Prometo terminar mis otros fics. Deberás. Pero el día de hoy estaba demasiado inspirada cómo para pasar por alto, les traigo un nuevo fic y una nueva idea que me surgió durante todo el día (y probablemente durante el mes de agosto). Disfrútenlo.
Género: Alternative Universe
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen a mí. Le pertenecen a Masashi Kishimoto.
Breaking the habit.
-Capítulo 1-
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¿Cómo puedes ver en mis ojos como puertas abiertas?
Llevándote hasta mi núcleo donde me he convertido en una persona tan insensible. Sin alma mi espíritu está durmiendo en algún frío lugar-
Hasta que lo encuentras ahí y lo llevas de vuelta a casa.
Di mi nombre y sálvame de la oscuridad. Despiértame.
Ordena a mi sangre que corra. Sálvame de la nada en la que me he convertido
Ahora que sé lo que soy sin ti no puedes simplemente dejarme.
Respira en mí y hazme real tráeme a la vida
Congelada por dentro sin tu roce, sin tu amor querida.
Solo tu eres la vida entre la muerte
No puedo creer que no pude ver
Escondido en la oscuridad
Pero tú estabas enfrente de mí
Parece que he estado durmiendo por 1000 años
Tengo que abrir mis ojos a todo
Sin un pensamiento
Sin una voz
Sin alma
No me dejes morir aquí
Debe que haber algo mal
Tráeme a la vida
He estado viviendo una mentira.
No hay nada adentro.
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-Déjame en paz.
-No puedo dejarte ir, entiende que no puedo seguir si no es aquí y contigo ¿es tan difícil de entender?- le preguntó mientras la miraba a los ojos.
-No es eso- su voz sonaba nerviosa, muy poco común en ella- sino que sabes que esto no debe estar pasando ni hoy ni ahora, no en este mundo.
-¿De qué hablas? ¡No entiendo lo que dices!- su voz era agitada, la lluvia era tempestuosa.
-No podemos estar juntos, es lo que pasa y lo sabes….- bajo la mirada mientras trataba de esquivar esos ojos negros que tanto la ponían nerviosa – lo sabes ¿no?
-Prometo no dañarte, prometo no hacerlo- la empezó a agitar mientras comenzaba a gritarle -¡lo prometo!
-Siempre dices promesas pero jamás las cumples ¿Qué clase de hombre te dices ser?- le preguntó ella mientras le brotaban gruesas lágrimas.
"di mi nombre y sálvame de la oscuridad".
Confundido se despertó, y se quitó las sabanas de encima. Se toco la frente, en efecto, estaba sudando. Se miró al espejo y se dio cuenta de que había sido de nuevo un sueño, otro de esos sueños que lo venían atormentando desde hace un mes. Entrecerró los ojos mientras se volvía a incorporar a la cama, pero escuchó los fuertes toquidos ¿de quién? Era obvio qué eran de su hermano mayor.
De mala gana se levantó nuevamente de la cama y se encaminó a la puerta, y si, en efecto ahí estaba su hermano mayor. La diferencia de edades no era mucha, su hermano tenía 22 años mientras que él tenía 16 años. Su hermano rodó la mirada, él sabia lo que significaba eso: "una plática familiar entre su abuelo y ellos". Frunció el ceño, detestaba cuándo eso sucedía. De un portazo le cerró la puerta a su hermano y se fue directamente a la ducha, no tardo mucho, no era un hombre vanidoso, simplemente agarro la primera camisa que encontró y los primeros pantalones, le daba igual su vestimenta, a decir verdad todo le valía.
Comenzó a bajar las escaleras hacia la sala, pero mayor fue su sorpresa cuando vió a su primo mayor, a su hermano y a su abuelo reunidos ahí. Sintió un leve escalofrío, pero nada que no pudiera fingir, todo en él era fingimiento, si es que a eso se le podía llamar, ya que el era un ser totalmente inexpresivo.
-Sasuke- dijo su hermano – perdón por interrumpir tu sueño, pero esto era importante.
-Hmp- rodó la mirada mientras observaba a su alrededor.
-Hemos tomado una decisión- dijo su abuelo, su nombre era Madara.
Sasuke simplemente cerró los ojos, quiénes lo conocían sabían que eso significaba un "entiendo" o un "afirmativo", a decir verdad él era de pocas palabras y generalmente hablaba con un monosílabo o cuando estaba de buen humor decía más de una palabra y generalmente esas palabras eran frías y carentes de emociones.
-¿¡que acaso no te importa?!- dijo uno de los primos mayores, él se caracterizaba por ser muy hablador, sarcástico y el más cálido de todos ellos, su nombre era Shisui.
-Ya, déjalo así- interrumpió el hermano mayor de Sasuke "el genio", llamado Itachi.
-Bueno- dijo Madara- Es momento de que hagas tus maletas.
-¿otra vez?- Sasuke frunció el ceño, ya estaba arto de empacar cada 6 meses, ya tenía suficiente, cada año se mudaban o lo cambiaban de colegio, por ello no tenia amigos ni novia. Nada, simplemente no tenía nada.
-Vamos- dijo Shisui- vele el lado positivo.
Sasuke rodo los ojos, si había una persona que podía detestar de toda su familia era él, Shisui Uchiha.
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Vestía una playera de manga corta color negra, unos pantalones y unos converse negros. Se subió al coche y se quedó dormido.
Bajó del coche y finalmente llegó a su nueva escuela. Caminó algunos metros, era una escuela enorme, sí, sin duda la más grande a la que había asisto hasta ese momento. Bostezó un poco, y se dio cuenta que muchas chicas lo miraban –no era novedad- el ya estaba acostumbrado a que, siempre que llegaba a un nuevo colegio por lo menos, unas 10 chicas le preguntaban su facebook, su teléfono y su nombre, eso ya era de ley. ¿y el que les respondía? – no tengo teléfono, no tengo facebook y mi nombre no es importante- pero entre más decía eso, mas fansgirls atraía hacia el.
