- ¡ES EL CICLO SIN FIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIN, QUE LO ENVUELVE TOOOOOOOOOOODO, COMO QUASIMODOOOOOOOOOOOOO!

- ¡ROXAS, CÁLLATE Y BAJA A POR LOS CEREALES!

- ¡Sí, mamá! - Gritó el rubio mientras cogía una toallita para limpiarse el culete.

El joven se subió los pantalones azules de cuadros de su nuevo uniforme y con fuerza agarró la maleta que tenía en la puerta del baño con todas sus pertenencias, es decir, más uniformes. Llego al comedor donde le esperaban su madre y su hermano gemelo mayor, Ventus, para desayunar.

- ¿Se te ha pegado la taza del váter, Roscas?- Le preguntó Ventus.

- Que te den, Bentus. - Contestó Roxas.

- Chicos, por favor, en la mesa no. - Les regañó su madre.

Entonces empezaron a degustar los manjares que había en la enorme mesa de la sala, huevos fritos, revueltos, duros, blandos, bacon, leche con cereales de todo tipo, color y sabor, zumo de naranja, de coco, de manzana, de plátano, de mandarina, de pera, además de todo tipo de frutas para comer, hasta esa tan exótica que es una estrella amarilla.

Roxas cogió sus típicos huevos revueltos y varias tiras de bacon. Para beber su típico zumo de naranja, para desayunar era el más normal de su familia. Ventus pedía una tortilla francesa de atún y jamón dulce, hecha con huevos de zarigüeya, aún no sabe que las zarigüeyas no ponen huevos. Y de bebida, zumo de coco con tres gotas de limón y zumo de naranja aparte. Su madre pedía huevos de leopardo, familia de tontos, para hacer revuelto mezclado con huevos de ornitorrinco. Total, que los cocineros hacían lo que les salía del sombrero de chef. Después para beber zumo de sandía y coco con un toque de café. Su padre nunca desayunaba en casa así que, era el segundo más normal.

- ¿Cómo os sentís al tener que iros a vivir allí, lejos de vuestra casa y vuestras consolas?

- TENÍAS QUE METER EL DEDO EN LA LLAGA.- Contestó Ventus mientras salía llorando hacia su cuarto.

- Joder Mamá, eres mala. - Le echó en cara el menor.

- No he podido evitarlo, los años, hijo, los años, que no perdonan.

- ¿Y tú que harás sin nosotros?

- Vivir.

- Joder Mamá, cuanto odio.

Dicho eso, el joven se levantó y llevo su plato a la cocina donde el servicio lo limpió al instante. Acto seguido fue a recoger a su hermano a la habitación de juegos.

- ¡NOOOOOOOOOOOOOOO, MIS JUEGOS, MIS CONSOLAS! ¡¿POR QUÉ?!

- Bentus, 'enga, que tenemos que estar allí en media hora para la inauguración del nuevo curso.

- ABSURDO INSTITUTO Y SUS ABSURDAS LEYES DICTATORIALES.

- Ya jugarás en las vacaciones de Navidad, venga ya. - se quejó sacando a rastras a su hermano mayor gemelo de la habitación.

Salieron fuera con sus respectivas maletas y se dirigieron a la limusina que los esperaba en el aparcamiento enfrente de su casa, pasando el enorme y jardín de su casa, donde varias decenas de jardineros estaban trabajando.

Entonces, justo delante de la limusina, Roxas se paró a mirar al cielo azul y despejado de aquella mañana de otoño, era un día radiante, a pesar de ser otoño. Sentía que le aguardaba algo muy especial ese curso de primero de bachiller.

Así, despidiéndose de su madre antes de entrar en el vehículo, con las emociones a flor de piel, sonriente, se preparó para…

LA GRAN AVENTURA QUE LE ESPERABA.


¡Hola!

Bueno, esto es... Muy difícil de explicar, es una historia paródica, y cuando digo paródica, digo MUY PARÓDICA. ¿Qué significa? Pues que de una conversación entre Pandilete y yo surgió esto, y llevamos años escribiéndola y dándole vueltas, porque nos encanta Kingdom Hearts y llevamos años viviendo con el vacío de no tener nada nuevo y tenemos mucha imaginación... Bueno, y todos esos condicionantes.

Es bastante divertida (por eso lo de paródica), pero no esperéis amor, no esperéis humor normal, porque esto es muy estúpido, y pensamos en compartirlo para que todos os pudiéseis reír un poco como hacemos nosotros cuando la releemos, así que abstenganse de decirnos que no tiene sentido nada, porque somos los primeros en saberlo.

Si necesitáis alguna explicación, sabéis donde contactarnos.

¡Un saludo!