NOTA: Ninguno de los personajes de Naruto me pertenecen, solo Stephanie, Cristina, Sarima y Andrea. Esta historia se la dedico a una amiga, justamente a Stephanie. Espero que les guste!
--- --- --- (cambio de escena)
I
Imposible
Stephanie estaba prendida del televisor, con su DVD dando vueltas en el aparato. En esa pijamada por su cumpleaños estaba en su cuarto con tres de sus amigas: Sarima, Cristina, Andrea y ella, estaban viendo Naruto, el episodio en el cual sale Sasuke peleando contra Gaara. Las cuatro estaban mirando el televisor (entre suspiros de Stephanie por Gaara), sin haberse cambiado aún (seguían en jeans, zapatillas, polos de manga corta o tres cuartos – en el caso de Cristina -) emocionadas por la pelea entre Sasuke y Gaara.
-¡Aaaaaaahhhhhhhhhhhhhhh¡Gaara es tan lindo! –exclamó en una de esas Stephanie.
-¿Qué le ves de lindo? – le pregunta Cristina –Mejor está Sasuke, mírale la cara… lástima que no sea real ese chico.
-¡Es recontra simpático! – exclamó Stephanie – Sobre todo porque es malo….
-Pues yo prefiero a Kakashi – dijo Sarima.
-Yo estoy con Cristina, pues Sasuke es el más simpático de todos por leguas - dijo Andrea.
-¿Se están metiendo con Gaara? – preguntó Stephanie, con voz tenebrosa.
Al momentito, empezó a corretear a sus amigas por toda la habitación, entre risas, enojos y burlas. Luego de correr y hacer saltos para esquivar el sofá cama, la cama, el aparato del DVD, Stephanie cayó sobre Cristina. Esta cayó sobre Sarima y todas sobre Andrea. Luego de un quejido comunitario y segundos de silencio, empezaron a reir.
-Pues yo pienso que Gaara es un chico bien simpático –dijo Stephanie al levantarse. Se acercó para tocar el televisor. Cuando lo toco, la pantalla se volvió agua y empezó a absorber a Stephanie. Esta pegó un grito, al igual que sus amigas. Cristina se lanzó a sujetarla de las piernas, Sarima del abdomen y Andrea a cogerla de un brazo que todavía no había sido absorbido. En un momento de suspenso, cuando parecía que la iban a sacar del televisor, este las absorbió a las cuatro. Hubo un remolino de imágenes sin sentido. Cristina divisó a sus amigas, todas cogidas de la mano, todas con una mirada de susto y de determinación a no soltarse en ese momento. Inexplicablemente, una fuerza muy grande, un ventarrón, las separó. Sarima gritó, al igual que las otras tres muchachas. Stephanie intentaba por todos los medios no soltarse de Andrea cuando se dio cuenta, en medio de los gritos, que ya estaba a unos diez metros de ella. Sin embargo, no fueron separadas mucho unas de otras, a excepción de…
-¡CHICAS! –gritó Cristina, cuando salía disparada hasta perderse de vista.
-¡CRISTINAAAAAAAAAA! –la llamaron las demás, pero no escucharon respuesta. Fue ahí cuando Sarima fue separada del grupo, en dirección contraria a la que había ido Cristina. Stephanie y Andrea lograron volver a sujetarse de las manos, con la intención de no separarse. Inesperadamente, el remolino de imágenes acabó y vieron algo que las dejó sin respiración: Konoha.
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Sarima estaba sola, en medio del remolino de imágenes. No entendía nada de lo que estaba ocurriendo. Para ella era algo realmente patético e imposible que algo así hubiera ocurrido. "Este tipo de cosas solo pasa en la televisión" pensó Sarima, angustiada. Otro ventarrón. Sarima se tapó la cara con los brazos. Cuando los retiró, vió algo que le paró el corazón. Estaba volando, sobre un lugar que antes había visto, un lugar en el que entrenaban ninjas, un lugar, no, una aldea llamada Konoha. Se quedó boquiabierta. Eso debía de ser un sueño, no podía estar ocurriendo realmente. Se acercaba más y más a la aldea. Sarima se dio cuenta que, aun cuando había aparecido en ese mundo desde el cielo, iba a caer de un modo horrible, por lo que iba a morir. Sonrió de forma triste, pensando en sus tres amigas, de forma especial a Cristina, ya que con ella compartía los mismos afanes, las mismas locuras, y de vez en cuando, pleitos, los cuales siempre acababan en risas. Cerró los ojos, intentando tranquilizarse. Los volvió a abrir y vió que se acercaba rápidamente a una azotea. Tuvo miedo, pero estaba resignada. Logró ver a alguien en la azotea antes de cerrar los ojos y esperar el golpe. No ocurrió nada. Abrió los ojos y se dio cuenta que alguien había saltado y la había sujetado. Levantó la vista para ver quien había sido la persona (o mejor dicho, ninja) que la había salvado. Se sonrojó hasta la punta de su cabello castaño claro. Era Kakashi. Este bajó la vista y la observó (con su ojo izquierdo tapado por el emblema de Konoha).
