DxD Fantasy - A Devil Ninja
No me pertenece Naruto, Highschool DxD, ni ninguno de los personajes y elementos de otras fuentes presentes.
Capitulo 1
-Ahhhh-expreso Naruto con gran alivio al por fin poder dejarse caer sobre su cama. Era la primera vez que había salido de la aldea y ahora encontraba a su viejo colchón como la cosa más cómoda del mundo.
Los últimos días habían sido un mar de emociones para el joven Uzumaki y ahora que por fin podía descansar con tranquilidad, fue inevitable que el hiciera un recuento de lo acontecido.
El rubio había abandonado los muros de Konoha por primera vez y se había topado con el variopinto mundo que había en el exterior. Los cuentos que contaban en el orfanato no eran pura fantasía. En verdad existían monstruos en todas partes. Aunque no eran tan espantosos y brutales como la cuidadora los hacía ver, por lo que la veracidad de sus palabras solo estaba a medias.
Había tomado y completado su primera misión de rango C. Aunque Kakashi dijo que la presencia de un Jounin enemigo la hacía una de rango A, por lo que el logro era todavía más impresionante.
Por primera vez había sido paralizado por el miedo a la muerte y a su vez, también había visto de primera mano las desgracias de esta. Aunque Zabuza y Haku eran sus enemigos, sus muertes no fueron otra cosa que lamentables. Si hubiera estado en su poder, Naruto estaba seguro que las hubiera evitado.
El último viaje le había dado una importante lección a Naruto. El mundo era salvaje y vicioso. Si no poseía gran poder y era decidido con sus objetivos, no podría realizar sus metas y proteger a sus seres queridos. El viaje le había dado un ejemplo de ello, pues como tal él no había logrado hacerle frente a ninguno de los enemigos con los que se había topado en su misión en Nami. Únicamente había asistido a Kakashi en su batalla contra Zabuza y no podía decirse que le había ganado a Haku. No cuando Satsuki por poco muere por su culpa.
Era obvio para el Uzumaki que debía ponerse a entrenar como loco, aunque ahora tenía dudas sobre a quién pedírselo. Kakashi había mostrado que en efecto era un Shinobi excepcional, pero el entrenamiento que había impartido en Nami era por demás cuestionable. Si bien el ejercicio de escalar arboles le había ayudado a durar más en batalla, el hubiera deseado aprender técnicas más funcionales para el combate. Aunque él tenía el Kagebushin, Satsuki seguía siendo superior con sus técnicas Katon.
Ya el sueño estaba a punto de tomar al rubio cuando, el sonido del timbre de la puerta llamo su atención. Y es que tenía que hacerlo, debido a que eran bastante limitadas las visitas que el recibía en su apartamento.
Suponiendo que posiblemente era Iruka o el viejo Hiruzen, Naruto se levanto raudo y veloz a abrir la puerta, pues ya quería contarles a esos dos como había sido su primera misión real. Para el buscar a Tora y hacer labores de jardinería, no calificaban como misiones ninja.
-Buenas tardes. ¿Es usted Naruto Uzumaki?-dijo la joven de cabellos plateados que el mencionado encontró al abrir la puerta.
-¿Si?-respondió el chico con algo de desconcierto. No todos los días una joven de su mismo rango de edad se presentaba en su hogar. Mucho menos una vistiendo un uniforme mucama.
-Saludos. Mi nombre es Mimi Lucifuge y he venido a buscarle en nombre de mi ama y señora-dijo cortésmente la joven de ojos rojos.
-¿Eh?-expreso Naruto con confusión. Escuchar que una mujer le estaba buscando era ciertamente extraño. Pasando de largo a sus compañeras de equipo, la única mujer con la que tenia trato era Ayame y dudosamente ella mandaría a una mucama a buscarla. –Disculpa, creo que estás hablando con la persona equivocado-dijo el rubio para verificar si había malentendido.
