« Moffat es el dueño de la TARDIS (sadly) y la historia de TheCimmerianRaven pero la traducción es mía.
« Gracias a FungysCullen13 todo esto tiene sentido.
« A pesar de que no sea un fandom muy conocido en español, me conformo con que alguien lo lea y lo disfrute. Esta es mi primera historia de ellos y como amo Amy&Eleven a lot, es de ellos. Son una serie de viñetas sobre momentos que pasaron en la temporada 5 y 6. So enjoy.

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Tu me dejas en la obscuridad

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El Doctor no se dio cuenta de que estaba temblando hasta que Amy y Rory se habían ido a la cama, ambos murmurando buenas noches entre bostezos, sus manos enlazadas fuertemente. Él murmuró algo en respuesta, ocupado, o al menos pretendía estarlo con los controles de la TARDIS. En cuanto el sonido de sus voces se apagaron, el temblor en sus miembros se puso peor hasta que, con una maldición, abandono toda pretensión y se derrumbó en una silla, envolviendo los brazos alrededor de sus hombros. Varias horas después y él seguía estando frío. No quería admitir el porqué.

En el fondo de su mente, podía oír las crueles burlas del Señor de los sueños, inquietándolo, incluso cuando su orador se había ido hacia tiempo. Ella escogió a Rory y siempre lo escogerá a él; no eres nada comparado con él. Sólo eres la novedad y tú sabes lo que les pasa a las novedades ¿cierto? En cualquier día, se van a dar cuenta de que no te necesitan y te abandonarán ¡Y vas a estar solo de nuevo! Después de todo, ¿Cómo se puede amar a una criatura de corazón frio como tú? ¿Cómo amar a un cobarde, a un hombre que deja que sus amigos se sacrifiquen en lugar de rendirse?

—Cállate —susurró el Doctor para sí mismo—. No es verdad; nada de esto lo es. Soy su Doctor harapiento; ¡claro que me quiere!

— ¿Lo hace? —Se burló la voz—. ¿Qué te dice que no está fingiendo? ¿Qué te dice que no está asustada de que tú la abandones a ella y Rory en un planeta desconocido si se atreve a decir algo?

— ¡Yo no haría eso! —Protestó, resbalándose de la silla hacia el piso en donde se abrazó las rodillas con fuerza—. ¡No lo haría!

—Lo harías, eres la Tormenta que se aproxima y todos sabemos lo que las tormentas hacen. Ellas arruinan todo. Queman naciones, destrozan vidas, aniquilan civilizaciones. ¡Ellas destruyen! ¡Y tú no eres diferente!

— ¡No, no, no! —Gritó angustiado el Doctor—. No eres real; solo eres un fragmento de mi imaginación ¡Vete! —Enterró su rostro entre sus manos, pero aun así la voz habló y habló ¡y no se callaba! —Por favor, detente —gimió— ¡Por favor, solo detente!

No se había dado cuenta de cuanto ruido estaba haciendo o de que estaba llorando hasta que escucho el ruido de pasos corriendo y Amy y Rory aparecieron, jadeando de cansancio.

— ¿Doctor? ¿Qué está pasando? —Gritó Amy entre jadeos, escaneando la sala de control con desesperación hasta que lo entrevió, con ojos muy abiertos. Él supuso que estaba en mal estado; acurrucado en el suelo, la ropa hecha un destre y la cara bañada en lágrimas. La escucho dar un paso hacia adelante, y luego dudó. — ¿Doctor? —preguntó gentilmente—. Doctor, ¿qué va mal?

No respondió, simplemente gimoteo en silencio y se apretó más a sí mismo, con su cabeza presionada contra el tranquilizador metal caliente del piso de la TARDIS. Por lo menos ella no lo abandonaría.

—Doctor —De pronto Amy estaba a su lado, alcanzándolo para jalarlo gentilmente hacia ella, sus brazos se envolvieron alrededor de su torso mientras suavemente enredaba los dedos en su cabello oscuro—. ¿Esto es… esto es por lo de hace rato? ¿Sobre el Señor de los sueños? — Cuando él no dio respuesta, ella respiro profundamente y siguió adelante, adivinando todo lo que estaba pasando—. Porque ya lo sabes, lo que sea que este diciéndote, no es verdad. No me voy a ir, no importa lo que diga. Rory y yo. Estas atrapado con nosotros y vas a tener que acostumbrarte a eso porque no vamos a ir a ninguna parte. Ahora, vamos a ver esa sonrisa.

Ella acunaba tiernamente su rostro, girando su cabeza para encararla y lo besó suavemente en la frente. Lenta, tentativamente, él le regreso el abrazo, sintiéndola sonreír aliviada.

—Ahí está. ¿Mejor ahora? —Ella sonrió y él asintió, de alguna manera ya no estaba molesto por su muestra de debilidad. Esa era Amy después de todo, ella podía enjuagar las lágrimas con una sola sonrisa y calmar problemas con un solitario beso. Sintió una sonrisita propia deslizarse en su lugar.

—Sí. —contestó—. Sí, mucho mejor.

Hiso ademán de alejarse – ya había pasado mucho tiempo para seguir dejando su orgullo de lado – pero Amy lo detuvo, seguía acariciando ligeramente su mejilla. Ella lo miró a los ojos.

—La próxima vez, di algo. No siempre tienes que ser fuerte; todo mundo tiene permitido tener sentimientos. No te encierres en tu coraza.

—Gracias, Amy. —Susurró, recostándose en su abrazo.

—Cuando sea, Doctor. —respondió. —Cuando sea.

Un feedback es recompensado con una vuelta en la TARDIS :)