Les doy la bienvenida a un nuevo fic. Si, se que ya tengo muchas historias, pero, preferí compartir esta pequeña introducción de la nueva idea que tengo y no quise dejar de compartir. Espero que me dejen saber como ven la manera en que se contara y el ambiente que tendrá. Y para mis lectores que siempre me siguen en mis historias aquí esta mi Twitter: /Patriot_1171 alli habra noticias sobre mis fics y donde podamos tener un contacto mas cercano n.n
Digimon no me pertenece, ni su historia y personajes esto es por puro hobbie.
Sin más por decir.
Bonne lecture.
COURAGE
Período I
Estamos en tiempos de guerra. No hay lugar en donde los vientos anuncien tranquilidad, en donde los pajarillos canten por las mañanas sin temor, estamos en tiempos difíciles. Mi nombre es Taichi Yagami, un joven de veinte años, con cabello color castaño y revoltoso. Mi oficio es ser mercenario, el mayor tiempo estoy asaltando las ciudades fronterizas del reino de Dac'on, uno de los tres grandes reinos del norte. Ellos me han inducido ha llevar esta vida, son mis forjadores y yo algún día les devolveré el favor. Si, hace ya varias lunas y soles yo era un joven campesino, mi vida era tranquila y familiar, hasta que la guerra se desato. Los tres reinos del norte, Assyum, Rindel y Dac'on, se unieron para someter a los pueblos libres del sur, una alianza que nos ha llevado por años a vivir con miedo. Ya van siete largo años desde su primer ataque, y para desgracia mi antiguo pueblo fue uno de los afectados. Pero eso es algo que no pienso recordar. Lo que importa es el hoy, y el siguiente objetivo. La ciudad de Miradow.
Voy a caballo junto a otros cuarenta hombres, todos sucios, apestosos, mal encarados y ruines. Vamos por el camino real como si no importara nada. Nuestra misión es asaltar la ciudad y tomar algunos prisioneros, y aunque no seamos muchos, tenemos un plan.
- Piert.—Me llamo por mi apodo uno de mis colegas, el que conozco como Ralster, líder de nosotros. Ese sujeto si que era de cuidado, y siempre he pensado en tenerlo como aliado. Nunca imaginaria estar del lado del enemigo si lo hiciera enojar.- Adelántate con Izzy para explorar el camino, y si no habrá inconvenientes.
- ¿Acaso temes toparte con algún soldado de Dac'on?.- Ralster me miro molesto con su único ojo bueno. El sujeto lo había perdido hace un par de semanas en una luchar contra los ya mencionados soldados. No era bueno recordarle ese momento a mi colega, pero, no podía evitar fastidiarlo.- Venga Izzy, adelantémonos.
Un muchacho pelirrojo, un años menor que yo, se acerco montado en su caballo y se poso al lado mío. Su nombre era Izzy, su apellido no me interesaba. Lo recogimos hace ya un par de meses en un pueblo que había sido atacado por la armada de Dac'on. El como vivió a una matanza, eso no lo se, solo sabia que eso le dio un lugar entre nosotros.
Cabalgamos unos cuantos metros más allá de donde nuestros colegas se quedaron. Al estar ya tan cerca de la ciudad era factible que nos pudiéramos encontrar con algún batallón del reino. Por salimos del camino y anduvimos entre los árboles del bosque que rodeaba el camino de tierra marcado. Ya estábamos muy avanzados y no hubo señales enemigas por lo que me aventure a continuar.
- Piert.- La voz de Izzy temblor al nombrarme, ¿acaso no podía ocultar ser el novato?.- Ya estamos muy lejos, no creo que sea bueno seguir avanzando.
- No temas, si pasa algo yo te defenderé.- Si es que no pongo mi vida en peligro.- Además estamos ocultos tras estos árboles de tronco grueso. No nos verán.
- Bien.-
Seguimos andando hasta que de entre los árboles pude divisar las murallas que protegían la ciudad de Miradow. Pero no solo eso pude observar, unos destellos ardientes y nubes negras también rodeaban la ciudad. Nos acercamos más, aun con las quejas del pelirrojo, y pude ver mejor lo que sucedía. La ciudad estaba siendo atacada, una gran masa de gente, si de gente ya que no podían ser nombrados soldados, entraba por la gran puerta. De alguna manera lograron penetrar aquella muralla y ahora la ciudad estaba siendo tomada. Hombres a caballo con semi-armaduras, espadas cortas, banderines en lanzas largas y hasta una que otra mujer, eran las fuerzas que ocupaban la ciudad y sometían a sus ciudadanos. Por una parte sonreí al ver tal suceso, ya que mi odio a los reinos no tenía comparación, pero, por otro lado sabía que esto no era bueno para el negocio. Ralster al momento en que se entere de esto, si que se molestara y conociéndolo no nos ira nada bien.
- Ahora si hay que volver.- Giro mi caballo y emprendí el viaje de vuelta.
- Espérame.- Izzy imito mi movimiento y me siguió desde atrás.
Cabalgamos a todo galope, tenia que dar la noticia cuanto antes. Nos tomo un tiempo en regresar con nuestros colegas. Ralster se nos acerco apenas nos vio llegar. Le conté lo que vimos y como lo había imaginado, se molesto. Y era obvio, teníamos más de tres semanas sin hacer un saqueo como se manda. Muchas de la culpa la tenía la resistencia, que en estos últimos meses había estado muy movilizada.
- Maldita resistencia.- El hombre calvo y corpulento con cicatrices en todo su cuerpo, pateo una roca que tenía a sus pies. Varios de los colegas no ocultaron en su rostro temor, en cambio yo solo sonreía.- Ese maldito de Kido, y su "ejercito". Siempre estropeando mis planes.
El tal Kido era uno de los líderes de la resistencia. Formo un numeroso "ejercito" con todos los pueblos libres del suroeste para poder hacerle frente a la armada de los reinos, pero jamás podría contra el enorme poder de aquellas tropas. Si bien el había conformado la mayor resistencia en todo el sur, esa era su única ventaja. Superioridad numérica. Yo estoy seguro que ese factor se le acabara en algún momento. Por eso y otras cosas, yo no me uní a tal inútil movimiento. Yo tengo mi manera de luchar, y todos temerán cuando consiga mi objetivo.
- ¿Qué es lo que haremos ahora?.- pregunto uno de mis colegas.
- Regresemos y tomemos el camino a Condur.- Ralster se subió a su caballo, un pura sangre de pelaje negro, uno que le había robado a un terrateniente de un poblado que asaltamos hace un mes.
- ¿A Condur?.- Izzy cuestiono la decisión de Ralster, e incluso yo tenia mis dudas ante la decisión de ir a tal asqueroso lugar.
- Tenemos que ir en busca de un colega.-
El rostro de nuestro líder se torno obscuro y siniestro, algo tenia planeado y yo esperaba que fuese acorde al mío. Ir a Condur, ciudad de los mercenarios, era un camino que solo se tomaba para huir ó buscar gente podrida que se uniera a tu gente. Y así nos fuimos todos, dejando una nube negra al fondo que cada vez se elevaba más al cielo.