-En lo absoluto. Es a ti a quien me han mandando a buscar.
-¿En serio? ¿Quién?
-Esa no es una pregunta que se me permita responderle. Sin embargo si puedo aclararle que si acompaña recibirá respuesta muy importante sobre su persona.
-¿Sobre qué exactamente?
-Todo le quedara claro cuando me siga-dijo la chica de ojos sin cambiar su expresión solemne.
-Mmmmmm-expreso Naruto mientras se encontraba meditabundo.
La verdad es que el Uzumaki pensó que él no tenía muchas razones para seguir a la chica, pues ya conocía sobre el secreto que para él era lo más relevante en su vida. Ya tenía conocimiento de que él era el jinchuriki del Kyubi y que esa era la razón por la que muchos en la aldea le tenían recelo. La única otra cosa relevante que podrían ofrecerle era información sobre quienes fueron sus padres.
Aunque no es como si aquello fuera en extremo importante. Lo más probable es que ellos fueran muertos a manos de Kyubi, lo que volvería inútil tal información. Aun en el caso de que ellos estuvieran vivos, las cosas no pintaban bien, pues cabía la posibilidad de que ellos le abandonaran en el orfanato porque no le querían. Si ese era el caso, lo mejor era no saber nada sobre ellos.
En todo caso, Naruto considero que no perdía nada atendiendo la invitación de esa chica. Si ella servía a una mujer rica como la dueña de Tora, tal vez podría disfrutar de una buena comida o algo por estilo. Con lo cansado que estaba, esa le parecía una maravillosa idea.
-De acuerdo. Te seguiré-dijo Naruto, informándole a Mimí de su decisión.
-Sabia elección-dijo peliplateada entonces entrando al apartamento del Uzumaki.
-¿Eh? ¿No tenemos que ir a otra parte?-dijo el rubio dándole espacio a la chica.
-En efecto lo haremos-dijo Mimi cerrando la puerta. –Sin embargo, usaremos esto para realizar nuestro viaje-dijo la chica mostrando a Naruto una llave antigua de color plateado.
A pesar de que esta era ampliamente diferente a la que usaba Naruto para la cerradura de su hogar, la llave pudo entrar sin problemas al cerrojo y accionarlo.
Naruto quedo asombrado cuando Mimi abrió la puerta y esta no dio al pasillo fuera de su apartamento. Lo que se veía a través del marco de la puerta era un paisaje tenebroso con un aura sofocante. No era un lugar al que entraría de buenas al primer intento, pero el Uzumaki ya había dicho a Mimi que le acompañaría y no iba a cambiar su palabra.
Atendiendo a la señal de pase de la mucama, Naruto pasó a través del umbral e ingreso a lo que a su parecer era un mundo distinto. Ahora no solo estaba al nivel del suelo, sino que ya no parecía que estuviera en Konoha en lo absoluto.
El paisaje tenia arboles, pero todos estaban secos y ennegrecidos. El cielo estaba adornado por un rojo oscuro que se alternaba con un violeta opaco. No había signos del sol o la luna en ninguna parte, pero aun así todo estaba relativamente iluminado. Por ello Naruto no tardo en divisar el enorme castillo que tenía en frente.
No era como nada que hubiera visto antes. En su aldea había mansiones enormes como la que pertenecía al clan Hyuga, pero estas palidecían frente a lo que tenía ante sus ojos.
-Por favor, sígame-dijo Mimi, una vez que ella atravesó y cerró el umbral que había creado.
-S-si-respondió Naruto, para entonces ir tras de la peliplateada.
En esos momentos el joven lamentaba muchísimo no haber atendido con atención a las clases de la academia. Tal vez así tendría una idea de en donde se encontraba….Aunque tal vez eso de todas formas no hubiera sido muy útil, pues el lugar tenia cosas demasiado insólitas e inverosímiles.
