Bien... Aquí vengo subiendo otra vez esta historia xD, mejorada y modificada u.Û... y ahora sí la seguiré xD... Ya saben, Zelda no me pertenece, Link no me pertenece, Ganondorf no me... bueno... sin comentarios u.uU xDD... uu todos los personajes pertenecen a Nintendo y compañía y yo hago esto con el único fin de... bueno, en realidad no me lo he planteado pero no es un fin lucrativo xD... Espero que la disfruten. Y que me regalen uno que otro review! -u Necesito motivación xD...

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Prólogo

1. La huída de Hyrule y la primera batalla

… Hace años, la guerra se desató en Hyrule… todas las razas peleaban entre sí… hasta la muerte… las fuerzas del ejército de Gerudo dirigido por su líder El General Ganondorf, emboscaron el Castillo Real asesinando al Rey Hylian y a su esposa, tomando bajo su poder el Reino de Hyrule y dejando al joven príncipe de diecisiete años, bajo la única protección del General del Ejército de Hyrule, un hombre joven, llamado Sheik, descendiente de los Sheikas, raza que, según la leyenda, desde el inicio de los tiempos, había vivido en servicio de la familia real, y que, inexplicablemente un día se había extinto casi por completo, dejando como únicos sobrevivientes a Sheik y a su pequeña hermana de siete años, Impa...

Sheik escapó con Impa y con el príncipe del castillo hacia un reino lejano, dejando al Ejército de Hyrule sin mando.

Al verse fuera de Hyrule e imposibilitados para regresar, Sheik llevó al príncipe a Labrynna, un reino hermano que se hallaba, sin que Sheik lo supiera, en decadencia.

En Labrynna, que en ese entonces era víctima de una guerra civil en la que se pretendía eliminar la dinastía de las reinas Ambi, Sheik recordó a la Reina la amistad que había habido entre ella y el Rey Hylian, y le contó la desgracia que había ocurrido en el Reino de Hyrule… ella, consciente de que ya no tenía las fuerzas suficientes para luchar por su reinado, y de que cuando muriera, su hija, la Princesa se quedaría sola y sin los elementos para seguir defendiendo su legado, recibió a Sheik y al príncipe en su palacio, ya que, según el acuerdo de solidaridad que hizo con el Rey, su hija, La Princesa Ambi de Labrynna, debería contraer matrimonio con el príncipe Hylian para enlazar a las dos familias, convertir los dos reinos en uno solo y fortalecer los lazos de amistad entre los dos reyes.

Ahora que el reino de Ambi III sería destruido por las rebeliones democráticas que se habían desatado a partir de la llegada de la malvada Verán, suceso ocurrido muchos años atrás, sólo quedaba la esperanza de salvar Hyrule para continuar con su legado, y mantener su nombre vivo, al menos en la historia de Hyrule. Y la única manera de salvar Hyrule, era apoyar al príncipe y a Sheik, en su peligrosa misión, y unir ambas familias... aunque esto dejara de lado los intereses personales de la joven princesa.

Cuando el príncipe Hylian tuvo la edad y la capacidad suficiente para decidir el destino de su reino, volvió a Hyrule junto con Sheik e Impa, quien se había convertido en una estupenda guerrera, conocedora de las artes de la magia y por supuesto, de la guerra.

Enfrentaron al Rey Ganondorf, quien se había apoderado de las Tres Piedras Espirituales, que eran la llave para acceder al poder de La Trifuerza, que aunque inexplicablemente no le había sido revelada del todo al Rey Ganondorf, sí lo había hecho más fuerte y más difícil de vencer...

El Ejército de Hyrule, que le era fiel a Sheik, al verlo vivo, se rebeló en contra del Rey Ganondorf y tomaron el Castillo de Hyrule dándole tiempo al príncipe para quitarle al Rey Ganondorf las Tres Piedras Espirituales.

