Presentación y notas extrañas del autor

Antes que nada me presento, soy el teniente Hikaru Ichijo y me estoy estrenando en la saga de Haruhi Suzumiya, esta es mi primera historia en esta sección, pero de antemano ofrezco disculpas por las otras historias que no he terminado, no crean que las he abandonado, tengo los capítulos escritos por lo menos de dos de ellas (punto sin retorno y el conjuro de Suzi) pero que no me han gustado y les he hecho modificaciones al grado de casi perder la perspectiva central de la historia, pero puedo adelantarles que no tardaré en subir un nuevo capítulo para punto sin retorno, ya que escribir esta historia me abrió un poco más la inspiración y darle el formato final al de punto sin retorno, que por cierto les invito a leer en la sección de Robotech/Macross. (También el conjuro de Suzi en la sección de Zacht bell)

Sin más preámbulos les dejó con esta historia que espero les guste, siendo una idea libre sobre el volumen 4 "La desaparición de Haruhi Suzumiya"

Los personajes no me pertenecen, solo lo hago por admiración y diversión

Teniente Hikaru Ichijo

Yuki Nagato no es un alien

1

Instituto Norte, tres de la tarde, una semana después de inicio de clases, club de literatura, yo encima de una chica de cabello lacio de color gris y mirada penetrante aunque con el rostro sonrojado y sus lentes a un lado de ella rotos ¿Cómo demonios llegué a esta situación?

Días antes de ese suceso me encontraba en mi cama esperando que llegara a despertarme mi latosa hermana, era el día del inicio de cursos y vería en que grupo me había tocado, aún recuerdo esos momentos en la secundaria cuando conocí a Suzumiya Haruhi, ¡vaya chica tan loca! Pero aunque me hizo mucho la vida de cuadritos con sus locuras sobre seres de otros mundos, viajeros en el tiempo y personas con superpoderes me quedaron gratos recuerdos y ahora voy a vivir más tranquilo al no tenerla de nuevo como compañera; Shamisen, un gato que me encontré en la calle cuando era aún un cachorro y que se encontraba encima de mis cobijas, se movió de manera intranquila y levantó de forma rápida su cabeza, en ese momento entró la niña haciendo un gran escandalo

-¡Kyon! ¡Eso no se vale! Ya sabes que tengo que levantarte siempre como es mi obligación de buena hermana

Miré a mi hermana sin decirle nada, salí de la cama y me dirigí al baño mientras la niña se llevaba a Shami, quien trataba de zafarse de su asfixiante abrazo.

Después de terminar mi desayuno, pasé a lavarme los dientes y luego tomé mis cosas que puse en la canastilla de la bicicleta que se encontraba a un lado de las escaleras, todo esto lo hice de manera furtiva para que no me viera mi hermana y gritara a todo pulmón "¡Que te vaya bien Kyon!" sin evitar que todo mundo volteara ante mi ridículo apodo, luego de pedalear un buen rato llegué a la estación del tren de la colina, parqueé mi bicicleta en uno de los lugares designados de la estación, tomé mis cosas y procedí a caminar rumbo a mi nueva escuela, el Instituto Norte, ésta era la tercera ocasión que venía a esta escuela, la primera fue cuando vine a realizar el examen de admisión, procuré que Haruhi no supiera a que escuela tenía intención de entrar, aunque esa vez ella tuvo un cuadro gripal que la dejó fuera una semana y yo pudiera estudiar tranquilo para el examen; la segunda fue cuando vine a ver los resultados, esa vez ella tuvo que ir a la capital con su familia pero me amenazó si no le decía cual escuela había escogido, naturalmente no le dije y en mi mente construí una escena diciéndole "bye, bye Haruhi, bienvenida tranquila vida de estudiante".

Ya había notado la escuela que se encontraba a un lado de la estación, la Academia Kouyouen, una escuela de alto prestigio, se sabe que a ella no solo van la mayoría de los chicos inteligentes de la prefectura sino que también van los hijos de familias adineradas, algo imposible para mí y mi familia, pero aunque soy un buen estudiante, no podría alcanzar el promedio necesario para poder entrar a esa escuela, suspirando pasé a un lado de la entrada y miré a los chicos que entraban a esa escuela, los chicos llevaban un traje tipo gakuran y las chicas un blazer, ambos de color negro, los hacían verse muy elegantes y distinguidos, en cambio mi escuela, nosotros con saco azul y las chicas con uniforme de marinera, ¿acaso el director era un pervertido que gustaba ver a las chicas vestidas así?

Por estar adentrado en mis pensamientos, no me había dado cuenta que se me hacía tarde para la ceremonia de bienvenida a los de nuevo ingreso, vi mi reloj y di vuelta de forma brusca golpeando a una chica, ambos caímos, eso provocó que los demás se comenzaran a reunir a nuestro alrededor, varias voces se escuchaban y ninguna era para ayudarnos

-¿Quién es él?

-¡¿Cómo te atreves a agredir a una de nuestra compañeras?

