Título: Réquiem -la sala de los menesteres-
Pareja/personajes: Harry/Draco
Warnings: Ninguno…
Género: Gen / Pre-Slash
Clasificación: E for everyone
Disclaimer: Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling, Bloomsbury Publishing, Scholastic Inc. y AOL/Time Warner Inc.
Quizás los personajes estén un poco OOC, aunque intentaré que eso no suceda :)
Autora: Sui Felton (sui_tan)
Réquiem
-la sala de los menesteres-
Draco se encontraba de pie frente a una pared en el séptimo piso del castillo de Hogwarts, mirando fijamente el lugar en el que, si es que caminaba tres veces por el pasillo, aparecía una enorme y antigua puerta de metal. Pero no tenía el valor para hacerlo. El rubio suspiró y cerró los ojos por unos instantes mientras sacaba su varita, después se arrodilló y apuntó con ella hacia el suelo, inconsciente de que, a unos metros de él, Harry Potter lo observaba todo escondido debajo de una capa de invisibilidad.
―Orchideous… ―murmuró Draco con voz suave y un tanto ahogada. De su varita comenzaron a brotar algunas flores y éstas comenzaron a acomodarse hasta formar un pequeño arco. El Slytherin permaneció así por unos minutos y después bajó el rostro hasta que su frente quedó pegada en el frio pavimento ―. Debí haber sido un mejor amigo para ti. Lo lamento mucho, todo esto fue mi culpa.
Harry se llevó una mano a la boca y ahogó un jadeo al ver cómo el cuerpo de Malfoy comenzaba a temblar ligeramente. Su rival, ex rival ya que ahora el otro joven apenas y lo miraba, estaba llorando. El Gryffindor no supo qué hacer en ese momento y decidió que ya había invadido la privacidad del rubio lo suficiente, esto era demasiado íntimo como para que él siguiera viéndolo. Estaba mal.
Así, Potter hizo su camino con lentitud por el pasillo, sin embargo, su curiosidad pudo más y terminó volteando nuevamente cuando ya había llegado hasta la esquina. Malfoy seguía en el mismo lugar, sólo que ahora estaba otra vez de pie, pero sus labios se movían suavemente.
Harry movió suavemente su varita y murmuró un hechizo, casi de inmediato, la voz de Draco llegó nuevamente hasta él.
All things keep flowing,
In this world, there is no end.
Sleep, my beloved,
Your soul continues.
Draco estaba cantando. No, se corrigió, se estaba lamentando. Con ese pensamiento en mente, el Gryffindor decidió que lo mejor era retirarse. Aun así, Harry no pudo evitar preguntarse qué otras facetas de Malfoy desconocía, ya que esto, obviamente, le demostraba que no conocía al Slytherin en lo absoluto.
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