Conforme se acercaba al castillo, lo primero que Naruto noto fueron sus peculiares vigilantes. Estos eran literalmente unos esqueletos en armadura. No piel. No músculos. Simplemente unas calaveras revestidas con armaduras de hierro oscuro. En primer momento los seres podían parecer unas estatuas o esculturas, pero una vez que veías que podían moverse, cambiabas de opinión.
Naruto no se impresiono… O al menos no tanto como lo habría estado alguien como su compañera Sakura. La razón de ello es que el rubio ya estaba al tanto de que los muertos podían moverse por cuenta propia si no se les enterraba apropiadamente. Tenía entendido que era algo que tenía que ver con la Niebla, pero por desgracia esa era otra explicación a la que no había prestado atención.
Normalmente a los "muertos vivientes" se les trataba como monstruos, pero como estos no lo atacaron ni a él ni a Mimi, Naruto siguió caminado con relativa tranquilidad.
Una vez que los jóvenes entraron al interior del castillo, el rubio pudo constatar lo que creía. Quien le había convocado era alguien ridículamente rica. El solo recibidor del lugar parecía ser más grande que el edificio del Hokage y eso era decir mucho.
El suelo estaba cubierto por una fina alfombra de color rojo, las paredes tenía un papel tapiz de elegante diseño y el recinto estaba iluminado por enormes lámparas antiguas. En un fugaz pensamiento malicioso para sí mismo, Naruto llego a creer que la razón por la cual lo habían convocado a ese sitio, era simplemente para sacarlo a patadas. Después de todo, el era la única cosa que estaba completamente fuera de lugar en ese elegante castillo. No sería de extrañarse que alguien quisiera burlarse de tal hecho.
Tras una larga caminata, pues en serio que el castillo era ridículamente grande, Naruto y Mimi llegaron a un salón tipo estudio. El cual, para el pesar del chico, también hacia palidecer a la oficina que poseía Hiruzen.
El espacio del recinto no solo era mucho mayor, sino que se veía mucho más lujoso y cómodo por la tapicería que poseía. Entre los artilugios que podían visualizarse en el lugar estaban un mini-bar completamente equipado, varios televisores de pantalla plana, una chimenea bastante espaciosa, una mesa de billar y muchas otras cosas que Naruto no conocía, pero que le parecieron bastante caras.
-Hemos llegado, mi señora. Aquí esta Naruto Uzumaki, tal y como me lo pidió-dijo Mimi haciendo una reverencia hacia el fondo del salón, en donde había un escritorio, una enorme silla que estaba volteada de espaldas.
-Has hecho, bien. Ahora déjanos-fue el seco comentario de la mujer que aparentemente estaba en aquel asiento.
-A sus órdenes-dijo la peliplateada, cerrando las puertas del recinto con su salida.
-Tú. Acércate-dijo la mujer, provocando que Naruto bufara con cierto fastidio. Que un desconocido le estuviera dando órdenes tan a la ligera no era algo de su agrado. -¡Ahora!-reclamo la mujer.
-Sí, sí. Ya voy-dijo el rubio acercándose despreocupadamente al escritorio.-Aquí estoy.
-Siéntate.
Naruto entonces tomo asiento en las sillas que estaban frente al mueble de caoba.
–Entonces…..Tengo entendido que me mando a buscar.
-En efecto-dijo la mujer entonces volteando su asiento.
Se trataba de una mujer cuya edad no debía superar los treinta años. De largo cabello rubio, tanto que debía llegar hasta al menos la parte inferior de su espalda. Sus ojos eran de color rojo y Naruto podía afirmar con toda seguridad que ella poseía la expresión más seria de todo el mundo.
Así mismo, su vestimenta era la más reveladora que Naruto había visto en su vida. Tanto así que el chico considero bastaba con usarla en un Henge para provocar que el viejo Hiruzen pasara una temporada en el hospital.
Consistía en un top negro con un diseño de cuernos rojos en donde sería el escote, unos guardabrazos negros con plumas rojas añadidas en los codos y un bikini de color negro.