Sacó de su mochila su grupo, y lo anotó mentalmente en su cabeza – Salón 23- pero ahora el problema es que no sabia dónde se encontraba, sí bien la solución más coherente sería preguntarle a alguien, pero eso no aplicaba en Sasuke Uchiha.
Los pasillos eran largos, y por extraño que pareciera estaban solos. Miró su reloj y se dio cuenta de que ya estaba llegando tarde a su primera clase, y ya tenia de retraso media hora. Suspiro pesadamente, y se dio cuenta de que esa clase era de 2 horas, es decir de plano iba a perder esa clase.
Durante su recorrido por la escuela se dio cuenta de que por lo menos unas veinte chicas son le quitaban la mirada de encima. Se sintió acosado, con ganas de asesinar a cada una de esas chicas. Pero "milagrosamente" fue salvado de su deseo en cuanto vió un jardín en la parte contraria de donde estaba. Se podía divisar perfectamente, era un jardín grande y con arboles preciosos. Se encogió de hombros ¿Qué podía salir mal?.
Desde luego que ignoro a todas las chicas que se acercaron a él. La primera llegó y le dijo
-¡Hey! ¿Cómo te llamas?
Y el simplemente la ignoro olímpicamente y debía admitirlo, la chica no era para nada fea, al contrario.
La segunda chica llegó con un grupito de cinco amigas y todas en coro le dijeron
-¿eres nuevo? ¡¿Quién eres?!-
A lo que el simplemente rodo la mirada y las ignoro.
Y la tercera chica fue un poco más obsesionada, su cabello era de color rojo y usaba lentes llegó y le dijo:
-¡Hola! ¡Mi nombre es Karin? ¡¿Quién eres?!-
A lo que el la ignoró, pero ella lo siguió por lo menos durante los siguientes 15 minutos. El se hartó y terminó por decirle
-¿Qué quieres?
-Tú nombre
-Mi nombre es Sasuke ¿me puedes dejar solo por favor?
Por lo general eso era lo que hacía para sacarse a las chicas de encima.
Finalmente llegó al jardín. No importaba mucho si mataba clases, daba igual, ya había llegado tarde. Se sentó en una banca mientras se ponía los auriculares y se repetía mentalmente -Salón 23, salón 23-
De repente, sintió como una fuerte atracción a algo. No supo de momento que era, pero algo en él le decía que volteará. Finalmente hizo lo que sus instintos le pedían y observó a una chica, su cabello era azulado con un tono negro, pero no podía observar más ya que estaba de espaldas. Frunció el ceño, mientras se regañaba internamente por estar mirando a una chica. Pero algo en él le decía que tenía que ir hacia donde estaba ella. Apretó los puños enojado. Mientras tomaba la mochila. Se dijo mentalmente que no importaría mucho, ya que todas las chicas lo miraban a él y sin duda esa chica sería la excepción.
Pasó enfrente de ella (cosa que no hacia nunca) pero se dio cuenta de que la chica ni siquiera apartó la mirada de su libro. Pudo obsérvala mejor. Tenía un rostro muy bien definido, su piel era blanca y su pelo era azulado con un tono negro, pudo observar sus labios color rosa pálido. Y se quedó contemplándola por algunos segundos, no lo podía negar la chica era muy hermosa pero inmediatamente se sacó de su mente esa idea, Sasuke Uchiha no podía estarse fijando en mujeres y mucho menos en un Instituto. Finalmente la chica se levantó de su lugar y camino rumbo a los salones de clases, y ni siquiera observó a Sasuke.
-Hmp- Por lo regular, Sasuke nunca llamaba la atención, pero decidió hacer un leve sonido simulando tos para llamar la atención de esa chica. Ella simplemente volteó y ni siquiera se inmutó por observarlo más de un segundo.
Ella comenzó a caminar cómo si fuera una estrella. No agachaba la mirada y ni siquiera volteaba para atrás.
Sasuke quedó enfadado, ninguna chica lo había ignorado en su vida, ni siquiera a un pequeño ruido. Ni la más fea, ni la más hermosa de las mujeres que había conocido había hecho lo que esa chica. Apretó los puños y decidió seguirla.
-¡Hey!- gritó cuando vió que la chica misteriosa ya le estaba llevando ventaja en el caminar. La chica se volteo y por primera vez cruzaron miradas.
La mirada de ella era dulce y tenia una emoción que Sasuke no podía diferenciar, sus ojos eran color aperlado y tenia unas pestañas enormes.
Ella lo miró, sus ojos eran negros como la noche y estaban faltos de emociones. Ambos se miraron por un segundo que pareció eterno, o al menos eso pensaron ellos.
Inmediatamente la chica se volteó y siguió su caminar, Sasuke impaciente la tomó del hombro esperando a que ella dijera algo, no dijo nada.
-¿Sabes donde esta el salón 23?- preguntó el con cierta molestia
-Sí- respondió ella con un tono de voz dulce.
Sasuke frunció el ceño y se sintió abatido con esas palabras, le sorprendió saber que una chica pudiera decir algo tan dulce en una sola palabra, sin duda su voz era hermosa y tan sólo la chica había dicho una sola palabra, tan sólo una.
-¿Dónde esta?- preguntó Sasuke
-Yo voy en ese salón, sígueme- contestó ella con un leve rubor en las mejillas.
Sasuke sintió que a partir de ese día sería diferente, o por lo menos "divertido" no es que le importará pasar tiempo con mujeres pero ese día había iniciado muy diferente a lo que otros días habían sido.