-¡no es de aquí! Es de otra escuela

-¡de seguro es un delincuente!

-¡llamen a vigilancia!

Cuando escuché esa última frase, me incorporé como pude y eché a correr colina arriba, no paré hasta que llegué a la puerta principal, los demás alumnos que entraban se quedaban mirándome de forma extraña y no era para menos, estaba sofocado y sudando a mares, porque en el transcurso de mi carrera, pensé en la chica que había golpeado, su cara, a pesar que solo la vi de reojo, se me hizo bastante conocida y solo pude pensar que ella era la mismísima Haruhi, aunque después deseché esa idea o de otra manera tendría que idear una forma para que no nos crucemos.

Antes de ir a la pizarra donde estaban pegados los grupos a los que habían sido asignados los alumnos de nuevo ingreso, me dirigí al baño, tenía que lavarme la cara pues el sudor ya se me había secado y sentía el desagradable sabor salino en la boca, después de haber realizado la operación de limpieza, me hice un recordatorio para evitar usar mi pañuelo por lo menos este día, tome mis cosas y me dirigí a ver cuál grupo me tocaba.

Después de revisar las listas de la pizarra, ya estaba en el salón, grupo 1-5 de siete de nuevo ingreso, eso significa que mi examen estuvo fatal pues se supone que los primeros grupos se forman con los mejores promedios, bueno, eso creo, pero no importa, por lo que vi en el grupo en el que estoy no hay nadie de la escuela del Este

-¡hola Kyon!

Esa voz se me hizo conocida

-¡Kunikida!

-¿pensaste que ibas a estar solo en este instituto?

-¿Kyon? Pero que nombre tan ridículo

Por un momento pensé en golpear a ese tipo que se encontraba detrás de Kunikida pero él le explicó

-todos le llamábamos de esa manera por su hermana, tanto así que ahora no recuerdo su nombre

El chico se me acercó y dándome su mano se presentó

-¡Me llamo Taniguchi! Perdona por lo anterior

-¡no te preocupes! Mi nombre es…

Ya no me dio tiempo de presentarme, pues por los altoparlantes nos habían llamado para reunirnos en el gimnasio de la escuela, así que en esta escuela llevaré de nuevo la maldición de llamarme Kyon.

La siguiente hora fue totalmente aburrida gracias al discurso del director, del cual, por cierto, no supe de que trató; realmente estaba bostezando muy seguido, ¡tenía que hacer algo! Y fue en ese momento que la vi, al voltear a ver a mi alrededor pude observar a una chica un poco menuda, quien seguía con detalle el abstracto discurso del director, sus ojos eran muy oscuros, semejaban un hoyo negro que podía engullirte si te les quedabas viendo bastante tiempo, su cabello, de un peculiar color gris le daba un aspecto un tanto inocente, de seguro es muy tímida, pues abrazaba con fuerza un libro, lo noté por los nudillos que estaban blancos ante tanta presión que estaba ejerciendo, por cierto, ella es muy blanca como si fuera nieve, y sus facciones son muy finas, parece princesa, lo único malo son sus lentes, no van de acuerdo con ella, le hacen ocultar su atractivo. De repente volteó de súbito hacia mí, su mirada fue de sorpresa y de inmediato agachó su cara completamente roja, creo que sintió que la estaba mirando, iba que disculparme con ella cuando terminara la ceremonia, pero los profesores nos hicieron salir por grupo, después de salir del gimnasio todavía su grupo quedo esperando, tal vez la busque después. Ya estando en nuestro salón de clase para conocer a nuestro asesor, entró después del sonido de la campana

-¡buenos días! Felicidades por ser aceptados en este prestigioso instituto al cual les doy la bienvenida, soy el profesor Okabe, imparto la asignatura de educación física y seré su asesor, ahora les toca a ustedes presentarse, empezaremos desde la fila que se encuentra cerca de las ventanas.

Transcurrió casi una hora el presentarnos todos; Ryoko Asakura, que era transferida de otra prefectura, resultó elegida delegada del grupo, también me di cuenta que Kunikida y yo éramos los únicos de la escuela del Este, sentí gran alivio, Kunikida no tenía contacto alguno con Haruhi, así que no le diría que estaba inscrito en esta escuela.

Las horas fueron pasando lentamente y ya estaba aburrido, los profesores que pasaron a presentarse ese día realmente hicieron tedioso el día, a excepción del profesor Okabe que le dio algo de dinámica a la clase, la campana sonó y la hora del almuerzo inició, Kunikida se acercó a mí

-¿puedo sentarme aquí a comer?

-¡claro! Deja volteo mi silla

Taniguchi también se acercó y sin pedir permiso tomó una silla de la otra fila y se sentó a comer, con el bocado entre dientes hizo una pregunta que casi hizo que me atragantara

-Kyon ¿conoces a Haruhi Suzumiya?

-¡Kyon! ¿Te encuentras bien?