-¿Quién eres¿Qué hacías volando de esa forma tan rara? – observó atentamente la mirada de la chica. Se dio cuenta de su mirada asustada - No eres de Konoha¿verdad?
-Ie – contestó Sarima -. Yo no soy de esta aldea, ni siquiera sé cómo he llegado a este lugar. Me separé de mis otras tres compañeras… de seguro han estado en la misma situación que y: volando sobre Konoha y a punto de estrellarse, si es que aún no se han estrellado aún – su voz vaciló.
Kakashi pisó el suelo de la azotea y la dijo que la siguiera. Sarima lo miró de reojo para luego seguirlo al interior de ese edificio.
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Andrea y Stephanie seguían cayendo, asombradas por lo que veían. Ellas no iban a ser rescatadas por Kakashi, pues iban a caer en otro lugar. Un sitio que ellas reconocieron como el camino que conduce a las afueras de Konoha.
-Ok, Stephanie – dijo Andrea, con el terror pintado en su voz -. Estoy muy contenta de haberte conocido.
-Yo también, Andrea – contestó Stephanie. Ambas amigas se cogieron con más fuerza, para no separarse antes del desastroso final. Cuando, de repente, ven a tres muchachos en una banca del camino. Dos de ellos eran chicos, y la otra era una chica. Uno de los chicos era rubio, con ropa naranja. El otro era un muchacho pelinegro, con ropas azules y blancas. La chica era pelirosa, con unas ropas que tenían el diseño de los kimonos, pero abiertos en ambos lados de las piernas, y llevaba un short negro. Abas muchahcas miraron y remiraron, como si temieran haber visto mal. Luego de unos instantes Andrea gritó, llena de emoción.
-¡NO PUEDO CREERLO¡ES SASUKE!
Uchiha Sasuke levantó la vista, asombrado de haber oído su nombre en el cielo. Sus dos compañeros de quipo, Naruto y Sakura, también levantaron la vista. NARUTO Y Sasuke se movieron a gran velocidad y luego aparecieron al lado de Sakura, cada uno con una de las amigas cargada en brazos: Naruto con Stephanie y Sasuke con Andrea (O.O emoción para Andreita). Las bajaron y empezaron a hacerles las clásicas preguntas de quienes son, como es que llegaron a ese lugar… preguntas parecidas a las que hizo Kakashi a Sarima. Luego de unos instantes, les dijeron que los acompañen, que las iban a llevar junto a Kakashi (o como ellos lo llamaban, Kakashi-sensei).
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Cristina había pasado exactamente por lo mismo que todas ellas, pero no había aparecido sobre la aldea, sino, por la zona del bosque. Nadie la salvó de caer en un lago. El golpe contra el agua la dejó sin sentido. Sin embargo, luego de haber estado tanto tiempo en el agua, boca arriba, sin conocimiento, alguien la sacó y la llevó a algún lugar.
Esa persona no estaba sola, estaba con muchas más personas, todas vestidas de la misma forma, extrañados ante la apariencia de Cristina, que descansaba contra un árbol, envuelta en una frazada. ¿Por qué estaban extrañados? Porque nunca habían vista a una ninja que se vista de forma semejante.
-Tal vez no sea una ninja – comentó uno de ellos.
