Historias cortas del departamento de Lucy, sin orden cronológico y algunas entrelazadas entre sí, pero en general se pueden leer de forma individual.

Fairy tail no me pertenece.

El departamento de Lucy

Natsu

Lucy siempre pensó que al comenzar a vivir por su cuenta, pues sería de esa forma, por su propia cuenta. Que disfrutaría de tardes a solas con un buen libro, que dormiría hasta tarde cuando no trabajara y que sus espíritus celestiales (en especial Plue) estarían con ella cuando ocupara compañía. Sería una mujer independiente y todos la verían como alguien fuerte.

Obviamente Natsu no estuvo en sus planes, pero casi de inmediato de conseguir un departamento en Fiore, el chico fue un común de su departamento.

Si bien al principio su amistad no era fuerte, con el tiempo y muchas aventuras juntos, Natsu se consolidaba como su mejor amigo.

Y como tal.

Este sentía que tenía privilegios.

—Lucy tengo hambre—se quejó el mata dragones una tarde de verano.

Ella lo giro a ver con odio, pues ella estaba sintiendo que se derretía, mientras este parecía tan fresco como una lechuga.

Estúpida magia de fuego.

—Este lugar no es un restaurante—

—Claro que no, no pago por mi comida—

Con una patada en el estómago, el peli rosa tuvo dolor de estómago toda la tarde.

Ella amaba de la hora del baño, más cuando se relajaba luego de una misión cansada. Por supuesto que Natsu también parecía tomar esa idea como aceptable.

—LARGO DE AQUI—grito tirándole un envase de acondicionador.

El chico cayó al suelo desmayado y desnudo.

Lucy amaba dormir en su cama, al parecer Natsu también pensaba eso. Una vena se instaló en su frente, al ver al chico cómodamente en su cama con un sueño pesado.

Pensó en mandarlo a volar, pero al ver las vendas de su brazo, recordó como se había lastimado por ayudarle.

Tomo una cobija de su armario y se acomodó en su sofá.

Al día siguiente estaba sola en la mañana y extrañamente en su cama.

Suspiro negando con la cabeza por ese idiota.

Ella amaba cocinar en su departamento, hacer postres que su padre solía prohibirle de niña. Al principio le fue difícil, pero con ayuda de Mirajane, había aprendido a defenderse en la cocina. No se extrañaba que cuando estuviera terminando de cocinar, Natsu apareciera por la ventana, viéndola con cara de niño bueno.

Al final la mesa tenía dos platos y ella con suerte lograba probar su postre.

Escribir era su pasión, meterse en la historia y escribir por horas sin descanso. Cuando una idea llegaba a su mente, no se detenía hasta no terminar de plasmarla. Como esa vez donde ella había estado escribiendo por casi doce horas una de sus aventuras preferidas con sus amigos.

Durante esas horas Natsu había pasado vagamente por el departamento, intentando detenerla cuando ella le dijo que no había probado bocado de forma ausente.

Luego de una patada que lo mando a volar, este desistió.

Otras cuatro horas habían pasado, donde casi cae inconsciente por el sueño. Con un bostezo de por medio se dijo que era hora de tomar un receso para comer algo.

Su estómago no dejaba de gruñir.

Detuvo sus pasos cuando al retroceder, vio a Natsu en el suelo al lado de su mesa totalmente dormido, pero lo que le sorprendió fue ver un envase de comida china en la mesa.

Eso fue…inesperadamente dulce.

—Lucy no quiero moverme—dijo Natsu un día cualquiera en medio de su cama.

Ella estaba en un sillón de forma perezosa, muy similar al mata dragones.

Era un día sin nada interesante.

—Deberíamos ir por una misión—comento ella sin querer hacer nada.

Natsu soltó un bufido aburrido.

Ese día no querían hacer nada, y así fue la siguiente hora hasta que ambos se durmieron en una tarde de invierno sin trabajo.

—Ocupamos hacer un trabajo urgente—dijo Natsu entrando como siempre por la ventana.

Ella quien se cepillaba los dientes, vio el reloj de su habitación que marcaba las diez de la noche.

—¿Por qué?—pregunto.

Su única respuesta fue una hoja frente a ella, donde mostraba un nuevo modelo de lacrima visión para departamentos, donde se mostraban los programas de moda en la capital.

—Tu departamento ocupa eso—dijo Natsu como si fuera lo más obvio del mundo.

Ella entrecerró los ojos aburrida.

Su amigo estaba loco.

Una lacrima visión después, Natsu pasaba aún más tiempo en su departamento viendo los canales de lucha y participando en promociones tontas.

Fue cuando ella regreso a Magnolia, cuando todo en el gremio se normalizo y donde Natsu volvió a visitarla con regularidad después de luchas locas con su hermano, Acnologia y un imperio…entre otros. Cuando Lucy se detuvo de pronto viéndolo confundida.

El chico estaba sentado en el suelo, riendo viendo la lacrima visión y comiendo unas papas fritas.

—Natsu—

—Hmdfga—

Volteo a verlo mal de que hablara con la boca abierta, pero este no le dio mucha importancia, ya que ni la veía a los ojos viendo la lacrima.

—¿Por qué siempre pasas en mi departamento?—pregunto con curiosidad desde su escritorio.

El chico dejo de ver la lacrima para verla a ella, mientras tragaba su comida.

—Tu departamento es el mejor lugar para pasar el rato—dijo encogiéndose de hombros, viéndola como si ella fuera una idiota.

Rio nerviosa antes de negar con la cabeza.

.

Con el tiempo incluso ella acepto, que su departamento era el segundo lugar más visitado por los miembros de su gremio, luego…del gremio claro está.

Continuara…

Espero disfruten de la idea.

Nota:

Por si no lo saben en mi perfil tengo un link de mi página en Facebook donde publico mis actualizaciones y donde chateo con los chicos sobre temas de anime, manga, juegos, libros, series…etc por si alguno quiere comunicarse conmigo o visitar un rato para conocerme mejor.

Sayonara sexys lectores.