Disclaimer: Los personajes de Harry Potter pertenecen a J.K. Rowling y demas asociados.
Solo entre Amigos
by IshtarMoon
La primavera trajo consigo campanasos de bodas al pequeño pueblo de Godric Hollow. La iglesia, usualmente sentada en su plazoleta de adoquines, parecia mecerce al vaiven de una brisa irreal que acarreaba petalos de flores blancas mientras que la poblacion algo conservadora del lugar se preguntaba que celebridad se habia encaprichado en usar la misma, porque de otra manera nadie podia explicar el motivo de tan extravagante vestimenta que los invitados a la boda portaban esa tarde.
Un chirrido de gomas, seguido por el repugnante olor a quemado precidio la entrada de una mujer de facciones afiladas embutida en un vestido como una salchicha y tacones peligrosamente altos.
Esta mujer era la bien aclamada periodista Rita Skeeter. Famosa por sus pomposas coverturas de la vida social de las celebridades; y esa tarde, armada con su pluma de notas rapidas, y su mejor sonrisa profesional tenia el inmenso placer de cubrir la boda del Genio del Quidditch James Potter y Lily Evans.
James Potter se convirtio en la sensacion del momento cuando recien graduado de Hogwarts tomo la posision de cazador para el equipo de los Chudley Cannons. Desde entonces los fans del equipo dividieron la historia en antes de Potter y despues de Potter. Era usual ver su rostro en las revistas de deportes y en mas de un comercial para productos de Quidditch. No solo en la boda estarian los magnates del deporte pero tambien lo mas refinado de la clase social. Rita podia imaginar a la finisima Dorea acompañada del fosil de Charlus. Pero de la novia no tenia mas informacion que su condicion muggle.
Lily Evans? Se pregunto Rita, mientras sacaba de su cartera Mucci una agenda forrada en piel de dragon, lo ultimo en alamacenamiento y organizacion para profesionales. Le dio un par de golpecitos al sello de la caratula, el cual se abrio en una imagen holografica de sus archivos. Rita se rasco la nuca con una uña indecisa. Hacia muy poco que habia adquirido el artefacto por lo que aun no se habia adaptado al complicado sistema de almacenamiento.
"Lily Evans." Murmuro una voz jocosa cargada de acento sobre su hombro. Rita torno unos ojos venenosos hacia el rostro tostado de su fotografo, alias chofer, y utilero.
"Solo tiene que decir el nombre y el arhivo aparece..." Se justifico el muchacho de camino hacia los escalones de la iglesia. Rita encogio el rostro en un gesto petulante y se adelanto al joven. "Por supuesto que ya lo sabia. Por eso compre el dichoso aparato."
El joven se encogio de hombros, sonriendo ampliamente, mientras que Rita disimulaba una mirada calculadora torneando la espalda bien formada del nuevo especimen que habia recogido en un viaje a Jamaica luego de haber perdido contacto con el elusivo escritor de novelas para la revista Kinky Witch.
Con la agilidad que la caracterizaba, Rita murmuro el nombre sobre la imagen holografica y al instante un archivo con fotos, acompañado por una detallada biografia se hizo visible. Lily Evans era una hechizera nacida de muggles, con aspiraciones a converstirse en doctora, aparentemente en terminos muggles su familia era de segunda clase, y sus padres se habian divorciado. Tenia una hermana mayor que pertenecia algun tipo de club de señoras moralistas. Satisfecha de haber memorizado las posibles causas de chismorreo que fascinarian a su audiencia, Rita guardo la agenda en la cartera.
Que tal y encabezo el articulo como Descendiente de Muggle atrapa al pescado gordo? Penso divertida mientras soltaba una risita complice.
Tan pronto puso un pie en el umbral sintio el cosquilleo refrescante de una barrera de ilusion. Instintivamente entreabrio la mano como si quiciese sentir la magia dentro. Para una persona en su profesion era vital discernir el sello magico de las celebridades. Prestar atencion a esos detalles era lo que la separaba de los demas columnista del Profeta.
Como una experimentada catadora, Rita movio los dedos como si convidara a alguien acercarce para sentir la textura. El velo era sedoso y lijero con cierto acento citrico. Rita sonrio arrancando una pluma de su exuberante peinado y escribio un nombre en la lista de invitados: Albus Dumbledore, encargado del hechizo de ilusion. Lo cual tenia perfecto sentido, puesto que el venerable director de la prestigiosa acadamia de Hogwarts era un gran amigo del joven Potter.