El Rey no se dejaba vencer tan fácilmente, pero mientras luchaba contra Sheik, Impa y el príncipe hylian -que habían logrado entrar en su habitación-, un joven soldado valeroso, el mejor en su clase, y fiel a su General Sheik en todo momento, tomó las Tres Piedras Espirituales, el Rey Ganondorf se percató de esto y lanzó un rayó de mortal poder al soldado, quien al ver que moriría inevitablemente, ocultó entre sus ropas las Piedras Espirituales y se las lanzó a Sheik. Viendo que no podían evitar el terrible fin del valiente soldado, los tres intentaron huir con las sagradas joyas no sin antes recibir un poderoso ataque de parte de Ganondorf, dirigido directamente a Sheik, el cual quedó herido de muerte y apenas con fuerzas de correr por su vida.

Sheik, Antes de morir le hizo prometer a Impa que cuidaría del príncipe y de su reinado, depositó todo su valor y su magia en la espada que llevaba consigo y la entregó al príncipe hylian para que la última esencia de su espíritu lo acompañara y protegiera en la difícil batalla que estaba a punto de librar. Luego de ello... exhaló.

2. Una Batalla Ganada

… Mientras tanto, en el campo de Hyrule se desataba la más sangrienta de las batallas entre el ejército de Sheik y el ejército de las Gerudo, al tiempo que una joven madre hylian daba a luz a un pequeño, un pequeño que nació sin padre, ya que su padre había sido asesinado… su padre había sido un valiente soldado, el soldado leal que devolvió a su General Sheik las Piedras Espirituales.

La hermosa y joven madre del pequeño, destrozada al enterarse de que su esposo había sido asesinado, sabiendo que tenía un hijo huérfano, y que su hijo no podría sobrevivir en aquel reino cruel y despiadado que le había quitado la vida a su amado, huyó del poblado de Hyrule con su hijo en brazos sin siquiera recuperarse del parto.

Cruzó el mercado e intentó cruzar el Campo de Hyrule en busca de un lugar seguro para su pequeño, fue herida por la sangrienta lanza de una despiadada guerrera Gerudo que intentó quitarle a su hijo, aún así sacando fuerzas de la nada logro escapar con el pequeño…

Ya casi sin fuerzas, llegó a un inmenso bosque misterioso en el que los sonidos de la guerra y el infierno que se vivía ahí afuera ya no se escuchaban… solo la paz reinaba en ese lugar, en ese lugar inviolable… de pronto se encontró con un hombrecillo que medía menos que la mitad de la estatura de la madre, vestía un descuidado traje verde y a pesar de ser del tamaño de un niño, dejaba ver en su rostro los rasgos de una edad avanzada y de sus ojos se asomaba una expresión de experiencia combinada con amargura, éste, un poco temeroso por encontrar a aquella extraña dentro del bosque, pero conmovido por ver a la joven madre herida y a su pequeño, la condujo sin que los demás habitantes de su pequeña ciudad se dieran cuenta, hasta donde yacía frondoso e imponente el guardián del bosque, El Gran Árbol Deku, quien cuestionó a la joven madre sobre su estar en aquel sitio. Ella le contó de su desgracia y le imploró al gran árbol que tomara a su hijo como si fuera uno de los niños que vivían en su bosque. El sabio guardián, viendo la enorme hazaña que la joven señora había enfrentado para salvar a su pequeño y sabiendo que no le quedaba mucho tiempo de vida, aceptó al niño en su bosque y le juró a la joven madre que cuidaría de él, como si fuera su propio hijo…

La señora envuelta en llanto besó a su pequeño y volvió por donde había venido para después quedarse dormida bajó un árbol en el inmenso campo de Hyrule, dormida para jamás volver a despertar… en ese campo teñido de terror y de sangre que se derramaba mientras los ejércitos, ya casi extintos, se enfrentaban en una lucha interminable… hasta la muerte…

3. El Aparente Fin de La Pesadilla

Para ese entonces, el Príncipe hylian e Impa luchaban con los pocos soldados que quedaban en el castillo, con el único propósito de regresar a donde estaba el Rey Ganondorf, mi padre para salvar Hyrule… Impa para vengar la muerte de su hermano…

Cuando llegaron hasta donde estaba el malvado rey, al verse ya sin las piedras espirituales fue un oponente menos difícil, pero aún así sería una lucha a muerte la que el príncipe hylian e Impa estaban apunto de enfrentar.

