Pasado
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Advertencia: Es un Deathfic
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Parte 1.
Se levanto sobresaltado, su respiración estaba agitada, hacia una ya que despertaba de esa forma, teniendo horribles pesadillas. Se levanto pero un mareo lo hizo caer de nuevo en la cama, volvió a intentarlo, logro llegar a la puerta, se sintió aliviado de no encontrar a alguien, bajo a la cocina tomo un poco de agua, su boca amanecía siempre seca, como si hubiera grito incesantemente.
Estaba nuevamente en su cuarto asomándose por la ventana, faltaba para el amanecer pero sabia que no podría volver a dormir, pensaba mucho sobre las pesadillas que tenia pero no las comprendía, eran como sombras de algo que nunca debió ser, pero que en ese momento eran lo mejor.
Se baño tratando de refrescarse un poco, se preparo para ir a su instituto, porque a pesar de todo el era Suuicihi Minamino el mejor estudiante, y no podía seguir faltando a la escuela y menos por algo así.
Caminaba lentamente, había salido muy temprano a falta de algo de hacer, se había despedido de su madre como su costumbre le indicaba, sentía un gran confort y alegría al tenerla a su lado, también agradecía la presencia de su ahora padre y hermano. Iba con la mente en blanco cuando sintió un escalofrió en su espalda como si alguien le estuviera observando atentamente, no sintió ninguna presencia, y creyendo que era solo un curioso mas volteo en su búsqueda para enfrentarlo, pero nadie había, un nuevo escalofrió le dudar, se mantuvo en su lugar, sin movimiento alguno esperando que aquella persona que lo vigilaba apareciera. Momentos después se resigno, creyendo que esa solo el cansancio y siguió su camino, no se dejaría llevar por trucos de su imaginación.
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El día siguió como si nada, hacia tiempo que no sabia del reikai tantei, pero eso solo significaba que todo estaba tranquilo, por lo menos esa parte, pero deseaba, no, necesitaba saber el significado de esas pesadillas, solo lo agotaban y le dejaban un mal sabor de boca.
Estaba recostado en su cama, contemplando el techo de su habitación, con la mente en blanco, tanto pensar lo había puesto muy tenso y la única forma de recuperarse era vaciar su mente y relajarse, pronto el sueño lo alcanzo y lentamente cerró sus ojos dejándose llevar a un mundo onírico.
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Sintió el frío recorrer su cuerpo, une escalofrío lo obligo a despertarse, estaba boca abajo, abrió los ojos lentamente, se sentía cansado, el cuerpo le dolía, se levanto rápidamente al descubrir que ya no estaba mas en su cuarto. Se hallaba en un pasillo de piedras gastadas, no había hueco alguno donde entrara el viento, pero extrañamente el lugar podía ser contemplado a simple vista, las paredes estaban enmohecidas, el aire se sentía húmedo, pero no había señales de agua.
Caminó con inseguridad, su recorrido a sus ojos era largo, el aire enrarecido le dificultaba respirar, la luz desaparecía como iba caminando, hubo un momento en que ya no pudo distinguir su alrededor, perdió el equilibrio en un desnivel del piso, no cayo, tanteo el piso para descubrir unos escalones, los bajo sujetándose de la pegajosa pared. Logro distinguir una luz mas adelante, camino hasta un salón circular alumbrado por escasas antorchas en pilares ubicadas alrededor del mismo salón, seguía bajando, ruido de agua llego a sus oídos al dar un nuevo paso, sintió humedad en sus pies, bajo la mirada para confirmar la existencia de algo liquido, la poca luz le permitió ver que ese liquido era muy espeso y oscuro para ser agua corriente. Retiro su pie y desvió su camino, rodeando el centro del salón, donde se encontraba el agua.
Había dado algunos pasos cuando un fuerte viento agito su cabello impulsando a entrecerrar los ojos, vio las llamas danzar de las antorchas y el agua agitarse, su olfato percibió un olor conocido, desagradable y perturbador, sangre, un olor a sangre cubría ahora todo el lugar.
