Como siempre la pareja es JoeyXSeto, es decir Seto Uke, si no les gusta esta pareja favor de abstenerse de leer... A los demas que lo disfrute...
Disclaimer: Yu-Gi-Oh no es mío ¿para que nos hacemos?, solo tomó prestados sus personajes para entrenerme y que otros se entretengan ¿que mas recompenza?...
Capitulo 1. Sueños
Seto se levanto sudando, otra de esas malditas pesadillas, al principio eran formas borrosas e imagines difusas que lo dejaban con una extraña sensación de vació, pero cada día se estaban volviendo mas vividas y lo hacían levantarse con el corazón acelerado, sudado y con la razón confusa.
Maldito Faraón de pacotilla, después de tantos estúpidos cuentos de Egipto ahora tengo esos malditos sueños-
Ya que justamente eso era lo que soñaba nuestro querido Seto Kaiba, que se encontraba en Egipto, y siempre era el mismo sueño. El vestido como el alto sacerdote de Ra corriendo por los pasillos del palacio con una sombra persiguiéndole. Pero por más que intentara perder a la sombra o por más que tratara de esconderse siempre la sombra lo encontraba y lo atrapaba, era en ese justo momento en el que despertaba. La sombra tenía figura de hombre pero nunca podía distinguir sus facciones. Tampoco entendía por que lo perseguía o que es lo que quería, sin embargo al mismo tiempo que le daba terror el que le atrapara al sentir los brazos de su captor alrededor de su cintura algo lo hacia estremecerse y era eso justamente lo que mas asustaba y confundía a Seto.
Se levanto ese iba a ser un día como cualquier otro. Tendría que ir a la estúpida escuela, lo que no le agradada mucho, el ya sabia todo lo que le pudieran enseñar allí pero quería darle a su vida un toque de normalidad que no tenia, sobre todo por su hermano Mokuba, y era algo que a pesar de todo lo relajaba, al menos podía desquitar toda su frustración insultando a los idiotas de la pandilla de la carita feliz, sobre todo el perro faldero. Al menos eso lo relajaba y le daba la sensación de ser un adolescente normal peleando por trivialidades.
Como siempre llego a la escuela puntual, se metió en su salón sin siquiera dirigir la mirada a nadie. Se sentó en su pupitre, abrió su lap top y empezó con el trabajo del día, primero ver sus mensajes y reuniones del día y hacer su itinerario, eso era sencillo, primero las cosas que urgían, después las más importantes y si le quedaba tiempo hacer una nueva estrategia para mejorar sus juegos. Así era su vida entre el negocio, el juego de duelo de monstruo y su hermano no había nada mas que le interesaba y eso para el estaba bien, era la vida que le había tocado vivir y no se arrepentía de nada.
De repente su concentración se ve cortada por un ajetreo en la puerta, al alzar la vista se topa con un sudoroso rubio, con la ropa toda desarreglada y sin aliento pidiendo que le dejaran entrar a clases. El maestro solamente dio un suspiro y lo dejo entrar. Bueno, ya ni siquiera lo regañaban ya que eso era de todos los días.
Siguió con lo que estaba haciendo, apenas y ponía atención en las clases, nada de lo que hicieran o dijeran era nuevo para el, así que en verdad no tenia importancia si prestaba o no atención. Además, ningún maestro se atrevía a molestarlo por que ya sabían que el genio con una palabra suya podía hacer que no consiguieran otro trabajo en esta vida y quizás en la que seguía.
Cuando dio el timbre del almuerzo se levanto de su asiento y se dirigió hacia la puerta con paso calmado, el jamás se apuraba o corría siempre era correcto y pulcro cual debía ser su imagen, una imagen que debía mantener para el mundo y sobre todo por su hermanito, se decía a si mismo que el era la imagen a seguir de Mokuba y por ningún motivo quería manchar esa imagen.
Estaba por cruzar la puerta cuando de la nada siente que pasa un huracán por su lado y hace que se tambalee y por poco caiga de narices contra el piso, pero antes de darse cuenta lo levantan por la cintura y lo ponen nuevamente de pie y se ve frente a frente con el rubio que empezó a disculparse.
Lo siento no te….- Y se quedo la frase a medias al ver a quien era a quien casi tira y había levantado.
Quita tus manos de mí- Le ordena Kaiba con voz fría.
