.
:
-*El inicio de un sueño.*-
.
Ante los ojos atónitos de las Sailor Stars Ligths, Serena estaba perdiendo, eso no podía ser verdad, pero cuando la espada en la que se había convertido la luz de la esperanza se rompió, también se quebró su fe.
-¡Hasta aquí llegaste!
Sailor Galaxia exclamo, mientras hundía su espada en el corazón de Serena, ambas estaban con alas desplegadas en el aire, por eso, cuando la rubia comenzó a caer desde el cielo, cojeando por sus propias heridas, Fighter corrió como si la vida le fuera en ello, Serena cayo en sus brazos, rodando ambas en el suelo.
-No- gimió la pelinegra, mientras con una de sus manos trataba de detener la hemorragia.
-Me queda muy poco tiempo- le susurro Serena- perdóname, Fighter, por no ser más fuerte.
-No hables, tranquila- musito con lágrimas.
Maker y Healer, aunque llorando, encararon a Galaxia, aunque sabían que, si esta atacaba, no tendrían oportunidad. Pero al parecer esta última, solo esperaba a que Serena muriera para proclamarse la soberana del universo.
-Perdóname, por no poder corresponderte, eres una maravillosa persona, seguro en otra vida, sin duda, te elegiría a ti.
-Tranquila.
-Solo quería que lo supieras.
-Guarda fuerzas, ya no hables, vas a estar bien.
-Si, todos estarán bien, prométeme que harás de este mundo un lugar mejor, no sé porque- Serena tosió un poco escupiendo sangre de su boca- pero creo que esto es algo que solo tú podras hacer.
El cuerpo de Serena brillo, convirtiéndose en pura energía, envolviendo a Fighter, envolviéndolo todo, pronto dejo de sentirla en sus brazos, el grito de Fighter cimbro el lugar, y después, el mundo entero.
:.
.:
Seis años pasaron.
Una hermosa mujer de ojos zafiros se encontraba saltando entre los escombros de la ciudad de Tokio.
-Te atraparemos ladrona, y veras lo que te haremos.
Un grupo de pandilleros mal encarados, y con mirada lasciva la perseguían, todos portaban palos y cuchillos.
Fighter apretaba con uno de sus brazos su preciada carga, en su espalda tenía un arco, podía usar alguna flecha, pero no deseaba desperdiciarla en esos idiotas. Además de que estaba por llegar a su destino: La torre de Tokio, o lo que quedaba de ella. Maldijo por lo bajo que semejantes personas fueran también las que hubiera salvado Serena.
"Dar su vida por personas así, es increíble".
En su último aliento de vida, Serena Tsukino regreso las semillas estelares, regresando a la vida a todos, y restándole poder a Sailor Galaxia en el proceso, pero al parecer, ese hecho había afectado a las Sailors, ninguna tenía poderes ya. Fighter ya no pudo convertirse en Seiya desde aquella vez. Pero por lo menos guardaba algo de agilidad de Senshi.
"Oh, si tuviera mi laser, les patearía el trasero a todos ellos".
De pronto, una lluvia de piedras cayo desde las ventanas rotas, Fighter de un salto llego al otro lado de la barrera de púas, les saco la lengua a todos los tipos, mientras estos eran acribillados por piedras, pero viendo los de arriba que eso no sería suficiente para alejarlos, les mandaron una pequeña bomba, eso si los hizo huir.
-Y todo por un pato- dijo Yaten mirando el botín de Fighter.
Curiosamente, el y Taiki si podían cambiar de forma a su gusto. La pelinegra murmuro una grosería bajito, mientras se quitaba el polvo de su ropa, unos shorts negros, una blusa de manga larga café, y unas botas altas negras, ya no era una adolescente era toda una mujer en sus veintes.
-Pero a Mamá Ikuko se le antojo- se defendió Fighter.
-Como sea- declaro Taiki.
-Era una de mis bombas, así que pido la mitad de la pechuga.
Los tres voltearon a mirar ceñudos a Haruka.
-Quiten esa cara, si no es por mí, esos no se hubieran ido.
Ikuko apareció tras ella.
-No peleen, mejor iré a cocinar esto, quedara perfecto con las verduras que cultivamos .
La vida en ese tiempo había dado muchos giros, ahora la familia de Serena estaba con ellos, Haruka había terminado su relación con Michiru, Rei junto a su abuelo también se encontraban en el lugar, y Lita; ellas habían tenido diferencias también con las demás.