Le hice un gesto con la mano a Kunikida afirmando que ya podía respirar con normalidad, mire directamente a Taniguchi aun con los efectos de la tos y le pregunté

-¿Cómo sabes ese nombre?

Taniguchi siguió engullendo su almuerzo, hablaba con la boca llena, la verdad se veía algo asqueroso pero al fin respondió

-la conocí el día de los exámenes de admisión, la verdad es una chica muy linda aunque parecía que estaba algo agripada, para mi agrado ella tendría una A++ si no fuera tan creída, creo que esa calificación la tiene nuestra delegada, ¡ella si es un bombón!

-¿Cómo que creída?- le volví a preguntar picado por la curiosidad

Taniguchi arrojó los palillos en su recipiente y dio un gran trago a su cajita de jugo antes de responderme

-estaba en el mismo salón que yo, contestó el examen demasiado rápido y fue la primera en irse, la verdad me llamó mucho la atención y me le acerque durante el almuerzo, le dije quién era y solo me miró de arriba abajo y me respondió con un "no me interesa entablar una estúpida conversación con un humano ordinario"

Casi me suelto a reír a carcajadas, esa era una típica respuesta de Haruhi a los que ella consideraba "humanos aburridos", me controlé lo mejor que pude e incité a Taniguchi a que siguiera su conversación

-me enojé mucho con esa respuesta y la iba mandar a paseo cuando me tomo del brazo y me dijo

"¡acompáñame a los demás salones!"

Sin esperar respuesta de mi parte comenzamos a recorrer los pasillos cuando en ese momento salió uno de los profesores y nos sacó del edificio, eso aumentó la furia de la chica que casi gritó

"¡ni crean que me quede en esta estúpida escuela!"

Y sin más se puso su abrigo y un cubre bocas y se dirigió a la salida, yo intrigado le pregunté

"¿Qué tratabas de hacer?"

Ella detuvo su marcha y volteó a verme

"estaba buscando a un chico que se llama Kyon"

"¿Kyon? ¿No será acaso John?"

"¡no tonto! Mira, olvídalo, no vendré a esta estúpida escuela, ni creo que él se vaya a inscribir aquí"

Por un momento me puse a pensar en la situación, así que Haruhi hizo exámenes en todas las escuelas de la prefectura y todo para poder localizarme, no niego que ella es una persona muy inteligente pero para poder hacer esa proeza queda fuera de mi imaginación, la voz de Taniguchi me sacó de mis pensamientos

-¿así que si conoces a la chica? No niego tu buen gusto pero ¿acaso también te gustan que sean extrañas?

-A Kyon siempre le han gustado las chicas extrañas

-¡Kunikida! No digas cosas que se puedan malinterpretar

-como siempre te vi con ella durante los tres años pensé que tenías una relación de pareja con ella

No hice caso del comentario de Kunikida y le pregunté a Taniguchi

-¿sabes en que escuela quedó?

-¡ni idea! Tampoco me interesa, te lo pregunté porque tu extraño apodo hizo que recordara ese momento, bueno, como terminé de comer iré a dar una vuelta a ver a las chicas de otros grupos.

Vi salir a Taniguchi tarareando una extraña canción, por un momento pensé que me había salvado por un pelo ¡iluso de mí! No debí subestimar la capacidad de pensamiento de Haruhi y ya me tenía preparada una sorpresa y que tarde o temprano me daría un nuevo dolor de cabeza.

Pasaron los días y llegó el primer fin de semana, estábamos cerca de la "Golden Week" y los profesores comenzaban a fastidiarnos con dejarnos deberes para esas fechas, por mi parte, pensé que iríamos a ver a la abuela pero no iba a ser así, de modo que ese sábado tomé mi bicicleta y me dirigí al centro a buscar lugares para pasar el tiempo, Taniguchi me había comentado que en la biblioteca recibían revistas y mangas, como mi situación monetaria es algo precaria debido a los excesos de Haruhi, debí conformarme con sacar una tarjeta de préstamo; llegué al parque, parqueé la bicicleta y me dirigí a la biblioteca, la mayoría de los cerezos ya no tenían flores y comenzaban a llenarse de hojas, como el clima estaba muy agradable me senté en una de las bancas que están frente al arroyo y disfrute de la fresca sombra de un cerezo, fue entonces cuando la vi, con pasos pequeños iba caminando del otro lado del arroyo, lo que más me sorprendió fue que llevaba su uniforme y encima de él el suéter reglamentario de color café, solo llevaba su mochila, pensé en seguirla y ni tardo ni perezoso estaba detrás de ella, al parecer es algo tímida ya que cuando se cruza con alguien de inmediato agacha la cabeza, eso me agradó bastante, procuré estar a una distancia prudente para que ella no se diera cuenta que la seguía pues creía que ella había malinterpretado la forma como la vi el día de inicio de cursos; para mi sorpresa observé que se dirigía a la biblioteca y me surgió una idea, me haría el encontradizo con ella y trataría de arreglar ese asunto, solo que un pequeño incidente iba a estropear ese plan.

