—Escuché que te unirás a ANBU. —comentó de forma suave, parada detrás del joven.
—Nohara Rin y su manía de decir mentiras con el fin de sacar verdades. —La chica frunció el ceño y avanzó los dos pasos que les restaban de distancia para ponerse a la par con él. —Lo que escuchaste fue que recibí la invitación a ANBU, afirmas que me uniré para que yo te suelte mi decisión.
—Hatake Kakashi y su manía de leer mentes. —Sonrió y sus ojos cafés brillaron, o eso le pareció al hijo de Sakumo. Con su ojo derecho le inspeccionó el semblante y encontró duda en él. — ¿Lo harás? —preguntó directamente.
—No puedo cuidarte desde ANBU. —respondió con firmeza. Rin dirigió la mirada al cielo y suspiró igual que aquella noche. A Kakashi lo invadieron los recuerdos y se obligó a cerrar los ojos evitando que aflorase por ellos la humedad de la herida que la muerte de su amigo grabó en su corazón.
—Entiendo lo importante que es para ti cumplir tu palabra, pero también conozco tus deseos, y estar en ANBU es uno de ellos. —La joven tocó con su mano izquierda del hombro del muchacho. —No renuncies a tus sueños por el sueño de alguien más—concluyó, pero no obtuvo respuesta de su compañero, él volvió a ser una muralla impenetrable para ella. —Me voy a descansar, mañana tenemos una misión con Gay. —Rin se alejó unos metros dispuesta a irse. Fue entonces cuando el corazón de Kakashi dio un saltito.
—Óbito te amaba. —habló sin pensar.
—Lo sé. —Ella se detuvo en seco. —Siempre me protegía, pero tú no eres Óbito. No cargues con algo que no es tuyo, no importa si lo prometiste o no. —El muchacho se giró enfrentándola.
—Eras el sueño de Óbito. —La chica apretó puños y dientes y lo miró a los ojos. —Pero también eres mi sueño. —Rin abrió los ojos con desesperación y se cubrió la boca con la palma de la mano. —Me duele saber que le faltó a su memoria confesándole esto a su chica, cuando estemos juntos de nuevo prometo pedirle perdón. —Kakashi sonrió con nostalgia y se acercó con pasos lentos hasta estar a centímetros de la chica. —Mi deseo por cuidarte no es por lealtad a mi palabra, es por amor... Quiero que eso se te grabe, nunca lo olvides. —Besó la frente de Rin con dulzura, y desapareció entre humo.
Kakashi abrió el ojo visible, rompiendo el recuerdo y la miró. Ya no era esa niña, era una hermosa mujer. Estaba sentada en el suelo frente a la lápida de Óbito, con aquellos goggles en su regazo, repasando las franjas que delineaban el nombre de su amigo con las yemas de los dedos. Y aunque por las vueltas de la vida no estaban juntos como pareja, aun la amaba... siempre la amaría; porque ella era su sueño.
*Nota de autora: Estoy plenamente consciente de que no es «canon» mantener a Rin con vida, pero es un Fanfic. Parte de una historia larga que pronto escribiré, mientras continuaré con Drabbles para irle dando forma a todo y que se entienda la cronología (retorcida a mi manera claro) de los sucesos.
Gracias a quienes se den tiempo de leer, votar y comentar; harán mi vida más feliz.