Básicamente era un atuendo por el cual Naruto agradecía estar sentado. De lo contrario pasaría por un momento incomodo.
-Naruto Uzumaki-dijo la rubia viendo el contenido de una carpeta que tomo en sus manos. -En verdad no puedo concebir como alguien pudo ponerle a un niño un nombre tan tonto
-¡Hey! ¡Mi nombre no tiene nada de malo!-reclamo el mencionado.
-A parte de presentar una tonta redundancia, resulta ridículo que tu nombre este basado en el ingrediente de una sopa barata-sentencio la ojirroja.
-¡El ramen no tiene nada de malo!
-Siendo que es aparentemente la causa de altura tan corta, tengo que diferir.
-Tsk-expreso Naruto con frustración. Primero había sido Tazuna y ahora esa desconocida. ¿En verdad eran tan bajo?
-Mmmmm. Esto es… decepcionante-dijo la rubia dirigiéndole una mirada patibularia al chico. –¿El ultimo de promoción? ¿Qué patética excusa tiene ante semejante desfachatez?
-Hey, hey. ¿Cómo supo eso? Y más importante. ¿A qué vienen todos esos comentarios?-reclamo el chico. –Vine aquí porque me ofrecieron información importante sobre mí. No a recibir críticas de una persona que no conozco.
-Extraña o no, mis críticas son perfectamente validas. Es inimaginable que el portador del Kyubi y herederos de los clanes Senju y Uzumaki sea un Shinobi tan mediocre-dijo la rubia en tono de regaño.
-¿Cómo sabe eso?-dijo Naruto en referencia a lo del Kyubi. Respecto a lo de pertenecer a clan Senju y Uzumaki, el chico sintió bastante desconcierto y curiosidad.
-¿Sobre el Kyubi? Sencillo. El ser que reposa en ti no puede pasar desapercibido a mis sentidos.
-¿Y qué pasa con lo otro? ¿Cómo que pertenezco a clan Senju? ¿No era el clan del Shodaime y Nindaime Hokage? Además, los Uzumaki no son un clan. Eso es solo un apellido que me dieron en el orfanato.
-¿Entonces no lo sabes? Hmmm-dijo la rubia mostrándose pensativa. -Eso explica mucho. Si el idiota del Sandaime te oculto tu herencia, no es de extrañar que seas un completo desastre en este momento.
-¿¡Que!? ¿Qué me oculto el viejo?-dijo Naruto deseoso de escuchar lo que iba a decir la mujer. No tenía que dudar sobre el hecho de que Hiruzen le estuviera ocultando algo. Si ya le había escondido lo del Kuybi, nada evitaba que hiciera lo mismo con otras cosas.
-No tan rápido-dijo la rubia dedicándole una mirada a Naruto. –Antes de que te diga todo lo referente a tu herencia ninja, primero debes escuchar lo referente a tu otra herencia.
-¿Otra herencia? ¿A qué se refiere?
-¿Qué pensarías si te dijera que no eres un humano como crees serlo?
-Eso es ridículo. Iruka-sensei me dijo que no soy monstruo solo por tener al Kyubi conmigo.
-No me refiero a algo tan bajo como un Bijuu-dijo la ojirroja poniéndose de pie, para luego desplegar diez alas de murciélago de su espalda.-Me refiero a un Demonio.
-¿¡Que rayos!?-dijo Naruto cayéndose para atrás.
-Supongo que en tu pequeña aldea no les han enseñado nada sobre las Tres Facciones-dijo la mujer tomando asiento de nuevo, ocultando sus alas en el proceso.
-¿Las tres qué?-dijo el Uzumaki recomponiéndose a medias, pues ahora estaba bastante nervioso en esa habitación.
