Disclaimer: Los personajes de Inuyasha le pertenecen a Rumiko Takanashi, yo solo los uso para esta locura.
Prologo:
Nerviosa, molesta, preocupada así es como se sentía Kagome Higurashi, y todo por que había un hombre extraño hablando con su padre y por curiosidad decidió escuchar, al parecer se tenía que casar con ese hombre por negocios, maldita sea el día que su tía perdío su custodia.
-Kagome papá quiere verte en el estudio- Le aviso su pequeña hermanita.
-Gracias por avisarme Rin- Dijo caminando hacia el estudio, sabiendo de que se trataba. Respiro profundo y entro fingiendo una sonrisa.
-Me llamabas padre.
-Si, escucha acabo de cerrar un negocio multimillonario.
-Y ¿eso que tiene que ver conmigo?- Pregunto con la pequeña esperanza de no tener que casarse
-Que para consolidar el trato tendrás que casarte con Inuyasha Taisho, mañana vendrá para poner acuerdos y más te vale que no lo arruines con alguna de tus estupideces, ya puedes irte.
-Si padre – Salio del estudio con el ceño fruncido y se fue directamente a su habitación, cerro la puerta con fuerza y tomo su teléfono para llamar a su mejor amiga.
-Hola Kag- Escucho la energética voz del otro lado de la linea
-Hola Sango, Voy a casarme- Respondió con un deje de tristeza.
-¿ENSERIO? ESO ES INCREIBLE ¿PORQUE NO ME DIJISTE QUE SALIAS CON ALGUIEN?- Grito lo ultimo con molestia.
-Pues no es increíble y no salgo con nadie, pero ese desgraciado me comprometió para cerrar un negocio como si fuera ganado, ojala mamá estuviera aquí- Su madre jamás la hubiera comprometido con alguien a quien no amara.
-Kag...sabes que salgamos esta noche sal por tu balcón y nos vemos en el Bar de Charlie a las nueve.
-Esta bien, nos vemos ahí.
Se vio en el espejo, era idéntica a su madre un largo cabello negro, ojos azul zafiro piel blanca.
-Eres fea no me sirves, no se porque la inútil de tu madre no me dio un hijo.
Esas fueron palabras venenosas que siempre le había dicho su padre, pero siempre tenia a su madre o a su hermana mayor para abrasarla o defenderla y ahora su madre no estaba y su padre le prohibía acercarse a su hermana, también tenia varios tatuajes, el primero se lo hizo en la espalda cuando su madre aun vivía y era un pequeño búho sobre una rama, el segundo se lo hizo después de su muerte en forma de tributo y era una rosa en el hombro, y el ultimo era un gato en la muñeca. Y ahí su padre exploto, cuando se hizo los primeros las camisas que usaba cerca de el los cubrían, pero la descubrió en verano cuando iba a salir con sus hermanas,Rin tenia un vestido playero, su hermana Kira tenia unos shorts y una camisa corta, al igual que ella, y eran visibles todos sus tatuajes.
-¿QUIEN TE DIO PERMISO DE HACERTE ESO? ERES UNA MALDITA PUTA- Grito Naraku acercándose a ella con claras intenciones de golpearla, pero Kira lo detuvo.
-NO TE ATREVAS A TOCAR A MI HERMANA, Y SI VUELVES A DECIRLE PUTA TE VOY A ROMPER EL CULO- Le respondió con firmeza, Naraku le dio un empujón a Kira y le dio una cachetada a Kagome, pero ella le devolvió el golpe y se fue con sus hermanas.
-Esa es mi chica- le dijo su hermana y después de eso su padre le prohibió estar con Kira hasta el punto que consiguió una orden de restricción.
-Mamá, te extraño.
