La mesera que servía en las mesas del establecimiento. Ya había visto a Garry entrar en el negocio múltiples de veces, por eso le había sorprendido que entrara con una pequeña niña.
Ella era muy tierna y mucho más el joven que le tomaba de la mano. Les tomó la orden y le entregó el pedido; una bandeja repleta de macarons.
—¡Que linda es tu hermanita! —mencionó la chica, al ver a Ib.
—No, ella no es mi hermana—denegó el chico.
Cuando iba a preguntar si eran primos. La habían llamado en otra mesa, al terminar con el pedido, su vista se posa en el cariñoso dúo.
Se veían como una dulce pareja de novios mientras se daban de comer al otro, aunque eso sea imposible. Rió levemente por lo tierna que era la escena. Más si la chica estaba seria y no sabía porque tenía que alimentar al mayor sino era por la felicidad que le ocasionaba eso.
"Debían ser unos primos muy unidos" Pensó la chica, al llamarla nuevamente para traer otro ración de Macarons.
Aprovechó la oportunidad y preguntó si eran primos. Garry volvió a contestar en negativa.
—¿Tío y sobrina? —la cabeza volvió a negar.
—No tenemos ninguna relación de sangre —respondió Ib.
Garry lo afirmó.
—¿No? —La mesera quedó sorprendida—Se ven tan tiernos, que parecía que su relación es de hace bastante años.
—Nos conocimos tan solo unos días.
La mesera quedó sin expresión. Garry no se percató, lo que sugería esas palabras.
—Ya le traigo el pedido—mencionó la chica, ya queriendo alejarse de ese par.
Dejo de morirse de la ternura y comenzó a marcar el número de la policía.