Lo primero que sentí fue un golpe que me tiró de espaldas, después una rápida oscuridad seguida de miles de estrellas brillantes, cuando abrí de nuevo los ojos me percaté de una vista inusual aunque para mi gusto bastante erótica, la chica con la que había chocado llevaba un vestido similar a una camarera ¿Quién diablos se viste de esa manera y pasea cerca de la biblioteca? Aun se sobaba la cabeza cuando reaccionó al verme, ella de inmediato se levantó poniendo sus manos sobre la falda

-¡di-di-disculpa! La verdad no te vi y… ¡me viste! ¿Verdad?

Yo había sido primer espectador ante esa encantadora chica pero de inmediato le aclaré la situación

-¡no, no! ¡No ha pasado nada! ¡Es más! ¡Solo vi estrellas!

La chica sonrió algo sonrojada y yo también sonreí y dándome ese gesto confianza le pregunté

-¿Por qué estas vestida de esa manera?

-¡oh! ¡Es verdad! Es mi uniforme, trabajo como mesera en el café que está cerca de la estación

-¿en serio? Pero… estas muy lejos de ese lugar

La chica se sonrojó de forma bastante notoria e hizo que me agradara bastante y sin más le pregunté

-¿Cómo te llamas?

-m-m-me llamo Mikuru Asahina

-¿te pasó algo para que estuvieras tan lejos de tu trabajo?

-¡ah! La culpa de todo la tiene Suzumiya

¡Demonios! ¡Otra vez Haruhi! Parece que siempre la tendré cerca de mí, le pedí a Asahina que me diera más información

-Suzumiya entró a trabajar esta semana, le dijo al gerente que estaba aburrida y quería trabajar medio tiempo, es algo excéntrica, siempre pensando que hacer para atraer clientes

Cuando dijo eso no me extraño esa estúpida vestimenta y le dije

-de seguro te convenció para hacer publicidad de ese café

-¿Cómo lo sabes? –dijo sorprendida

Me di cuenta que había cometido un error, se supone que yo no conozco a Haruhi, así que me salí por la tangente

-si miras a tu alrededor veras que mucha gente se nos queda mirando

Y era verdad, mucha gente comenzó a pararse a ver la extravagante vestimenta de Asahina, yo veía esto divertido hasta que algunos pervertidos comenzaron a tomar fotos desde sus móviles

-¡ya párenle que esto no es cosplay!

Les grité mientras le colocaba a Asahina mi chaqueta, la chica estaba francamente asustada, pero al momento de llevarla a una banca comenzó a tranquilizarse

-muchas gracias… este…

-es cierto no te he dicho mi nombre, me llamo…

En ese momento una voz conocida llegó a mis oídos poniéndome en alerta

-¡Suzumiya me está buscando!

Aproveché el momento para escabullirme

-te dejo entonces, para mí ya es tarde también, otro día pasaré a la cafetería

-¡te espero entonces! Toma, te entrego tu chaqueta

-será mejor que te des prisa, parece que ya está cerca

-si quieres te la presento

Eso era lo menos que quería, tener que encontrarme de nuevo a Haruhi, no quiero que me vuelva a envolver con sus locuras, ¡oh sí!, de seguro pensarás que ella ha ido a mi casa, pues fue casualidad que ella no quisiera conocer donde vivo, además tampoco sabe el número de mi móvil y de la casa, por eso me fue fácil escabullirme, pero basta ya de charla interna, tenía que irme pronto

-no te preocupes, ya me la presentaras cuando vaya a verte

La chica sonrío, hizo una inclinación y giró para reunirse con su ahora compañera, ¡ni modo! Asahina es una chica muy linda, lástima que no la volveré a ver; bueno, eso pensé hasta el día de la presentación de clubes, pero eso lo contaré más adelante, comencé a caminar más rápido antes de que Haruhi se diera cuenta que era yo el que estaba con Asahina; de forma que hasta Shamisen me envidiaría me oculte de la vista de ambas chicas, lo noté porque Haruhi hacia muchos aspavientos mientras Asahina volteaba a todos lados, de seguro para tratar de localizarme, en fin, emprendí de nuevo el camino hacia la biblioteca.

El perfume que utiliza Asahina es realmente embriagador, por un momento pensé no lavar mi chaqueta, pero eso no va conmigo, aun así cerré por un momento los ojos para disfrutar de esos momentos con la chica, pero eso no evitó que chocara de nuevo con otra chica

-¡disculpa! ¡Fue mi culpa! No debí cerrar los ojos

La chica solo se sonreía mientras se sobaba la frente, no era otra que la delegada de la clase

-¡lo siento Asakura! ¿Te lastimé muy fuerte?

-no te preocupes este… ¡Kyon!

La verdad no me hacía mucha gracia que ella me llamara por mi apodo, pero lo dejé pasar por alto puesto que yo la había lastimado por mi torpeza

-¿de paseo?

-estoy tratando de hacerme una ruta de distracción para la "Golden week"

-¿no saldrás con tu familia?