¡Oye ¿que te pasa? Ya dije que lo siento, ¡al menos agradece que evite que te cayeras!-
No tengo que agradecerte nada. En primer lugar tu eres el idiota que casi me tira y en segundo lugar no te lo repetiré una vez mas, quítame tus manos de encima-
Joey no se había dado cuenta que todavía tenia sujeto a Kaiba de la cintura y al darse cuenta lo suelta inmediatamente y se pone rojo de la vergüenza.
Hazte a un lado, perro y déjame pasar-
Joey se mueve pero no se queda con la boca callada.
Ya te dije que lo sentía maldito engreído, al menos trata de ser amable.
Seto lo voltea a ver de reojo y vuelve su vista al frente para seguir caminando hacia el comedor diciéndole sus últimas palabras.
Yo no tengo por ser amables con sabandijas como tu.
Esto molesto mucho al rubio y quería ir a matar a Kaiba pero sus amigos se percatan de sus intenciones y entre todos lo detiene, claro que el rubio no deja de proferir maldiciones y tratar de quitarse a sus amigos de encima para ir a darle a Kaiba un buen golpe. Pero después de un rato y de escuchar los concejos de sus amigos, desiste y se va a comer muy alegre con ellos.
Pero Seto no supo porque pero su corazón latía fuertemente dentro de su pecho, ¿Por qué el solo toque del perro hacia que su corazón latiera tan fuerte? ¿Qué demonios le pasaba? Pero decidió respirar hondo y hacer como que nada paso.
El problema sucedió esa misma noche cuando de nuevo se encontró en su sueño corriendo lejos de esa sombra que lo acosaba, cuando de repente la sombra lo alcanza y lo acorrala contra una pared. Cierra sus ojos fuertemente, siente su corazón casi saliendo de su pecho y siente una respiración muy cerca de su cara.
Cuando abre sus ojos ve los ojos de su atacante y siente que deja de respirar al verse reflejado en unos ojos del color del chocolate pero llenos de un oscuro sentimiento, algo salvaje y fiero que hacia que se le erizaba el vello. Y ve la cara de su agresor y se sorprende al descubrir que es la cara del perro, solo que era más moreno y estaba llena de cicatrices que le daban un aspecto salvaje y temible, con el cabello rubio suelto, largo y revuelto. Seto juraría que tenia la apariencia de un león salvaje. Por las ropas, Seto pudo deducir que tenía una posición en el ejército del faraón y a juzgar por los adornos era una importante. El rubio tomo sus muñecas y las golpeo contra la pared atenazándolas fuertemente con sus manos. Seto sentía la presión sobre sus muñecas, el maldito tenía una fuerza increíble, y sin estar prevenido el otro le planto un beso salvaje y posesivo. Seto no sabia que hacer, nunca le había pasado eso, nunca había besado a nadie y el otro le estaba robando su primer beso y luego se sorprendió al sentir una lengua invadir su boca y sintió sus piernas temblar y doblarse. Después de que el rubio lo soltó este cayo de rodillas tratando de recuperar su aliento pero sus mejillas estaban rojas de la vergüenza y el coraje por el ultraje que había sido victima, pero no sabia que decirle, si el mismo no entendía que acababa de pasar o por que.
El rubio solo le dijo:
Eres mió, no lo olvides Sacerdote.
Y se fue dejando a un Seto sonrojado, furioso, confundido y asombrado.
Después de eso Seto despertó todavía con su pulso acelerado por el beso que había recibido y también sonrojado de la vergüenza por lo que había soñado. Jamás había soñado algo así, por que demonios tenia que soñar que era besado por el perro, que demonios le pasaba a su cabeza. Y con esa idea en la cabeza ya no pudo reconciliar el sueño.
Por la mañana estaba de muy mal humor y el ver al perro, no fue lo mejor que pudo haber pasado, lo mira con odio y rencor por que por su culpa no pudo dormir en toda la noche y por que con alguien tenia que desquitarse. Y para mala suerte del rubio ese tenia que ser el y siendo el causante, aun sin saberlo, del mal humor del castaño pues le iba a ir peor.
Así que el castaño no dejo de burlarse de la mediocridad del rubio y de presumir su posición y su cerebro, cosa que al rubio le repateaba en las tripas. Para el rubio era humillante el trato recibido por el castaño y lo que mas le molestaba era que se creyera tanto, cuando el sabia que Yugi era mejor jugador de duelo de monstruo que el y ya le había ganado varias veces. Además de que aun con todo su dinero jamás seria alguien al que el admirara, ya que a pesar de ser todo un genio, para el rubio como ser humano le hacia falta mucho, entre ellos le faltaba humildad, bondad y gentileza, cosas que Yugi tenia en demasía, cosa que tampoco era buena, ni tanto que queme al santo ni tanto que no lo alumbre, ya que por ser tan bueno, la gente se aprovechaba de el y los que pagaban las consecuencias eran sus amigos ya que tenían que ayudarlo a salir de todos los líos en los que se metía, aunque en honor a la verdad, hasta para salir de sus líos era bueno y pues con ayuda de Yami que era mas desconfiado y astuto pues eso era pan comido.
