hEY!! una amiga me convecio de subir mi nueva hisptria... OBIO termino COffee sweet, solo que me dijo que eestaba muy linda y que seria una linda provadita para mis FANS!! jajaja bueno si es que hay alguna por ahi..jajajaj no se crean me gusta pensar que tengo... dejenme saber sus comentarios.. para ver si quieren que le siga... tambien para preguntarle... la subo casa semana despues de terminar coffee o ples gustaria que estubiera a la par con la otra historia!!! dejenmelo saber¡¡!!! ajajajaja las amo. ojala las guste este edward es menos meloso pero mas tienro.
Ojos Perdidos
-¿seguro que no necesitas ayuda con nada más Edward?- pregunto Esme con preocupación en sus ojos.
-no tía, estoy bien… ya has hecho mucho por mi- dije con una sonrisa tratando de tranquilizarla.
Suspiro antes de sofocarme con otro de sus amables abrazos.
-no puedes simplemente pensar que te dejaría aquí solo sin ningún tipo de ayuda. Acabas de mudarte a esta casa Edward, eres nuevo en el vecindario, solo tienes 1 semana y no recuerdo haberte escuchado mencionar algún nuevo amigo- dijo mirándome aún alterada.
Me limite a rodar los ojos y negar con la cabeza soltando a la vez un par de risitas.
-me pude adaptar en el departamento por 2 años sin ayuda tía, creo que empezar un nuevo capitulo en una casa nueva no será problema- dije con voz suave.
Esme me miro escéptica antes de negar con la cabeza y darme un beso en la frente.
-lo se cariño, pero antes vivías en chicago, esto es Washington. Es muy diferente cambiar de casa a cambiar de casa incluido el estado- dijo mientras me daba suaves caricias en mis mechones sueltos, quitando la estorbosa capa de cabello de mis ojos. Me dio una tímida sonrisa antes de continuar- cualquier cosa que necesites sabes donde contactarnos. Tus primos encantados y te ayudan en algo sobre la cuidad, o si lo prefieres llama a Carlise, se por él que tus padres andan algo ajetreados con el caso Twiner-
Le sonreí- lo se, cuento con ustedes para lo que sea. Deberías irte ya, se esta poniendo oscuro y no quisiera que manejaras tan tarde. Tú no vives precisamente a unas cuadras de aquí- ambos nos reírnos. Después de unos minutos ella me dio un último beso en la mejilla antes de salir por la puerta.
Suspire de alivio, amo tener a mi familia cerca, solo odio que me traten como el pequeño bebe que no sabe cuidarse el solo. Hay momentos en los que olvidan que tratan con un joven de 22 años y no uno de 12.
Me dirigí con paso lento a la cocina, después de la mudanza de hoy necesito un vaso de agua. Desde la cocina pude apreciar lo bien que se ve la casa desde mi lugar. Había tenido suerte en encontrarla. Tenia todo lo que necesitaba; una cocina, un baño en el primer piso y 2 mas en los pisos de arriba, una chochera donde bien cabe el amor de mi vida… que puedo decir, amo mi volvo. Tengo 2 habitaciones y un saloncito en la parte de arriba donde por ahora es una biblioteca y donde reposa mi amado piano, mi sala era acogedora y mi comedor se conectaba a la cocina por medio de un desayunador.
Sonreí al ver mi casa de nuevo, de verdad tengo mucha suerte. Estuve a una hora de perder la casa. Recuerdo que la casa originalmente era para una joven pareja que había quedado con la señorita de bienes raíces a las 4:30, gracias a dios algo los distrajo tanto que cuando llegaron vieron como su casa era vendida a un muchacho de ojos verdes y cabello cobrizo con mirada culpable. La señorita de bienes alego que había quedado en una hora en específica con ellos y se retrasaron casi hora y media, era injusto que se le tomara preferencia a ellos que eran los irresponsables en vez de a posibles compradores que llevaban varias horas esperando a ver las ofertas de venta.
Termine mi pequeño viaje a "el pasado" con una sonrisa y me dispuse a hacer la cena.
Decidí no frustrarme tanto y preparar pasta; saque carne molida del refrigerador y me dispuse a hacer bolitas con ella. Tarde unos 20 minutos en tener todo listo, me serví una pequeña porción y lo demás lo guarde en el microondas. También decidí preparara algo de café, necesitaba mi mente clara para terminar con el trabajo que tenia pendiente.
