CAPITULO 1:

Remy abrió los ojos lentamente intentando distinguir donde estaba, poco a poco reconoció su cuarto, y se alegro de no despertar desnuda en algún bar... de nuevo. De repente vio su despertador, y abrió los ojos por completo, faltaba muy poco para entrar al trabajo y si no se daba prisa llegaría tarde, se puso de pie y decidió darse una rápida ducha. Sentía que la cabeza le iba a explorar, y se recriminó por haber tomado tanto la noche anterior. Cuando abrió la puerta para entrar al baño, escuchó la regadera abierta y observó una silueta de mujer, dándose un baño.

-Diablos-dijo en voz alta sin darse cuenta.

-¿Rem?- preguntó una hermosa chica rubia corriendo las cortinas y dejando al descubierto su cuerpo completamente desnudo y mojado.

- Eee… - titubeo la morena embobada, sin separar la vista del cuerpo de la chica. "Mira hacia arriba, hacia arriba" se reprendió mentalmente, su ojos llegaron a sus pechos "no me refería a eso… más arriba"…

-¿Estas bien?- preguntó la rubia con voz inocente pero viéndola muy intensamente, en ese instante fue cuando se dio cuenta de un pequeño detalle que hasta entonces le había pasado desapercibido… ¡Estaba completamente desnuda! De inmediato intentó cubrirse con sus manos pero no fue de mucha ayuda, pues ni siquiera cubría lo indispensable, la otra chica la miraba divertida y algo… lujuriosamente.

-¿Qué pasa Rem?- preguntó la chica, algo desilusionada al ver que Remy se ponía una toalla alrededor de su hermoso cuerpo - ¿Porqué te cubres? Se me ocurren algunas cosas que podríamos hacer sin ropa…-dijo acercándose con una traviesa sonrisa, ante lo que la morena aclaró algo ruidosamente su garganta que comenzaba a secarse y dio algunos pasos atrás.

-Tengo que irme, o llegaré tarde al trabajo- dijo Remy con voz firme- por favor permíteme darme una ducha.

-Esta bien, iré a vestirme, pero solo porque también me tengo que ir - respondió la chica mientras salía del baño, pero se detuvo en el umbral de la puerta y se giró hacia la morena que no le quitaba la vista de encima-pero no creas que te salvaste, después concluiremos esto, yo te llamo. - se dio la vuelta seductoramente y salió del baño serrando la puerta tras ella, Remy sacudió su cabeza ligeramente y entró en la ducha.

Media hora después la morena caminaba veloz por la recepción del hospital, hacia la sala de diagnósticos, seguramente sus compañeros ya estarían ahí, y aun con mayor seguridad su jefe estaría ahí y tendría que soportar los comentarios que haría sobre su vida personal, como el numero de chicas con las que durmió esa noche y no se cuantas tonterías mas. De repente algo, o mejor dicho alguien, la sacó de sus pensamientos, pues levantó la vista apenas unos segundos antes de chocar contra una chica rubia que estaba de pie justo frente a ella.

-Lo siento, lo siento- dijo Remy juntando unos expedientes que pertenecían a la rubia- venía distraída… ¿Estas bien?- dijo reconociendo a la cabeza de Urgencias, la Dra. Cameron.

-Yo… si, estoy bien- contestó Cameron algo aturdida y mirando a la morena-Tu eh… ¿estas bien?

-Si, en verdad lo siento, es que voy tarde- contestó Remy entregándole los expedientes a la rubia y dirigiéndole una sonrisa apenada.

-Esta bien, no hay problema- Respondió Cameron regresándole la sonrisa- y creo que no vas tan tarde. House me pidió que le llevara un cazo y ahora me dirigía hacia allá, ¿Vamos?

Remy algo desconcertada asintió y se pusieron en marcha hacia la sala de diagnostico. Al llegar, las dos intentaron abrir la puerta al mismo tiempo, haciendo que sus manos se rozaran, pero la morena quito la mano de inmediato.

Tal como Remy lo esperaba, todos ya estaban dentro y se mostraron indiferentes a su llegada, excepto Kutner que le dirigió un pequeño saludo y para su desgracia House quien tenía una gran sonrisa en su rostro.