Giro con rapidez al escuchar unos pasos acercarse con rapidez, no lograba encontrar el lugar de donde provenía el sonido, demasiado eco, algo en su interior le previno, un temor a muerte lo obligo a preparase para defenderse. Una sombra a su derecha le hizo girar, cayó sentado sobre el agua al recibir un impacto con gran fuerza, no se lo esperaba, alerto sus sentidos para buscar a su agresor, una respiración agitada se escuchaba por todo el lugar, levanto una mano para retirar las gotas que habían brincado a su rostro, se lleno de asco y miedo al ver que no era agua, el agua turbia era sangre, el origen del olor provenía de ahí, tanta sangre que cubría 4 escalones en un área bastante grande.
Olvido esa sangre, al aumentar el sonido de una respiración que retumbaba en las paredes, impidiéndole encontrar al causante del sonido. Se levanto sin dejar de estar atento, le repugnaba seguir ahí. Unos paso acelerados a su espalda, giro, una enorme sombra, sus ojos se abrieron con terror, no había forma reconocible, irradiaba furia, un movimiento a la derecha de esa cosa, y un intenso dolor en su costado izquierdo, su corazón se ajito, grito de miedo y dolor.
Se sentó en su cama, tratando de tranquilizar su pulso, llevo su mano a su costado, aun sentía el dolor, se levanto de su cama, sus piernas le temblaban se apoyo en la pared para poder llegar al baño de su cuarto, recargo ambas manos en el lavabo, dejo el agua correr, tomo un poco para mojarse el rostro, se miro al espejo, se vio pálido y cansado, llevo nuevamente una mano a su costado, el dolor empezó de nuevo, por impulso alzo la camisa de su pijama, y vio con incredulidad, que donde surgía el dolor, una línea roja como si un raspón hubiera sido, tomo una pequeña toalla la mojo y trato de limpiar esa pequeña herida, no podía creer la coincidencia entre lo soñado y lo que sentía en estos momentos, no recordaba haberse lastimado o haber hecho algo para que apareciera.
Se sentó en su escritorio, desde ahí podía ver a través de la ventana, pronto amanecería, otra vez despierto tan temprano, como todas las mañanas, ¿desde cuando empezaron?, no lo recordaba, pero se le hicieron una infinidad de días.
Cerro los ojos lentamente, tratando de visualizar a ese ser que siempre lograba engañarlo, cuando lo sentía cerca no podía evitar tener estremecimientos, como si supiera que ese seria su fin, no era de los que se rendían, pero era algo no podía evitar, le daba miedo recordar. Regreso al baño para prepararse nuevamente a la escuela, ese día era viernes y podría descansar en la tarde.
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Regresaba a su casa, durante las clases se dio cuenta de las miradas de sus compañeros, lo veían con curiosidad, sabia que se veía mal, tanto cansancio ya era imposible de ocultar. También su familia se había dado cuenta y se sintió mal al preocuparlos, pero no sabía como evitar tener esas pesadillas, pero ahora le preocupaba era esa marca en su costado.
Un peso en su hombro, volteo con rapidez dispuesto a atacar –calmado, solo soy yo-
-perdóname Yusuke, he estado muy tenso- dijo volviendo a su postura original
-se nota, te vez muy cansado-, no deseaba hablar de eso, no quería seguir preocupando a la gente
-hace mucho que no me visitan, supongo que todo esta bien en el mundo espiritual-
-hasta ahora-
Kurama lo miro con atención –que quieres decir con eso?- sospechaba la respuesta
-Koenma nos ha llamado para una nueva misión-
-de que se trata?- pregunto sin ganas
-no lo se, por eso nos pidió que lo viéramos ahora-
Suspiro desganado, -crees que sea necesario que vaya, quería descansar un rato esta tarde-
Vio a su amigo quien entrecerraba los ojos –esta bien le diré a Koenma que no podías venir, ya después vendré a contarte lo que nos haya dicho, bien-
-gracias Yusuke-
-descansa Kurama, nos vemos- le dijo a lo lejos, sonrió al verlo a la distancia, agradeció ese apoyo.
