Verdad
Por Sihaya
Remus puede olerlo. Se encuentra a dos pisos y tres pasillos de distancia de la sala común de Gryffindor, y aún así… puede olerlo.
Podrían ponerlo en una luna nueva con un catarro de puta madre y con mil y una fragancias a su alrededor y de todas maneras podría olerlo. Ese aroma que para él siempre sería "Sirius" esa mezcla de hombre, bosque, motocicleta y tabaco que hacia a Sirius Black identificable por sobre todos los demás olores de la faz de la tierra. Oh! Si… Remus puede olerlo. Y se detiene por un momento para recoger ese olor y luego retoma su camino.
Pero Remus no acelera su paso, no corre, no deja de saludar a profesores y alumnos de primer año con una sonrisa cordial. Camina tan relajadamente con si no tuviera destino fijo, como quien da un paseo un viernes por la tarde para descansar de una agotadora semana. Pero la verdad es que no puede esperar. Quiere correr a cuatro patas, aullar frente a la luna, morder y sobre todo… quiere saber.
Saber por que no volvió con James, Peter y él mismo ese viernes después de una noche de cervezas en las "Tres escobas". Quiere saber por que no volvió esa madrugada como prometió, o el sábado, o el domingo… sino que tuvo que esperar hasta la tarde del lunes. ¡¡El Lunes!! Para dignarse en aparecer por los terrenos de Hogwarts. Frunce el ceño por un segundo y su mirada se vuelve nostalgia, pero entierra su atención en el libro que lleva al frente.
Aquella noche rieron como nunca, Remus recuerda que cerca de las tres de la madrugada Sirius enterró su nariz en su cuello mientras reía a destajo de una broma de James, pero Remus no recuerda la broma, solo recuerda las vibraciones de la risa de Sirius por su cuerpo y la carne de gallina mientras fumaba un cigarrillo. Remus recuerda también que entre risas y borrachera se colocaron los abrigos y caminaron hacia la salida, luchando contra la masa de gente que había en el local. Pero cuando iban a la mitad de camino fue que Sirius hablo. Dijo que volvería más tarde y James le devolvió una sonrisa, esa sonrisa que solamente Sirius Black podía sacarle a relucir al bueno de cornamenta. Una sonrisa llena de travesuras, dobles propósitos y sobre todo… nada de buenas intensiones. Cuando se fueron a dormir James seguía sonriendo, y no se preocupo hasta la tarde del sábado, cuando decidió que ya era demasiado tarde incluso para Sirius Black.
Maldijo, Gruño, juro matarlo y hacerlo enterrar en el mausoleo de los Black para vengarse. Peter hizo de lo suyo entrando en pánico y buscando en todo el castillo. Pero Remus no levanto una ceja, no grito, no invoco a todos los dioses del Olimpo ni a los demonios del inframundo, no reviso en la sala de menesteres, ni fue a la casa de los gritos, ni tampoco reviso el mapa del merodeador cada tres segundos.
James le pregunto cómo era que podía estar tranquilo. Remus solamente siguió leyendo su texto de runas antiguas. Por que si Remus era experto en algo, era en evadir las cosas, esquivar lo que parece inevitable y fingir calma ante situaciones desesperantes.
Ese fin de semana leyó cinco libros de Runas Antiguas tratando de evadir el misterio de donde demonios estaba Sirius Black. Leyó en la sala, leyó en el jardín, leyó mientras James maldecía y Leyó mientras Peter buscaba, Leyó en la cena, en el almuerzo, en el desayuno y también leyó cuando todos dormían. Por que si algo era seguro, era que Remus John Lupin no pego una pestaña en todos esos días. Por que si dejaba de leer, se preocuparía y si se preocupaba… tendría que enfrentar la verdad. Y Remus no podía enfrentar esa vedad que estaba apareciendo en su garganta y su pecho. Así que mejor seguía leyendo. Si, leer sonaba como una buena idea.
Atravesó la puerta de la sala común y a esa altura ya podía oír. Oía las primeras notas de de aquel piano psicodélico y la batería. Durante los años que lo conocía, que a veces parecían una vida, Sirius había sido puro vicio musical. Por sobre todo los Rolling y su simpatía por lo satánico volvía a Sirius loco. Pero Remus nunca lo había identificado tanto con una canción como en ese mismo momento.
Tambaleándose entre los espacios de las camas buscando Merlín sabe que, con un cigarrillo de extraña procedencia en la boca, una botella de whisky de fuego en la mano y el inconfundible sonido de "The Doors" en el tocadiscos de al fondo. Alabama Song sonaba solamente para sirius esa noche, poniéndole banda sonora a su vida. Con ese ritmo juguetón y borracho que calzaba tan perfectamente con la escena que tenia frente a sus ojos.
Finalmente se agacha a duras penas y recoge un sombrero negro para completar su atuendo. Camisa abierta, corbata a medio amarrar y el sombrero negro de jazz como guinda de la torta. Mira a Remus por primera vez, sonríe y da una calada profunda a su cigarrillo.
- Bien, bien, bien… pero si es Remus John Lupin en persona.
