Hola! Pues aquí apoyando el concurso de Drabbles de Saori Luna y este es mi primer historia, disculpen si hago sufrir a Kaho pero odio la pareja Kaho&Eriol, pero adoro la pareja Tomoyo&Eriol, bueno espero les guste.


VERDADES

Un níveo contemplaba las gotas de lluvia caer, tan triste estaba el cielo, pero sentía que su alma se liberaba poco a poco. Lo de Kaho y él no había funcionado, aún siendo la reencarnación de Clow los años de diferencia terminaron pesando tanto que superó al amor. Al final Kaho terminó con un conocido suyo que si bien no era Eriol, no era un niño, eso había traumado a Kaho que mato la relación.

Ahora no quería que nada lo lastimara de nuevo pero ahora que estaba en Japón su firmeza flaqueaba al verla porque era un ángel, quién lo desorientaba aún siendo Clow.

Hoy la vería de nuevo, ella estaba tan sola como él, su madre no tenía mucho tiempo para ella y su mejor amiga Sakura tenía a Shaoran para satisfacerla, esos dos…y aunque fueran todos amigos no podían darle la clase de amor que le faltaba.

Ella crecía tanto físicamente como espiritualmente ya con 18 años se notaba la gran madurez que ella poseía, y el se daba cuenta de esto porque siempre que la ve algo cálido y burbujeante bullía en su interior y requería la enorme paciencia que como Clow poseía para no perderse en sus ojos, o en esa roja cereza que tenía por boca…

"Joven Hiragizawa, ya estamos listos para comer ¿no va a acompañarnos?" Esa voz dulce llenó sus oídos y la veía ahora magnifica y con ese aire de inocencia y paz.

"Daidouji, sabes que no me gusta que digas Joven Hiragizawa, para ti y solo para ti soy Eriol". Dijo astutamente.

Ella se sonrojó, a él siempre le gustó ser el único que podía hacerlo.

"Bueno pero para ti tampoco soy Daidouji, soy Tomoyo".

"De acuerdo…Tomoyo", y la nívea tembló un poco al oír su nombre susurrado de esa manera tan sensual que poseía, sí tan sólo él no la viera como su mejor amiga… Lentamente Eriol se acercó a ella invadiendo su espacio personal y Tomoyo sintió que se le cortaba la respiración. Él ahora estaba decidido lo sentía por dentro, como Clow siempre había dicho en este mundo no existen las coincidencias sólo lo inevitable y lo inevitable para él era que su amor por aquella chica se estaba haciendo evidente.

La comida fue muy especial, sus guardianes se daban cuenta del cambio en el corazón de su amo y por primera vez el cambio les pareció correcto y hasta pensaron que debió ser así desde el principio.

Cuando la lluvia había cesado, ambas parejas salieron al enorme jardín que poseía la nueva mansión de Eriol, pues los castaños casados pocos meses antes tenían que partir a su hogar, quedándose solos los níveos, los guardianes salieron con una excusa para dejarlos solos, cosa que Eriol agradeció.

"Tomoyo, dejemos de tonterías y hablemos sin indirectas".

"¿Acerca de qué?" Sus piernas ahora estaban temblando.

"¿Quieres ser mi novia?" La amatista creyó no haber oído bien pero no fue así, Eriol esperaba una respuesta, la pregunta fue directa y sin el misterio con el que Eriol solía darle a las cosas.

"¡Oh Eriol! Claro que sí."

Los meses avanzaron deliciosamente para estos chicos y se dio el evento que terminó al fin con la soledad de estos níveos, Kaho ahora leía un periódico londinense en la terraza de su casa donde se anunciaba el feliz evento:

"El ilustre y acaudalado señor Eriol Hiragizawa unió hoy su vida con la virtuosa y bellísima señorita Tomoyo Daidouji".

"Me alegro de que seas feliz Eriol, espero que ella, sea la mejor, sinceramente espero que seas feliz". Y estrujó contra su pecho el periódico al darse cuenta de lo que había perdido y una lágrima corrió por su mejilla porque ahora que lo quería volver a recuperar otra ya lo tenía.