Entusiasmada por las posibilidades, Rita se encamino hacia la banca a la extrema derecha donde podia ver a una vieja conocida y quien de seguro tenia jugosos detalles que contarle acerca de su nuevo libro titulado El rostro escondido de Albus Dumbledore que supuestamente hablaba de una relacion homosexual que el venerable mago escondia tras esos espejuelos media luna.
"Abassi!" Ordeno por encima del hombro al joven tomando fotos de los invitados. "Ven conmigo que hay mucho trabajo que hacer."
Escondido entre los pilares de la iglesia, con una varita en la mano, un joven alto, de hombros anchos y cabellera sedosa sonreia picaramente mientras seguia a la periodista con ojos de felino.
"Tienes licensia para sonreir de esa manera?" Escucho a su lado. Sin tan siquiera tratar de esconder sus intensiones, el joven se torno hacia su derecha. "Que puedo hacer? Le prometi a Lily que no dejaria que esa arpia invetara otra historia acerca de James y la supuesta paternidad de Dumbledore."
El recien llegado paso una mano exasperada por su cabellera de sol midiendo las consecuencias de lo que sabia era un Confundus enredado como turbante en la cabeza de la periodista, quien en ese momento trataba de arrancarle algun secreto oculto a una de las columnas de la iglesia mientras que su asistente se encogia de hombros y charlaba con los demas invitados.
"Uno de estos dias te meteran en Askaban por falcificar magia y no movere un dedo para ayudarte." Reprimio el recien llegado con aire autoritario. El joven sonrio ampliamente tirando un brazo sobre el hombro del otro con algo de trabajo puesto que el recien llegado era al menos una cabeza mas alto que el.
"Dice aquel que invento el borrador para el hechizo."
"Por eso te lo advierto, porque para ese tiempo ya habre tomado refugio en alguna selva tropical, viviendo de frutas y animales salvajes." Sirius Black, renombrado delincuente, la oveja blanca de los Black, aspirante a actor muggle y cuyo rostro sensual hacia aparicion en mas de un articulo de la revista Kinky Witch rio de buena gana retumbando el silencio sagrado de la iglesia.
"No hagas escusas Moony, que ya conocemos tu instinto animal." Remus Lupin, alias Moony ofrendo una de sus raras sonrisas exasperadas mientras empujaba a Sirius hacia el altar donde el novio se rascaba el cuello como si tuviese sarna.
"Has algo quieres? Si sigue asi para cuando Lily llegue no querra casarce con el." Sirius, topando la barbilla con un dedo intelectual se deslizaba por el piso pulido de la iglesia mientras Remus le empujaba.
"No se tu, pero creo que me gusta la idea de verlo lleno de llagas. Llagas llenas de pus para que Lily corra en direccion contraria en cuanto lo vea." Continuo entusiasmado hasta que Remus le pego un palmazo por la nuca haciendolo tropezar escalones arriba aparatozamente. En un pestañazo, Sirius se compuso el traje y el cabello enmarañado, luciendo mas pulcro que nadie. Remus rodo los ojos, pero la sonrisa no desaparecio de sus labios.
"James, amigo de la infancia, primo tercero de algun pariente lejano. La otra costilla que me falta."
"Esa costilla es el lado femenino, Black." Interrumpio Remus una vez que llego al altar. Sirius sonrio brillantemente bajo la mirada asesina de James.
"Bueno, Prongs, tienes que admitir que esa camisa de vuelos tan suculenta te hace ver un poco femenino." Prosiguio sin respirar. James levanto un dedo acusador, blandiendolo con indignacion en la nariz de su tan llamado mejor amigo y padrino de bodas.
"Black." Salio el nombre de su boca en un tono cavernoso y curiosamente amenazador. Algo como instinto canino se desperto en los ojos grisaseos del joven Black; Remus aprovecho el duelo de miradas entre los dos y tomando en cuenta que no habia nadie mirando, lo cual era inusual teniendo en cuenta lo ridiculo del cuadro del que eran parte, exhalo un encantamiento sobre el novio aliviando la comezon infernal que el bordado de encajes del traje ceremonial le provocaba a James.