-Urgh. Típico. Luego arreglare que tu falta de cultura sea corregida, pero por el momento tocare el tema que nos interesa. Yo soy una Demonio. Un ser maligno cuya razón de ser esta satisfacer mis ambiciones y deseos, a la vez que corrompo y destruyo todo lo que me molesta.
-¿¡Entonces que te diferencia de un monstruo!?
-Para los humanos puede parecer que solo un asunto de perspectiva, pero la verdad es que para los Demonios, los humanos no son otra cosa que peones que sirven a nuestros intereses.
-No entiendo como eso podría cambiar mi opinión.
-No son mis palabras las que cambiaran tu opinión, sino tu mismo al percatarte de tu posición.
-¿Eh?-dijo Naruto percatándose que tenía algo saliendo de la espalda. -¡Ehhh!-expreso al darse cuenta que era un par de alas como las que tenia la mujer. Acto seguido el chico empezó a revolcarse como loco.
Ignorando el arrebato del chico, la mujer continúo con su explicación. -La razón por la que mande a llamar fue porque por fin accediste al Chakra de la bestia que reside en ti. Si bien ese hecho en sí no me interesa, sabía que eso sería suficiente para despertar la sangre de Demonio que yacía dormida en ti. Mi demostración simplemente la incito a salir de forma definitiva.
-¡Esto es ridículo!-dijo Naruto deteniéndose frente escritorio y estrellando sus manos sobre él. -¿Cómo vas decirme de repente que soy un Demonio? ¿Quieres decir que mis padres no eran humanos?
-Solo uno de ellos. Tu padre si era humano y es de donde sacas gran parte de tu linaje Shinobi-dijo la mujer haciéndole un juego de miradas a Naruto para que volviera a tomar asiento. Siendo que estaba en la parte que más le interesaba, el chico le hizo caso. –El nombre de tu padre era Minato Namikaze. Posiblemente lo conozcas mejor como el Yondaime Hokage.
-¿El Yondaime?-dijo Naruto al tiempo en que varias incógnitas eran respondidas en su propia mente. –Pero si el Yondaime fue el que encerró al Kyubi dentro de mí….. ¿Entonces fue mi padre quien me hizo un Jinchuriki?-dijo el rubio profundamente conmocionado.
-Es una costumbre entre las aldeas ninja que los Bijuu sean sellados en un pariente o conocido cercano del Hokage. Es un poder demasiado grande como para confiárselo a un huérfano cualquiera como el Sandaime te habrá hecho pensar.
-¿¡El viejo Hiruzen supo quien era mi padre todo este tiempo!?
-Seria un remedo de Kage si no lo hubiera sabido.
-…..-Naruto solo pudo enmudecer ante la revelación.
-No me esforzare en justificarlo, pero lo más probable es que lo haya hecho a favor de que los enemigos de tu padre no supieran de ti. Tu padre no era una persona grata para aldeas como Iwa y Kumo.
-Eso no lo justifica.
-En efecto. Su silencio te privo de valiosos años de estudio que pudieron ser usados para desarrollar las habilidades que tienes dentro de ti. Un ejemplo es la ascendencia Senju que tenía tu padre.
-¿Mi padre era familia del Shodaime?
-Así es. Para ser exactos, el era nieto de Tobirama Senju. Puede que no se una posición muy privilegiada para muchos, pero sigue siendo un vinculo con un linaje por el que muchas aldeas matarían.
-Puedo imaginármelo-dijo Naruto. –¿Eso quiere decir que esa herencia Uzumaki de la que habla viene por parte de mi madre?
-No. Tu parte Uzumaki es simplemente un añadido que pude arreglar en tu concepción.
-Espere… ¿Eso quiere decir que usted es?
-¿Hasta ahora te das cuentas? Pensé que ya lo habías figurado-dijo la mujer con una mirada de contrariedad. –Mi nombre es Amanda Lucifer y soy tu madre, Naruto Uzumaki-dijo la rubia sin cambiar en ningún momento su impasible expresión.