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Llego a su casa, sus padres regresarían mas tarde de sus trabajos, su hermano tampoco estaba supuso que estaría con sus amigos, subió a su cuarto y se recostó dejando en su lugar sus cosas, pero a pesar del cansancio no logro dormir, habían pasado cerca de 30 minutos, se levanto dispuesto a comer algo, se preparo algo ligero para después ir a las sala, cambio varias veces a los canales, pero nada le llamo la atención, se tumbo en el sillón con aburrimiento, le dejo a un canal que pasaba ene se momento un programa de risas tratando de ignorar aunque fuera un momento lo que lo molestaba, pero el programa esa muy soso, parpadeaba con pesadez, aun escuchaba el sonido de la tele, para después llegar a escuchar el rumor proveniente de la calle, el movimiento de la corriente eléctrica, y el leve viento chocar con la ventana, sus ojos por fin se cerraron.
Un grito se escucho, se sentó en el sillón, el grito había acelerado su corazón, había llegado directo a su interior, se escucho angustiado, desesperado, como un llamado de auxilio, se levanto y recorrió la casa, temiendo que fuera alguno de sus seres queridos, pero la casa seguía vacía, tal y como estaba cuando llego, se asomo al jardín, vio desde ahí la calle, estaba todo tranquilo, regreso al sillón, se fijo en el reloj, había dormido casi dos horas, se tranquilizo al darse cuenta que no había tenido esa pesadilla, pero ese despertar no fue muy agradable, aun sentía el retumbar del grito en sus oídos. Se levanto para tomar agua, sus pensamientos lo llevaban que solo había sido su imaginación ese grito, o tal vez algún niño que había pasado gritando.
-Kurama- Se sobre salto al escuchar su nombre casi en susurro, el vaso había temblado en su mano, se calmo por lo absurdo de la situación, pero de ahí paso al desconcierto, quien lo llamo si estaba solo.
-Kurama- se escucho de nuevo, no pudo evitar sentir temor, impedir que sus latidos se aceleraran, el vaso cayo, el tono de la voz era mas un reclamo que un llamado.
-maldito- acuso con fiereza, Kurama alerto sus sentidos preparado para una ataque, su cuerpo sufría de leves temblores, como si esa voz entrara en lo mas hondo de su ser.
Se escucho que alguien llamaba la puerta, y el miedo que había penetrado a su cuerpo desapareció. Sacudió su cabeza, no sabia como se podía permitir ese tipo de engaños.
-qué tal Kurama?, Yusuke nos dijo que no te veías bien y venimos a verte- dijo Kuwabara que entraba sin ser invitado
-no te ves bien, pero no te preocupes nosotros de cuidaremos- expreso Botan que entraba tras del de cabello naranja
-perdóname Kurama, pero cuando les dije porque no podías venir no pude impedir que vinieran para ver como estabas, sabía que querías descansar-
-no te preocupes Yusuke, esta bien-, se alegro por las palabras
Cerro la puerta entre suspiros, tal vez esta intromisión le ayudarían a relajarse. Se sentó en el mismo sillón, Yusuke enfrente, mientras Kuwabara y Botan saqueaban la cocina.
-Oyes Kurama, te vamos a preparar algo delicioso para que te recuperes mas rápido- dijo Botan desde la cocina
-asi es, te aseguro que te ayudara- apoyo Kuwabara
-te compadezco- dijo Yusuke con compasión al temer por el estomago de su amigo.
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La noche llego, Kurama estaba recargado en la ventana contemplando el ocaso, disfruto de la visita de sus amigos, pero no fue suficiente para alejar el pesar que lo atormentaba, sin darse cuenta sus ojos intentaban cerrarse, el inconsciente quería apoderarse de su mente.
