SI LEES ESTO TIENES TODO MI AGRADECIMIENTO POR LA OPORTUNIDAD QUE LE DISTE A ESTA HISTORIA

Mi nueva historia, saltándome un poco de lo que normalmente escribo. Decidí poner un poco de fantasía en esta historia. Espero que la disfruten.

VicTORIous no en mio... algún día

pensamientos... "cursivas"

PRÓLOGO

Cada centímetro de su piel estaba cubierto por pequeñas gotas de sudor, un sudor frió, la joven sufría de un fuerte dolor en todo el cuerpo y temblaba sin poder controlarlo. Un par de segundos después ella abrió los ojos y se sintió extraña al no reconocer el lugar donde se encontraba. Se aferró a las sabanas de la cama, su sitio de descanso estaba hecho un completo desastre. Se levantó lentamente de la cama y se recargo en el respaldo para evitar caer del fuerte dolor.

La penumbra que había en el lugar no la dejaba ver más allá de la palma de su mano. Aun con extrañeza por el lugar, intento poner en orden sus pensamientos. Su fina mano froto suavemente su cabeza intentando concentrar toda su atención en el aquí y el ahora. De pronto sintió como si alguien oprimiera su pecho y no la dejara aspirar la vida. Una enorme preocupación invadió su cabeza y el dolor se intensifico.

"Es solo una pesadilla" Solo eso podía procesar su mente, no podía existir algo así, el hecho de que se sintiera desorientada por completo y con un fuerte dolor era producto de su mente. Un juego de sus enmarañados pensamientos "Despertaré en cualquier segundo" Confiaba en que en cualquier segundo despertaría y se sentiría con el enorme peso extra fuera de su cuerpo.

El sudor humedecía su blusa negra, las pequeñas gotas se transformaban en canales salinos que se deslizaban por su piel, desaparecían al chocar con su ropa o al caer en la cama. Sus pestañas estaban perfectamente acomodadas por gotas de agua atrapadas entre las mismas; eran lágrimas derramadas de forma inconsciente y por un motivo que ella ignoraba.

Se obligo a responderse una pregunta para no sentirse perdida "¿Qué recuerdas?" En ese momento sintió como si millones de granos de arena cayeran sobre su cuerpo. Era como si le hubieran robado una parte de la memoria. Como si la arrancaran dejando un enorme vacío, desesperación y pánico en su lugar. Era como caer, sin poder ver el final del precipicio en el que se sumergía. El miedo no era por el impacto, era por la caída.

"Página en blanco" Eso no podía ser posible ¿Era posible? Solo se percibía un quejido de frustración ahogado en su garganta y perdido en la habitación. Ese término era realmente lo indicado aunque no quisiera repetirlo. La desolación de conceptos y recuerdos al repasar fragmentos borrosos. Trozos de su humanidad trataban de dar forma para hallar una definición concisa de que había pasado.

Unos minutos después de una agonía de pensamientos fragmentados. Una vida intentando unirse en su mente. Su vida comenzó a cobrar sentido lentamente. Una niñez, infancia, y adolescencia. Recuerdos que de su vida, gratos y algunos que desearía olvidar en ese instante.

Cuando al fin logro poner todos sus pensamientos en orden, recordó que estaba en el cuarto de huéspedes de su casa, el perfectamente ordenado cuarto que daba la vista al patio de atrás. Aun había pequeños detalles que no recordaba. Estaban ligados a lo acontecido a corto plazo. Quizá unas semanas o un par de meses.

El simple hecho de estar en ese lugar era algo desconocido, a ciencia cierta no sabía cómo había llegado a ese lugar. Encendió la pequeña lámpara con mucho cuidado de no romperla y lentamente para evitar el dolor. Encontró su teléfono en el mismo buro, al parecer estaba muerto. Necesitaba algo para saber qué había pasado. ¿Cuánto había perdido de su vida?

Al poner sus manos en el borde de la cama sintió como le faltaban fuerzas para sostenerse. Se apoyó en el buro contrario al de la lámpara, en el que solo había un cenicero. Se incorporó al lugar. Necesitaba saber mínimo la hora y el día. Una pregunta tan simple como que día es hoy debía ser algo simple para cualquier persona, pero por algún extraño motivo, esa respuesta no la tenía. Era como si las fechas rondaran en su cabeza en desorden.