-P-pero…-dijo Naruto sin poder articular lo que quería decir. Eran muchas las emociones que salieron en ese momento. Primero estaba la emoción de saber que tenia familia viva. Luego estaba la incredulidad que su madre era un ser diabólico como decían que era el Kyubi. También estaba una vergüenza que provocaría que visitara un templo en el futuro para limpiar unos sucios pensamientos, pero eso era lo de menos. Si antes todos sus sentimientos de frustración e ira iban hacia Hiruzen por mentirle, ahora estos habían sido redirigidos hacia la Lucifer que le había abandonado.
-¿Quieres preguntarme donde estuve todo este tiempo? ¿Por qué nunca fui por ti? S ese es el caso, puedo responder a tus preguntas.
-…..-el rubio entonces guardo silencio porque a decir verdad, si quería escuchar los argumentos de su recién presentada madre.
-No me agrandan los niños-dijo Amanda, al tiempo en que recordaba su teoría de que tenía unos muy malos padres. –Tengo una agenda muy ocupada y no podía entretenerme en nimiedades como la maternidad. Ahora que veo tan triste ha sido tu progreso como Shinobi, certifico que tenía la razón.
-¿¡Y que querías que hiciera!?- reclamo Naruto. -No es como si hubiera tenido las facilidades para entrenarme en el Shinobi que dices que debo ser.
-Explícate.
-No sé si lo sabes, pero no siempre tuve un apartamento. Pase mi vida en un orfanato hasta que pude enlistarme en la academia. El viejo me daba dinero cierto, pero apenas si me alcanzaba para la comida. No podía darme el lujo de comprar libros o equipo ninja para entrenar.
-¿Y eso te impidió que consiguieras lo que necesitabas?
-Así es. No es como si fuera a conseguirlas robándolas.
-Curioso que lo comentes. Según la información que tengo aquí, tú robaste el Pergamino Prohibido que se guardaba en la torre del Hokage-dijo Amanda viendo el archivo que tenia. –Al parecer lo hiciste porque así podrías graduarte como Genin.
-E-eso fue una trampa que me pusieron-dijo el chico, recordando el incidente con Mizuki.
-Trampa o no, tú no pusiste muchos peros al momento de tomarla. Dudo mucho que no pensaras por un momento en que tomar el Pergamino Prohibido era un delito muy serio.
-Yo…yo en verdad quería convertirme en un Genin-dijo Naruto, ahora comprendiendo que había cometido una ofensa muy seria en esa ocasión. Fue muy afortunado al no ser encarcelado por ello.
-Las disculpas son inaceptables. Especialmente por lo que hiciste-dijo Amanda pasando a ver a Naruto. –Si un Demonio quiere algo, lo consigue y ya. No necesita esperar por el permiso de otros.
-…. ¿¡Entonces dime qué quieres conmigo!?-reclamo Naruto. –Por lo que has dicho debo pensar que para ti soy solo una herramienta o algo por estilo-dijo el rubio recordando el caso de Haku.
-Estas en lo correcto, aunque no veo el porqué de tu arrebato. Como Shinobi ya deberías estar familiarizado con el hecho de que solo eres el soldado desechable de otros.
-¡No me convertí en Shinobi para ser el soldado de otros! ¡Me hice Shinobi para convertirte en Hokage!-dijo poniéndose de pie con el pecho en alto.
-¿Hokage? ¿En serio crees que un mocoso con habilidades tan mediocres puede aspirar a un puesto como ese.
-¡Puede que no haya comenzado con el buen pie, pero declaro con toda seguridad que convertiré en Hokage! ¡No importa lo que digas tu o cualquier otro creído!-dijo el chico viendo desafiantemente a la ojirroja.
-…..-Amanda no dijo nada, mas mantuvo una mirada fija hacia el chico probar el compromiso que tenia con sus palabras.
-¿No vas decir nada?