-esta vez no, mi papá está de viaje por su trabajo y solo estaremos mi mamá y mi hermana

-¡vaya! Eso significa que estarás haciendo los deberes ¡qué bien! Eso habla bien de ti

-¿tú no saldrás?

-no, mis padres están en Canadá, además tengo que darle de comer a un "gatito" y de seguro moriría de hambre si saliera de vacaciones

El énfasis que hizo al mencionar a un supuesto felino me hizo pensar que tal vez le preocupaba una mascota de algún vecino, aunque no creo que sea eso, el futuro me haría despejar la duda, ella continuó

-parece que vas a la biblioteca

-voy a sacar una credencial de préstamo, ya ves que la escuela cierra en esa semana y los deberes….

-¡vaya! No pareces del tipo estudioso

Ese comentario me molestó un poco, aunque realmente no era buen estudiante, podía defenderme y obtener alguno de los primeros lugares

-parece que puedo presentarte a alguien que siempre está sumergida en el mundo de la lectura

-no creo que debas molestarla

-a ella no le importará, es más, el próximo lunes te la presento

Asakura se colocó su bolsa al hombro y comenzó a caminar

-me esperas en el salón cuando sea la hora del almuerzo, ¡no te vayas a salir! ¡Nos vemos!

La verdad me sorprendió la actitud de la delegada, no en balde es muy popular en la clase, su forma extrovertida la hace relacionarse fácilmente con la gente aunque a veces es muy franca con la gente; dejé salir un suspiro y me dirigí a la biblioteca, hasta este momento pude pensar en la chica del libro, tal vez ya se habrá ido a su casa, aunque pensé esa posibilidad, entré a la biblioteca.

Para ser sábado había mucha gente, aunque la mayoría eran niños y gente mayor, aprovechaban el fin de semana para olvidarse un poco del ajetreo cotidiano, lo cual no me convenía a mí, eso significaba que el lugar iba a estar demasiado lleno en la semana de vacaciones, lo que también significaba que no podría evadir a mi latosa hermana al no tener un lugar tranquilo para leer mi manga favorito, aunque debería leer mejor un libro, ¡no! Las vacaciones son para relajarse y divertirse y si voy a ver libros será por los deberes que nos impondrán en la escuela, resignado fui a ver a la encargada de la biblioteca

-disculpe, ¿podría darme una solicitud para tramitar una credencial de préstamo?

La señorita solo me vio con unos ojos nada amistosos, me dio la hoja y me dijo

-jovencito, como verás, este sitio está casi al borde del caos, los niños que están esperando el taller de lectura están inquietos pues la encargada se ha retrasado y muchos lectores se están molestando por el ruido, así que si sabes manejar la computadora realiza el trámite, incluso la impresora está cargada con las credenciales, te dejo abierto el programa

La bibliotecaria se levantó de su asiento y fue a poner orden a los niños, poco a poco el ruido comenzó a reducirse, me dirigí a la computadora, como no tenía caso llenar la hoja, la guardé, el programa era fácil de usar y llene de forma rápida los espacios, de algún modo me tomé la fotografía obligatoria para luego mandar a imprimir; la impresora hizo ruidos extraños y después expulsó una tarjeta plástica donde estaba mi foto y mis datos y la vigencia de un año, satisfecho con mi trabajo, me dirigí a buscar a la bibliotecaria, comencé a caminar por los pasillos y me encontraba con varios encargados ocupados, seguí caminando hasta encontrar un salón con cómodos sillones, había algunos adultos leyendo el periódico o alguna revista, ¡me encontraba en la hemeroteca! Tenía que aprovechar lo que me había dicho Taniguchi sobre los mangas, así que me dirigí a un pasillo sobre el cual estaba un letrero que decía "revistas y comics" ¡no lo podía creer! Varios estantes repletos con mangas completos y los de reciente adquisición se hallaban en otro estante igual de repleto ¡esto es el paraíso! Mis vacaciones serán ampliamente aprovechadas.

Al no poder encontrar a la bibliotecaria, supuse que estaría aún ocupada con los niños, así que pensé en quedarme un rato en lo que ella se desocupaba para agradecerle y sobre todo para llevarme a casa el último número de la "Shounen Jump", tomé el ejemplar y me dirigí a un sillón que se encontraba desocupado, el ambiente relajante del lugar hizo que comenzara a cabecear, en verdad se sentía muy bien el quedarse dormido, creo que hasta llegue a babear porque sentí húmeda la barbilla cuando sonó mi escandaloso móvil

-¿Qué paso?

Pregunté aun somnoliento y sintiendo las miradas reprobatorias de los demás lectores

-¡Kyon! ¿Dónde estás? Mamá te está buscando desesperada

Era mi latosa hermana, me incorporé del sillón y comencé a dirigirme a la salida

-estoy en la biblioteca ¿Qué quiere mamá?

-que te olvides de la cena

-¿Qué?