Caminó con pasos tranquilos, abrió la puerta y se percató de algo no muy nuevo para ella, estaba sola. No había nadie en su casa, al parecer el enorme lugar recuperaba la soledad que guardaban sus paredes. Bajo con extremo cuidado las escaleras hasta llegar a la sala, encontró su tableta en la mesa de centro, la desbloqueo y al ver la fecha sintió como si un gran peso cayera sobre ella una vez más.

sábado 27 de marzo, 2010 00:57

Era una fecha extraña, difícil de asimilar para su mente. Como si todos los recuerdos que había ligado pertenecieran a otro lugar en el tiempo. Era como volver atrás. Las respuestas y la desesperación habían vuelto, llegando en el instante en que sus fuerzas la abandonaban.

Algo dentro de ella sabía que no estaba bien. No recordaba que día había sido ayer pero sabía que no era esa fecha. Ignorando el dolor, movida por la frustración y su voluntad, se movió a pasos débiles hasta el estudio de su padre. Colocándose frente al gran espejo del lugar. Inclinando la mirada hacia sus pies descalzos, con un escalofrió por la simple idea de mirar al frente. ¿Era miedo? Era una sensación de observar algo que no encajara en la realidad que había formado minutos atrás.

Lentamente levantando su mirada con cautela, se encontró con una silueta peculiar. Pero cuando se observó directo a los ojos… ahí estaba ella. Con los ojos cristalinos y pequeñas corrientes de sudor recorriendo su cuello y piel blanca y tersa. Porcelana de la más fina.

Una perforación en la ceja izquierda y una en la nariz resaltaban de su rostro. Una mecha azul del lado izquierdo de su cabello castaño completamente enmarañado hacia acto de presencia en el lugar.

Pero mientras mas se observaba, menos podía creer que estuviese ahí ¿Qué esperaba ver? Esa era ella, así era ella. Era como ver un recuerdo, un sueño atrapado en el cristal. Ella estaba atrapada en ese lugar, sin posibles respuestas, solamente un presentimiento que no parecía realista.

Su mente se llenó de aceptación y resignación. Un poco más tranquila, pero no del todo decidió volver a su cuarto a dormir lo más que pudiera para recuperar un poco de su vitalidad. El dolor volvió luego de irse la presión en su pecho. El dolor la estaba partiendo a la mitad y una enorme sensación de vacío lleno cada centímetro de su cuerpo. Así que solo se recostó el sillón de la sala y una vez más esa noche cayó rendida.

Una casa fantasmal en las noches se apreciaba en el lugar y casi aterrador por la inmensidad. Pero una belleza arquitectónica de este siglo aparecía en la mañana, deleite en la vista para cualquiera que supiese del tema. Cuando el sol acariciaba la fachada de la enorme mansión. Entrando por la ventana, filtrándose por las persianas hasta el sillón blanco completamente desarreglado.

Lentamente abrió los ojos, acostumbrándose a la luz de la mañana. Pero ahí estaba de nuevo ese sofocante dolor. De sus labios se escuchó un leve gemido mezclado de dolor, confusión y somnolencia. Algo estaba claro, no se sentía mejor que ayer y dudaba que algo cambiara la situación.

Sus labios estaban resecos, un desierto estaba dentro de ella, toco sus finos labios y sintió una enorme aspereza. Se removió incomoda en su sitio, no recordaba hace cuando no comía o bebía algo pero necesitaba un café de modo urgente. Una ligera manta cubría su fina figura, supo que no estaba sola de inmediato, era la manta que había en el cuarto de su hermano.

Los cojines negros estaban regados por toda la sala. El pequeño cobertor negro que la cubría, cayó al piso lentamente. Los pensamientos seguían sin quedarle claros del todo. ¿Cuánto tiempo había perdido? ¿Cuánto le habían robado? Se sentó lentamente y la resignación no lleno por completo el vacio, solo fue lo suficiente como para animarle a dejar su lugar.

Lentamente se levantó y con pasos lentos llego a la cocina y preparo su típico café, como a ella le gustaba. El lugar pronto se llenó de ese aroma amargo. Cuando estuvo listo se sirvió la humeante bebida, sentándose de nuevo en el sillón. Sonrió de lado al sentir una presencia detrás suyo.