James olvidando la razon por la cual estaba de mal humor en primer lugar retomo su interes en Remus, dejando a Sirius en medio de aplicar la fatal mirada bisoja que rendia al enemigo al instante.
"Hey Moony, como anda todo?" Pregunto casualmente. Remus le hecho un vistazo al reloj en su muñeca. La ceremonia estaba programada para las tres de la tarde. Levanto la vista y conto mentalmente a los presentes. Habian decidio de antemano que los magos tomarian el ala derecha mientras que los muggles ocuparian el lado izquierdo, encabezando la lista con la familia de Lily, los cuales ya estaban presentes, junto con un grupo de mujeres ataviadas con pamelas blancas y perlas nacaradas. Remus fruncio el ceño. Las distinguidas señoras del club moralista tomaban notas del comportamiento de los presentes con sus manitas de arañas y sus sonrisas almidonadas.
"Problemas a las nueve." Comento en un tono conspiratorio. James dejo escapar un suspiro desalentador y torno su atencion hacia los presentes. "Crei que la tenia mala con mis padres y sus amigos, pero estas estimadisimas señoras son un puño en el cu.."
"No nademos por aguas peligrosas." Interrumpio Remus atajando a Sirius por el cuello de la camisa antes de que este viera necesario defender a su amigo. "Cuando se trata del hijo unico de una familia antigua como los Potter, y la hija menor de los Evan es logico que se levanten olas por ambos lados."
"Se supone que este sea el siglo de reformas entre Muggles y Hechiceros!" Defendio James astiado. La mayoria de los presentes aceptaron la invitacion solo por tener un asiento de primera para presenciar lo que ellos creian iba a ser el circo del año. Ninguno de ellos tenian fe de que el matrimonio durara mucho. Era cierto que ambos a penas cumplieron los diecinueve años, y que la boda fue algo precipitada, pero James iba hacer todo de su parte por cumplirle el sueño a Lily a pesar del enojo poco disimulado de su madre Dorea, la sonrisa maliciosa de Petunia y el aire general que se respiraba en la iglesia.
"Esto no es otro capricho mio, sabes?" Se justifico James con sus amigos. "No lo hago para llamar la atencion ni nada por el estilo, pero le prometi a Lily que me la llevaria con una boda y aqui estoy." Contemplo con un ademan hacia la ropa ceremonial que por tradicion tenia que usar y que le causaba alergias.
Un silencio reflexivo paso entre los tres.
"Crees que se arrepienta?" Pregunto con voz lastimosa y el rostro lleno de ansias. Sirius, quien en pocas ocaciones mostraba algo de instinto en cuanto a seguir las pistas emocionales de la gente que mas queria en su vida, dejo caer un brazo confortante sobre el hombro derecho de James, mientras que Remus le apretaba el izquierdo con una certeza intuitiva.
"No te preocupes por pequeñeces como esas, Prongs. Lily no es del tipo que se deja amedrentar por gente infeliz como las presentes."
"Pad tiene razon." Asintio Remus. "Asi que cambia el rostro y animate que esta noche te la llevas de luna de miel."
James ofrecio una risita algo descongelada. El prospecto de tener a Lily acurrucada en su cama le calentaba la resolucion. Irguiendose un poco atrapo a Sirius en un abrazo degollador, el cual fallo majestuosamente con Remus. Indignado, James se quejo con Sirius : "Que demonios le estan dando de comer a este? Cada dia crece mas! Como voy a impartir disciplina si es mas grande que yo?"
Remus rio de buena gana, y era tan claro y contagioso como la risa de un niño. Sirius sonrio orgulloso, como si se tratase de una obra en la que habia invertido todo su tiempo, y es que ver a Remus lucir saludable y relajado a pesar de esa pesima condicion de salud que sufria era en si todo un portento.
Comparado con el niño huesudo en su memoria, el joven alto, de ojos ambar, de constitucion delgada, pero imposible de dominar en lucha, era sin duda alguna un logro herculeano.
"No puedo ayudarte con eso Prongs." Comento Sirius emocionado. "Es como venderte a mi hijo. Y tu no venderias a tu propio hijo, verdad?"
James entreabrio la boca en un intento de buscar palabras adecuadas, pero Remus asio del momento pegandole un par de patadas a los dos aventandolos de bruces al suelo.