-¡ya es tarde! Y no has traído las cosas para cocinar

Por un momento quede mudo, ¡era verdad! Mi madre me encargó las compras y se me olvidó por completo

-dile que no tardaré

No esperé que contestara la niña, de inmediato apague el móvil, ya estaba cerca de la salida y fue en ese momento cuando la vi, se veía algo preocupada y miraba de un lado a otro como si tratara de localizar algo, me le acerque de forma discreta y le pregunté

-¿ocurre algo?

La chica se sobresaltó, dio un giro brusco hacia mí y como si quisiera escapar se recargó en uno de los libreros, evitaba mirarme y agarraba con fuerza el libro que traía consigo

-no te preocupes, no pasa nada, soy un estudiante del Instituto Norte y te he visto en alguna ocasión

Ella no se movió, seguía en la misma posición, eso me contrarió y traté de que se calmara un poco

-tal vez buscas un libro ¿me permites ayudarte?

Ella no hizo ningún gesto y con una voz casi inaudible me dijo

-trámite de credencial

¡Vaya! Conque era eso, le hice un gesto de que esperara un poco, me enfoque en buscar a la bibliotecaria pero tanto ella como sus compañeros seguían ocupados, así que regresé

-¡disculpa! Parece que todos están ocupados

La chica soltó un suspiro y regresó el libro que tenía en sus manos, al ver esto le dije esperando recibir una negativa

-si lo deseas, puedo realizar para ti el trámite para que puedas llevarte el libro

Ella me miró fijamente, tal vez pensó que la estaba bromeando pero al final aceptó y nos dirigimos al área de registros, me satisfacía plenamente que ella me hiciera caso, por un momento pensé que se negaría y hasta, tal vez, me hubiera golpeado pensado que le haría algo malo; al llegar al lugar aún se encontraba vacío y el programa de la computadora seguía abierto, eso indicaba que nadie había regresado a revisarla, aproveché el momento y le dije

- toma esa silla y acércate, vamos a hacerlo juntos

La chica, totalmente sonrojada, hizo lo que le pedí se sentó a mi lado y se enfocó en el monitor, solo sonreí y le pregunté

-¿cómo te llamas?

La chica casi no movió los labios

-Nagato…

-casi no te escuché, lo necesito para tu credencial

-Yuki Nagato

El nombre le quedaba a la perfección, ella tan blanca como la nieve correspondía al significado de su nombre, sonreí muy complacido, comencé a llenar los espacios vacíos y casi para terminar le dije

-te voy a tomar una fotografía, así que es mejor que te quites los lentes

Cuando se quitó los lentes no pude menos que admitir que ella es una chica muy atractiva, tanto así que me quedé embobado viéndola, lo que hizo que se incomodara

-eh… ¿vas a tomar la fotografía?

Su tímida voz hizo que saliera del trance

-¡disculpa! ¡En un momento la tomo!

Por un momento pensé en hacer más lento el proceso pues me gustó como se veía ella, totalmente sonrojada tratando de quedar bien para que le tomara la foto, pero uno de mis dedos trabajo de forma automática y pulsó la tecla "enter" para disparar la cámara, solté un suspiro mientras la impresora terminaba de imprimir la credencial, en ese momento volvió a sonar mi móvil y le hice un ademán a ella para que esperara, ella solo asintió y bajo su mirada totalmente sonrojada, me aleje un poco y tratando de contestar lo más rápido

-¿Qué ocurre?

-¡¿Cómo que qué ocurre? ¡Mamá ya está realmente furiosa!

-¡está bien! Ya voy para allá, dile que ya compré todo para la cena

-¡no mientas hermanito! Te conozco y sé que no lo has hecho

-¿Cómo sabes eso?

-no se escucha que estés en el mercado

¡Me agarró mi hermanita! Ella sabía muy bien donde me encontraba pues escuchaba los ruidos de fondo muy bien, así que suspiré y le dije

-¡me pillaste! Solo dile eso y te llevo un dulce de postre ¿está bien?

El móvil quedo mudo unos segundos

-¡pero si no lo traes le diré a mamá la verdad!

La niña colgó sin que pudiera replicar, tenía que terminar rápido con el registro de Nagato, lo hice de forma algo brusca y cuando le entregue la credencial le dije

-¡disculpa! Salió un imprevisto y tengo que irme pronto, ya está tu credencial y puedes solicitar de inmediato un préstamo

La chica parecía querer decirme algo aunque no la dejé pues salí casi corriendo de la biblioteca.