Por fin, luego de tres horas más, Cristina abrió los ojos. Primero vio todo borroso. Parpadeó. Enfocó su vista en un muchacho que estaba inclinado sobre ella, como analizándola. Cristina enfocó su vista en los ojos de ese joven y reconoció en ellos al Sharingan. Abrió los ojos más por el miedo que le produjo reconocer a quien había asesinado a todo su clan. Pegando un grito, intentó alejarse de él lo más que pudo, pero, por la falta de fuerza que poseía en ese momento, lo único que logró fue caer de costado, mirando de forma asustada a ese joven.
-Uchiha… Itachi… - murmuró, con el terror pintado claramente en el tono de su voz.
Este abrió un poco más los ojos, con una sorpresa casi invisble. Cristina intentó incorporarse, pero le faltaron las fuerzas. Miró detrás e Itachi y se asustó aún más. Estaban, detrás del Uchiha, varios miembros de la organización Akatsuki. Un muchacho rubio, con un peinado medio emo se adelantó al grupo. Cristina lo reconoció al instante, un muchacho al que Andrea normalmente llamaba … (no voy a escribir esa palabra) por el hecho de llevar el pelo largo, suelto y cogido por una coleta, con parte del pelo tapándole un ojo.
-Dei… Deida… Deidara… - murmuró Cristina.
Ok., ella se estaba asustando ya bastante por la aparición de dos tipos que no eran precisamente buenos. Cristina logró incorporarse y lanzarse a carrera loca, intentando huir de ese lugar.
-Esto… esto… esto no puede estar pasando… es imposible – pensó Cristina. Corría lo más rápido que podía, pero frenó de forma brusca para ir a chocar contra Itachi. Cayó al suelo, temblando de miedo.
-¿De qué aldea eres¿De dónde eres ninja? – preguntó el Uchiha.
-¿Ninja? Yo no soy ninguna ninja – respondió Cristina -. Ni siquiera sé cómo es que he venido a parar a este lugar. Mis amigas deben de estar lejos de aquí, ya que me separé de ellas cuando caía.
-¿Por qué intentas huir? – preguntó Itachi.
-Sé quién eres tú. Eres Uchiha Itachi, del clan Uchiha. Sé que ese clan fue aniquilado por uno de sus miembros, por Uchiha Itachi. Eres uno de los mejores ninjas de Konoha, por no decir el mejor, claro que tu hermano, Sasuke, está entrenando, y se está volviendo indudablemente fuerte.
Itachi se acercó lentamente a la muchacha. Esta retrocedió un poco, temiendo no poder escapar antes de que llegar los demás miembros de la organización. Itachi sonrió, pero una sonrisa llena de burla. Sus ojos mostraban el Sharingan.
-¿Tienes miedo? – preguntó –Por lo que veo, sí. Tienes miedo de no poder escapar antes de que lleguen los demás miembros de la organización. No vendrán. Les dije que se encaminaran hacia un lugar al que tenemos que ir, mientras yo iba detrás de ti.
-¿Nani?
-Sí, ya que debemos saber tu extraña procedencia. Además, no le has dado las gracias a quien te sacó del agua y, a menos que quieras morir por gripe, tendrás que seguirme para que te den vestimentas de ninja, que son las únicas que tenemos.
Ahí descuadraron a Cristina. ¿El Uchiha que mató a todo su clan estaba siendo amable con ella? Pero, segundos después, Cristina reparó en su ropa toda mojada.
-Creo que tendré que ir contigo – dijo la muchacha -. Demo… no me quedan muchas fuerzas.
Sin decir una palabra, Itachi se acercó a ella y la cargó en su espalda. Cristina se sonrojó. Sin embargo, tenía que estar cuerda hasta que llegaran a ese lugar, porque sabía que Itachi era… bueno, un Uchiha. Caminaron largo rato hasta que este la bajó y le dio un pedazo de pan. Cristina se lo comió sin mucho apetito, para luego estornudar. Itachi no dijo nada, solo le dijo que ahora ella caminara. Luego de un rato, Cristina ya le iba a pedir que la ayudara a caminar ya que no se sentía con fuerzas. Pero se quedó con la petición en la boca, ya que habían llegado a la "fortaleza" de la organización Akatsuki.
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Arigato, por leerme. Estaba imaginando cosas para mi fic de Inuyasha, y se me vino a la cabeza Naruto, asi que no perdí el tiempo y me puse a escribirlo. Sé que en primera instancia parece que Stephanie va a ser la protagonista, pero en realidad lo va ser Cristina. Arigato! Saludos desde Perú! Sayonara!
