El Décimo Vongola y las llamas de la vida
Prologo
En las profundidades del bosque a las afueras de Nanimori, un grupo de mafiosos estaban persiguiendo a alguien, del cual no se podía reconocer su genero, ni su vestimenta debido a la capa con capucha que lo cubría de completo. Lo único identificable era su capa negra con la capucha del mismo color que cubría su cabeza y una guadaña plateada.
El grupo de mafiosos, durante la persecución, lo atacaban constantemente con sus cajas armas (box), pero no lograban a darle, el encapuchado los esquivaba fácilmente con movimientos suaves y agraciados.
Cuando estaban por llegar a los confines del bosque, el encapuchado abrió una caja arma, los mafiosos se prepararon para recibir el ataque pero después de unos segundos, nada había sucedido, entonces se confiaron y continuaron a perseguirlo, bajando la guardia como si fueran principiantes, que ingenuos.
-¡EHI! esperen un momento- dijo uno de los perseguidores, porque este habían notado como el bosque se quedaba en completo silencio.
-¿que sucede?- pregunto otro, haciendo que el resto del grupo detuviera el paso.
-Esto es extraño… escuchen- dijo mientras guardaba silencio.
Después de unos segundos…
-¿que cosa? no escucho nada- dijo otro de ellos haciendo notar lo obvio.
-exacto, este lugar está muy silencioso- observo cada una de las caras de sus compañeros- continuemos… pero que rayos… ¡¿donde se metió ese sujeto?!… ¿nadie vio a donde se fue?
-¡DEMONIOS! no podemos dejarlo escapar, tiene información valiosa de la familia Cavalcanti…
-el jefe se enfurecerá…
-no creo que ese sea su mayor problema ahora…- dijo una voz suave, que mostraba solo tranquilidad- Black, Luna, acaben con ellos- dijo la misma voz.
En eso dos criaturas aparecieron de la nada y comenzaron a atacarlos, dejándolos inconscientes.
-deténganse Black, Luna- ordeno el encapuchado, el cual había observado toda la escena desde la rama de un árbol- gracias por la ayuda, desde aquí podré continuar tranquilamente- dijo mientras bajaba del árbol con un salto y acariciaba las cabezas de las criaturas y ellos regresaban a la caja arma.
El encapuchado se encamino a las afueras del bosque, llegando al templo de Nanimori y una vez allí se quito la capucha.
-finalmente llegue, me llevo mas tiempo del necesario,… solo espero que "él" no este molesto…- decía el ex-encapuchado- ahhh….- soltó un suspiro- soy demasiada optimista…espero que no me muerda hasta muerte T^T
-oh!…. pero que tenemos aquí- dijo un sujeto que salía detrás del templo- si no es mas que "La Rosa Escarlata"
-¿quien eres?- pregunto gélidamente mientras afilaba su miraba y se ponía en guardia.
-¿que quien soy? pues no te servirá saberlo después de que te mate- dijo arrogantemente el sujeto- pero estoy de buen humor así que me presentare… yo soy el mejor hitman de la familia Cavalcanti, "K"… ahora comencemos
Después de una larga y extenuante pelea, el ex-ecapuchado gano…
-fue divertido "K", alguien vendrá a recogerte en unos minutos…. CIAO!.
El ex-encapuchado no se encontraba en buenas condiciones, pero aun así se encamino a la preparatoria de Nami-chuu. Tal parecía que había sobrevalorado sus heridas y el cansancio de la pelea, pero aun así no se detuvo y continuo caminando. Se encontraba en su limite y apenas se mantenía de pie, pero estaba tranquilla porque había llegado a su destino, se encontraba en el ingreso de la preparatoria de Nanimori. De pronto su vista comenzó a ponerse borrosa y hacia un esfuerzo sobrehumano para no desmayarse, en eso como autoreflejo dirigió su mirada a una ventana como si intentase llamar mentalmente a la persona que se encontraba en dicho lugar.
-"solo un poco mas…"- pensaba el ex-encapuchado.
La mayoría de los alumnos de la preparatoria ya se habían ido a sus respectivas casa y solo quedan aquellos que tenían club. Decidida el ex-encapuchado decido adentrase en la institución cuando un grupo de personas salían del edificio, al observar al cómico grupo vio a 4 chicas: una de pelo castaño claro y corto con tonalidades naranjas, otra de pelo castaño oscuro y lo tenia recogido en una coleta, la otra tenia el pelo ondeado de color oscuro y la ultima chica tenia el pelo morado oscuro y lo tenia recogido en forma de ¿piña?. Detrás de ellas se encontraban un grupo de chicos que gritaban como si se encontrasen a kilómetros de distancia...
-MALDITO CABEZA DE CESPED!1 deja de gritar,dejaras sordo al juudaime!…- decía un pelo plateado de piel clara, el cual parecía que discutía con…
-NO ES CIERTO CABEZA DE PULPO! tu grietas mas fuerte AL EXTREMO!- decía un peli blanco.
-Ma ma… tranquilo chicos no debemos de pelear, sino Tsuna se molestara- decía un pelo negro con una sonrisa en la cara, el cual traía consigo un bate de béisbol.
-lo siento juudaime
-no te preocupes…- dijo por ultimo una castaño, el cual tenia el cabello en puntas como si la gravedad no existiese para su cabello y de unos bonitos ojos marrones claros.
Ese grupo le parecía muy gracioso al ex-encapuchado el cual se encontraba todo magullado, pero de un momento a otro su cabeza comenzó a darle vueltas y su vista se puso muy borrosa, pero antes de caer en la inconsciencia su mirada se cruzo con la ojos del castaños del pelo antigravedad, el cual la veía con asombro y ¿preocupación?, no sabia que era exactamente pero no podía se preocupación por el simple hecho de que ellos no se conocían.
Ella no pudiendo resistir mas se dejo vencer por el cansancio y su cuerpo cayo al suelo, pero el duro y frío suelo nunca lo llego a sentir porque porque unos fuertes brazos la atraparon antes de caer y lo ultimo que vio fueron unos ojos…
-"azul… no… rojo" fue lo que vio la chica, unos fríos ojos heterocromáticos pero con un atisbo de curiosidad…
Continuara…