Los lunes en realidad son deprimentes, después de haber descansado, si en realidad pudo haber pasado eso, me daba bastante trabajo levantarme y siempre deseando que ya fuera de nuevo el fin de semana; después del ritual diario de mi hermana para despertarme y de llevarse a Shamisen para torturarlo un rato con sus caricias, salí de casa aún bastante somnoliento y bostezando entré al estacionamiento de la estación del tren, luego de aparcar mi bicicleta, me hice a la idea de subir esa colina que de verla ya me sentía cansado, faltaba todavía esta semana antes de irnos de vacaciones de la "Golden Week" y las calles que tenían cerezos se tapizaban de pétalos de los mismos, tenías que tener cuidado porque esa flores deshojadas podían hacerte pasar un mal rato si llegabas a resbalarte con ellas; al llegar a la escuela había un cartel anunciando la exhibición de clubes, aunque sabía que hoy solo habría la mitad de la clases debido a la actividad, no nos dejarían ir a los que no estuviéramos interesados para inscribirse en alguno de ellos, así que me hice a la idea de irme a dormir a uno de los jardines de la escuela después del almuerzo, desafortunadamente eso no iba a ser así, la delegada de la clase no me dejó ir a comer cuando llegó la hora del almuerzo

-¡hola Kyon! ¿Recuerdas que te dije que te presentaría a alguien que le gusta mucho la lectura?

-creo que sí, ¿viene contigo ahora?

Asakura hizo una cara de decepción y me contestó

-¡esa chica es escurridiza! La fui a buscar a su salón y me dijeron que ya había salido, así que fui a su rincón favorito y no la encontré

No me sentí para nada decepcionado de que esa chica no viniera, pero para verme interesado, le comenté

-de seguro fue a comprar algo para comer

La chica alzó su mano mostrándome dos bolsas conteniendo sus respectivos almuerzos

-no te preocupes, como ya no va a haber clases, iremos a buscarla, de seguro tiene actividades de su club

-¿sabes en que club está?

-¡por supuesto! Ese ratoncito de biblioteca está en el club de literatura

Ya no tenía salida, iba a permanecer al lado de Asakura el resto de la tarde y aburriéndome con una chica que de seguro ni notará mi presencia si su única actividad después de clases es leer, solté un suspiro y para tratar de escaparme le dije

-aun no como y lo que traigo debo acompañarlo con un pan, voy a ir a comprar uno

Con un movimiento tan rápido que ni siquiera mis ojos detectaron, Asakura me tomó con fuerza mi brazo, consternado volteé a mirarla, lo que vi hizo que me entrara miedo, parecía que salía fuego de sus ojos aunque fue por un momento, ya que ella recuperó de pronto la compostura y sonrió como si nada hubiera pasado, de momento pensé que había sido mi imaginación, ella relajó el apretón y me soltó

-disculpa Kyon, no quise tomarte el brazo de esa manera

Asakura tomó una de las bolsas, saco una pieza de pan y me la dio, eso acabo con mi intención de escaparme aunque no lo haría después de ver esa expresión.

La chabola es un viejo edificio que albergaba en sus inicios al Instituto Norte, sus pisos y escaleras son de madera y tiene unos ventanales grandes, no tiene aire acondicionado ni calefacción, pero hace poco, y según tengo entendido, alberga al departamento de arte de la escuela; Asakura y yo estábamos en este edificio buscando a la chica que quería presentarme, pero entrar a este iba a ser imposible, gente entraba y salía como loca llevando sillas, mesas plegables y mamparas, voltee a ver a Asakura pero ella solo hizo un gesto de negación

-¿sabes Kyon? No creo que vayamos a ver a mi amiga, de seguro estará tratando de reclutar estudiantes para su club y no creo que nos haga caso

Dicho esto, dio media vuelta y con una sonrisa se despidió dejándome en medio de esa marea humana, no podía creer que la delegada de la clase me abandonara de esa manera, volteaba de un lado a otro tratando de salir de ese caos, fue en ese momento que sentí un toque delicado en mi hombro y me preguntaban

-¿eres tú?

Voltee a ver de dónde provenía esa melodiosa voz y no pude más que deleitarme ante la visión que tenía enfrente, una chica castaña, con un generoso busto, sin mencionar el atrevido traje de conejita que vestía, con esos encantos le dejaría llamarme como ella quisiera

-¿Asahina?

-h-hola

La chica estaba totalmente ruborizada y trataba inútilmente de esconder su figura detrás de una silla plegable, con gesto bochornoso me reclamó

-¡no me mires de esa forma!

-¡discúlpame! Pero… ¿Por qué estas vestida de esa manera? ¡Un momento! ¿Eres estudiante de esta escuela?

La chica iba a contestar mis preguntas cuando sentí un golpe en la cabeza para luego sentir mi cuello aprisionado con mucha fuerza

-¿te está molestando este pervertido Mikuru?

-¡suéltalo! ¡Lo estás lastimando!

La orden de Asahina fue ejecutada de inmediato y sentí como se aflojaba el brazo alrededor de mi cuello, al ver quien me había agredido de esa forma no pude ocultar un gesto de sorpresa

-¿una sirvienta?

-ella es Tsuruya y es mi amiga y compañera de clase

La chica pasó de un gesto serio a uno muy extrovertido

-¡encantado de conocerte nya! ¿Sabes? La mayoría de los chicos solo se le acercan a Mikuru de manera morbosa y eso me molesta mucho, pero es la primera vez que ella defiende a alguien, así que eres muy especial ¿eh pillín?

