Título: Edición especial.
Fandom: Apollo Justice.
Pareja: Klavier/Ema.
Palabras: 497.
Advertencias: ligerísimos spoilers del 3-4.
Notas: fic!regalo de navidad para amewarashi.


Una Nochebuena en el departamento criminal era como una fiesta de pequeño tamaño, con villancicos y espumillones por doquier y gente que no tocaba sus escritorios en todo el día. Ema, sin embargo, se resistía a contagiarse por el espíritu navideño aún. De hecho, el tener que trabajar ese día le había fastidiado considerablemente y si volvía a oír Adeste Fideles tendría que rociar a alguien con uno de sus productos químicos. Al menos se contentaba con pensar en la cena de la noche en casa de su hermana, con unos pocos familiares y allegados.

—No la veo muy animada, Fräulein.

—Lo que faltaba —masculló para sí Ema. Tomó una carpeta de la mesa y, sin encarar al fiscal Gavin, se la entregó—. Ya he terminado mi trabajo. ¿Puedo irme a casa?

—Oh, ya veo. Incluso usted celebra las Navidades, ja?

Ema casi pudo sentir la puñalada atravesándola. Se cruzó de brazos, con gesto altivo, y desvió la mirada.

—Pues sí, pero por su culpa hemos tenido todo este papeleo atrasado y nos ha tocado venir hoy. No es eficiente, ¡nada eficiente! —añadió en un susurro al final.

Klavier esbozó una ligera sonrisa. Se inclinó un poco hacia delante, a modo de disculpa.

—Perdóneme, entonces. Creo que mi carrera musical me ha absorbido más de lo debido. —Ema iba a añadir algo como que su carrera musical había sido siempre lo único; pero Klavier reaccionó antes y le plantó un paquete delante. —Si es tan amable de aceptarlo. Tómeselo como mi regalo de Navidad por adelantado.

Incrédula, Ema estuvo a punto de rechazarlo. Luego recapacitó y pensó que, a fin de cuentas, el fiscal Gavin era su jefe. Y, después de todo, por muy estrellita que fuese, había tenido el detalle.

Con el ceño fruncido, la joven inspectora aceptó el regalo y comenzó a abrirlo. Bajo el papel de motivos navideños, una cajita plateada brilló y Ema tuvo que pestañear varias veces para asimilar lo que veía. En preciosas letras en relieve, talladas sobre la caja metálica, podía leer The Gavinners.

—Es una edición especial de despedida. Para los fans, ya sabe —comentó con una sonrisa, mientras contemplaba las extrañas muecas de Ema—. He pensado que quizás así aprecie más mi trabajo.

Finalmente, la inspectora Skye adoptó una posición. Agradeció con sequedad el regalo y dejó el disco apalancado sobre la mesa, con indiferencia total. Klavier ya se esperaba una reacción así. Se marchó, dejando a Ema sola ante una nueva montaña de trabajo y un coro de compañeros entonando otro villancico más del repertorio.

Lo que nadie sabía es que, esa noche, cuando Ema regresó a casa después de cenar con Lana, lo primero que hizo fue encender la mini cadena y escuchar cada una de las pistas del disco.

Muy en el fondo, reconocía que le gustaba esa música ruidosa y esas letras edulcoradas. Muy en el fondo.

-fin-


El segundo pseudo Klavier/Ema que escribo; pero, aunque me guste la pareja, últimamente me ha entrado un extraño interés por el Apollo/Ema. Así que creo que el próximo será para ellos *hearts*.