-¿Quieres algo de beber?- La sorpresa del joven con cabello castaño obscuro, ligeramente alto para su edad, delgado y lo más importante, con unos ojos hermosos, solo superados los de su hermana no se hizo esperar. Observaba con una ceja ligeramente levantada a su hermana.

-No entiendo como haces eso no hice ni un sonido- Ciertamente había sido silencioso al bajar las escaleras. El pensamiento de que su hermana aun podría estar dormida lo obliga a serlo. Había llegado en la madrugada, encontrándola temblando ligeramente en el sofá.

-Eso tú crees- Siempre conservando una actitud y un tono de superioridad acostumbrado para todos.

-¿Dónde estuviste anoche Jade?- Y la pregunta apareció de nuevo en su mente, como una especie de recordatorio. El tormentoso recordatorio que le decía que había algo más allá, algo que no podía entender claramente.

-¿Por qué la pregunta?-

-¿Estas de broma, no?- Una sonrisa escapo de los labios de la joven, desapareciendo al instante debido al dolor -Sabes que nuestro padre quería que estuvieras en la inauguración de la sucursal Jade, yo se que… su relación no es buena, pero es importante para él y lo sabes-

Y los recuerdos que obviamente quería perder volvieron en un segundo. Realmente entre su padre y ella no existía algo que pudiese llamarse relación. Su padre era la persona que encabezaba su lista negra, ese era el recuerdo que tenía presente en ese instante. Pero su fuerza se desmorono al pasar de los recuerdos a su presente. Claramente no pensaba ir a esa ceremonia de ninguna forma, pero eso sería una excusa sin fundamentos. No recordaba que hubiera tal, no recordaba haber vista a su padre desde tiempo atrás.

-¿Cuándo me aviso de su ceremonia?- la extrañeza y preocupación apareció en el rostro de su hermano, incapaz de responder fluidamente una respuesta.

-Hace una semana- Y sus pensamientos volaron ¿Había perdido una semana? ¿Cuánto más?

-Escucha, tu y yo sabemos que no asistiría… pero realmente no lo recordaba, realmente no recuerdo varias cosas, es como si me hubiesen arrancado una parte de mi-

-La peor excusa que se te ha ocurrido-

-No es una excusa, es la verdad, no recuerdo algo reciente… además un fuerte dolor en todo el cuerpo me está partiendo-

Después de una consulta hecha por un especialista, el cual dio por veredicto que no había daño en el cerebro. Catalogando todo como un hecho por pérdida de estabilidad personal ya que no había recibido ningún golpe. Siendo algo temporal y solo de forma parcial.

A quien podría tranquilizarle saber que había perdido una parte de su vida, que quizá la recupere, pero no existía una concisa garantía. Que existirían ciertos fragmentos que poco a poco volverían a ella, de manera desordenada y poco clara. Quien se sentía con la capacidad para decirle que todo estaría bien si seguía haciendo sus actividades cotidianas. Quien entendería la extraña sensación de haber perdido algo invisible, algo demasiado importante para su vida.

La noticia llego a oídos del padre de los jóvenes. El señor Richard West, pero al ser un incidente 'menor' el hombre incitado a no asistir a la visita de su hija por su mujer, no se tomo la molestia te tomar un vuelo a casa. Su naturaleza le gritaba que necesitaba estar ahí, con su hija, pero existía algo más fuerte que su voluntad propia. Esa mujer que estaba a su lado era la causante de aquella misteriosa fuerza en contra de sí mismo. Permaneciendo inmerso en una vaga idea de hacer lo correcto. Permaneció en el mismo lugar, sin moverse, continuando con sus negocios, con su vida a parte.

La noticia también fue escuchada por conocidos y amigos, acudiendo solo los más cercanos, los cuales asistieron su hogar. Poniéndola al corriente los acontecimientos olvidados por ella. Sintiéndose cada segundo más enfadada al no recordar nada. Adquiriendo un carácter hostil, ya característico con más de una de sus visitas. Dos semanas que parecían ser aun más grandes de lo que podían contarle.