Sentí mis mejillas calientes, supuse que estaba sonrojado y voltee a ver a Asahina, ella me miraba sonriendo de forma tan dulce que me hizo olvidar del dolor de cuello, de pronto sentí que tiraban de mi saco, era la otra chica

-¿así que tú eres el famoso chico del que tanto me ha hablado Mikuru-nya? ¿Cómo te llamas? Por mi gesto pensó que estaba asustado

-¡no te asustes nya! No soy para nada agresiva, aunque soy una experta en artes marciales, pero por lo general soy muy pacifica

Dijo sonriendo, la chica parecía de la misma edad que Asahina, aunque de un cabello muy largo que le llegaba a las caderas, muy extrovertida y mencionaba muy seguido la palabra "nya" después de cada frase, la voz de Asahina me hizo que girara a verla

-¿es muy extraño lo que estamos vistiendo?

-puedo entender que están en el club de teatro y por eso van vestidas de esa forma

La risa de Tsuruya me consternó

-¡Para nada nya! Vamos en el club de caligrafía

-¿ah? Entonces ¿Por qué van vestidas así?

Entonces comprendí, esto tenía que ver con Haruhi, había convencido a Asahina de disfrazarse para "atraer clientes" y eso le pareció a ambas chicas que era una gran idea, así que no esperé la respuesta y dije

-esto es idea de Haruhi

-¿Cómo lo sabes? ¿De verdad no conoces a Suzumiya?

¡Yo y mi gran boca! Había dicho una palabra que ya me había traído grandes problemas en el pasado, Asahina no esperó que respondiera, señalándome hacia un punto me dijo

-ella viene para acá

Entre la multitud, venia una chica vestida con el uniforme del Instituto Kouyouen, tenía un listón amarillo a manera de diadema y una larga cabellera que le llegaba al final del blazer que portaba, su mirada era seria y no le importaba lo que había a su alrededor, muchos chicos de la escuela la miraban y quedaban boquiabiertos ante su presencia, tengo que reconocer que esa chica es muy guapa pero en su interior es la más molesta y prepotente persona que haya uno conocido, de pronto paró e hizo un gesto de sorpresa y señalándome gritó

-¡AAH! ¡ERES TÚ!

Ante el grito dado miré a mi alrededor y todos posaban su vista en mí, de inmediato le pregunté a Asahina

-¿Cómo diablos entró ella a nuestra escuela?

-la invité, le conseguimos Tsuruya y yo un pase para que la dejaran entrar, ¡estaba muy entusiasmada por ver nuestra exhibición de clubes!

No pude reclamarles nada a ellas y solo exclamé antes de empezar a correr

-¡digan que no me conocen! ¡Que solo les pedí información de su club!

-¡espera!

Fue lo último que escuche decirle a Asahina mientras Tsuruya no dejaba de reír, detrás de mí venia una chica a gran velocidad y estaba a punto de alcanzarme

-¡No huyas! ¡Sabes bien que no podrás escapar!

Era cierto, estaba llegando a mi limite, los pulmones ya me dolían a cada aspiración y mis piernas comenzaba a debilitarse y ya estaba cerca de la entrada de la chabola, lo siguiente paso muy rápido, sentí los dedos de ella tocarme los hombros

-¡ya te tengo!

De la nada salió de la entrada una banda de música que comenzaba a realizar su rutina, eso paró en seco a mi perseguidora y me dejó a mí del otro lado del rio humano, eso me permitió descansar un poco y seguir con mi carrera a buscar un sitio seguro, comencé a subir las escaleras de madera y llegué a un pasillo que tenía varias puertas, de pronto escuché los pasos apresurados de Haruhi

-¡ya te dije que no podrás escapar de mí!

Ante semejante acoso, opté por abrir la primera puerta que tuve enfrente, me metí tan rápido como pude y cerré con seguro, me recargue en la puerta mientras escuchaba alejarse los pasos de Haruhi, entonces tomé conciencia del lugar donde me encontraba, había una silueta que se encontraba sentada cerca de la ventana y que parecía leer un libro, era una chica que me miraba casi de forma aterrorizada, yo también me asustaría si entrara alguien a mi cuarto jalando aire de forma jadeante y empapado en sudor, conforme me fui acostumbrando (y tenía que hacerlo rápido) a ver mejor el lugar noté en esa figura rasgos familiares

-¡Nagato!

La chica se paró de inmediato y se recargo en una pared abrazando con fuerza su libro

-¿no me recuerdas?

Comencé a caminar hacia ella y de pronto pasó, mi pie tropezó con una silla y para evitar lastimarme me agarré del brazo de Nagato y por la inercia que llevaba ambos caímos, una de mis manos rompió sus lentes y mi cuerpo estaba encima de ella de una forma demasiado extraña, ambos nos mirábamos sin decirnos nada, ella totalmente sonrojada y yo francamente espantado y pensando

"¿Ahora qué hago?"