-no te dormirás ahí, o si?- escucho una voz venir del árbol
-Hiei?- pregunto con duda, pero después pudo reconocer al dueño de la voz –que haces aquí?-
-disfruto de la noche-
-quieres pasar?-, pregunto mientras se alejaba de la ventana para dar espacio para que pudiera entrar
-hn- contesto para después brincar por la ventana, lo vio sentarse en la cama –escuche que te sentías mal-
-escuchastes bien, pero no es nada grave-
-hn- contesto nuevamente
-quieres quedarte a dormir- dijo mas como una orden, algo en su interior le pedía no quedarse solo una noche mas, no era miedo, tal vez…, ni el lo sabia.
Saco unas cobijas y extenderlas en el piso, Hiei no dudo en acomodarse en ellas una vez puestas. Kurama sabia que no le incomodaba dormir en el piso, Hiei estaba acostumbrado a dormir a la intemperie, eso le seria cómodo.
Se acostó mas tranquilo, y dejo que el sueño lo alcanzara.
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Se incorporo lentamente, con cansancio, su cuerpo temblaba ligeramente por el frió del ambiente, nuevamente en ese pasillo, lo recorrió lentamente, buscando algo que le indicara, donde estaba, que era ese lugar, llego al gran salón, las antorchas, el agua turbia que ahora sabia que era sangre, tal vez la sangre de las victimas de ese ente. Busco con la vista otra puerta, el lugar donde surgían los pasos, se alejo del centro, camino entre los pilares, con precaución, esta vez fue diferente, un grito de miedo, de dolor, retumbo en el lugar, encontró lo que buscaba, otro camino, quiso ir por ahí, buscar el origen del grito, pero su instinto le decía que era peligroso, sus piernas lo secundaban, no podía moverse, llego incluso a retroceder, choco contra un pilar su corazón se movió con temor, los pasos se escucharon, algo se oía arrastrar, extremidades volaron cerca de él, destrozadas, aun sangrante, se tapo la boca, su estomago se agito por el asco, había seguido el movimiento de los miembros caer a la sangre estancada, que no se dio cuenta que la causa que los hizo volar estaba frente a él, un aliento pestilente llego a su olfato, "no te tengo miedo" se dijo a si mismo, llevo su mano a su cabello pero un inmenso dolor en su pecho no se lo permitió, se agacho y rodó por el piso tratando de alejarse.
Desde el piso trato de enfocar a su enemigo, sintió de nuevo la ira emanar de ese ser, lo lleno de dudas, de temor, de… culpa, retrocedió arrastrándose, no pensaba coherentemente, solo quería huir, ese ser sin forma comenzó a agitarse por dentro, sus manos empezaron formarse, pudo distinguir sus piernas, vio en lo que empezaba a parecer sus ojos, un sentimiento de familiaridad, lo conocía pero no sabia donde, le temía pero no sabia porque, lo acusaba pero no sabia por cual delito, lo odiaba y el le temía.
Pero su instinto de sobrevivencia reacciono, se levanto con dificultad, sangrando por la herida recién hecha, intento nuevamente aparecer su arma, pero la ahora mano de ese ser sujeto su muñeca y la presiono con fuerzas, trato de resistirse, pero el poder de su enemigo era mayor, el dolor lo llevaba a doblarse, su cuerpo se agitaba.
-Kurama- esas voces se escuchaban alrededor
-maldito-, retumbaban en sus oídos
-pagaras- acusándolo, voces llenas de odio y desesperanza hacían eco en ese lugar
-Kurama- una voz lejana lo llamaba, esta era diferente, se escuchaba preocupada, se aferro a ella, el dolor aumentaba, escucho nuevamente esa voz, trataba de distinguirla de entre las demás.
-Kurama despierta-, alguien lo sacudía intento abrir los ojos pero se le dificultaba despertar –despierta- escucho nuevamente.
Por fin logro reaccionar –que… que pasa?- dijo aun sin entender, pero un agudo dolor en su pecho lo despertó por completo, se llevo una mano hacia ese lugar, mientras levantaba la vista para ver a la persona que lo tenia sujeto.
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Continuara
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