Era Navidad, esa noche era fría y algo callada. En la casa Aidou les esperaba una deliciosa cena. En ese momento los gemelos mayores de Misaki se encontraban ayudando a su madre en los últimos retoques de la mesa.
Misaki salió de su ducha y empezó su rutina de cuidado, desde secar su piel y cabello, hasta aplicar su loción con olor a cereza, ella amaba las cerezas, eran sus frutas favoritas. Escogió un vestido negro, con mangas largas y en ciertas partes semitransparentes de encaje. Dejó su cabello suelto con ciertos mechones ondulados, ese día extrañamente lucía más pálida de lo usual, su piel blanca hacía resaltar sus labios rojos, su cabello negro asabache, y sobre todo, sus grandes ojos color miel.
Cuando terminaba de arreglarse escuchó a alguien entrar, algo curiosa volteó y divisó a aquel joven alto y de apariencia atractiva.
-Feliz Navidad Misa-chan~- dibujó una sonrisa leve en su rostro mientras que ella se le va acercando con el seño fruncido -¡¿Cuántas veces te he dicho que no me llames así?!- suspira empujándole leve la frente con su dedo índice -Calma Aidou- levanta sutilmente su mano colgando en la puerta un muérdago.
-¿Eh?- miró hacia arriba algo confundida -¿Qué es eso?- preguntó mirándolo a la cara.
-Es tu regalo de Navidad Misa-chan- sonrió y miró su vestido. Misaki rueda los ojos algo molesta sonrojándose ante su mirada -Gracias.. supongo.. Pero, Yo no te tengo un regalo- mira a un lado apenada -Umm estamos parados bajo un muérdago, es Navidad, ¡Piensa!- Misaki parpadeó rápidamente al escuchar lo dicho por Takumi -Beller..- se sonroja un poco más -C-Creo que sé lo que te daré, espero que no te moleste...- continua mientras se pone de puntas ya que la diferencia de estatura eran considerable.
-¿Huh? ¿Qué es Misa-chan?- se cuestionó a lo que la veía acercándose cada vez más -Cállate...- Misaki cerró sus ojos y postró delicadamente sus labios sobre los de él. Takumi correspondió con ternura acariciándole las mejillas, los dos sintieron que cada segundo era terno. El beso duró unos dos minutos.
-Feliz Navidad Be...Beller- Misaki lo miró muy avergonzada mientras volvió a su posición -Gracias Misa-chan... Quiero uno más largo para mi cumpleaños ¿sí?~- rie leve acariciándole el cuello, haciendo que Misaki se estremeciera -Tonto...- frunce el seño suspirando y vió como el joven se alejaba susurrando algo que no alcanzó a escuchar ya que su madre la llamó para la cena.
Un simple muérdago puede cambiar mucho la noche de Navidad... o quién sabe~.
Lo sé ... lo sé.. - v -Uu estuvo re fome pero bueno, a estos dos los adoro D:
bueno eso~
¡Gracias por leer!
