Era una tranquila tarde en el reino Champiñón. En una casa que lucía bastante cómoda, dos hermanos muy queridos por los habitantes se miraban mutuamente. Había tanto silencio en ese lugar que hasta se podía escuchar la respiración de cada uno.
...
-Estoy harto-Dijo el menor de los hermanos sin dejar de mirar a el fontanero que tenía en frente.
-Yo también me aburro...- Respondió el hermano mayor.
-No me refiero a eso- Murmuró el delgado y alto bigotón mientras se tiraba boca abajo en el sofá.- ¡Quiero una princesa!-Gritaba mientras pataleaba como un niño pequeño. Miró a su hermano con una mirada que realmente te puede llegar a sentir lastima- Es injusto que tú tengas a la princesa Peach y yo quede solito…
-Ay Dios...-Suspiró su hermano fontanero-Luigi, salvar a alguien no es algo fácil, es una responsabilidad de vida o muerte, ¿Entiendes? No puedes decir "Quiero una princesa" y que ella aparezca al frente tuyo.
En ese momento tocaron la puerta.
-¡ES MI PRINCESA!- Gritó Luigi entusiasmado para después abrir de golpe la puerta. Era Toad, uno de los sirvientes de la princesa del reino Champiñón, Peach.
-Esto...- Murmuró el pequeño Toad.- T-Traigo noticias importan...
-Tch.-Dijo secamente Luigi mientras cerraba la puerta. Caminó lentamente y se quedo sentado es un rincón.
¡Pobre Toad! Ni alcanzó a decir completa la frase. Luigi ya había cerrado la puerta en sus narices. El bigotón hermano mayor tuvo que abrir la puerta.
-M-Mario...-Murmuró Toad un poco asustado por si le cerraban la puerta nuevamente.
-¿Qué sucede?- Preguntó Mario con serenidad.
-Raptaron a la princesa.
-Otra vez...- Murmuró Luigi en su rincón.
-Shhh- Le dijo Mario a su hermano. Se dio vuelta para ver a Toad.- Iré a buscarla- Respondió sonriendo.
-G-Gracias...
Mario miró por última vez a su hermano, dio un suspiro y se despidió.-Bueno hermano, yo me voy.
-¡NO!- Le gritó Luigi mientras se aferraba a la pierna derecha de su hermano mayor.-no, no, no, no, no y NO!- Aun que lo único que ganó fue un empujón de su hermano.
-Después encontrarás a tu princesa- Le dijo mientras lo alejaba de él.
En ese momento, Toad se acercó a ellos-¿Princesa...?
-¡Elemental, mi querido Toad!- Respondió Luigi mientras le daba unas pequeñas palmadas en el hombro al sirviente. Pero éste no dijo nada, quedó con una mirada pensativa, haciendo que ambos hermanos le miraran con curiosidad.
-¿Qué pasa, Toad?- Se atrevió a preguntar Mario.
-¿Ah? Ah... es solo que la princesa conoce a una... "amiga"... que está atrapada en una torre del reino Sarasaland... si no recuerdo mal, Kamek la encerró- Respondió Toad.
Luigi se escondió detrás de su hermano mayor-¿K-Kamek?- preguntó con una voz temblorosa.
-Si... se llamaba... Daisy... creo...
-¿¡Qué Kamek se llamaba Daisy!?- Gritó Luigi asustado. Siguiente parada para él: el suelo. Mario lo golpeó en la cabeza y él se tiró al suelo para rodar-Awawawawah...
-Se refiere a la princesa, idiota.- Murmuró Mario.-Como sea, acompáñame, Toad- Ignoró con orgullo a su hermano.
Cerraron la puerta. Luigi estaba solo. Se ganó a un rincón, mirando la puerta.
-Con que Daisy, ¿eh?- Se susurró a si mismo con una pequeña sonrisa.
...
¿¡QUÉ ESTOY PENSANDO!?- Gritó mientras se daba pequeños golpes en la cabeza, se fue del rincón y empezó a andar en círculos por toda la habitación- A ver... Kamek es un mago que me secuestro cuando yo era bebé... aun recuerdo eso... pero, ¿Acaso no tiene otra cosa más que hacer? Apuesto que si voy a esa torre habrán fantasmas, ¡Malos fantasmas! Es más, seguro que está embrujada... además, no sé cómo es esa tal Princesa... con solo pensar que puedo morir en esa torre, no puedo ni salir de la puerta...
Quedó quieto, pensando…
-No me queda otra- Murmuró. Con una gran sonrisa y seguridad, abrió la puerta, listo para ir en busca de "su" princesa.
Waah! Hola ^-^ Éste es mi primer fanfic, y en realidad, no dudé en hacerlo de mi pareja favorita de toda la vida, LuigiXDaisy.
¿Podrá Luigi pasar la torre "embrujada" para encontrar a una princesa qué no conoce?
Kyu, ¡Espero que os guste, y después subiré el otro capítulo!
Hasta luego~