Bueno... es la primeravez que escribo un fic y que me atrevo a publicarlo, aunque mi cabeza tienen muchas ideas locas XD Espero que no esté tan mal :s
Nota: Los recuerdos son los que están en cursivas ^^
Fairy Tail y sus personajes pertenecen a Hiro Mashima (¡Bendito seas! XD)
Lejos
Han pasado dos semanas desde que abandonó el gremio. Las más horribles y largas semanas de su vida. No tenía idea de cómo comenzar lejos de los que amaba, cómo vivir lejos de todos sus amigos, de todos sus recuerdos… ¿Cómo rayos viviría sin él?
Suspiró.
Recordó entonces como Gajeel se había acercado a ella, aquella tarde en que se encontraba sentada a la orilla del río, en Magnolia.
— ¿Estás segura?—Preguntó el Dragón Slayer mientras miraba los ojos de la chica—.Yo podría seguirte si me lo pidieras.
—Estoy más que segura, Gajeel-kun. Es necesario que me aleje del gremio, por mi propio bien. Ni siquiera notó que existo, solo le preocupan sus peleas con Natsu. Estoy harta de sólo ser su sombra… debo resignarme… Gray nunca me amará. Y no hace falta que me acompañes, puedo estar bien sola.
Suspiró de nuevo. No podía negar que extrañaba a Gray, que le dolía con el alma haberse marchado sin decirle nada, sin despedirse o avisar. La decisión que tomó fue la más dura de su vida.
Aquella mañana, un mes atrás, despertó tan segura de sí misma, dispuesta a confesarle a Gray todo el amor que sentía por él. Se dirigió con rapidez al gremio, mientras en su mente solo existían canciones de amor y alegría. Todo era perfecto, estaba segura que el mago de hielo la aceptaría, que él también la amaba. Lo buscó desesperadamente al llegar a Fairy Tail, pero no lo encontró. Entonces, caminó aún sin perder el ánimo hasta la barra, donde saludó a Mirajane con una gran sonrisa que ella devolvió.
—Parece que Juvia-chan está muy animada hoy.
—Sí Mirajane, Juvia-chan está muy feliz hoy— Respondió la sonriente peli azul—, Mira-chan, ¿Sabes si Gray salió a alguna misión? No lo he visto desde que llegué.
—Pues…—Mira puso un dedo sobre su mentón y miraba hacia arriba—. ¡Ah! Creo que dijo algo sobre aclarar algo… No presté mucha atención ¿sabes? Tengo algo de trabajo— sonrió una vez más—, pero dijo que tardaría en volver. Puedes preguntarle a Loke, aunque para eso tendría que hablar primero con Lucy ya que…
Juvia dejó a media palabra al orgullo de Fairy Tail, iba a toda prisa en busca de Lucy. La encontró bajo un árbol, platicando con Levy. Llegó muy agitada mientras las dos chicas la miraban curiosas.
—Lucy-chan… ehhh… Necesito hablar con Leo— dijo, con la voz entrecortada por el cansancio y la vergüenza.
— ¿Quieres hablar con Loke?—La rubia se mostraba con más intriga que al principio—.Bueno, pero quisiera saber por qué. Digo, de igual forma es mi espíritu y no quisiera invocarlo en vano. Tal vez yo pueda ayudarte.
Esto sonaba muy sospechoso. Lucy se negaba a llamar a Loke, siendo que sus espíritus, especialmente él, pueden ir y venir del mundo espiritual a placer propio.
—Anda Lucy—Levy sonreía—, deja que Juvia hable con Loke. Se ve que ha estado buscándote hace bastante tiempo, no creo que sea algo vano.
Juvia asintió. Era obvio que todos en el gremio (si no es que en toda Magnolia) sabían de su amor por Gray Fullbuster. Pero no quería aceptarlo, al menos no hasta haberlo confesado a su mago de Hielo.
— Pues, verás Lucy-chan… no encuentro a Gray-sama y Mira-chan no me ha dicho mucho respecto de su paradero. Estoy preocupada.
— ¡Oh! ¿Y piensas que Loke sabe algo?— la Rubia pensó por un momento—. Claro, claro, ellos son buenos amigos después de todo.
