¡Hola!
Bueno, hoy vengo con una... Nueva historia creo, después de una larga pelea con mi novio por muchas cosas, esta mañana se me encendió el foco (?) y pues, eh aquí mi nueva historia, espero que os guste;
¿Qué pasará después de un "Vivieron felices para siempre"? ¿Realmente es así…?
Toda buena historia comienza por el final
Y vivieron felices… ¿Para siempre?
Capitulo I: Imperfección
Las campanas retumbaban en aquel recinto, unas cuantas lágrimas salían de los presentes, un silencio pulcro y el sonar estruendoso del silencio, ¿Ironía? No, aquel día era un momento especial, los pies de los niños se escuchaban por todo l lugar haciendo estruendosa cada pisada. Pronto una voz profunda sonó, haciendo retumbar a cada presente y detener el correteo de los niños.
― Los declaro, marido y mujer ― Una sonrisa adorno el rostro del sacerdote, levantando las comisuras llenas de arrugas y aquellos lentes ajustados a su nariz que cayeron hasta la mitad de la misma, dándole un aspecto mayor ― Puede besar a la novia…
Una sonrisa alumbro su rostro, sus ojos perlas se iluminaron y el rastro de alegría se dejo visualizar, acompañándolo de un sonrojo prominente en su rostro. Cerró los ojos, esperando aquel roce dulce de su amado y con el corazón desbocado, entre abrió sus labios incitándole a besarla, pero nunca llego. Abrió sus ojos confundida, encontrando aquel mar de ojos azules y un brillante deseo en ellos.
―Te Amo, recuérdalo de ahora en adelante. Por favor ―Las lágrimas estaban a punto de salir y al fin lo sintió. Aquellos labios la besaban con ternura, aferrando su pequeña cintura a su cuerpo y así entregándose ambos su amor.
―…Lo recordaré… ―
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Solté un suspiro resignada viendo el televisor prenderse y perderme entre los comentarios graciosos que hacían, más no sentía nada a excepción del dolor, vire mi cabeza hacia mi costado y allí, durmiendo placenteramente se encontraba mi esposo. Una sonrisa cubrió mis labios, cerré mis ojos cansada de contener las lágrimas y el dolor en mi pecho, apretando la sabana y callando mis sollozos en murmullos. Así es como debería haber sido mi boda, aquel día era especial, era mi día más no podía sonreír. Aun recordaba lo acontecido hacia tan solo una hora, suspiré con resignación y solté al fin lo que era un gemido de dolor, apretando mis labios. ¿Así sabia el dolor?
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El sonrojo en sus mejillas deslumbraba al rubio y de un momento, sonrío al sentirse suya, al saber que desde aquel momento ella sería su mujer, y que eso nada lo cambiaria. Soltó un suspiro de alegría, abrazándose por el cuello de él, sintiendo el impulso de sus brazos pasar sobre sus piernas y su cintura, aferrándola a su cuerpo, riendo ante esto ella sintió como su cuerpo volaba a los movimientos de su ahora, esposo. Miro hacia ambos lados de la iglesia, encontrándose con los ojos de su padre, quien miraba amenazadoramente al rubio. A su lado estaba su primo, que sonreía de lado, sujetando la cintura de su amiga de ojos chocolate, suspiro feliz. ¡Si habían finales felices!
― Iremos a casa… ―Escucho el sonido ronco de la voz del rubio, penetrándole el sentido y sintiendo sus mejillas arder, asintió suavemente con la cabeza y suspiro. ¿Quizás el deseo de la voz del rubio la hizo ensordecer? ¿O era el deseo propio de ella?
― ¿Y la fiesta? ―Suspiro, callando el doloroso palpitar de su deseo impreso en sus ojos
― Ya veremos que pasa… ¡No te preocupes! Ahora… Es nuestro momento… ―Sintió como entraban a la pequeña limusina de color blanquecino. Un gemido escapo de nueva cuenta de sus labios, sintiendo el fuego abrazador en su cuello quemándole la garganta y enloqueciendo al rubio― Na… Naruto… ―
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¡Sí! Así debió ser mi boda, así debieron ser los sueños junto a él. En aquel momento tendríamos que estar envueltos dentro de nuestros placeres, gritando los gemidos y entregándonos uno al otro, jurándonos al fin el amor. Sí. Así debió ser mi primera noche. Miré a mi lado, escuche como un nuevo suspiro salía de sus labios y sonreír amargamente al ver su sonrisa tan inocente, tanto para no poder ver mi dolor. Sonreí, aquellas marcas en cada mejilla siempre me habían intrigado, y siempre estaban presentes, eso lo hacia ver más inocente, y de alguna forma… Aún más atractivo. No lo culpaba pues él no lo había echo apropósito, el sueño se hizo presente y al quedar ahí varado… Estaba nuestro amor, pero había más tiempo para que pasase ¿Verdad?
Negué frenéticamente, soltando mis lágrimas y el dolor, desbordándose en la cama, cubriendo mi rostro con aquellas sabanas ahora húmedas por mis llantos, ¡Claro que no! ¡Jamás sería nada igual! Nunca, nunca estaría de nuevo aquel profundo sentimiento que se apoderara de mi pecho, haciéndome vibrar de emoción, de nuevo el dolor estaba en mi pecho, carcomiéndome.
Algún día…. Llegará el momento en que él pueda entenderme, porque no tenia la culpa. Él solo había intentado hacerme feliz, hacernos felices. Pero no, aun no era el momento de que la felicidad llegara a nosotros…
Porque yo sabia, que nuestro amor era… Imperfectamente perfecto
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Al final, no sabemos si existe un "Vivieron felices para siempre" Ni tampoco si aquellas historias de amor que nos cuentan, terminan como queremos que terminen. No es el destino ni la casualidad lo que lo hace terminar como está, nadie sabe que nos depara y que será de nosotros en un futuro. Solo nosotros tenemos las capacidades para hacerlo, pero la mayoría pensamos que está fuera de nuestro alcance y lo dejamos a la suerte, pero…
Saber que lo inexistente existe y que lo que es inalcanzable lo podemos tocar, es el mejor sentimiento que podamos tener en nuestros corazones….
Recordemos porque dijimos alguna vez "Te amo"
¡Y vivamos!
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Bueno, eh aquí el primer capitulo, habrán más como esté, pero hasta donde puedo ver a quedado más como un epilogo, y espero que a ustedes les guste, porque son los primeros que deben juzgar.
Aprecio a todos aquellos que se han tomado la molestia de venir a leer este pequeño fic, que no durará mucho sin su apoyo, pero con el espero escribir grandes cosas.
Los quiero a todos.
Saludos.