-No tengo porque hacerlo. Tu ya has expuesto tu punto-dijo la mujer poniéndose de pie. –Para entonces ponerse de espaldas a Naruto y ver a través del ventanal que tenía tras su escrito. –Si bien me decepciona tu desarrollo actual, al menos tengo que reconocer que tienes tus metas bien ubicadas. Sería intolerable que te hubieras convertido en Shinobi únicamente para algo tan estúpido como proteger a tu aldea. Eso no va con gente como nosotros.
-¿Entonces que se supone que se nos conviene?-pregunto Naruto con escepticismo.
-El control-dijo Amanda con firmeza. -Somos seres superiores a todos los demás. Es nuestro derecho de sangre poner a todos bajo nuestro mando.
-….. No creo que ser Hokage esté relacionado con el control. Se supone que el Hokage deber ser el Shinobi más respetado de la aldea…
-No tomes el ejemplo del blandengue Sandaime-intervino la rubia. –Sarutobi ha olvidado que el verdadero respeto se gana a través de férreo puño de hierro y no por sus débiles políticas administrativas. No me extrañaría que uno de estos días sea apuñalado por la espalda por un conocido.
-Como sea-dijo Naruto restándole importancia al asunto.
-El punto aquí es que tú no naciste para ser un fracaso de gobernante como tus antecesores. Como Lucifer estas obligado a mostrar a los demás quien es que manda.
-¿No estarás diciéndome que soy un príncipe o algo así, verdad?
-Desgraciadamente para nosotros, nuestra casta no cuenta con el debido puesto que nos corresponde. Sin embargo, puedo asegurarte que si sigues la agenda que he previsto, ostentaras una posición que sobrepasa a cualquiera que hayas imaginado.
-No creo que haya algo mejor que ser Hokage.
-Ya han habido cuatro Hokage y posiblemente habrán otros más antes de que tú tengas una oportunidad para aspirar a ese puesto. ¿Dime entonces que merito hay en una posición tan ocupada?-explico la Lucifer. –Haz lo que te digo y te convertiré en el Kage de todas las aldeas elementales.
-¿E-eso se puede?
-Que ningún humano se haya atrevido a hacerlo, no quiere decir que tú no puedas lograrlo.
-… ¿Y exactamente qué es lo que querrías de mi?-dijo Naruto mostrando un "ligero" interés en cuales fueran los planes de su madre. Ser Hokage era lo que anhelaba, pero una posición mayor a esa no podía ser tan mala.
-En tu estado actual no puedes hacer nada por mí. Tu entrenamiento está muy por debajo de lo que debería estar. Antes de que puedas ser el soldado que aspiro, necesitas recuperar el tiempo perdido y ponerte al día con el linaje que posees. No solo tienes que refinar tu Ninjutsu, sino que debes aprender sobre tus poderes demoniacos, el manejo de la magia y instruirte en las múltiples formas de combate que usan los humanos ajenos a tu aldea.
-No tengo ningún problema con ello-dijo Naruto simulando indiferencia, ya que la verdad estaba muy emocionado por eso ultimo.
Aun cuando no le gustaran las condiciones en que presentaban, rechazar ese entrenamiento que le ofrecían era una locura para Naruto. Ahora que sabía que era un Demonio, seguramente muchas cosas cambiarían en su vida. Por ello pregunto sobre algo que le causaba curiosidad.
-¿Supongo que para ese entrenamiento tendría que mudarme a este lugar, no?
-En efecto. Te trasladaras al castillo para poder dirigir adecuadamente tu formación. Mimi se encargara de asistirte en el proceso-dijo la rubia al tiempo que las puertas de la habitación se habrían y aparecía la mencionada.
-Entonces, ¿eso es todo?-dijo Naruto expresando cierto descaro. –De repente apareces luego de 12 años y ahora tengo que seguir todas tus órdenes.