El fin de semana volaba, igual que el tiempo que transcurría entre intentos fallidos de recordar. Era la cosa más extraña, sabía que en medio de todo esto había algo más, algo irreal, una ilusión y un mundo en el que no se sentía perteneciente. En esos momentos lo único que podía tranquilizarle era recostarse e intentar recordar. Quién diría que unas semanas perdidas pudiesen hacerla sentir de ese modo. La sensación era como haber perdido una vida, como perder una época en la que todo era distinto. Donde algo la hacia sentir en paz, donde se sentía en casa.

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La continuidad del tiempo no se detenía, las actividades cotidianas del odiado lunes se aproximaron antes de lo debido. Continuar sin una pequeña parte de tus recuerdos no debía ser algo para detenerse. Asistiendo a clases comunes en su poco ordinaria escuela.

Una joven con talento brotando de cada poro de su piel, estudiando con jóvenes de la altura de las circunstancias. El arte estaba en todas partes, en cualquier rincón se notaba las características especiales de cada uno. Cada uno de los que pretendían ser las futuras estrellas de Hollywood. Haciendo honor al nombre de la institución "Hollywood Arts" Un lugar donde necesitabas destacar del montón. Era el tiempo en el que todos se preparaban para la presentación del año, donde el talento podría desbordarse por completo.

Un extraño dolor de cabeza aquejaba cada mañana a Jadelyn West, se levantaba temblando y con un fuerte dolor corporal. Aunque seguía haciendo lo mismo de siempre en su escuela, tenía prohibido presentarse en escena para la gran ocasión -Estarás siendo espectadora y crítica- Había dicho el orientador Lane de HA. Como si ciertamente a ella le interesara ver patéticas presentaciones de sus compañeros. Decidiendo asistir solo por algunos amigos. No estaría en toda la presentación después de todo. Ellos cerraban el espectáculo. Cuestión de llegar solo minutos antes del gran final.

Pero la tortuosa lucha por sus recuerdos concluía lentamente, todo era normal de nuevo, lo único que quedaba era la misma extraña sensación del despertar en su habitación en ese estado, hace unos días. Jade dejo de darle importancia a la situación en poco tiempo, eran quizá un par de minutos los que hacían la diferencia ¿Qué más da? El dolor disminuyo, todo era como antes. El pequeño incidente pasó a ser solo cosa del pasado.

Las parejas para la presentación fueron asignadas y la peor parte se la llevo André, un joven moreno, que irradiaba alegría y música por los poros. Al parecer la joven con menos talento en la escuela fungía de su compañera. Tortura segura y una canción arruinada por completo.

Semanas de ensayo dejaban ver la culminación del trabajo a la vuelta de la esquina. El caja negra estaba completamente lleno la noche de la presentación. La joven West con un café en mano hizo acto de presencia casi al final del espectáculo. Tomo asiento a un lado de su atractivo novio. Un joven delgado, de cabello largo y sedoso. Un típico ejemplar de chico popular, confiado, alegre y relajado.

Pasando de baile, canto, teatro y ventriloquismo. El telón caería bajo el último acto de la noche. El mejor amigo de la gótica tendría el honor de cerrar la puesta en escena. El moreno había trabajado en la canción como un loco desde meses atrás. No había permitido que nadie la escuchara antes del estreno. Era una lástima que se arruinara con la horrible voz de una joven un año mayor. Una tal Trina, la persona con menos talento de este mundo.

Sentada esperando el último acto, un fantasma invisible para todos descendió sobre los pensamientos de la gótica. En un abrir y cerrar de ojos las luces se tornaron de un amarillo brillante a una tenue luz blanca que iluminaba al escenario. Las notas una a una tomaron el tono correcto, armoniosas y lentas. Las imágenes que su mente observaba eran solamente en blanco y negro, los tonos de grises aparecían en todas partes. Lo único que alcanzaba a percibir era la luz que irradiaba el escenario.

Era la misma sensación de la mañana en que los fuertes dolores comenzaron. Era el vació que recorría sus huesos, era el gélido aire que podía poner a temblar a cualquiera. La idea de que algo falta en su vida. La respiración comenzó a hacerse más rápida. Ese dolor estaba presente de nuevo, la fuerte presión en el pecho 'Solo es un ilusión' Su mente le gritaba que se dejara llevar. Solo unos segundos.