"Violento como su madre." Espeto Sirius entre risas desparramadas que no le ayudaban del todo.
"Estas seguro que tu eres el ciervo James? Porque de plano creo que el lobo se transformo en yegua." Hubo un gemido lastimero y el crack de unos huesos y unas risas convulsivas. Y asi fue como los encontro Peter quien acaba de llegar del brazo de su prometida. Helen se desenredo del brazo de su prometido en un moviminto casi ofidio. Saludo al novio quien en ese momento estaba bajo el talon de Lupin y se encamino hacia un circulo de conocidas brujas de sociedad.
"Tan esquisita como una serpiente." Magullo Sirius luego de safarce del nudo en el que habia terminado. Peter contuvo la replica en la punta de su lengua y le brindo una mano a James quien lucia desaliñado, sudoroso y completamente feliz.
"Me alegra que hayas tomado tiempo de tu trabajo para venir." Saludo James una vez que recobro el aliento. Peter sonrio ampliamente. "No es todos los dias que mi mejor amigo se casa, cierto?"
"Ciertamente, wormtail, ciertamente. Y solo porque tu eres el unico que sabe apreciar algo tan digno como una boda, he decidio nombrarte mi padrino , ya que el inutil de Black y la yegua cerrera de Lupin no se merecen mi aprecio."
"Cuando te aburras de recibir canastas de frutas por parte de tu nuevo padrino, te acordaras de mi. Yo, que siempre he sido fiel y tenia pensado tirarte la mejor fiesta para solteros despues de tu boda!" Replico Sirius iracundo. James safo el brazo que habia puesto encima de los hombros de Peter como si quemaran, luciendo completamente arrepentido. Sabia que Sirius era dado a estallidos de coraje sin motivo aparente, pero no tenia la menor idea de que se sentia traicionado. Arrepentido, se peino el cabello con los dedos, como invocando las palabras adecuadas para hacer las pases cuando Remus interrumpio sus intentos mientras se ponia un par de guantes blancos que saco de los bolsillos de su pantalon.
"Por lo visto lo del trabajo como actor de telenovelas va en buen camino."
"Lo notastes?" Pregunto Sirius de vuelta a su actitud jovial, ignorando el latigazo venenoso que le lanzo James con la mirada y el abrazo de oso que le propino a Peter. "He estado tomando clases de drama a peticion de mi agente. Mañana tengo una audicion para una telenovela." Viendo que Remus le ignoraba a favor de los guantes cerro la boca indignado." Que demonios estas haciendo?"
Ante las miradas inquisitivas por parte de su audiencia, Remus levanto la mano derecha donde el guante blanco parecio fundirse con la piel de la misma hasta desaparecer ante el ojo humano. "Alergias a la plata." Dio por explicacion. "No queremos ninguna historia acerca de los invitados del novio mas de la que vamos a tener gracias a este." Indico con el pulgar. Este, por su lado se divertia tirando de la supuesta piel de la mano de Remus.
"Asqueroso." Murmuro entre risitas obcenas. "Hey Moony, crees que se pueda hacer lo mismo con con..."Pero el resto del comentario fue ahogado por el coro eclesiastico de elfos que disparo las primeras lineas de un Ave Maria atrapando la atencion de todos los presentes hacia la puerta de la iglesia donde Lily hacia su entrada triunfal del brazo de su padre.
James se irguio orgulloso. Remus, Sirius y Peter ocuparon su posicion a un lado de la escalera, mientras que Helen, Petunia y Alice los reflejaban en el lado opuesto.
Todavia con la sonrisa en los labios James le pregunto a Sirius entre dientes: "El anillo, Pad."
"Ah, si, el anillo." Concedio Sirius mientras urgaba en el bolsillo interior de su chaqueta por la elusiva cajita forrada. James perdio el color al verlo abrir los ojos en panico para luego quemar de la ira cuando Sirius saco el anillo del bolsillo trasero de su pantalon.
De un manotazo arranco el anillo de la mano de su padrino de bodas, mientras que Sirius le preguntaba a Remus si era saludable ese color verdoso que James portaba en el rostro. Remus se encogio de hombros luciendo algo tieso en su traje negro. Sirius sonrio meneando la cabeza. Acaso era el el unico que no habia perdido la cabeza?