Sin más explicaciones, invocó a Leo.
— ¡Loke!—Juvia abrazó fuertemente al espíritu sorprendido, que levantó los brazos y enrojeció levemente—. ¡Dime que tú sabes algo sobre Gray-sama! ¡Dime, por favor!
Loke se arreglaba el traje y ajustaba sus lentes al tiempo que contestaba a la peli azul: —Sé que está lejos Juvia, aunque no sé si deba decirte más al respecto de eso. Gray me pidió ser discreto y sobre todo, respetuoso de la decisión que tomara.
— ¡¿Qué clase de mal amigo eres?!— Gritaba bastante exaltada Lucy—. ¡¿No puedes sólo decirnos?! ¡Gray podría estar en peligro!
— Lucy, Gray no está en peligro. No podría estarlo, él es un mago muy poderoso— Juvia se acercó de nuevo a Loke—. Por favor, no me importa lo que Gray-sama haya dicho, sólo quiero saber que estará bien donde esté, que no tardará que regresará pronto…
—Ese es el problema, Juvia— Interrumpió Loke-; Gray dijo que—suspiró—, necesitaba encontrar sentido a algunas cosas de su vida, que era confuso para él, necesitaba tiempo, habló con el maestro hace unos días— se quitó las gafas—.Gray se despidió de mí, no quería causar alboroto y por eso no lo hizo de nadie más. No prometió regresar. No sabe qué hará exactamente, a donde irá a parar. Sólo dijo que no quería aferrarse a nada en Fairy Tail sin aclarar sus pensamientos.
No quería aferrarse a nada en Fairy Tail…Las palabras de Loke vibraban en la cabeza de Juvia, sabía lo que eso significaba, sabía que Gray no le amaba, que había sido una torpe por creer falsamente, por ilusionarse, nadie prometió que él la amaría, entonces por qué ella… por qué ella lo hizo….
— ¿Estás bien, Juvia-chan?— Levy tocó el hombro de su compañera, ya que esta tenía la mirada perdida en el cielo luego de lo que Loke había dicho—, Juvia ¿Puedes escucharme?
—Dime…— dijo por fin como un susurro—, ¡Dime que estás mintiendo Loke!
Estas últimas palabras hicieron que los tres se sobresaltaran. Nunca había visto a Juvia tan enojada, tan molesta como lo estaba ahora. Vieron como ella cayó de rodillas sobre el suelo y comenzó a sollozar fuertemente al tiempo que una densa lluvia comenzó a azotar Magnolia. Lucy se tiró al suelo junto a ella, la abrazó muy fuerte y lloró a su lado. Loke y Levy miraban con tristeza la escena sintiendo como sus cuerpos se empapaban con la lluvia que era un grito de dolor y tristeza.
A la mañana siguiente, Juvia despertó en su habitación de Fairy Hills mientras escuchaba ruidos a su alrededor. Se incorporó y echó un vistazo, para darse cuenta que era Levy, cargando una bandeja en sus brazos.
— ¡Que alegría que hayas despertado ya! Te traje algo de desayunar, pensé que tendrías hambre, has dormido bastante desde…— hizo silencio al darse cuenta de su indiscreción.
—Gracias Levy-chan— Le brindó una leve sonrisa—, Pero no tengo mucha hambre y si no te molesta, quisiera estar sola un rato.
—Claro— Levy dejó la bandeja sobre una mesa y se encaminó a la puerta.
— ¿Levy?—Juvia la llamó justo cuando estaba por cerrar la puerta. La chica la miró en espera de que hablara, sabía que la detenía por algo importante—; ¿Lo de ayer fue un sueño, no es así?
Por más que intentó sonreír desde la puerta y decirle a Juvia que en efecto, todo era un sueño, no pudo hacerlo. Bajó la cabeza, apenada, por no poder solucionar la situación. Juvia entendió al ver el semblante de la otra chica.
— ¿Podrías decirle a Gajeel-kun que necesito verlo cuanto antes? Sé que está en una misión, pero… ¿podrías decirle eso en cuanto vuelva? Por favor.
—No te preocupes Juvia. Le daré tu mensaje.