Ese día fue demasiado estresante para Joey y pues lo que más le molestaba es que a pesar de todos los insultos que le hiciera a Kaiba jamás le ganaba una, Kaiba era mejor jugador de duelo, más inteligente, más alto, más guapo, más popular y más rico. Como se iba a defender si lo único que él tenía como propiedad era su bicicleta y sus cartas de duelo. No tenía argumentos para defenderse de los insultos del castaño, solo los propios defectos del castaño que era lo que usaba para contraatacar. Pero le dolía que no era mejor en nada, y las palabras del CEO se clavaban en su cabeza, ya que eran verdad, el no era nada y al paso que iba no iba a llegar a ningún lado. Tenía a su padre, que era alcohólico, lo que ganaba se lo gastaba en alcohol, por lo cual el tenia que traer dinero a casa para poder mal comer y mal vivir, que era para lo que les alcanzaba y pues eso no lo iba a ventilar en la escuela, ya suficiente se burlaba Kaiba de el. Pero al paso que iban iba a tener que trabajar día y noche para poder ahorrar para ir a la universidad, aunque si tenía algunos ahorritos, no era suficiente y pues con su promedio dudaba ganar una beca. Que contrariedad, tenía que trabajar para poder seguir yendo a la escuela y comer, pero por trabajar no podía estudiar o hacer algunas de sus tareas por lo que no podía aspirar a tener beca, lo que significaba que iba a tener que trabajar mas para poder hacerlo. ¿Por qué la vida tenia que ser tan complicada? Si el tuviera lo que tiene Kaiba, no andaría con la cara de señor amargado todo el día y seria mas caritativo, aunque no podía negar que Kaiba se dedicaba a muchas labores altruistas. No importa cuantas veces Joey le llamara "Señor Frió" "Amargado sin corazón" u otro apodo refiriéndose a su frió comportamiento, sabía que en el fondo tenía buen corazón ya que jamás dejaba que les pasara nada malo y protegía a su hermano aun arriesgando su propia vida, lo que les demostraba a todos que tenía un gran corazón y aunque dijera a gritos que lo detestaba, sabía que el fondo le caía bien y le hubiera gustado ser su amigo. Si sus mundos no fueran tan diferentes como la noche y el día, quizás si hubieran podido ser buenos amigos, quien sabe quizás todavía pudieran llegar a ser buenos amigos. Y con todo esto en su cabeza, Joey se dirigió a su trabajo. Y con todo esto en su cabeza, Joey dio un suspiro, no podía evitar pensar en Kaiba, ¿Por qué el maldito siempre estaba en sus pensamientos? ¿Porque lo tenía que tratar peor que a basura? Y sin embargo y pese a todos no podía evitar sentir admiración por su fortaleza e inteligencia, ni siquiera podía hacer que le cayera mal. Al menos al pelear con el se le olvidaban los problemas de su vida y se sentía tranquilo. Y así siguió meditando hasta que llego a su trabajo en la panadería.
Para mala suerte de Seto esa noche volvió a soñar con el perro, pero esta vez fue algo más ardiente. Seto estaba en el templo de Ra haciendo alguna clase de ritual a la hora del ocaso y cuando anocheció se preparo para irse cuando de la nada sale el bastardo y lo toma de la cintura y lo sienta en la mesa de ofrendas posicionándose en medio de sus piernas. Sujetando sus manos fuertemente lo empieza a besar, Seto se resiste y lo quiere empujar pero por la posición en la que esta lo único que logra es un roce entre sus cuerpos haciendo que el rubio se excite y sin querer se empieza a excitar el, por lo que se detiene. Pero el rubio no piensa en detenerse y continúa con el roce, besándolo apasionadamente, y entonces invade la boca del castaño provocándole sensaciones nunca antes sentidas y deja de forcejear para saborear la boca del rubio. El rubio al darse cuenta de esto suelta sus manos que caen como si no tuvieran vida a un lado del castaño y empieza a subirle la túnica al Sacerdote arrancando gemidos de placer, por las caricias recibidas en sus muslos y piernas, que se evidenciaban en medio del beso en el cual y apenas se separan para tomar algo de aire. Cuando Seto piensa que ya no puede mas el rubio deja de jugar con el, se separa del castaño, se voltea y se va. Diciéndole tan solo:
Eres mío-
Dejando aun castaño con la respiración entrecortada, excitado y lleno de confusión y furia.