El príncipe hylian e Impa pensaron que sería fácil derrotarlo, ya que eran dos contra uno, pero para sorpresa suya, se encontraron también con las dos hermanas del rey, Kotake y Koume, quiénes obedecían las órdenes de su hermano a toda costa. Las dos hechiceras se fusionaron formando una sola y fuerte guerrera Gerudo que dominaba el fuego y el hielo a la vez, haciendo de la batalla algo mucho más difícil para el príncipe e Impa.

Entonces Impa, conocedora de la magia que estas hechiceras manejaban, se enfrentó a ellas dejando al príncipe con la única compañía de la espada de Sheik y frente al Rey Ganondorf…

Fue dura y desgastante la batalla que se libraba entre esos dos poderosos reyes. El príncipe, a pesar de ser tan joven, luchaba con la valentía y la experiencia de un guerrero de mayor edad; y el rey Ganondorf, a pesar de tener años del más duro y pesado entrenamiento, se debilitaba poco a poco ante la incansable ofensiva del valeroso príncipe.

Al final, el bien triunfó sobre el mal, y el príncipe hylian logró, ya agotado y con muy pocas fuerzas, vencer al rey Ganondorf… Sin embargo, Koume y Kotake lograron escapar, jurando vengarse de Impa, de mi padre y de su descendencia… el príncipe hylian era joven, y pronto olvidó la amenaza de las hechiceras al igual que el resentimiento con las Gerudos… pero Impa… ella nunca lo olvidó…

Las hechiceras regresaron a Gerudo mientras un pequeño de ojos y cabello de fuego, y piel morena las recibía con entusiasmo, entusiasmo que pronto se convirtió en sufrimiento y odio al recibir la noticia de que su padre había muerto… había sido asesinado.

El ahora Rey de Hyrule, sabiendo que la espada de Sheik había sido en gran parte la causa por la cual pudo vencer al malvado Rey Ganondorf, la resguardó en el Templo Del Tiempo: recinto sagrado que había sido construido por los primeros pobladores de Hyrule y que era la entrada al reino sagrado en donde se resguardaba el poder de La Trifuerza... así fue ocultada la "Legendaria Espada Maestra", que desde entonces fue llamada así, y que, para sellarla fue encajada en una roca –sellando consigo la entrada al reino sagrado- y oculta en una habitación de la que tan solo un héroe salvador de Hyrule podría sacarla con ayuda de las Piedras Espirituales… las que a su vez, fueron entregadas a cada uno de los pueblos a los que habían pertenecido anteriormente, haciendo una alianza con ellos, para así garantizar la paz entre todas las razas de Hyrule… al menos en casi todas…

Así, al joven Rey Darunia de los Gorons, le fue devuelto el Rubí Goron, roca preciosa que había sido creada por la valiente y poderosa Din, diosa del fuego. Al heredero del trono de los Dominios Zoras, le fue entregado el Zafiro Zora… y por último... al sabio guardián de los Bosques Perdidos, el Gran Árbol Deku, le fue devuelta la más extraña y bella de las tres rocas: La Esmeralda Kokiri…

El Rey Hylian gobernó pacíficamente durante largos años... y después de mucho tiempo, llegó el día de la muerte de la Reina Ambi, y La Princesa fue traída a Hyrule, al lado de mi padre. Se casaron... y volvió a pasar el tiempo... tanto que permitió al pueblo olvidar casi por completo la terrible historia de la ahora "antigua" guerra...

Entonces nací, y así como yo fui creciendo, también fue creciendo el reino de Hyrule mientras se fortalecían los lazos de amistad y unión, entre cada pueblo, menos el pueblo de las Gerudo del que mi padre se olvidó para considerarlo un reino aparte… tal y como al inicio los ejércitos de tales tierras lo deseaban…