Me senté en una de las sillas del desayunador y prendí la portátil para empezar mi larga noche. Pase las siguientes 3 horas estuve entre nuevos proyectos y escritos ya autorizados. Suspire de frustración, no tengo idea de porque mi jefe no me da escritos que valgan la pena evaluar. Los que considero buenos ya fueron aceptados y los otros era muy pésimos, sin contar la mala redacción y faltas ortográficas. Quien diría que ser editor fuera tan… desesperante.
Me levante de mi lugar para servirme una nueva tasa de café cuando escuche murmullos y conversaciones altas, parecían estar furiosos, como si se tratara de una turba molesta persiguiendo a Frankestein. Deje mi tasa en el desayunador y me dirigí a la puerta trasera de la casa. No tenía patio, pero si un lindo jardín que conectaba a un verde y frondoso bosque. Me acerque lo mas posible al bosque tratando de averiguar de donde provenía ese ruido y "que" causaba tanto alboroto.
Desgraciadamente no logre enfocar nada en concreto, resignado a esperar que la turba se calmara o se marchara, tome paso lento para regresar a mi trabajo cuando escuche un movimiento de arbustos detrás de mí. Me puse en guardia mientras giraba mi cuerpo y encaraba a lo que fuera que saliera del bosque.
Note como una pequeña cosa castaña salía disparada de los arbustos cercanos antes de caer a mis pies toda desparramada con sus brazos y piernas extendidas. Pasaron un par de segundos antes de que esa criatura alzara su pequeña cabeza y me mirara, en ese momento comprendí que aquella cosa era una niña. Era sin duda la niña mas linda que jamás había visto, su cabello chocolate estaba atado en una estropeada coleta y lo cubría un feo gorro gris dándole un aspecto decaído, sus ropas consistían en unos pantalones rasgados y una camiseta de "HOTTERS" desgastada y con agujeros, ambas prendas iban sucias y llenas de lodo al igual que sus zapatillas. Lo que más me encanto de ella era su rostro. Tenia los labios mas hermosos del mundo, de un color carmín y su labio superior un poco salido de balance, sus mejillas estaban cubierta por una linda tonalidad rosada, su nariz era perfecta y recta, sus ojos… dios eran los ojos mas grandes y expresivos del mundo cubiertos de una tonalidad chocolate al igual que sus cejas y pestañas. Era bellísima.
Me enfoque mejor en sus ojos y en ellos había miedo. Mi rostro se contorsiono, ¿acaso ella era la causante de todo el problema?, me acerque cautelosamente a ella pero su reacción fue ponerse de rodillas y arrastrarse hacia su lado izquierdo alejándose de mi.
-tranquila no voy a hacerte daño- dije suavemente para no asustarla. Ella me miro aun asustada pero no hizo acopio de moverse, parecía que entendía lo que decía y que no le haría daño alguno.
Me moví mas cerca mientras preguntaba tranquilamente-¿estas perdida?, ¿necesitas ayuda?-
Ella solo bajo su mirada avergonzada, negándose a responderme. Una vez estuve cerca de ella deje caerme de rodillas y ver su cara totalmente. Ella alzo sus ojos un momento antes de quedar atrapada ante mi mirada.
-¿Cómo te llamas?- pregunte con calma. Ella solo me miro y negó con la cabeza. No entendí su gesto, probablemente piensa que le hare daño sabiendo su nombre. Decidí tratar con algo diferente.
-¿no quieres decirme tú nombre pequeña?- volví a tratar.
Ella ahora me dio una respuesta-no se- dijo en un susurro con una dulce voz.
-¿Qué es lo que no sabes?-
-no se como me llamo- dijo avergonzada y mirándome tras sus hermosas y largas pestañas.
Eso me dejo perplejo. ¿No sabia su nombre?, acaso me estaría engañando… ella se oye muy honesta y no tiene síntomas de querer engañar con su comentario además de que no ganaba nada mintiéndome. Fue ahí cuando me di cuenta de algo que pase por alto mientras divagaba en su belleza, tenía un fuerte y horrible golpe en la cabeza. Me preocupe por un momento, si no se hacia algo con esa herida podría infectarse e incluso enfermarse gravemente. Acerque mi mano con vacilación a su rostro alejando en sedoso cabello de la chica para poder observar mejor la herida, su piel era muy suave y desprendía un ligero aroma a fresas y bosque.
-¿hace cuanto tienes esta herida?- pregunte afligido, su herida estaba morada y tenia tierra alrededor.
