Primer fanfic de SNK ! Amo este anime, podría decir que es el mejor que haya conocido. La historia me pareció tan original que me cautivó la primera vez que la leí. Luego el anime, incomparable, no puedo pedir más de lo que es, lastima que aun no se sabe sobre su segunda temporada, amaría una segunda saga.

Comenzando:

-Shingeki no Kyojin no me pertenece, ni su trama ni los personajes, solo a Hajime Isayama.

-Esta obra escrita por mí es una pequeña versión modificada de la original. Cualquier coincidencia con otro fanfic es por mera coincidencia ( lo siento si se me ocurrieron las mismas ideas que a ustedes).

-Advertencia-

No soy ninguna escritora experimentada ni tengo el hobby de escribir, si no les gusta este fic lean otro, si les interesa dejen su crítica, si les gusta les agradezco que sigan leyéndolo y dejando reviews.


– Gran Bosque-

Era una mañana soleada, en el espesor del Gran Bosque a las afueras de las murallas. El resplandor del sol atravesaba las hojas de los árboles, brindándoles un brillo vivo acompañado del canto de las aves. No había viento, todo se encontraba inmóvil y tranquilo, a excepción de una que otra ardilla o conejo moviéndose entre la hierba.

Por debajo de las colosales raíces de los árboles, una diminuta sombra vagaba a paso ligero. Viéndose por encima de las copas se vería como una diminuta hormiga perdida.

Los haces de luces iluminaron su cabellera castaña oscura. El cuerpecito era de una mujer joven, delgada pero bien formada. Vestía unos simples pantalones negros y una camisa blanca. Sus largos cabellos caían por debajo de su pecho. En una mano, cargaba por el pescuezo a un conejo muerto.

En su espalda llevaba un arco de madera tallado a mano, en su otra mano unos pares de flechas recién fabricadas. Sus botas de cuero pisaron duramente el suelo quebrando varias ramitas y hojas crujientes.

-Hace mucho calor- se restregó una mejilla con su hombro- espero encontrar un río- Arrugó su frente pensativamente, sus ojos azul cielo se movieron rápidamente de un lado a otro investigando el lugar.

Un crujido, no producto de sus botas, se escuchó a unos cuantos metros de distancia. Ella volteó la cabeza bruscamente hacía esa dirección, En un millar de segundos había soltado el conejo, tomado un flecha y apuntarla con el arco en esa dirección. Sus sentidos son agudísimos como los de un felino, eso siempre le había salvado el pellejo. Una gruesa gota de sudor resbalo por su nariz.

No había nada allí, estaba apuntando hacia los gruesos troncos y arbustos, en una y otra dirección. De repente, se movieron un pequeño arbustito y sin pensarlo dos veces disparó la flecha. Entonces dejó de moverse.

Se acerco de unos brincos y sacó la flecha de un tirón. Era solo una ardilla.

-Maldita sea-

Sacó con cuidado la flecha del pequeño animal y lo coloco dentro del arbustito.

-Lo siento amiguito, me equivoqué.

A metros de ese lugar había una pequeña hoguera que se había consumido del día anterior. En cuanto llegó volvió a encenderla. Tomó asiento en una roca y trajo el conejo a su falda. El peor trabajo era despellejarlo y sacarle las entrañas, luego de esa tarea lo empaló y cocinó.

No había estado del todo nerviosa, el lugar que había encontrado para acampar era bastante tranquilo y lejano de los Titanes. Había recorrido muchos kilómetros, estuvo explorando la zona por varios días y no hubo indicios de peligro en ese lapso de tiempo lo que le resultaba bastante tranquilizador. Pareciera que los Titanes no se habían aventurado en todas las zonas, tal vez solo iban tras las murallas esperando conseguir atravesarlas en algún momento.

Dio vueltas al conejo, contempló los ojos muertos del animal y las chispas que saltaban a la carne. Estuvo observándolo fijamente, recordando lo que era antes de matarlo, en esa pequeña criatura que ahora era mucho más pequeña. Se imaginó a si misma de esa manera, siendo despellejada y masticada por una de esas enormes criaturas que rondaban por el bosque.

Era igual que ese conejo, era una presa de la naturaleza, alimento de Titanes.

Los fuertes estallidos de la leña la sacaron de su oscuro pensamiento. Seguía siendo ella y estando allí.

Arrancó un pedazo de carne y lo comió. Juró nunca convertirse en el conejo.

-Recuerda Jannet, tú eres la cazadora, no la presa- se dijo a si misma.

Luego de terminar de comer apagó el fuego. Esa noche quiso encender otro, pero se resistió ante el deseo de luz y calor por el hecho de ser un peligro. El bosque era tan oscuro que juraría que nuca antes había conocido la verdadera oscuridad, no era lo mismo que estar dentro de la muralla. Aquí ni siquiera llegaba la luz de la luna porque los árboles resultaban tan inmensamente altos que cubrían el cielo y quedaba un manto puramente negro por encima de todo. También el frío era diferente, demasiado húmedo.

Se acurruco en sus mantas, eran las más gruesas que se había traído, aun así el frió las atravesaba. Se abrazó a si misma, encogida en una bolita. De pronto comenzó a pensar en sus amigos ¿Cómo estarían? ¿Qué estarían haciendo? ¿Y el Capitán? ¿Estaría preocupado por ella?

¡Momento! ¡¿En que estaba pensando?!

Escondió la cabeza en el acolchado ¿Por qué le preocupaba Rivaille? ¡Seguramente estaría festejando su presunta muerte!

Refunfuñó debajo de las mantas, pataleó y estrujó la tela con furia.

-¡Ese maldito Rivaille! ¡Estará felizmente tomando su estúpida taza de café como si nada hubiera pasado!

Desde fuera, no se veía realmente pero si sucedía, la tienda se balanceaba de un lado a otro por los golpes y patadas lanzados por la chica. Varios minutos después se tranquilizó. Quedo boca arriba mirando a la nada, su mirada era triste y cansada.

-Ya no hay retorno a esto.


WTF?! ¿Muy corto? ... Claro, es solo un prologo... Ok, ok , no me gustan los prologo laaargos, pero es un comienzo... Historia en proceso, subiré los capítulos de a poco, tengo muchos y los estoy separando por partes. Soy una persona bastante desordenada para escribir u_U...

( n_n)/