Y pues aquí con una pequeña historia corta, con deseos de que les guste ^^. Dedicada a mi propio muchacho =9 al cual quiero musho. [(en sí solo es el pensamiento...)cállate Rina]
Estos dos sensuales personajes le pertenecen a Masashi Kishimoto, la pequeña historia es fruto de mi invención esta tranquila noche.
Aquel momento
Labios. Labios acariciándose lentamente, con cariño, con inocencia. Labios jugando a alejarse y acercarse, haciendo aparecer una suave sonrisa un tanto burlona, pero provocadora. Labios que, poco a poco se tornan más pasionales elevando su temperatura, entre abriéndose para dar paso a un húmedo, escurridizo y dulce intruso, quien los acaricia saboreando su textura y sintiendo su aroma. Labios que se separan por un momento para que al siguiente entren en combate, haciendo que las lenguas ocupen el lugar de su contraparte llenándose del otro.
Al terminar de poner el último punto de aquel pensamiento que se le ocurrió a mitad de la noche, la joven suspiró cerrando sus ojos, con una dulce e inocente sonrisa impregnada en el rostro que demostraba todo el cariño y el amor profesado a ese único y especial muchacho. Muchacho que a tan altas horas de la noche se debería encontrar descansando.
Hinata releyó su escrito, sonrojándose por ese intento de transmitir lo que sentía al rozar sus labios con el muchacho rubio, único y especial. Aún tenía algunas ideas revoloteándole en la cabeza, pero su vergüenza no le permitía mover el lápiz con el sentido de las palabras que se asomaban en su mente. Palabras que lo único que harían sería describir de una manera un poco poética hechos que suceden a diario, hechos que ha disfrutado.
Ella decidió que era hora de acostarse, tomó la hoja de papel y lo guardó en el primer cajón del escritorio de su cuarto de aquella gran mansión. Al virar su rostro en dirección a su cama, el color rojizo se volvió a acentuar en sus mejillas, maravillándola con la imagen que tenía al frente: Ese muchacho rubio, único, especial, de ojos azules y piel bronceada, se encontraba durmiendo plácidamente con las sábanas revueltas entre sus piernas, la espalda descubierta con varios arañazos, y con ambas manos sobre la almohada. La heredera de los Hyuga bajó su mirada a su propio cuerpo, cubierto solo con una sábana que había logrado arrebatar del cuerpo de su novio…
-Hinata, ¿Ahí te vas a quedar toda la noche?, tengo frío.
Sin saber en qué instante, había sido aprisionada por unos brazos firmes, sintiendo una acompasada respiración sobre su cuello.
-Na-Naruto, n-n-no tienes nada encima… - logró articular, toda tiesa y apenada, al voltear a la cama y ver a la sábana hecha bolas y dejada en el olvido.
-La cuestión aquí es, mi bella dama, ¿por qué tu si? – decía con tono seductor mientras deslizaba la sábana de los hombros de su compañera de cuarto, siguiendo el camino con pequeños besos húmedos.
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Taa taaa. ¿qué les pareció?¿dejan reviews?, iba a hacerla un poco más larga porque aún venían ideas a mi cabecita loca, pero me gustó así... sino hubiera perdido el sentido de drabble.
Y bueno, aprovecho para avisar, si es que siguen mi fic de Recuerdos, aún no se me ocurre en concreto como continuar la historia, se aceptan sugerencias, pero aún así creo que tardará un poco (mucho) más..
bueno, que tengan bonita noche, o día ^^ Lobny se despida chan chaaan