El auditorio estaba completamente vacío, solamente los músicos se podían distinguir en el escenario. Entre la penumbra una silueta hizo acto de presencia. Era una joven, con una fina figura, con un vestido gris platinado. Hacía que la luz se expandiera en un brillo fantasmal. Sin poder ver facciones, nada más allá de la línea de su bella figura. Solo expectante, una Jade desconcertada observaba la escena. Esa no era la tal Trina y cualquiera con dos dedos de frente lo notaria "Es una secuela de la pérdida de memoria" Era como ver a un ángel de frente, tan cerca y tan lejos.

Entre tanto, era como si supiera quién era esa joven, como si sus caminos ya hubiesen chocado antes. Como si en medio de todo, aunque sus facciones no eran distinguibles sus miradas se hubiesen cruzado tiempo atrás. Como si su piel canela hubiese tenido un ligero contacto con la porcelana de sus dedos.

Era estar atrapada en medio del acto, en medio de una ilusión, sus músculos no respondían a nada de lo que pudiese ordenar su cerebro. Estaba atrapada en su cuerpo, sin oportunidad de escapar del lugar. Sin esperanza de acercarse al ángel del escenario.

Los movimientos de la joven de piel canela eran lentos, nerviosos y con delicadeza. Poco a poco su melodiosa voz resonó en todo el lugar. Con una voz tenue, delicada y dulce comenzó a sonar la letra de la canción del moreno. Perfectamente afinada, sin rastro detalles de mal gusto, tan sonoro y agradable. Escuchando la armonía en un instante lento y poco a poco más rápido, con una mezcla de entusiasmo y sorpresa de su parte.

Una oleada de fragmentos rozaba la mente de la expectante West, sintiéndose helada y confusa por más de un segundo. Llevando sus manos a su rostro, sintiendo el frió de sus dedos en el rostro. En un abrir y cerrar de ojos todo había terminado. La luz amarilla estaba en todas partes.

La misma música resonaba en los altavoces del teatro, esta vez más clara y más fuerte. Era como despertar de un sueño. Todo estaba como de costumbre, los colores se distinguían de todas partes. Al mirar el auditorio, estaba lleno de gente que aplaudía en cuanto André comenzó a tocar. Al girar a la derecha, sus ojos se toparon con los de su novio Beck y una cálida sonrisa asomo de sus labios.

Pero sus pensamientos volvieron a esa ilusión. Esperando que el ángel de segundos atrás reapareciera en el escenario y cantara una vez más. Mirando al frente y esperando verle, sus manos comenzaron a recuperar el calor. Un suspiro y sus fuerzas cayeron al observar a Trina salir al escenario.

Todo había sido una ilusión, solo eso, nada había sido real y aunque lo fuese ¿Qué más daba? Que estupidez Su actitud había vuelto tan rápido como se había ido. Una canción completamente desafinada, que hacía que a cualquiera le diese un fuerte dolor de cabeza comenzó a sonar en el lugar. La perfecta canción había sido destruida en un instante. Así antes del coro el telón cayó. Antes de que todos los presentes dejaran el lugar por el tortuoso sonido. La pareja se levanto de su asiento y camino tas bambalinas.

-Lo siento hermano, era una buena canción- Beck menciono tratando de darle ánimos a su amigo. Ciertamente era una buena canción.

-Con otra voz se hubiese escuchado bien André, una como… la mía- "O en voz de una joven color canela" El moreno sonrió y asintió con la cabeza.

-El próximo año Jade-

Entre todo, la canción no había concluido por completo, el telón bajó antes de tiempo. Pero Jade tenía el presentimiento de que conocía la letra por completo. La había escuchado de los labios de aquella ilusión. Esa voz no dejaba de resonar en su cabeza. En otro momento también la había escuchado, de eso estaba segura. "Es solo un estúpido espejismo Jade, déjalo ir"

¿Qué opinan? Se que es algo confuso, pero es el prólogo así que... Gracias por darme una oportunidad con esta nueva historia (Si alguien esta leyendo esto claro ¬¬) ¿Qué tal un review? ¿Amenaza? ¿Sugerencia? ¿Critica? ¿Golpe psicológico? Si me dejan uno, me sacaran una sonrisa (Si es el ultimo quizá un diente xD) Espero sus comentarios y sobre todo GRACIAS POR LEER.

Si les gusto, no duden en ver mis otras dos historias "El papel de sus vidas" y "Es lo mejor"