Disclaimer: Inuyasha y Naruto son de sus respectivos autores. Esto es un fanfic, hecho para mi entretención y la de los demás y no percibo un centavo por hacerlo.
Advertencia: Me agradan las críticas, no el bashing. Este fic es de Sasuke/Kagome y si no te gusta, puedes regresar al buscador. Dile no al plagio. El único sitio donde publico es este, si ves este fic en otra parte…házmelo saber.
Tsuki no koe.
Prologo
Avanzaba la tarde. Habiendo dos cuerpos sentados, alrededor de una mesa, unos pequeños ojos se dedicaban a observar cada gesto. No era tonta. Tenía seis años pero sabía bien lo que su maestra le había pedido.
Un veneno incoloro, inodoro que se mezclara bien con el agua del té. Pensó saber para que era. Danzo-sama ya les había advertido, el amante de Sayuri-sama era un doble agente, seguramente un asesino que traicionaba la confianza de la aldea en que vivía, por eso pensó que ella iba a matarlo.
Su sorpresa fue mucha. Cuando Sayuri puso en su propia taza el veneno, Kagome se quedó sin habla y su vista quedó prendada de ambos, a la expectativa. Sabía que la cantidad solo era para uno. Si el veneno mataba a Sayuri, no mataría a su bebé, pero nadie más que ella sabía esto, no por nada su padre la había dejado con Sayuri-sama dos años atrás para que aprendiera el fino arte de envenenar, con solo la gracia que los Tendo poseían.
¿Así que…lo harás?- Preguntó su maestra cabizbaja con la mira más triste que Kagome había visto en todos sus años de vida.
No tengo otra opción- contestó la voz, fría y sosegada.
¿Y Sasuke-Chan?- volvió a decir ella, esta vez su mirada turbándose de toda la rabia
que tenía dentro. No era justo. Itachi tenía trece años, ella quince, el hecho de que fueran prodigios no tenía porque meterlos en esto. Ahora, con seguridad, ella iba a morir y él a desatar una lluvia de sangre.
Solo esperaba que el niño se salvara. Contaba con Kagome por eso. Llevaba semanas entrenándola. Primero la dejó entrar a los partos y cuando dejó de causarle repulsión, la hizo cortar el cordón. Luego, cuando alcanzó la maestría la llevó con mujeres débiles incapaces de sobrevivir y a los minutos de estas morir, hizo que abriera el vientre y sacara al niño con vida, ahora Kagome, con toda seguridad, era el hilo que unía a su hijo con este mundo.
Sabiendo que el tiempo no era mucho y pronto el veneno haría su efecto, ella hizo la pregunta presente en el aire, y suspiró pesadamente:
¿Viniste a matarme?
Itachi solo atinó a mirarla fijamente…cuánto la amaba. Si ellos fueran diferentes, la situación fuera distinta, tal vez…pero no era así. En el mundo Shinobi de nada valía soñar. Las cosas eran como eran y si no podías aceptarlas solo te quedaba la muerte o la deserción. La vio a los ojos y dijo una de las cosas más difíciles de su vida:
Si. Dime…¿cuál es tu último deseo?
Bésame.
Y así lo hizo. La beso con pasión y ella se dejo en sus brazos y justo cuando tenía el kunai listo para enterrarlo en su pecho se dio cuenta del gusto amargo en su boca. La palidez extrema, los movimientos laxos, la mirada febril…
Veneno.
Sayuri lo había ingerido sin que él se diera cuenta y estaba muriéndose lentamente. Itachi la miro desesperado ¡Aquello no tenía que ser así! Ella tenía que morir de su mano, sin ningún dolor, rápidamente. Amplió sus ojos y con pesadez preguntó
¿Cuánto?
Lo suficiente.
¿El niño también?
Por supuesto. ¿Crees que soy tonta?- Mintió y Kagome comprendió todo su plan. Su vida por la del bebé. Le haría creer al padre que había muerto y así, lo libraría de la masacre.
¿Qué hay de tu pupila?
¿Esa niña inútil? No fue capaz de aprender nada, su padre pierde el tiempo con ella.
No era cierto. Ella era la mejor pupila que había tenido el clan Tendo pero de nuevo, Itachi Uchiha no tenía que saberlo. El las llamó hacía meses a ambas y les contó la verdad sobre el Consejo y lo que planeaban hacer. Pero la hizo jurar que no se lo diría a nadie. Ni siquiera Sasuke.
Ahora era el día. No había nada que hacer salvo mirar.
Itachi la miro largamente mientras sus ojos se cerraban y Kagome salió de su escondite para atrapar el cuerpo de su maestra.
Ese era mi hijo- Itachi susurro.
No, no lo era. – Mintió Kagome. Era mejor asegurarse que Itachi no intentara nada. Pudo ver en sus ojos que la niña mentía pero lo dejo pasar. Sabía bien que en la vida de Sayuri nunca hubo nadie más.
Se levantó con gracia, y salió en silencio, dejando allí el cuerpo vacío de su amada
¿Que pondré en las lápidas?-preguntó, su voz apenas audible.
Sayuri Tendo y Sota Uchiha.-contestó y sin más se fue.
Kagome tomó alcohol y su kunai y cortó el vientre de Sayuri, tal como había aprendido. Tomo al pqueño niño con sus brazo, lo hizo llorar, limpió su sangre y cortó el cordón.
Miro a la pequeña criatura y se dio cuenta de que ella era lo único que tenía ahora. Recordó su juramento. Velar por él, y así lo hizo. Cuando su padre volvió por ella para llevarla al templo le informó. Tenía un nuevo hermano.
Nota de autor: ¿Reviews, tomatazos? Ese ha sido el principio. Siempre me molesta que Kagome acabe siendo una chica superpoderosa alias Mary Sue. Esta vez, usare a la Kagome el manga así que sus ojos serán azules, tal como lo dijo Rumiko.