Cuando el castaño despierta se enfurece por el trato recibido y con él mismo por que a pesar de ser un sueño no podía negar la reacción de su cuerpo que se evidenciaba con la notoria protuberancia en medio de sus piernas. No lo podía creer, casi lo violaban y con su cooperación. Maldito bastardo de pacotilla como podía hacer reaccionar así a su cuerpo y sus malditas hormonas no ayudaban en nada a la situación. Era vergonzoso verlo por la mañana y pensar en las cosas que esas manos y esa boca le hacían a su cuerpo y mas vergonzoso era para el, la reacción que tenía su cuerpo que reaccionaba a la mas mínima caricia queriendo dejar de forcejear y dejarse vencer por el placer que sentía en cada fibra de su cuerpo por el trato recibido, claro que para su parte racional eso era una traición, ya que él no quería que le hicieran eso. Además que siempre estaba el molesto sonrojo que pasaba por su cara cada vez que el rubio lo veía o cuando lo tenía muy cerca, el cual requería todo su esfuerzo y autocontrol para desaparecer y evitar que los demás notaran esa reacción suya.
Por lo que ese día tampoco pudo dormir y volvió a molestar a Joey durante todo el día para vengarse en cierta forma del trato recibido durante el sueño y para sentir que él tenia el control. Pero esa noche volvió a soñar lo mismo, que el cachorro lo seguía lo apresaba con una pared y empezaba a restregar su cuerpo con el suyo que deslizaba sus manos ansiosas por debajo de su túnica tocando cada centímetro de piel del castaño y sacándole aun en su contra gemidos de placer por el trato recibido. Le mordía y besaba el cuello mientras las manos del rubio viajaban hasta el miembro despierto de Seto, este al sentir esa mano jugando con su sexo no pudo evitar gemir sonoramente y se empezó a dejar hacer, claro que él no le correspondía pero no hacía nada para evitar las caricias recibidas y como siempre cuando ya estaba bastante excitado el rubio abandono su cuerpo, lo beso salvajemente y se fue sin decir palabra, dejando al castaño de nuevo excitado y molesto, molesto al mismo tiempo por lo que le hacía y lo que le dejaba de hacer, claro que el prefería creer que era por lo que le hacían y por que cada vez que soñaba eso, sentía un oscuro deseo de saber que pasaría si se dejaba hacer. Se volvió a levantar asustado consigo mismo por el pensamiento que acaba de cruzar por su mente y por el dolor en su miembro duro. Se levanto y se dirigió al baño para terminar esa molestia y encontrar algo que hacer mientras amanecía. Al día siguiente decidió ignorarlo ya que eran tres noches seguidas sin dormir y ya no tenía ánimos de dirigirle siquiera la palabra. Por lo que ese día paso tranquilo lo cual fue increíble para todos por que no había día en que esos dos no discutieran. Pero para Joey fue algo monótono y vació ya que en verdad, le agradaba discutir con Kaiba, al menos así podía sacarse toda la frustración que tenía en su vida.
Esa noche Seto, tuvo una noche tranquila y sin sueño alguno y se dio cuenta que siempre que molestaba al rubio tenía esos sueños que lo frustraban y lo molestaban. Por el contrario cuando apenas se dignaba a dirigirle la palabra ni siquiera tenía sueño alguno. Por lo que, para comprobar su teoría decidió ignorar al rubio al siguiente día y así dejar de sentir esas sensaciones extrañas que le causaban esos sueños. Esa misma noche tuvo una noche tranquila para su sorpresa, así que opto por hacer como que el rubio no existía y terminar con esos sueños de una vez por todas. Lo que no contaba era con que Joey no dejaría que lo ignoraran tan fácilmente.
NOTA: Estare esperando sus reviews por que la cantidad de reviews es inversamente proporcional a la cantidad de tiempo que me tarde en continuarlo (Traduccion: Entre menos reviews haya mas tiempo me tardare en terminarlo) Ya que necesito que me alienten a seguir escribiendo ya que sus reviews es todo lo que gano y ¿quien trabaja gratis?
Besos
Sol