-mmm no lo se, hace una semana desperté en una carretera no muy lejos de aquí y cuando me toque la cara sentí que me dolía, creo que desde ese momento la tengo… o antes… la verdad es que no lo se- dijo claramente confundida.
La mire tiernamente, por eso no recordaba nada, seguramente algo ocurrió y el golpe que se dio le ocasiono amnesia. Eso explicaba muchas cosas, su ropa, el porque la perseguían… eso hizo clic en mi mente. Lo mas seguro era que hubiera robado para alimentarse y la cacharon en pleno acto. No podía permitir que semejante criatura fuera encerrada, lo más probable es que no le creyeran el que no sepa quien es. Baje mi mano de su cabeza y la estire en su dirección.
-vamos, debes tener hambre y creo que te gustaría un baño tibio ¿no?- le ofrecí.
Observe duda en su mirada. Seguramente la gente a quien ella intento pedirle ayuda se la negaron o le ocasionaron un feo episodio.
Intente mejorar su actitud- te prometo que no te hare daño, solo quiero ayudarte. Confía en mí- casi suplique con mi voz. Ella me miro por un segundo antes de tomar la mano que le daba y jalarla suave para ponerse de pie. Sonreí a su acción y la atraje mas a mí, con delicadeza pase mi brazo por sus hombros sin hacer contacto con todo mi cuerpo, no quería asustarla.
Caminamos silenciosamente hacia la casa. Al entrar pude ver como sus ojitos brillaban y trataban de ver todo al mismo tiempo. La guie rápidamente por las escaleras y nos encaminamos a mi habitación. La deje sentarse en una de mis sillas y me acerque al armario a sacar un poco de ropa para ella.
Gracias a dios tenia uno que otro short nuevo para entregarle, no sabía si tenía algo decente para que usara como ropa interior. Fue cuando recordé la maleta de Alice, ella olvido una de sus 8 maletas en el cuarto de huéspedes porque a Emmett le dio "flojera" meterlo al jep, alegando que ya no cabía ni una mas.
Me gire hacia ella mientras ponía el short y una de mis camisetas en la cama- no me tardo, solo iré a la habitación continua a buscar algo que necesitaras- ella solo me miro con confusión pero al final termino asintiendo.
Salí como alma que me lleva el diablo a la habitación de huéspedes y busque inmediatamente por la maleta de Alice. Casi doy brincos de felicidad cuando la encontré, la abrí lentamente mientras buscaba lo que necesitaba para la morena que estaba en mi habitación. Había un pequeña maletita que decía "privado" escondida entre una que otra ropa, la abrí y cerré rápidamente solo para verificar que tuviera lo que necesitaba, alcance a visualizar un sostén de encaje color turquesa con la etiqueta de Victoria's Secret. Sonreí victorioso y regrese con mi callada invitada.
Al entrar note como ella miraba todo con curiosidad, como si fuera la primera vez que ve una puerta o un baño o una cama. Me acerque con una sonrisa y le extendí la maletita.
-creo que con esto sabrás que hacer… si tienes alguna pregunta solo dímela…¿sabes que hacer con lo que te doy?- pregunte suavemente.
Ella miro por un segundo dentro de la maleta y luego la cerro rápidamente sonrojándose de un rojo profundo. Ella no me miraba pero asintió respondiendo a mi pregunta.
-muy bien, esa que vez ahí- dije señalando mi camisa blanca y los short negros que tome para ella- es la ropa que usaras a hoy, lamento no tener un pijama decente para que uses pero la pequeña duende solo tenia ropa para salir y zapatos… tuve suerte de encontrar esa maletita- dije dándole una sincera sonrisa.
Ella me devolvió la sonrisa algo tímida, logrando que se viera más hermosa de lo que ya era.
-gracias…-dijo con la voz algo sopesa.
-Edward… mucho gusto- dije divertido. Es verdad, nunca tuve tiempo para presentarme. Claro esta ella no tenia nombre pero creo que eso lo veremos después, la pobre seguramente quiere relajarse y olvidar este feo episodio.
-cuando termines de ducharte, ve a la cocina. Necesito curarte esa herida y mañana mismo iremos al medico, no creo que necesites suturas pero si quiero que te revise la cabeza y me de un diagnostico de tu estado- dije mientras acariciaba su mejilla gentilmente. Ella tomo un bello rosa pálido en su rostro y me miro tras sus pestañas. Sonreí deslumbrado y Salí del cuarto para darle privacidad.
