-Idiota.-murmuró Gwen fastidiada.
Por cuarta vez en un mes, a, Kevin Levin, se le había ocurrido dejarla plantada. Gwen había estado llamando y esperando por él en Mr. Smoothy, su lugar de malteadas y gaseosas preferido del trío, como inicialmente habían acordado. Era normal que Kevin se retrasara, a veces hasta una hora, pero nunca más de dos.
Tratando de conservar un poco más la paciencia, decidió pedir una malteada, buscando la forma de hacer más ameno su tiempo. Justo cuando se la entregaban, por fin vio el Dodge Challenger R/T 2008 color verde, estacionarse torpemente mientras trataba de bajar la velocidad.
De la puerta del auto, bajó el joven, bostezando tranquilamente mientras lo hacía.
-¡Te he estado esperando por horas!- le recriminó Gwen. Había pensado en mostrarse serena para no hacer incomodo el momento, pero ese último gesto suyo, la irritó.
-¿Tranquilízate, quieres?-respondió este de una manera que a Gwen le pareció seca.
-¿Dónde estabas? ¿Acaso no traes tu teléfono?- inquirióella, mostrándose esta vez molesta.
-Solo había estado haciendo unos…tratos, ya sabes de que van estas cosas, al comprador no le parecían las ofertas que..-comenzó a decir él.
-Si, claro yo sé que tus juguetes son más importantes, Kevin.-respondió Gwen mirando hacia otro lado.
-Gwen, yo…-comenzó a decir Kevin, pero se detuvo- en fin, no tenemos porque discutir.
Las últimas semanas habían sido difíciles, ambos lo sabían. Gwen se daba cuenta de que Kevin ponía cada vez más excusas para tratar de no verse y la comunicación entre ellos era más difícil. Habían discutido sobre eso y llegaron a la conclusión de que era la falta de Ben y la manera en que hacía para balancear la situación entre ellos, pues el se encontraba entrenando para el próximo torneo de fútbol. O era al menos lo que propuso Kevin para que dejaran de discutir esa vez. No podía encontrar otra excusa ahora.
-¿Al menos tienes una idea de cómo me he estado sintiendo yo últimamente?- preguntó Gwen, poniendo todo su esfuerzo en no soltar las lágrimas que había acumulado las últimas semanas.
-Gwen, no he venido aquí a discutir. Y lo siento, pero tengo cosas y tratos importantes que hacer como para perder mi tiempo aquí.-respondió Kevin mientras se subía al auto de nuevo.
Enojada, Gwen lanzó su malteada hacia el cofre del auto de Kevin y se alejó corriendo del lugar. Kevin no dijo nada, sabía que sería inútil pedirle que regresara, así que se fue del lugar después de, claro, limpiar su auto.
Gwen corrió hasta un parque cercano, donde se pudo sentar sobre el pasto que rodeaba el lugar y sopesar su situación. Cada vez más pensaba en terminar con Kevin, aunque sabía también que rompería la relación de amistad entre Ben y él. Se preguntaba si la presencia de Ben podría hacer algo por salvar su relación con el. Eran las dos y media de la tarde, sus entrenamientos terminaban a las dos, así que le llamó. No obtuvo respuesta hasta casi las tres, devolviéndole él la llamada.
-¿Gwen?
-Hola torpe. ¿Qué tal los entrenamientos?- Gwen habló tratando de que su voz se escuchara lo menos ahogada posible.
-Muy graciosa, estoy saliendo justo ahora.-se escuchó por la línea el sorber de un líquido por parte de él en la línea.- ¿Pasa algo?
-Sí, quiero decir….No, pero,mmhh. Ha pasado tiempo. Pensaba que podríamos vernos.-respondió ella mientras jugaba con su cabello. Empezaba a creer que no había sido buena idea llamarlo.
-¡Oh, por supuesto! Dile a Kevin que puede venir también, los espero en mi casa.-fue lo último que dijo Ben antes de colgar inesperadamente.
Ben, no...-comenzó a decir Gwen pero ya no se escuchaba nada en la línea.
