¿Amor?
Resumen: Ella lo amaba, lo amaba pero mal. Obsesión habían dicho y Anna debe acabarla, su hermana no puede estar enamorada del hombre que trato de matarlas. Drable
Advertencia: No se si se llame Dark! Elsa, pero, no es oscura si no que... Es de alguna forma bastante extraña. No se si realmente es Helsa... pero de alguna forma si.
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-Te amo- murmuro con dulzura acariciando levemente los cabellos pelirrojos del príncipe.
-Yo también- y una sonrisa se forma en el rostro de la reina.
El tiempo había pasado, Elsa no lo entendía pero pensaba demasiado en el príncipe de las Islas del Sur, él la había tratado de matarla, a ella y a su hermana, las engaño, jugó con Anna, varias eran sus razones para odiarlo.
-Aveces me cuesta manejar el reino sola- susurro sentada a su lado, los ojos verdes de su acompañante estaban cerrados, estaba durmiendo. La rubia sonrió y acaricio su mejilla con cariño sin despertarlo.
Anna sabía que no podía dejar esto así, no podía permitir que su hermana entrara en ese estado.
Obsesión habían dicho los médicos Deshacerte del objeto que causa obsesión, habían dicho que esa era la solución.
-Estarás todo el tiempo a mi lado, veras que nadie podrá separarnos- susurro la rubia tomando su mano y sonriendo, sus ojos brillando bajo la luna. Beso con dulzura la frente del que alguna vez fue su enemigo y sonrió al notar que no había logrado despertarlo, como una niña que había hecho una travesura se escabulle afuera de la habitación.
-¡Elsa! ¡Eso es imposible!- grito furiosa la pelirroja, la rubia la mira enojada y furiosa.
-¡Yo le amo!
-¡Estas loca!- dijo teniendo sus manos, los ojos azules la miran con una sombra de furia y luego la rubia se da vuelta para adentrarse a la habitación donde Hans se encuentra.
-Elsa...- susurro la princesa sintiendo una gran angustia. No, esto no podía estar pasando, su hermana no podía estar enamorada de él, no podía, estaba simplemente mal.
-Te he perdonado, todo lo que hiciste fue perdonado- la reina sonríe al ver que el pelirrojo también lo hace, Elsa piensa que nadie la entiende, pero lo quiere y nada podrá separarlos.
-¡Esto se tiene que terminar!- grita Anna, Elsa se da vuelta a mirarla y se para.
-Si te molesta puedes irte- dijo seriamente.
-¡Elsa! ¡Lo que haces es una locura, estas perdiendo la cabeza!- grito preocupada la pelirroja, Elsa se acerca y tapándole la boca con delicadeza la obliga a seguirla hacia afuera.
-Lo vas a despertar, aun es muy temprano, dejalo descansar- susurro con dulzura, Elsa no entiende porque las lagrimas se deslizan por el rostro de su hermana.
-Quiero que lo traigan- murmuro de pronto la rubia, el general abre los ojos impresionado.
-¿Que?- susurra.
-Las Islas del Sur me pidieron que decida, se lo traerá aquí, a Arendelle- dijo ella mirando por la ventana. El general asiente pero supone que no lo entenderá, tal vez es algo meramente diplomático.
-Elsa... esto esta llegando demasiado lejos- murmuro angustiada, la rubia sonríe dulcemente.
-Yo lo amo, es lo único que debería importar- sonrió antes de irse por los pasillos. Lo se, lo se piensa Anna angustiada Lo amas, pero lo amas mal ¡Esto es una locura! Lo piensa pero no lo dice
-Eres lo mejor que me a pasado en mi vida...- murmura la rubia mientras ambos conversan una tarde, el pelirrojo esta recostado sobre la cama y la reina esta sentada en una silla cercana. Una sonrisa aparece en el rostro del príncipe y ella no necesita más palabras.
-¡NO! ¡Anna!- grito angustiada Elsa al ver como su hermana la mira con determinación teniendo un fósforo encendido en su mano apunto de tirarlo a la cama que anteriormente había llenado de paja, pero Hans esta acostado ahí, esta dormido y no parece saber el peligro.
-Elsa... lo hago por ti- lo más sorprendente es que solo los ojos azules de la reina muestran locura.
-¡Lo vas a despertar! ¡Lo vas a dañar!- grito la reina bloqueándose por un momento, por primera vez el hielo no le obedecía, la habitación no tenía rastro de hielo y eso sorprendió un poco a Elsa.
-¡No despertara!- grito la pelirroja.
-¡Si lo hará!- grito Elsa mientras las lagrimas se deslizan por su mejilla.
-¡No! ¡Elsa, abre los ojos! Él esta muerto- susurro Anna la terrible verdad que la reina había estado negando todo este tiempo, Elsa negó con la cabeza.
-¡No es cierto!- grito, el hielo no sale de sus palmas.
Pero lo era, hacía dos meses el Almirante Hans de las Islas del Sur había muerto envenenado, las Islas del Sur le preguntó a la reina de Arendelle a donde deberían sepultarlo puesto a que sus padres no lo reconocían ya. Elsa había dicho que lo trajeran a Arendelle, el cuerpo que estaba en sus mejores condiciones fue dejado en una habitación, el hielo de su alrededor evitaría cualquier descomposición. Hielo que Anna había derretido hacía menos de una hora.
Elsa se había enamorado de alguien que no estaba vivo, la reina había entrado en una locura. Hablaba con el cuerpo sin vida, le decía que lo quería y solo en su mente tenía contestación.
Mientras el cerillo cae hacia la paja Elsa siente una fuerte compresión en el pecho y la realidad la golpeo con fuerza por segunda vez. Con el fuego se fue consumiendo el cuerpo y sin saberlo, su propia vida.
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Esto ha sido terrible, lo se... pero se me ocurrió y no pude quitármelo de la cabeza, lo siento. Fue un Helsa muy extraño... y si, Elsa se había enamorado de él luego de su muerte (?)
Bueno... je je
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