-Pronto aprenderás que estoy siendo bastante paciente y considerada contigo. A pesar de que has comenzado con el pie izquierdo, aun creo que puedes reivindicarte y mostrar que no eres un fracaso como los que te anteceden en esta familia.
-Hmp-expreso el chico en un bufido de molestia.
-Y déjame advertirte algo-dijo Amanda volteándose hacia Naruto. –No soy del tipo de personas que tolera el fracaso-dijo ella posando su vista en el extremo contrario del recinto.
Naruto instintivamente se volteo y entonces vio que al lado de la puerta había dos cuadros. El primero de ellos era bastante normal, pues parecía ser un simple retrato familiar. Allí se encontraban posando un hombre de mediana edad, de cabello y barba plateados, junto con un niño y una niña de unos ocho o diez años. El niño era muy parecido al hombre y la niña parecía ser su madre de joven, con lo que Naruto intuyo que los del retrato eran Amanda con su posible abuelo y tío.
Esto último era más o menos dudoso, pues el otro cuadro mostraba una escena que contradecía que existiera tal relación. Los personajes del cuadro anterior volvían a ser los protagonistas de la escena, con edades superiores y con un contexto completamente diferente. Quien posiblemente era su tío ahora yacía tirado en el suelo, desangrándose por una puñalada en la espalda. Para el pesar de Naruto, la autora del ataque no era otra que su madre, desplegando las mismas alas de Demonio que le había mostrado hacia poco. Como cereza en el pastel, en el fondo del cuadro podía verse a su "abuelo" riéndose de lo ocurrido.
Resumiendo los hechos, Naruto estaba en una familia de dementes.
-El otro vástago de mi padre cometió el error de ser un estorbo sin remedio. Si te haces fuerte, haces lo que digo y cumples con tus propias metas, tú no tendrás que terminar como él.
Con eso dicho, la Lucifer volvió a voltearse, al tiempo que Mimi pedía a Naruto que le siguiera. El chico atendió al llamado y dejo la habitación, lamentando enormemente tener tan mala suerte con su vida. Si hubiera sabido que su familia estaría llena de idiotas insensibles, no la hubiera pedido con tanto fervor.
Fin de capitulo.
….Y aquí les dejo una nueva historia.
Lo peor de todo es que estará ni siquiera es una de las que planeaba para Naruto en marco de las historia DxD Fantasy. Sin embargo la musa llego y no pudo ser detenida. Ustedes entenderán.
En fin. Esta será una de un Naruto Lucifer Uzumaki Senju Namikaze, siendo cada uno de los apellidos completamente legitimo. Se preguntaran como eso es posible. Con los de Minato no hay nada que explicar, pero seguro se preguntaran quien es la madre verdadera de Naruto. Si es Kushina o Amanda. La respuesta no es sencilla, pues ambas lo son. ¿Cómo? Solo diré que a Kushina le hicieron un Netori brutal.
Ahora aclarando quien es quien. Amanda es naturalmente una OC, pero está basada es un personaje que…..técnicamente es un OOC. La homologo de Amanda es Mandy del Webcomic Grim Tales, que a su vez está basado en el programa Las Sombrías Aventuras de Billy y Mandy. Opte que su nombre original fuera Amanda y no Mandy, porque este último no suena como un nombre propio que tendría una Demonio como ella. Si comprueban la etimología del nombre, se darán de cuenta que es una completa ironía, pero justamente por eso me cautivo más la idea del cambio. En todo caso, ya podrán imaginarse que tan jodido esta Naruto con esa madre.
En la otra mano, Mimi estaba basada en la Akuma homónima de DGrayman que servía a Lulu Bell. Su apariencia me pareció ideal para tener a otra Lucifuge en la historia. Aclaro que no es un intento de tener un sustito para Grayfia. Si hubiera deseado eso, hubiera elegido a Maria Naruse de Shinmai Mao no Testament para el papel.
Eso es todo lo que tengo que decir por el momento. Nos leemos luego.