Baje las escaleras rápidamente dirigiéndome a la cocina. Busque entre todas las medicinas que tenía una gaza, algodón, y algo de isodine para desinfectar la herida de la chica. Pensé por un momento en su situación… ¿habrá comido algo decente en la semana?, con ese pensamiento saque lo que quedaba de pasta del microondas y lo serví en un plato. Café no era una opción para que tomara, así que saque un poco de limonada y lo puse a un lado del plato de pasta.
Mire sin mucha atención la ventana que daba al extremo de donde estaba. Se oía una fuerte ventisca y seguramente llovería en cualquier minuto. Me puso alerta la idea de esa niña sola y lastimada en una tormenta sin nadie que vele o se preocupe por ella. Saque esos pensamientos de mi mente, yo me encargaría de protegerla, ella no podía tener más de 17 años y sentía que era mí deber cuidarla. Más que deber yo "quería" cuidarla, me sentía feliz el poder hacer algo por ella.
Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando escuche una pequeña voz llamándome.
-Edward…-dijo la niña de ojos chocolate.
Me gire y la visión que tenia enfrente era simplemente adorable. Mi camisa cubría casi por completo el short que usaba, sin contar que le quedaba un poco grande, pero a la vez se amoldaba a su escultural figura. Su cabello estaba mojado y se notaban suaves hondas que le llegaban hasta su espalda, iba descalza y con la piel brillando por las gotas de agua que aun escurrían de su cuerpo. Desprendía un hermoso olor floral, el mismo que sentí en el patio, solo que sin la esencia del bosque y mil veces mas potente.
-dime bonita- respondí deslumbrado.
-¿Qué hago ahora?- pregunto con timidez.
Recordé que debía curarla así que solo señale el sillón que estaba frente a mí, indicándole que debía sentarse. Ella me obedeció y se quedo esperando que yo fuera a su lado.
Me acerque con cuidado y me coloque al otro extremo del sofá. Comencé a limpiarle la herida con el mayor cuidado que pude. Ella hizo un par de caras raras pero no lloro ni grito por el contacto, al parecer era una chica fuerte, sonreí por ello… ella era admirable.
Una vez limpia la herida la conduje al desayunador y la senté frente al plato de pasta.
-come… seguramente mueres de hambre- dije calmadamente.
Ella miro arriba encontrándose con mi mirada con sus ojitos llenos de lágrimas. Sin ningún aviso, me abrazo por la cintura y escondió su cara en mi pecho. Escuche sus suaves sollozos y sentí como mi camisa se humedecía. Le devolví el abrazo y acaricie sus cabellos gentilmente, esta niña me causaba una ternura infinita.
-gracias…- dijo con voz entrecortada.
-aquí estoy pequeña, tranquila… yo te cuido de lo que sea… de ahora en adelante tu serás mi prioridad numero uno- susurre besando sus cabellos.
Alzo su cabeza lentamente de mi pecho y miro mi rostro.
-¿me lo prometes?- pregunto con sus ojos llenos de ilusión.
Solo pude darle una sonrisa besando su nariz- te lo prometo- dije con sinceridad.
Me dio una linda sonrisa antes de besar mi pecho y acurrucarse en el de nuevo. Estuvimos así unos cuantos minutos hasta que su estomago rugió. Ella se alejo avergonzada y susurro un "perdón" antes de empezar a comer con añico la pasta que le ofrecí.
Solté un par de risitas antes de besar su mejilla y continuar con mi trabajo en el portátil.
-dime pequeña… ¿Recuerdas algo en particular antes del golpe?- ya habían pasado un par de minutos desde que termino su cena, estaba felizmente viendo la televisión desde el desayunador tomándose un poco de leche.
Ella pareció pensar por un momento en lo que dije antes de fruncir el ceño y responderme-recuerdo… luces y música… llevaba- cerro los ojos y froto sus sienes- rosa… rosa… rosa.. Vestía rosa- murmuro casi inconsciente- era de noche y… unas luces fuertes, me dolían los ojos no quería ver las luces- bufo y dejo caer su cabeza en sus manos- y desperté con un dolor en la cabeza…-
Levante una mano y acaricie sus cabello para calmarla, esos pocos recuerdos le estaban tomando trabajo. Por lo que entendí estaba en un baile o una fiesta, y por el estado en la que estaba me atrevo a decir que tratando que un auto no la arrollara se golpeo la frente con la acera o en el concreto de una carretera.
-¿Sabes cuantos años tienes?- pregunte mirándola a los ojos.