Juvia miró afuera por la ventana. Sintió como se escurrían las lágrimas de sus ojos, pero no estaba segura de ella misma sentir dolor. Miró como lentamente las nubes inundaban el cielo, antes soleado. No sabía que haría al respecto, como actuaría, que decisión tomaría. Se limpió las lágrimas y bajó rápidamente de la cama. Todo a su alrededor le recordaba a él y no quería que así fuera. Si nada ataba a Gray al gremio, ella debía hacer lo mismo. Sacó su valija debajo de su cama y aún con lágrimas en los ojos, comenzó a empacar sus pertenencias; escuchando como las gotas de lluvia que caían, golpeaban la ventana.
Sólo se despidió de Gajeel y del maestro Makarov. Partió sin avisar y no se preocupó por dejarle alguna nota a Gray. Él nunca volvería.
Se alojaba en una pequeña cabaña que Gajeel había conseguido para ella, en un camino apartado de Magnolia. Tenía una chimenea y estaba en lo alto de una colina, con un pasaje de árboles donde la puesta de sol agigantaba las sombras de aquel que pasará por ahí. Desde que llegó al que era temporalmente su nuevo hogar, miraba el atardecer diariamente, esperando que el dolor se acabara lo más pronto posible.
*Mientras tanto, en Fairy Tail*
Todos miraron con cara de asombro como Fullbuster entraba al gremio, yendo directo a la barra. Como costumbre suya, su ropa estaba ausente, pero su semblante mostraba una sonrisa de autoconfianza y un brillo especial en los ojos. Se sentó que la barra, sin mirar que a su lado, estaba el Dragón Slayer de Hierro.
—Gajeel— dijo Gray, a manera de saludo.
El aludido echó un vistazo a su derecha, hacia donde estaba el recién llegado. Medito unos segundos el saludo, para luego atizar un golpe en su cara, que lo haría chocar directo en la pared.
— ¿Qué demonios te pasa?— gritó Gray exaltado. Se levantó y unió las manos—. ¡Ice mak…!
Sin poder terminar su expresión, Gray sintió la presión el cuello que causaba el puño de Gajeel sobre él.
— ¡No me importa por qué te fuiste ni por qué regresaste 'hielito', pero no llovía desde hace mucho para Juvia! Espero que seas responsable por eso.
Gray se sintió liberado. Tomó sus cosas de nuevo y salió. No tenía idea de a qué se refería Gajeel, pero sí sabía por qué había hecho su viaje. Corrió hasta Fairy Hills. Tenía preguntas por hacer.
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Juvia se recostó sobre la colina una vez más, para disfrutar del atardecer. Todo su día había sido espléndido, su humor realmente mejoraba. Bajó la mirada sólo un poco y notó una figura que se acercaba por el pasaje de árboles. Se puso de pie, justo en el momento que Gray pudo por fin mirarla. Quedó atónita, pensó en bajar la colina, pero se resistió y dio media vuelta para volver a la cabaña. Entonces, sintió como resbalaba súbitamente. El pasto verde, era ahora un tobogán de hielo que iba directamente a Gray. Por fin, cuando terminó de caer, él la levantó tomándola de la mano. Ella estaba perdida en sus ojos oscuros, su corazón parecía a punto de estallar aunque en su cabeza se llevaba a cabo un conflicto de emociones, ¿debería odiarlo por irse? ¿O tal vez ella lo hirió al no dejar rastro de su paradero? No sabía cómo actuar o qué decir.
Lentamente, Gray rodeó su cintura con sus brazos. La noche caía, pero no se percató pues miraba fijamente a Juvia a los ojos.
—Me fui, buscando respuestas— habló él, por fin—, quería estar lejos de todo, para hacerme más fuerte. Pero volví, porque ni toda la fortaleza que adquiera, es suficiente para soportar estar lejos de ti. Lejos del amor, que siento por ti.
Juvia no lo podía creer. Gray-sama la amaba, tanto como ella a él. Se acercaron despacio, mientras la luna los alumbraba, y con un beso, prometieron no volver a separarse jamás…
Pues, eso es todo. Ojalá y les haya gustado y si no, lástima XD me sirvió para relajarme. ¡Gracias por leer! (Si es que acaso alguien leyó esto)