- no te asombres tanto, la verdadera sorpresa del día es verte vivo. Peter se ha vuelto loco buscándote por todo hogwarts y la mitad del bosque prohibido
- eso es una novedad… Peter se adentro al bosque prohibido solo para encontrarme, ese muchacho esta mas chalado de lo que creía
Remus suspira y lo deja estar. Camina tratando de hacerse paso por el desorden que Sirius ha conseguido armar en tan solo unos minutos y llega a su cama. El olor a alcohol y sustancias ilícitas llena todo el lugar y probablemente tendrán suerte si no se cuela hasta el despacho de McGonagall.
Se enfrasca en su libro de runas otra vez pero Sirius decide que quiere ser notado y se sienta junto a Remus en su cama. Y Remus trata de no fijarse en su mirada penetrante llena de dobles intenciones. Trata de no ver sus abdominales bien formados. Trata de continuar leyendo. Trata, pero falla.
Sirius tiene atragantadas las palabras que quiere decir. Mueve los labios de vez en cuando formando una "o" a veces una "a", pero no salen sonidos de su boca, no sonidos coherentes por lo menos. Se lame los labios, baja la mirada y vuelve a buscar. Remus es el de las palabras, no él. La mitad de las palabras que salen de su boca son maldiciones o juramentos en contra de su madre. Finalmente se rinde y se hecha en la cama junto a Remus. Su cuerpo pegado contra el castaño y su aroma invadiendo todo su espacio personal. Remus se estremece y trata de controlar el sonrojo. Pero también falla.
-ibas a decirme algo -pregunta para salir del momento
-lo olvide
Y a Remus no puede importarle menos lo que Sirius tenga que decir, porque en esos momentos su cuerpo está demasiado cerca al de él. Sus muslos se chocan y la piel desnuda del torso de Sirius esta pegada al brazo de Remus. Y quiere mover el brazo, porque sabe que no debería estar disfrutando de ese contacto así. No debería disfrutar del ardiente calor que se extiende por su cuerpo solo por un inocente roce. Pero no puede evitarlo, y la piel se le pone de gallina y las letras del libro se mezclan. Pero no puede sacar el brazo. Sencillamente no puede.
Y Sirius no lo hace fácil. Bota el humo de su cigarrillo mientras contempla el techo y luego se pasa una mano por el sedoso cabello cerrando los ojos.
- ¿No vas a preguntarme donde he estado estos tres días?
Se lo piensa un momento, da vuelta la hoja y si, quiere ser cortante, quiere pretender que no le importa y que no se ha preocupado por él en los últimos tres días, quiere fingir, por lo menos fingir, que ha dormido como un lirón y que las runas antiguas son tan interesantes como ha hecho creer a James. Así que responde.
- No tienes que contarme nada que no quieras contarme. A diferencia de otros no me interesa la vida privada de otras gentes
Y a Sirius le hierve la sangre. Por que preferiría que Remus le moliera a golpes, que le gritara hasta la afonía, que lo castigara por un año antes de esta indiferencia.
- ¿Estás diciendo que mi vida no es lo suficientemente interesante para ti? ¿Es eso?
Sirius se para de la cama y se va hacia la suya propia. Remus levanta la mirada, coordina pensamientos, y cuando reacciona casi se le cae el libro de las manos… Sirius Black? ¿Haciendo Drama? Sirius "machito" Black… haciendo una escena? Debería reírse, estallar en carcajadas y morir ahí mismo por la falta de oxigeno, pero en vez de eso solo pregunta verdaderamente incrédulo:
- Sirius…Te encuentras bien?
Silencio y Sirius vuelve a sentarse en la cama de Remus con su cara de perro abandonado. Adóptame grita su mirada. Y a Remus le salta el impulso de rascarle detrás de las orejas, pero se contiene.
- No lo sé, Remus… La verdad no lo sé.
Sirius quiere sincerarse. Quiere hablar. Quiere contarle lo que siente, lo que piensa y lo que quiere, pero no sabe cómo, así que mejor calla. De todas formas, probablemente la peor persona para contarle todo eso sería Remus, ni siquiera él tiene claro lo que le pasa, solamente sabe que necesita… algo… y esa necesidad le está matando. Le asfixia. Le ahoga. Le quita el sueño y le viene en los momentos más inesperados. Cuando Remus sale del baño con la camisa a medio abrochar y las heridas al descubierto. Cuando Remus se sonroja porque el profesor ha felicitado su trabajo. Cuando se ríe de sus bromas y al mismo tiempo le censura con la mirada. Cuando hace calor en el jardín y Remus se suelta un poco, solo un poco, la bufanda y deja ver esa cicatriz rosada que va desde la punta de su barbilla hasta… hasta donde? Y Sirius se estremece y le invade esa necesidad. Esa… sensación. Que le estaba volviendo loco. Y que no sabe cómo afrontar. Como saciar.
- A donde fuiste, Sirius?