Cuando Lily tomo la mano de James y le sonrio tras el velo de encajes que cubria su rostro, James sintio que todo su cuerpo desencajado se unia finalmente trayendole paz.
"Crei que te habia vuelto la razon." Comento robandole un beso a la novia que desato un oleaje de murmullos. "Y me habias abandonado."
"Estuve a punto." Continuo Lily con una sonrisa picara en la boca. Luego, se acerco al oido del novio seductoramente arrancado mas comentarios y un sonrojo jugoso de su prometido. Y como el que no quiere la cosa, con aire sugestivo murmuro: "Pero estoy embarasada."
Sirius, que era de los seis, el mas proximo a James fue el que se adelanto para coger al novio en sus brazos cuando James se desmayo.
A diferencia de la decoracion rigida de la iglesia, el chalet donde la fiesta despues de la ceremonia formal se iba a celebrar estaba completamente decorado estilo Gryffindor. Luego de recuperarce del susto, James revivio alzando a Lily en los brazos, besandola escandalosamente y proclamandola su esposa sin tan siquiera seguir el protocolo.
En el chalet, mas relajado, con un par de cervezas en la sangre, James bailaba pegadito de su esposa ignorando los silvidos atrevidos y las insinuaciones del resto de los invitados que en su mayoria eran Griffindors del mismo año que el novio, o miembros del equipo de Quidditch.
Dorea Potter conversaba entre dientes con las otras damas de sociedad en un rincon apartado del bullicio, como si con la distancia podria mantenerse pura del virus que habia atacado a los jovenes, y de paso mantenia a su esposo Charlus lejos de la bebida y de la musica.
Rita tenia suficiente alcohol en la sangre para soltarce el pelo y frotarce contra su asistente al ritmo de la musica. Luego, para salvar su dignidad, le prometio al señor Lupin que mantendria su columna libre de expansiones innecesarias acerca de lo ocurrido durante la boda. Indignada, Rita prefirio salir de la fiesta. Habia escuchado hablar de Lupin en varias ocaciones. Todos los periodistas lo habian subestimado por su apariencia gentil, pero detras de esa sonrisa bonachona se escondia unos ojos frios que calaban miedo en el centro de tu pecho.
Debe ser la sangre italiana. Concluyo la reportera, caminando descalza hacia su auto. Tenia pensado indagar mas en el asunto en cuanto se le pasara la resaca.
Mientras tanto la fiesta seguia por todo lo alto dentro del chalet junto a la costa. Lily habia sido robada por Sirius, para luego ser rescatada por Remus y terminar refugiada en los brazos de Peter.
"Muchas felicidades Lily." Le regalo Peter. Lily sonrio abrazandolo fuerte.
"Gracias, me alegra mucho que estes aqui. Se lo ocupado que te tiene el trabajo." Peter asintio, llevandola con elegancia por la pista de baile al ritmo sereno de un bolero.
"El tiempo de juegos quedo atras junto con la escuela. En el mundo real uno tiene responsabilidades que cumplir."
Lily consintio, aunque en su corazon preferia no venir frente a frente con esa realidad todavia.
"Como van las cosas con Helen? Escuche que tenian fecha de matrimonio." Peter sonrio satisfecho.
"Si todo sale bien tendremos una boda modesta en mayo." Lily le abrazo fuerte tras de felicitarlo efusivamente.
"No sera tan grande como esta, ni tampoco tan salvaje." Indico Peter con un ademan de la mano, pero se le veia feliz, y eso era suficiente para Lily.
"Atencion por favor!" Llamo Sirius encaramado en una de las sillas. Luego de que todos estaban enfocados en el, destello una de sus sonrisas cegadoras y bajo de la silla para unirsele al novio. Lily apreto la mano de Peter cordialmente antes de internarse en los brazos de su esposo. Remus trajo un par de copas de vino para sustituir las del novio y el padrino que en su impaciencia ya se la habian bebido antes del brindis.
"Quiero hacer un brindis, antes de que James aqui se robe a la novia para hacer cosas de alto contenido grafico." Hubo un par de carcajadas cachondas y mas de un silbido que curiosamente parecia provenir de la mesa de Charlus. " Como se que tienes prisa, pues ire al grano. Todos sabemos que es tradicion esto de despedir a los recien casados con un beso del suegro, pero como ya sabemos que el bueno de Charlus esta indispuesto." El individuo en cuestion trataba de safarce la oreja de las garras de su esposa. "Pues decidimos hacerle el favor al viejo y me propuse como candidato."
