Los personajes pertenecen a J.K Rowling.
Esto lo hago por diversión . . .~

– Harry/Draco –

"Un acto de justicia permite cerrar un capítulo; un acto de venganza escribe uno nuevo..."

La guerra había terminado, pero había acabado con muchos seres queridos para unos y para otros: Fred, Lupin, Tonks, Sirius...Algunos muy queridos y otros conocidos por algunos, pero aun así, llorarían su muerte como desde hace 19 años, en el aniversario de cuando se acabo la dichosa guerra que se llevo a cabo en la que ahora es una nueva Hogwarts reconstruida con el esfuerzo y cariño de muchas personas.

Las casas de la escuela Hogwarts, seguían siendo las mismas: Griffindor, Hufflepuf, Slytherin y Ravenclaw. Los alumnos seguían siendo seleccionados en su primer año a una de las cuatro casas de la escuela por el sombrero seleccionador y así hasta que salían de la escuela para adentrarse en el mundo mágico. Y justo en el primer día de escuela, los niños comienzan sus clases mientras que los padres se asquean por tener que volver a lidiar con problemas y más problemas en el ministerio.

Harry Potter, nuevo Auror en el ministerio de magia y el mejor de su promoción, había sido llamado ante Kingsley para el ofrecimiento de otro caso, seguramente menos importante que el anterior. Harry entonces no sabía lo que le depararía esa mañana en el ministerio hasta que Kingsley abriera la boca. Con paso lento y tranquilo pese a que aun no había mucha gente a esas horas de la mañana, se vio entretenido por los curiosos artilugios que habían servido de mensajería, llego sin darse cuenta al despacho de Kingsley en el que seguramente le estaría esperando. Dio dos toques a la puerta de roble macizo que se elevaba en lo alto del pasillo para después ver que se abrió lentamente con sigilo, sin chirriar pues lo habrían estado manteniendo sin demora.

-¿Sr...?-Harry entro en el despacho de Kingsley pero este no respondía a su voz. Harry extrañado entro lentamente en el despacho pues algo parecía no traerle buena espina, la puerta abierta y Kingsley no estaba adentro, pero lo que vio le sorprendió bastante. El despacho estaba desordenado, los papeles habían sido tirados al suelo, los cajones fuera de su sitio, las plantas tiradas al suelo y con la tierra fuera de la maceta, pero ¿Qué habría pasado? Decidió que era mejor salir del despacho no váyase que en su primer día de trabajo lo echaran sin pasar por el cobro del último caso...Aunque al no haber encontrado a Kingsley en el despacho y viendo el desastre que había, no le extrañaría que un caso caótico hubiera empezado el día.

No se lo iba a plantear por mucho más tiempo, en cuanto volvió para averiguar que había pasado en el despacho de Kingsley, Harry suspiraba por qué no hubiera pasado nada grave, comenzó hasta orar algunas palabras del padre nuestro, pero en cuanto llego a la puerta, vio a varios aurores merodeando dentro y fuera del despacho. De cualquier modo esto se pasaba de castaño oscuro.
-¡Harry!-Cuando se iba dando la vuelta para volver a su despacho, Harry escucho la voz de ni mucho menos que la de Neville Longbottom.
-¡Neville! Hombre, cuánto tiempo ¿Qué haces aquí?-Mirando a todos lados vio a Neville con un gesto poco agradable, seguramente por lo que había sucedido con Kingsley.
-¿Sabes lo que ha pasado?-A Harry aquello le pillo por sorpresa, pensaba que sabría lo que paso.
-Al parecer han arremetido en el despacho de Kingsley, pero no han encontrado señal de Kingsley por lo que puedo ver...-Suspirando nuevamente miro a Neville que llevaba encima una túnica ajustada con tonos escarlata- ¿de dónde vienes Neville?-Pregunto de nuevo al ver a su amigo en esas ropas.
- Oh...ah...-Se sacudió un poco de tierra de su túnica, se sonrojo-...Lo siento tengo prisa...pero venía de ver a un herbólogo que trabajaba en Nepal con arboles anti gravedad ¿Te acuerdas Harry? –Dijo con un tono de rencor, ¿Neville con rencor? Quizás le hubiera sonado así, pero Neville era más inocente que un niño con su primer juguete-No lo malinterpretes Harry, pero descuido de lo que pueda ocurrir ahora con Kingsley, quizás si hubiera una persona que lo hubiera visto antes o ayer que te pudiera responder donde está Kingsley, sería genial.
-Tienes razón...Iré a ver que han descubierto los Aurores...si ves algo extraño comunícamelo-Miro a Neville con una sonrisa afable a la que Neville se despidió de él con la mano mientras se alejaba de la escena del "crimen".

Tras estar varias horas pensando en que hacer, su caso había empezado de verdad. Había averiguado que Kingsley había tenido una pelea con un conocido y que habían acabado así, de todas maneras había desaparecido, sin dejar apenas ningún rastro en el que pudiera seguir la pista de donde esta Kingsley. Ya daban las doce de la noche cuando en su despacho ya no podía seguir con más papeleo que había venido de repente, esto era de locos. Primero, el encuentro de Ginny que pensaba que volvía para hacer las paces, pero en realidad venia para devolverle el anillo de compromiso que Harry con tanto esmero había decidido buscar para que le gustara...y encima largarse en un Ferrari con Blaise Zabini hacia dios supiera donde, al menos su amigo Ronald Weasley le apoyaba al igual que Hermione de los cuales no sabía nada desde que fue a la boda entre ambos.

Ya tiene 20 años, no tiene nada "serio" que nadie sepa y más estresado que nunca. Todo se arremolinaba en su interior pidiendo una respuesta que no llegaba, era desquiciante algunas veces que se había pensado en cruzar el otro lado. No tenía ninguna cosa que ya le atara, bueno, tenía la amistad de Ron y Hermione, y quizás de toda la gente que le apoya. Era medianoche y aun le quedaba por hacer. Decidió recoger todo y meterlo en su portapapeles, procurando que no se dejaba ningún documento fuera de su lugar, pero en cuanto lo tenía todo listo, salía por la puerta de su despacho hasta que una venda se le cruzo delante de los ojos, siendo atada a su nuca para que se mantuviera ahí.

Harry intento zafarse de unos brazos que lo sujetaban con fuerza, se quería zafar de esos brazos pero lo siguiente que sintió fue que lo tiraron contra el suelo de su oficina ¿El por qué lo sabía? No hace muy poco, un compañero había derramado parte de su te de hierbabuena a la moqueta y del cual el olor nunca saldría. Tenía la nariz pegada al olor de la hierbabuena, se dio cuenta de que tenía las manos atadas a la espalda y lo siguiente que escucho, fue la puerta cerrarse de golpe.

-¿¡Quién hay ahí!?-Suspirando casi jadeando estaba aun contra el suelo, pero no recibía ninguna respuesta a su pregunta, volvió a hacer la misma pregunta pero después de que pudiera hacer nada, fue puesto boca arriba sobre el suelo y enseguida noto como unos labios desconocidos rozaban sus labios en un apasionado beso. Al principio Harry fue el que era más reticente a los besos del desconocido, pero poco a poco le fue sabiendo a gloria, a algo prohibido y deseado durante mucho tiempo. Sentía que quería deslizar sus manos por el rostro de quien fuera su acosador, pero con las manos atadas le era imposible, sintió como además le dejaban con las ganas de mas y finalmente como golpeándole en la cabeza dejándolo inconsciente en la moqueta manchada de hierbabuena.