce, de aspecto despeinado, y sus ojos de un color verde profundo, capaces de hipnotizar a cualquiera que se detuviera a mirarlos.

Bella continuó mirándole, completamente embobada, y así habría seguido de no ser porque Alice comenzó a sacudirla del brazo violentamente al ver que su hermana no reaccionaba.

— ¡Bella! ¡Bella!—dijo Alice— ¡¡Bella!!

— ¿Eh? Perdona, no estaba escuchándote…

—Ya me di cuenta, no hace falta que me lo jures…—murmuró irónicamente.

— ¿Qué querías?

—Debemos irnos ya a dormir—ordenó Alice—Mañana Emmett nos dará las instrucciones para la próxima misión, y por lo visto es algo muy importante.

—Ah, vale…—musitó Bella, sin prestarle aún toda la atención.

—Bella, solo es un chico…

— ¡No estaba mirándole!—protestó ella—Es solo que tomé más vino de la cuenta…

—Ya claro.

Alice emitió una pequeña risita y se adentró en la tienda de campaña que compartía con su hermana.

Bella, por su parte, miró por última vez al chico misterioso, que le dedicó una sonrisa torcida que le quitaría el aire al cualquiera. La chica sacudió la cabeza y se metió en la tienda, aunque estaba prácticamente segura de que esa noche unos ojos verdes estarían protagonizando sus sueños.


Hasta aquí el primer capítulo.

Espero sus Reviews con todas sus opiniones.