Remus pregunta con la preocupación latiéndole en todo el cuerpo. Se maldice porque realmente no lo había pensado. No se le había cruzado por la cabeza que algo importante estuviera pasando. Supuso que estaba durmiendo la borrachera en algún bar, enrollado entre un par de piernas largas o perdido en la mitad de la nada sin varita ni dinero, pero jamás creyó que Sirius estuviera… así. Sirius abre la boca para contestar, vuelve a batallar contra su vocabulario, pero no termina de hablar. En vez de eso esboza una media sonrisa como si nada pasara que no tranquiliza para nada a Remus y se tumba boca abajo en la cama con los brazos esturados y su brazo derecho choca contra el estomago de Remus.
- Auch!!- medio reclama, medio aúlla.
- Mierda, tu herida. Lo Lamento… como esta cicatrizando eso?
Y antes de que Remus pueda responder un "muy bien, gracias" Sirius ya ha metido su narizota donde no le invitan, ha abierto túnica y subido camisa para ver el gran rasguño en su estomago.
- Sirius!… qué demonios haces? -y no puede evitar sonrojarse como nunca en su vida. Por que Sirius esta mirando y rastrojando en su vientre. Le hace cosquillas sin intención a ratos, pero Remus no ríe. Trata de concentrarse en respirar y en hacer lo menos notorio su sonrojo y su falta de oxigeno.
- Viendo como va tu herida, que mas crees… demonios… esto no se ve nada bien, Remus. Te haz puesto en ungüento en la mañana y en la noche como dijo la enfermera?
- La mayoría de las veces…
- Es putamente increíble-declara Sirius levantándose y mirándole fugazmente con algo que parecería un regaño, si no fuera porque es Sirius Black y Sirius Black e incapaz de regañar a alguien en su vida. Con nada de delicadeza se levanta, tropieza y va en busca del dichoso ungüento. Vuelve en tres segundos y se acuesta de lado junto a Remus con la mano embetunada en aquella pasta semi transparente con olor a finas hierbas y la mete bajo la camisa
- Sirius puedo hacerlo yo…- Remus trata de coordinar palabras, pero es que no puede decir nada por que… Sirius, oh Dios Sirius!, Sirius esta moviendo su mano en la parte baja de su abdomen acariciando en círculos esparciendo y masajeando.
- Bueno al parecer es evidente que no puedes. Por que si en tres días no lo haz hecho es evidente que debes tener alguna clase de artritis en las manos de tanto sujetar esos libros tuyos.
- Si…Sirius… yo puedo…
Sirius le hace callar con un sonido y Remus obedece… de todas maneras no puede coordinar mas palabras, así que se deja hacer. Sirius hace círculos y esparce prolijamente la crema. A veces sube más de lo debido y otras también baja. Y la respiración de Remus es como la de un animal después de una carrera por su vida. Trata de controlarla, pero es demasiado difícil mantener la respiración en control cuando estas tratando de que no te venga una erección mas grande que la torre Eiffel cuando tu amigo te hecha un ungüento.
- ¿Duele?
Remus no sabe exactamente que es lo que siente en esos momentos. Algo parecido a excitación, vergüenza y pánico, pero definitivamente no es nada parecido al dolor. Pero su sentido común aparece nuevamente-gracias a Merlín- y logra asentir.
- No es justo que tu tengas estas heridas… a veces… a veces… me gustaría poder cargarlas yo.-arrastra las palabras, con la mirada ligeramente desenfocada por el alcohol y la conciencia en el techo por la marihuana. Casi no se da cuenta que lo dice, por que simplemente esta dando rienda suelta a su voz mental.
- Sirius…
A Remus se le va la respiración por completo y clava sus ojos en los de Sirius. Se miran por largo rato. Remus conmocionado y sin saber que decir y Sirius sin querer decir nada. Y por un segundo a Remus le pareció que Sirius se inclino un poco, medio centímetro mas cerca de sus labios, con la mano detenida en la parte baja de su abdomen y la lengua brillando a través de sus dientes. Pero fue una ilusión. Debió serlo. Por que al siguiente segundo Sirius estaba prendiendo un tabaco y abriendo la ventana
- No dejes que se infecte. Y por el amor de dios no olvides ponértelo en la noche.
- No lo haré-dice Remus. Recoge el frasco de entre las sábanas y lo tapa lentamente, mientras sueña con ese momento de ilusión.
Y James entra gritando, rezongando, maldiciendo a Sirius Black. Se lanza a su cuello para ahorcarlo, darle un buen coscorrón y abrazarlo. E inevitablemente Peter llega y exige la historia del fin de semana. Pero Sirius no pone la cara desolada de antes, sino que sonríe con arrogancia y aristocracia e inventa una historia que termina con él uniéndose a la legión extranjera. Y Remus escucha y rie de vez en cuando, pero no le discute, sabe que es todo mentira. Pero prefiere escuchar la mentira antes que la verdad. En el fondo Remus sabe que no quiere saber la verdad, no esta preparado para escucharla, ni la suya, ni la de él.
notas:
esto es lo que ha salido despues mucho rolling, mucho the doors, mucho bealtles y mucha mucha mas musica. bien musical. La estoy subiendo en la comunidad 30 vicios de LJ y pueden encontrarla en mi LJ tb (ver mi perfil. o busquenme por sihaya87)
besos