Ella negó y escondió su mirada avergonzada.
-bueno… creo que no debes superar los 19…-sonreí- aunque me figuras mas una niña de 16 años a una joven adulta- ella se volvió a sonrojar y acaricie su mejilla para hacerla sentir querida- pero tienes una belleza que es imposible esconder y eso es peligroso para alguien como tú. Hoy te quedaras en mi casa y descansaras… mañana iremos con un amigo mío que trabaja aquí y hare que te revisen ese golpe- le informe, ella solo asintió y me dio una larga mirada.
-no debes preocuparte por nada, seguramente no te has encontrado con gente amable en tu camino pero prometo no hacerte daño… quiero tu bien estar ¿ok?- ella me dio una sonrisa e hizo algo que no esperaba.
Se lanzo a mis brazos, casi tirándome de la silla en donde estaba, y se sentó en mi regazo. Alzo su rostro al nivel del mío y estiro su cuello para darme un largo y húmedo beso en la mejilla, luego de unos segundos escondió su cara en mi pecho y suspiro feliz pasando sus brazos por mi torso y darme un ligero abrazo. Me sonroje pero rápidamente le devolví el abrazo sabiendo que en este momento necesitaba cariño, ella lo merecía después de la fea semana que paso.
-debes tener sueño- solté mi aliento en el cabello de la niña haciendo que se estremeciera ligeramente, ella asintió en mi pecho y se acurruco en el negándose a soltarme.
Reí suavecito y me levante con ella en brazos. Maniobre para dejar los platos en el lavabo y apagar la televisión con ella aún en mis brazos. Empecé a subir las escaleras mientras pensaba en lo que haría mañana. No tenía porque ir al trabajo si no he terminado de revisar todos los escritos, así que decidí tomarme el día para averiguar más de la dulce niña que llevo en brazos.
Al llegar a la habitación de huéspedes la deje con cuidado en suelo para poder prender la luz. No era la mejor habitación para una señorita pero servirá por el momento. Era de un lindo color azul marino con franjas blancas y doradas… lo se masculino, pero no me culpen si de hecho un masculino en cuestión vive en esa casa. La cama era grande y la habitación contaba con un pequeño armario que hacia juego con el tocador. El cuarto también tenia baño propio pero era muy pequeño, por eso Alice siempre usaba el de abajo, según ella disfrutaba mas el baño si era con una tina y burbujas con alguna sal "mágica".
Ella miro embelesada la cama por un momento antes de mirarme con sus grandes y bonitos ojos.
-¿Es mía?- pregunto suavemente. Yo me reí de ella y su tierna reacción.
-si pequeña toda tuya-
Ella me miro con un bonito brillo y salto en la cama riéndose a carcajadas. Yo me quede mirándola como tonto. De verdad era muy hermosa y mas cuando sonreía, ya sabia que era bonita aun y con toda la mugre en cima, pero verla así, tan efusiva y animada la hacia ver irreal. Me prometí a mi mismo que la haría reír mas seguido.
Destapo las sabanas con premuras y se acurruco en la cama hasta estar en una posición cómoda para ella. Me acerque con cuidado y me senté en la cama acariciando con cuidado su cabello.
-si necesitas algo estaré en la otra habitación. Trata de dormir tranquila, te necesito fresca y renovada para ir con el doctor- me acerque y bese su frente- duerme pequeña, mañana será otro día- ella me dio una gran sonrisa antes de cerrar esos pozos chocolates y dejarse llevar por una largo sueño.
Salí feliz de hacer podido ayudar a esa criatura, no se merecía el trato que la vida le estaba dando… por dios santo era solo una niña!!!.
Me encamine a mi habitación pensando en lo que ocurrió el día de hoy. Pero no me arrepentía de nada. Al llegar a mi cama me quite la camisa y cambie mis pantalones por unos más cómodos. Me avente en mi cama y deje que el sueño me ganara, como le dije a "mi" niña mañana seria otro día y quien sabe, tal vez las cosas mejoraran de ahora en adelante. Por alguna extraña razón dormí con la sensación de que ahora estaba pleno, completo; y eso me hizo posar una sonrisa en mis labios pensando que cierta curiosa castaña tenía que ver con ese cambio.
segun fabi esta muy corto pero yo no lo siento asi... bueno dejenme saber que les parecio y digarme chicas!!!!....
SE VA O SE QUEDA???? tomatasos y sugerencias se aceptan¡¡¡¡