-Vaya, vaya Trece- dijo House con mirada divertida- Así que Cameron es tu nueva conquista… interesante.- La morena lo ignoró y se dirigió a su lugar pero la voz de Cameron hizo que se volviera.

-Dios, te dije que no llegáramos juntas- dijo la rubia mirando a Trece para después volverse hacia House- Por favor no le digas nada a Chase

-No se preocupen, se ser discreto- después de decir esto su sonrisa se ensanchó aún más -pero para la próxima dejen sus juegos de manos para la alcoba.

Este comentario hizo que Trece sospechara que el pequeño incidente en la puerta no le había pasado desapercibido. Vio a Cameron sonriendo y se dio cuenta de que ella también se percató de lo sucedido, así que decidió cambiar de tema.

-Lo tomaremos en cuenta House, pero este no es el momento para hablar de eso- dijo Trece, a lo que Cameron asintió haciendo a su jefe sonreír de nuevo.

-Bien- aceptó él- Entonces ¿me trajiste un cazo Cameron? ¿O tu traviesa novia te mantuvo ocupada?

-No te preocupes House, se administrar bien mi tiempo – respondió Cameron con una extraña sonrisa – Y si, les tengo un cazo. Chica de 18 años de edad, hasta hace poco vivía con sus padres en Los Ángeles, hasta que hace 3 meses se mudó al departamento de una amiga aquí en Nueva Jersey.- Comenzó la rubia captando la atención del equipo.

-Vaya parece que ustedes no son las únicas que saben divertirse- dijo House guiñándoles un ojo a las doctoras. Kutner dejó escapar una pequeña risita.

-Cierra la boca House- respondió Trece rodando los ojos.

-Gracias- dijo Cameron- La chica ingresó a Urgencias hace unas horas, presentaba fiebre y convulsiones, además de hematomas en su cuerpo…

-¡Dios Trece deja de distraerla!-dijo House de repente interrumpiendo a la rubia.

-¿Qué?-dijo Trece desconcertada.

-Que dejes de distraerla, solo así Cameron me traería un cazo tan sencillo… eso o a menos que…

-A menos que sea la hija de un benefactor del hospital, y Cuddy quisiera que tú la trataras- completó Cameron con una enorme sonrisa. Trece no pudo evitar reírse disimuladamente al ver la cara de House.

-Cállate Trece- dijo House- Y no tomare ese cazo Cameron, así que ve a decirle a Cuddy que…

-Que me quieres decir House- dijo Cuddy desde el lumbral de la puerta.

-Que no tomare el cazo y que…

-Si tomarás el cazo- lo interrumpió Cuddy- Su padre es uno de lo mejores benefactores del hospital y quiere al mejor diagnosta del hospital y desgraciadamente ese eres tu.

- Su hija no necesita al mejor diagnosta, cualquier médico con dos neuronas puede ver que la fiebre causó las convulsiones, y los hematomas quieren decir que tiene Leucemia.

-Lo se-admitió Cuddy- pero tomaras el cazo y es mi ultima palabra. Y si no lo haces aumentaré tus horas de clínica y… participaras en la conferencia médica que habrá el fin de semana en Los Ángeles- Cameron sonrió satisfecha- Y tu Cameron te quedarás en el equipo hasta que termine el cazo y vigilarás a House.

-¿QUÉ?- Su sonrisa se borró por completo de su rostro-Pero…

-Sin peros, ahora encárguense de la chica- Y sin decir más Cuddy se dio media vuelta y se fue. Por la cara de House parecía que se le había acabado todo el humor, aunque algunos segundos después sonrió maliciosamente.

-Bueno ya escucharon- dijo House que parecía resignado o fingía estarlo- Foreman ve y habla con la chica, Taub, Kutner confirmen que tiene leucemia. Ustedes dos- dijo dirigiéndose a Cameron y a Trece cuando solo ellas quedaban en la sala - Vi un lindo armario de abastecimiento cerca de aquí, si saben lo que quiero decir-Les guiñó un ojo y salió de la habitación sin decir nada más.

Las chicas se miraron algo desconcertadas, Cameron que seguía de pie tomo asiento justo enfrente de la morena.