En la torre de Tokio albergaban a cualquier persona que aceptara sus reglas, era una pequeña comunidad, habían creado huertos colgantes en la parte más alta, y también tenían gallinas, el encargado de la granja era Sammy, quien tenía un crush con Fighter, esta última por supuesto ni en cuenta, pero claro, como no iba a pasar aquello, era hermosa, y siempre andaba tras Sammy cuando no tenía ocupaciones, le gustaba que le contara todo lo que recordara de Serena, porque ella no la había olvidado. A su madre no le preguntaba mucho, porque cada vez que eso pasó , simplemente la hacía llorar, y se sentía fatal hacer llorar a la madre del amor de tu vida.
-Deberíamos celebrar tu cumpleaños- le dijo Fighter a Sammy- ¿es hoy no?
Los dos se encontraban en los gallineros, tenían diez gallinas, y no se las comían porque no era fácil que pudieran crecer, el ambiente aún estaba contaminado por la batalla, como una especie de radiación que impedía la vida.
-Si, hoy cumplo la mayoría de edad, soy un hombre- contesto con las mejillas sonrojadas.
Ikuko veía la escena en silencio, mientras sacaba los huevos y los ponía en una canasta, sabía que sentía su hijo, y le daba pena que el fantasma de su hija, estuviera en el corazón de la persona que amaba, porque al final, se enteraron que había sido la poderosa Sailor Moon, y que dio su vida para darles una nueva oportunidad a todos.
-Ya veo- declaro Fighter guiñándole un ojo- Les diré a los demás, ¡esta noche hay fiesta!
:.
.:
:.
Ami caminaba con Michiru en los fríos pasillos de un edificio, ambas iban uniformadas de blanco, cual militares, llevaban una caja de metal, en Odaiba, una isla artificial en la bahía de Tokio, llegaron a un enorme salón, donde las esperaban Kakkyu y Darién, estos últimos tenían ya una relación.
-¿Por qué nos hemos reunido?- pregunto Darién molesto- Tuve que cancelar una reunión con Neherenia, espero sea importante, estamos por tener un gran avance para la reconstrucción del país.
El reino de Neherenia había tenido daño colateral por la batalla contra el Caos, y ahora se habían instalado también en Japón, había llevado con ella el cristal dorado que guardaba Helios, el joven murió, producto de la tristeza al saber que Rini ya no existiría.
-Créanos Comandante, esto es importante, y puede servir mucho más que el frio cristal dorado, que según sabemos, ya no posee poder, creemos que al morir Serena, también se llevó parte de su esencia- respondió Michiru.
-Y por eso- continuo Ami- esto es más importante.
Dejo la caja de metal en medio de la enorme mesa redonda donde estaban todos sentados. Y cuando la abrió, vieron algo que hace mucho no veían: tres fragmentos del Cristal de Plata, titilando, cual estrella.
- ¿Cómo es posible? - pregunto Kakkyu, porque claro que sabía que los tenían, ella misma encontró uno hace meses, pero ya no habían brillado desde entonces, y ahora era como verlos revivir.
-No sabemos, pero según nos reporta Mina desde Londres, extraños sucesos han comenzado, Hotaru desde Finlandia ha visto lo mismo, cosas sobrenaturales han empezado a suceder, y no solo es el creciente poder de Sailor Galaxia, es algo más.
- ¿De qué cosas sobrenaturales estamos hablando? - cuestiono Darién.
-Demonios- respondió Ami con preocupación- no como los payasos que combatíamos en nuestra juventud, son seres en verdad oscuros, uno casi mata a Hotaru.
-Neherenia tiene que saber esto- declaro Darién- podría ayudarnos.
-Ciertamente necesitaremos toda la ayuda posible- dijo Michiru como mirando el viento llegar por la ventana.
-Pero no podemos ir con ellas, no serviría de nada, ya no tenemos los mismos ideales- dijo Kakkyu con tristeza.
-No, yo no quería decir eso- continuo Michiru con las mejillas rojas- pero creo que debemos estar preparadas- y saco su espejo, lo único mágico que servía ahora- tiene años que no muestra nada, pero esta mañana, la imagen borrosa de unos ojos grises, cual plata me han mirado, eran tristes.