Mas de uno revoco la idea alegando que Black era un traicionero y que nadie lo habia escogido. Fue entonces que Remus tomo la copa de la mano de Sirius reclamando el silencio de los presentes.
"Porque ya todos sabemos la reputacion algo fetida del señor Black. Pues decidimos que yo seria el candidato ideal para darles la buena suerte." Remus se tomo el vino y camino hacia la pareja. James sintio el bichito de los celos morderle las pantorrillas. Lily se retracto en si misma, algo nerviosa. En esos momentos hubiese preferido a Sirius o a Peter. Esa mirada calculadora, y esa sonrisa a medias que se dibujaba en la boca de Remus le sobresaltaba el pecho.
"Pero todos sabemos que los Merodeadores hacen las cosas algo diferente." Segundos mas tarde James concluyo que Lupin era mas peligroso cuando se lo proponia. Tal vez tuvo que prestar atencion al silencio sospechoso que cubrio el salon. O al hecho de que Sirius colgaba de la punta de la silla como alguien que no quiere perderce un detalle.
Solo alcanzo a preguntarce que estaba pasando cuando Remus tiro del moño de encajes del traje y le planto un beso sonoro en la boca. Lily parpadeo perpleja, James abrio los ojos como platos, el silencio cedio como vigas viejas de un edificio derrumbado a un mar de carcajadas y gritos de triunfo.
Todavia anonado, James no tenia la menor idea de lo que estaba pasando. Sirius andaba colectando dinero de los presentes en un sombrero prestado, mientras que los que pagaban se quejaban de su suerte. Todo el que perdio la apuesta creyo que Lupin era una persona recta y con morales que jamas se prestaria para besar a su mejor amigo por billetes.
Remus por su parte, le dio un par de palmaditas al novio y le deseo buena suerte luego de posar sus labios en la frente de Lily para darle su bendicion.
Horas despues del espectaculo, cuando el bullicio en el chalet iba menguando, los cuatro amigos transfiguraron un bote viejo en un sofa de terciopelo rojo que olia a salitre y tenia una pata carcomida. Sentados frente a la costa de arrecifes, con el ocaso en el horizonte compartieron un par de cervezas de mantequilla como en los viejos tiempos.
"No puedo creer que hicimos mil galeones!" Comento Sirius entusiasmado contando las monedas doradas del sombrero. "Moony creo que tenemos un negocio en esto."
Remus le brindo una sonrisa indulgente tras un trago de cerveza. "Eso fue un tiro de buena suerte, no creo que se vuelva a repetir."
"De que hablas? Deberiamos hacerlo una tradicion. Oi que Longbottom finalmente le propuso matrimonio a Alice, tenemos que ir a su fiesta y besar al novio." James y Peter rieron socarronamente, mientras que Remus meneaba la cabeza desconcertado.
"Lo que no puedo creer es que hayas besado a James." Contemplo Peter un poco mas suelto. Sin la corbata perfectamente atada en su cuello, ni el traje planchado se veia mas joven. "No es por nada, pero Prongs aqui tiene muy mal aliento." Sirius y Peter brindaron por ello ignorando las protestas de James.
Remus parecio considerar la pregunta por un momento. La cerveza en su botella se movia languidamente, al igual que su cabeza. "Cuando lo miras bien no hay mucha diferencia entre besar a una mujer o besar un hombre. Excepto por la comezon de la barba, y la mandibula mas cuadrada. Y el hecho de que si besas a un hombre por alguna razon siempre quiere terminar en la cama." Remus se percato vagamente del silencio sepulcral que habia empañado el momento.
"Hey Moony, estas borracho? Porque ya estas sonando como un mariquita hecho y derecho." A pesar del tono burlon, Sirius no estaba muy certero. Remus tendia hablar de mas bajo la influencia del alcohol.
Una parte de Remus grito porque mintiera. Si mentia todo volveria a la normalidad y Sirius dejaria de mirarle como si tuviera la peste; la otra parte, la mas rebelde, la que controlaba sus emociones se nego rotundamente. Estaba molesto. Sentia el malhumor brotando como gas por su garganta.