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Eran ya las nueve y Kagome estaba saliendo de su habitación por la ventana sabia que iba tarde pero su padre prácticamente estaba en su puerta como un guardia de seguridad y hace menos de 10 minutos que se había ido a dormir así que al fin pudo irse. Vio con nostalgia el collar que le había dado su madre antes de morir, desde entonces su vida era imposible su padre parecía odiarla a ella y a Rin, nunca la dejaba hacer nada por eso si quería ver a sus amigos tenia que escapar o a veces ellos entraban por su ventana, de hecho mantenía su vida social en secreto, ellos hacían su vida menos miserable.
Su tía Aori, había intentado quedarse con la custodia de ella y de Rin porque Kira ya estaba casada, pero no lo logro, era inexplicable porque su padre no las dejo con ella si su desprecio se notaba no tenia sentido, hasta ese día solo la había conservado para usarla como una ficha de ajedrez tal vez tenia planes con Rin, pero no iba a dejar que su hermanita perdiera su vida por completo, ella era la única razón por la que no había escapado.
Después de caminar un buen rato llego al bar y se sentó en su mesa de siempre, donde estaban sus mejores amigos Sango una chica de largo cabello castallo y ojos chocolate, Miroku un chico algo pervertido de cabello negro y ojos azules, y Ayame peliroja de ojos verdes.
-Hola chicos sexis- Saludo alegremente
-Llegas tarde - Le reprocho Sango.
-Lo siento, pero hoy estaba como un perro guardián, no dejaba de rondear mi puerta- Tomo asiento junto a Ayame.
-Tal vez, cree que te escaparas- Opino Miroku
-Acabo de hacerlo y lo hago casi todos los días-
-No me refiero a escapar, irte para siempre- Aclaro Miroku tomando un trago de su whisky.
-El hombre tiene un punto, lo más lógico seria patearle el trasero e irte- Dijo Ayame
-Pero esta Rin, y no se puede dejar a una niña con...eso- Hablo Kagome
-Si, si, Naraku es un desgraciado, ¿quien es el sujeto?- Pregunto acercándose Sango
-¿Eso importa?- Preguntaron al unisono Kagome y Miroku
-Claro que si, conociendo a ese maldito te pudo comprometer con un enfermo mental o un psicopata o un violador pedofilo con una mascara y una casa en el lago...
-Sango mi Padre es un malnacido pero no me comprometió con Jason Voorhees.
-Pero ella tiene razón, podría ser un horrible perverso y asqueroso psicópata, o tal vez sea un chico sexy- Agrego Ayame
-Ahora estoy preocupada...WENDY TRAEME UNA BOTELLA DE VODKA- Pidió a la camarera que los atendía desde siempre y era ya su buena amiga- Y no solo es el hecho de que debo casarme con un desconocido que podría convertirme en salami si no que también se rompió la regla de los 30.
-Aquí tienes Kag- Dijo entregándole la botella con una sonrisa.
-¿Que es la regla de los 30?- Pregunto confusa Ayame
-Es algo que Koga y yo definimos nadie debe pensar en casarse antes de los treinta ¡y solo tengo 22!- Chillo Kagome tomando directamente de la botella- ¿Por cierto donde esta?.
-Tenia un proyecto que hacer con mi hermano- Contesto Miroku.
-¡OSEA QUE KOGA NO SE CASARA CONMIGO HASTA LOS TREINTA!- Grito Ayame histérica. Y Kagome se arrepintió de haber abierto la boca
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Al la mañana siguiente Kagome despertó con un fuerte dolor de cabeza, así que se volteo e intento volver a dormir hasta que se dio cuenta de que ese no era el techo de su habitación, ni su cama...de hecho ni siquiera estaba en una cama estaba en el sofá de Ayame junto con Sango, Miroku estaba dormido en el piso de la sala y Ayame estaba saliendo de su habitación.
-¿Que hora es?- Pregunto la pelinegra alarmada.
-Son las 7: 30 ¿porque?-
-¡MIERDA, ME CAGO EN TODO!- Grito Kagome despertando a sus amigos.
-¿Que pasa?- Pregunto un adormilado Miroku.
-Debo verme con... el tipo desconocido en una hora, apesto a alcohol y siento que me atropello un autobús-
-Te llevare a casa y creeme que estarás más que lista, nena, Ayame vámonos- Dijo Sango llevándose a Kagome fuera del departamento seguidas por Ayame.