-Ahora más que nunca debemos buscar los otros cristales- propuso Ami- a lo mejor lo que nos indican estos que poseemos, es una señal de que necesita ser completado el cristal de plata, y así podremos reactivar la energía en el planeta, y realizar la reconstrucción a gran escala.
Todos estuvieron de acuerdo.
:.
.:
:.
Era una fiesta no muy elaborada, pero en verdad que necesitaban alegría, eso sí, Lita hizo con los huevos una especia de pastel, porque se las tuvo que arreglar sin leche, pero era bastante aceptable, todos los habitantes de la Torre de Tokio se reunieron en uno de los enormes salones que esta poseía, era un lugar con grandes ventanales, y dado que carecían de electricidad, adornaron con faroles y velas, mismas que fabricaban Rei y un comité, en las afueras, la negra noche hacia brillar las estrellas.
- ¡Canten la canción de cumpleaños! - pidieron algunas chicas a Taiki y Yaten, porque hacía mucho que Fighter no lo hacía, pero, aun así, Sammy la miro esperanzado.
-No tienes qué hacerlo si no quieres- la apoyo Ikuko.
-Sera un placer cantarle a su hijo- respondió Fighter.
Y así los tres cantaron la canción de cumpleaños para Sammy, rodeado por Haruka que también había encontrado a una nueva persona que cuidar después de Serena, y canto Rei y Lita, todos cantaron, y entre bromas y risas, Fighter empujo a Sammy cuando mordió el pastel, después todos comieron muy alegres.
Viéndolo rodeado de tantas personas, la pelinegra se alejó un poco del barullo, no es que le molestara, era un poco melancólica después de todo, pero ahora estaba mucho mejor, antes hubiera sido impensable para ella celebrar una fiesta.
-Hace tanto que no brillan de esa forma- murmuro Fighter recargándose en una columna, mirando con sus hermosos zafiros al cielo.
Haruka se encontraba a su lado con una copa de vino.
-Que cursi eres.
-Y tú que alcohólica, recuerda que Setsuna no tarda en regresar, seguro que te regaña al verte así.
Pero también era obvio que la rubia bebiera, recientemente se había cumplido un año más de la muerte de Serena, nadie lo menciono, pero todos los que la conocieron lo tenían presente.
-Solo he tomado tres copas, no es como si…
Pero no termino la frase, casi se cae, la copa logro atraparla Rei.
-Creo que mejor la llevare a su cuarto- le dijo a Fighter.
-Si eso me parece bien.
Vio como Rei, y ahora Lita se iban por una de las puertas, Sammy reía al lado de una chica que le hacía bromas obscenas, pero de vez en cuando lanzaba miradas imploradoras a Fighter para que lo salvara. Ella solo movió la cabeza divertida. Mamá Ikuko se encargaba de hacer de anfitriona, ofreciendo a quien quisiera, un pedacito del pato que la pelinegra cazo.
De pronto, sintió una opresión en el cuerpo, y por un instante, sintió que sus senos habían desaparecido, pero solo fue un segundo. Se llevo las manos al pecho contrariada.
-Debería irme a descansar- murmuro para sí.
Ya estaba por darse la vuelta, pero un brillo en el cielo la hizo dudar.
Era una estrella fugaz.
No.
Era más que eso.
El brillo cayo no muy lejos de ahí.
Sin decirle a nadie, y viendo que todos estaban entretenidos por la fiesta, decidió ir a investigar.
Cubierta por la oscuridad., salto en cada construcción que se imponía en su camino.
Tenía un presentimiento.
"Serena"
Pronto llego al lugar, humo salía de una especie de cráter, bajo de un salto al suelo.
"Serena", ese pensamiento la inundo en todo el camino, porque después de todo, Fighter aun tenía esperanza.
Y sí.
Efectivamente, encontró una persona dormida en medio de aquel enorme cráter.
De largo cabello color plata.
Pero no era lo que esperaba, era un muchacho, era fácil saberlo pues estaba desnudo.
-Que demonios- siseo.
…
Continuara.
Pues bien, no me pregunten de como va esto, es mi fic mas arriesgado en cuanto a trama, porque no tengo ni la mas minima idea de que ira pasando, recién hoy lo decidi, me dejare llevar cual hoja al viento, y aunque la idea esta loca, espero les agrade. Tengan en cuenta que tengo que terminarlo para el 30 de abril de este año! No me abandones, y acepto tomatazos!