"Que no te lo habia dicho Pad?" Contemplo con el entusiasmo de aquel que va en camino a la guillotina. "Que me gustan los hombres?"
Sirius parecio atrangantarce con la realidad hasta quedar sobrio. Solto una carcajada forzada, que por el simple hecho de serlo sono mas cruel. Remus tenia la idea loca de partirle la crisma en ese momento. "Moony no jodas, que te gustan los hombres? Si en tercer año te cogi con Gertrudis."
"Era una chica facil y necesitaba aclarar unos puntos."
"Y que hay de tus repasos para posiones con la chica de Ravenclaw?"
"Era un chico y lo de las posiones ya sabes que era mentira."
"Y la de Hufflepuff? La que le gustaba el Quidditch? A esa la vi en un par de ocasiones y era muy femenina."
"Marcos tenia esta mania de transfigurarce senos, no me agradan los transvesties, por eso terminamos."
"Y la masagista?" Inquirio temeroso de la respuesta. Remus nada mas le miro y el solo hecho le revolvio el estomago.
"Tengo que irme." Se justifico levantandose del sofa de resorte. "Tengo una cita con una chica."
Concluyo con un ademan desabrio. Remus se undio en el sofa. La inmunidad que el alcohol le habia brindado se destilaba de su cuerpo lentamente. Luego de que Sirius desapareciera, tropezando ciegamente entre las piedras filosas de la costa, Remus miro de reojo al resto. Retandolos a desertarlo como Sirius lo habia hecho.
James entrelazo sus dedos en el pelo como siempre que hacia cuando se veia en una situacion delicada, y Peter que hacia mucho tiempo habia decidido tomar su propio camino, esperaba porque James diera su veredicto para modelar el suyo.
Por primera vez, Remus se sintio estupido. "Disculpa, no era mi intencion soltarles esto en las manos, y menos en tu boda."
James se encogio de hombros hundiendo su espalda en el sofa. "Tarde o temprano se iba a notar cuando no trajeras novias a las fiestas. No te digo que no me ha tomado por sorpresa, ni que estoy cien por cierto de acuerdo con ello; pero no voy a salir corriendo como Padfoot, ni lo voy a ignorar tampoco. Contigo aprendi hace mucho tiempo que no existe tal cosa como deslices. Deslices son cosas que Sirius y yo hacemos todo el tiempo, pero tu, incluso en broma hablas en serio." James suspiro profundamente.
"Te digo que. Dame esta noche de bodas con Lily para que se asiente en mi cabeza y luego de mi luna de miel te cuento." Al ver que Remus no estaba del todo satisfecho, James sonrio apretandole el hombro. "Hombre no pongas esa cara que no te estoy desheredando ni nada de eso. Todavia vas a ser el padrino de mi segundo hijo, y Lily y yo te queremos en casa. Solo que recuerda que no puedo satisfacer a dos al mismo tiempo, asi que me tengo que quedar con Lily."
Remus rio aliviado, aunque sus ojos seguian las luces del chalet. James, adivinando su pensamiento se impino de la botella por ultima vez.
"No te preocupes por ese chucho malhumorado. Que ya sabes que a pesar de lo mucho que se jacta de no ser un Black, nadie le quita lo pura sangre. Ya se le bajaran los zumos y te pedira disculpas, y cuando lo haga tienes todo mi permiso para vengarte."
Remus asintio vagamente. Para cuando regresaron a la fiesta y despidieron a la pareja, del ocaso solo quedaba la tintura naranja sobre las aguas.
Sirius no cambio de idea e ignoro a Remus completamente durante el bautizo de Harry. Para evitar una confrontacion, Remus decidio pasarce una temporada en Italia junto con su familia materna. Uno de sus tios queria aventurarse en el mercado de sistemas de seguridad computalizado y tenia la idea loca de mezclarlo con magia.
Lily y James no lo vieron hasta que nacieron las gemelas un año despues, para lo cual asistio al bautizo. Cinco años despues del nacimiento de Gisell y Carmen, el Ministerio de Magia paso una ley de censo para la poblacion licantropica del Reino Unido y requeria que todo ciudadano o residente regresara al pais para ser parte de la reforma que prometia mejores condiciones de vida para los afectados y sus familias.
No fue hasta tres años mas tarde que Sirius dejo a un lado su terquedad y se atrevio a dirigirle la palabra a Remus.