-De acuerdo, si ustedes se van yo dormiré un poco más- Dijo Miroku recostándose de nuevo.
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Kagome se vio en el espejo una ultima vez y se sorprendió de que Ayame y Sango lograran lo que prometieron estaba, perfumada, peinada y se veía genial, ella no era una chica de alta sociedad que usaba perfume Channel y vestidos elegantes, pero hoy tenia que verse bien así que mientras ella tomaba un baño, sus amigas se encargaron de buscarle algo que no se viera ni formal ni informal, así que le dieron un par de pantalones negros una camisa blanca un blazer azul y unas botas, aunque debía admitir que se veía bien, no tenía sentido si iba a casarse con ese hombre eventualmente se daría de cuenta que su guardarropas no era de una "dama" si no más bien de una chica despreocupada .Sentía un nudo en la garganta, pero ¿quien no estaría nervioso de conocer a la persona con la compartirás por el resto de tu vida o por al menos un largo tiempo?
-El señor Taisho, esta en el estudio y recuerda no lo arruines- Ordeno su padre secamente, ella solo asintió y entro en el estudio, cuando vio al "señor Taisho" se llevo una sorpresa no era para nada feo Ayame tenia razón era un chico sexy, tenia el cabello plateado, los ojos dorados y un perfecto bronceado, además de que no aparentaba más de 30 años, el problema era como saludar, no estaba acostumbrada a hacer eso y mucho menos tenerle respeto a alguien tan joven así que mejor esperaría que el hablara primero.
-Hola señorita Higurashi- Dijo el joven cortésmente.
-Hola señor Taisho solo llameme Kagome después de todo se supone que nos casaremos- Y es que estuvo a punto de llamarlo por su nombre de pila, pero después pensó que eso sería muy atrevido.
-Entonces tu llámame Inuyasha-
-De acuerdo, así que, ¿que quieres discutir?- A esta altura la pregunta era irrelevante en realidad con tal de irse de ahí aceptaría lo que sea, y la poca cordura que tenia se debilitaba si estaba adolorida y con resaca.
-Tendrás que ir a todos los eventos que te requieran como la señora Taisho.
-Esta bien-
-A nuestro primer hijo le pondremos Hide – Ahí se paralizo, hijos lo que nunca pensó tener, y si los tenía quería llamarlos de otro modo, por otro lado Hide era el mejor amigo de Kaneki en Tokyo Ghoul.
-Espera un momento, ¿hijos? ¿vamos a tener hijos? ¿porque?- Empezo a balbucear, y estaba consiente de que parecía una idiota.
-Si – Dijo Inuyasha alzando una ceja, ¿acaso no era tener hijos lo que todas las mujeres deseaban?.
-¿Tu y yo? O ¿solo tu? O ¿solo yo? O podríamos adoptar, Yo no hago tratos – Estaba llena de nerviosismo, Inuyasha frunció el ceño un poco molesto; por otro lado afuera, alguien espiaba la conversación desde el balcon .
-Están hablando de hijos – Dijo Sota el hermana menor de Sango, a travez de un walkie talkie, cuando una sombra lo cubrió, y asustado dijo -Me atraparon me atraparon.
-Claro que no soy yo Wendy ¿que estas haciendo?- Pregunto sentándose a su lado.
-Estoy viendo si es un buen tipo-
-Y que tal ?-
-Hasta ahora todo ha sido bastante formal-
-¿Están hablando de tener hijos?- Pregunto Sango.
-Si el dijo que su primer hijo se llamaría Hide y ella dijo hijos ¿tu y yo? O solo uno y dijo que podían adoptar-
-Y ¿quien es? ¿ya lo viste? ¿que dijo acerca de adoptar?- Pregunto de forma ansiosa Ayame
-No puedo asomarme porque me verían, no escuche su nombre y cuando llego Wendy me desconcentre.
-¡Wendy!- Reclamaron Sango y Ayame.
-¡Oh lo siento, al parecer solo ustedes pueden espiar!-
-¡Que coño están haciendo!- Recrimino una furiosa pelinegra.
-Am...¿Que preferirías que estuviéramos haciendo?- Pregunto Wendy con una sonrisa nerviosa.
-¡Vayanse a la mierda!-
-Kagome- Escucharon los tres a sus espaldas, Kagome cerro la ventana rápidamente y se volteo.
-Si padre-
-Se casaran el sábado - Dijo Naraku con un tono que no admitía replicas.
-¡PERO HOY ES JUEVES!-
-Lo se y no me importa, mientras más rápido te cases mejor para mi- Ella sabía que estaba mal pero no podía evitar odiar a su padre.
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-Kagome- La llamo la peliroja desde la mesa.
-¿Que quieren chicos?-
-¿Por que no te sientas con nosotros?- Pregunto Miroku.
-Por que estoy trabajando- Respondió ella sentándose de todas formas, después de todo le debían una explicación. Kagome trabajaba en el bar desde los 17 años cuando decidió que quería dejar de depender de su padre y además eso ayudaría a su vida social, fue así como se hicieron amigos de Wendy -No quiero hablar de eso-
-De acuerdo...solo quiero preguntarte algo ¿después de que te cases seguirás trabajando aquí?- Pregunto Wendy viéndola a los ojos.
-No lo se, si no tengo que vivir tan lejos si, pero si me mudo lejos encontrare otro trabajo- Aunque era solo un bar amaba ese trabajo, aunque no tenía la mejor paga en realidad era muy entretenido y no quería renunciar, pero aunque tuviera que hacerlo buscaría otro.
-Si y también esta el hecho de que un ricachon posiblemente no deje a su esposa trabajar en un bar, menos en uno donde vienen tantos pervertidos- Dijo Sango, revelando otro inconveniente
-Si...Pero me preocupa otra cosa-
-¿Es sobre Koga?- Intuyo la peliroja.
-Si, las cosas no han estado muy bien desde que hable de esa perra pero pensé que ustedes sabían y ahora que voy a casarme sera aun más difícil arreglarlo todo, después de todo las personas aún creen que somos novios o hasta esposos incluso Ayame al principio me odio ¿QUE MIERDAS VOY A HACER?- Koga era su mejor amigo y no quería que la apartaran de el, pero había que ser positiva talvez su esposo fuera genial y la dejara ver a sus amigos todo el tiempo.
-Podrías al menos decir maldición- Reprocho Sango, que siempre la regañaba por su bocota.
-¿Porque diría maldición cuando puedo decir Mierda?-
-Por modales y si vas a casarte con un ricachon tienes que comportarte- Continuo su mejor amiga.
-Y ¿cuando es la boda?- Pregunto curiosa Wendy.
-El sábado- Contesto la pelinegra sin animo.
-¿QUE PERO HOY ES JUEVES?- Gritaron todos al unisono.
-Eso fue lo que dije- Era una puta imprudencia, pero es lo que es.
-Pero Miroku, Ayame y yo iremos de viaje mañana-
-Yo tengo turno doble los sábados-
-Y Koga tiene un montón de trabajo...No es justo se supone que ese debía ser el día más feliz de tu vida, Sango, Wendy y yo seriamos las damas de honor- Chillo Ayame.
-Y Miroku dijo que si me casaba usaría un vestido y seria la dama de honor principal- Recordó con una sonrisa Kagome – Bueno chicos tengo que trabajar ya hay gente llegando- Agrego levantándose casi en cámara lenta hasta que el reloj dio las 11 -Bueno ya es mi hora de comer.
-Vamos a conseguirte un vestido de novia-
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Fin del prologo, que me parece que esta un poco largo para ser un prologo, ok si me pase, y que Kagome es muy grosera para ser ella y que el hecho de que tenga tatuajes es todo un giro, pero quería hacer a Kagome diferente a la chica tímida y débil que suele ser. Pero en realidad no sera tan dura.
